domingo, 13 de noviembre de 2016

PORQUÉ GANÓ TRUMP

ANÁLISIS  IDEOLÓGICO  Y  SOCIOECONÓMICO  DE  LA  VICTORIA  DE  TRUMP
     Hace varios meses, en nuestro Blog: LA PÁGINA DE LOS INTELECTUALES, federiconarvaezarza.blogspot.com, así como en nuestra Columna del Periódico digital EL COLORADO, habíamos llegado a la conclusión de nuestro Análisis, de que Donald Trump ganaría las Elecciones Presidenciales de los EE.UU. Ahora veremos qué pasó y porqué lo logró.
      Qué representa Donald Trump
El encumbramiento de Donald J. Trump en el seno del Partido Republicano y finalmente su nominación para la compulsa Presidencial había causado estupor y preocupación. Su fuerte retórica, particularmente en relación con la inmigración, lo ha colocado en un lugar de Líder populista y xenófobo.
Es cierto que no es fácil hallar discursos tan provocativos por parte de un Candidato a la Presidencia de la única Superpotencia del mundo, pues, mal que pese a muchos, Estados Unidos continúa siendo el actor central del orden interestatal. Basta considerar “fuentes duras” como “fuentes suaves” de su Poder, por ejemplo, gasto militar (596.000 millones de dólares en 2015, más del 36 por ciento del total global) y cantidad de solicitudes de patentes por año  (160.000 registros en 2014, más del 48 por ciento del total mundial), para concluir que cualquier competidor marcha muy por detrás.
En otros términos, Estados Unidos continúa siendo, como la denominó Zbigniew Brzezinski, la “única Superpotencia global extensa”, esto es, global por su presencia y capacidad para proyectar Poder, extensa porque cumple un papel Líder en todos los segmentos de Poder, desde el tecnológico hasta el militar, pasando por el cultural, el comercial, etc.

Por otra parte, si bien en un grado menor o aminorado, Estados Unidos continúa reuniendo los cuatro elementos que simultáneamente desplegó en cuatro ocasiones (en tiempos de Theodore Roosevelt, durante la Segunda Guerra Mundial, luego con Ronald Reagan y, finalmente, con George W. Bush) durante los últimos 120 años: Nacionalismo, Militarismo, Globalismo e Ideología.
Este último componente es capital para abordar a Trump y tal vez concluir que su retórica, histrionismo y exceso son sin duda exagerados, pero responden en buena medida al patrón ideológico, religioso, geopolítico, protohistórico estadounidense.                
Dicho patrón se funda en una profunda convicción que arrancó con los mismos Padres Fundadores, para quienes el territorio Estadounidense era el asiento del “Bien”, mientras que en “el resto” del orbe predominaba el “Mal”, entendiendo centralmente por Mal el fenómeno de la guerra, que por entonces era el lugar común en Europa. Esta concepción mesiánica explica los ciclos de aislacionismo estadounidense en el mundo hasta 1941, cuando Estados Unidos fue atacado, entró en la guerra y, terminada ésta, convertida en Superpotencia nunca más regresó al ensimismamiento internacional. Pero la idea respondió al mismo patrón: mantenerse lejos del Mal combatiéndolo (ahora) fuera del territorio Norteamericano; es el “Excepcionalismo” convertido en “faro” de la libertad para la humanidad.
Después del 11 de Septiembre el Globalismo (junto con los demás componentes) fue tan total y contundente que el propio sistema internacional prácticamente se identificó con la defensa y promoción de los intereses nacionales Norteamericanos. La llegada de Barak Obama “desactivó” la casi hegemonía Norteamericana, aunque ello no implicó que Estados Unidos dejara de considerar al mundo como un lugar riesgoso para el “sagrado” espacio Norteamericano. De hecho, desde los atentados en 2001, por vez primera en su historia los Estadounidenses desarrollaron y mantienen hasta hoy una “mentalidad de asedio”.
El mundo puede encontrarse en una etapa de cambio, sin duda, pero esta concepción de “Excepcionalidad” habita en las dos Fuerzas Políticas Estadounidenses, aunque “tiende” a ser más pronunciada entre los Republicanos (si bien Trump se ha expresado poco en materia de política externa) y, ni que decir, en el Tea Party.
Hacia dentro, aquella concepción supone la predominancia de la Nación homogénea, más otros componentes que han sufrido cambios o impactos en las últimas décadas, por caso, el origen geográfico del Presidente, el “factor blanco” y “Anglosajón”, etc. Pero el “espacio nacional para los Estadounidenses” es el dato que debemos considerar en la retórica de Trump, dato que, más allá del relacionamiento con una concepción de cuño mesiánica, es una “regularidad” en los países en tiempos de incertidumbre.
Para Trump no existe incertidumbre: la “amenaza”, es decir, el extranjero (particularmente próximo) está en Estados Unidos y es necesario enfrentarlo y “erradicarlo”; así, sin ambages. De no hacerlo, Estados Unidos podría marchar hacia la “desintegración”. Esta postura pone al desaparecido Samuel Huntington en el centro del discurso actual de Donald Trump y en su notable posicionamiento. Pero no al Huntington del conocido Choque de Civilizaciones”, sino al pensador posterior que fue muy bien analizado por Arthur Schlesinger Jr.: el que no deseaba que Estados Unidos fuera como el mundo, es decir, multicultural. El Huntington que criticaba duramente a los “monoculturalistas globales que quieren hacer el mundo como los Estados Unidos, y a los multiculturalistas caseros que quieren hacer a Estados Unidos como el mundo”. La política estuvo abierta: Trump llegó a la Presidencia de Estados Unidos, sosteniendo una Ideología Política Nacionalista basada en intereses nacionales, que prendió en el pueblo norteamericano. En EE.UU. Trump cometía una metedura de pata tras otra –según decían sus oponentes– en algunas de sus declaraciones; sin embargo, muchos electores (y no solo el activo del Partido Republicano) oían en su discurso lo que querían oír. El mensaje de Trump sugería una actitud antiburocrática, contraria a la inmigración, a favor de un camino y de un futuro económico propios, y el rechazo a que el pueblo sea gobernado desde el extranjero. No hay duda  que Trump  incluirá estas reclamaciones en su Programa de Gobierno pues son parte central de su discurso; un dato que, una vez más, corrobora las tesis que sostienen que muchas cosas podrán cambiar en las relaciones nacionales e internacionales, menos la naturaleza humana. Porque Trump quizá sea “el último WASP (White, Anglo-Saxon, Protestant=Blanco, Anglo-Sajón y Protestante)) como los Peregrinos del “Mayflower”, los “Padres Fundadores” y la Élite que siempre ha dominado en el pueblo de los EE.UU y sigue siendo sumamente Conservadora y Tradicionalista.
¿Por qué Hillary Clinton era tan resistida?
Los comicios Presidenciales llegaron en un momento de hastío por parte de muchos votantes, que tenían que elegir entre una Candidata del “Establishment Neocon”   (Neocon=NeoConserva                         dor: en los Estados Unidos, equivalente a lo que nosotros consideramos NeoLiberal) o un magnate incontrolable. Han pasado, pero estas fueron unas Elecciones absolutamente históricas.
Para empezar, las Estadounidenses han tenido que esperar la friolera de 227 años para ver a una mujer abrirse camino como Candidata  a la Casa Blanca, y si encima Hillary Clinton conseguía anotarse la victoria sería un hito que ponía fin a una tradición de 44 Presidentes Estadounidenses todos ellos hombres.
Pero si el que se embolsaba el triunfo era  Donald Trump también marcaría un hito: no es sólo que nunca el timón de Estados Unidos haya estado en manos de un hombre como él. Y si estas elecciones tienen multitud de elementos para ser consideradas históricas, ¿por qué despiertan entonces tan poco entusiasmo entre buena parte de los Estadounidenses?
La avanzada edad de ambos Candidatos explica en gran medida la poquísima ilusión que tanto Trump como Hillary despiertan entre los jóvenes, que los ven como carcamales de otra era muy alejados de sus anhelos e intereses. Pero el que una mujer pueda por fin ocupar el Cargo más poderoso del mundo tampoco estuvo generando ni la mitad de la mitad de la emoción de la que en su día suscitó la elección de Barack Obama como el primer Presidente negro de Estados Unidos.

El hartazgo de los Clinton
Los motivos son varios: por un lado, los Clinton son una saga, y llevan tanto tiempo en primer plano de la política que han conseguido generar bastante hartazgo. Por no hablar de que fue en enero de 2007 cuando Hillary confesó por primera vez su deseo de llegar a la Casa Blanca como Presidenta, y los casi diez años transcurridos desde entonces han aumentado esa sensación de saturación que genera. Además, es una mujer que ya ha sido casi de todo: Primera Dama, Senadora, Secretaria de Estado... Todo eso provoca que sea percibida, y con razón, como la quintaesencia del “establishment”, como una política de la vieja escuela, la representante por excelencia de la casta, la encarnación del sistema puro y duro, alguien que podría dar para un personaje de la serie “House of Cards” (Castillo de naipes)... Características que por cierto Trump ha sabido aprovechar muy bien para presentarse a sí mismo como todo lo contrario: un outsider, un forastero de la política con ademanes de cowboy que llega pegando tiros y dispuesto a poner patas arriba un sistema caduco.

¿Hillary? La gente no conecta con ella, la verdad. Aunque no guste mucho Trump, pero ella les parece que representa lo peor de Washington, de una política totalmente caduca. “Me parece una pena que la primera mujer que llegue a la Casa Blanca sea precisamente ella”, contaba Lucy Peterson, una estudiante veinteañera de la Universidad de Columbia. "Soy Demócrata, pero no voy a votar. Los dos Candidatos me parecen un horror", sentencia, resumiendo en esa frase lapidaria el sentimiento de desilusión que embargaba a muchos Estadounidenses.

La abierta antipatía que despierta Hillary entre los Estadounidenses viene de lejos. Ya en 1996 la revista The New Yorker publicaba un artículo titulado Odiando a Hillary en el que decía: Al igual que las carreras de caballos, odiar a Hillary se ha convertido en una deporte nacional que une a la Élite con el lumpen”. Es percibida como una persona profundamente arrogante y, quizás por su carrera como abogada, tiende a ponerse a la defensiva cuando habla y a ser agresiva. Y, por si fuera poco, están los numerosos escándalos que han rodeado a la Fundación Clinton y que han lanzado sobre ella sospechas de corrupción.
Con todo eso, las personas la odian. Sus calificaciones negativas, de hecho, han sido terriblemente altas para alguien tan cercana a la nominación de su Partido. De hecho, una de las preguntas que con mayor frecuencia se le ha hecho a la Candidata es una versión de ¿por qué no les agrada?”.
Por supuesto, los Republicanos desde hace mucho tiempo sabían que Hillary Clinton era una Candidata inusualmente fuerte, y esto los aterraba. Por lo que se han aprovechado algunos temas de debate como Bengasi (un caso en el que ella tuvo responsabilidad) y el escándalo de su correo electrónico. Según hemos visto, ni Bengasi ni el problema del correo electrónico podría desalentar a los votantes Demócratas, quienes consideran eso como temas de debate de los Republicanos.
Misoginia desenfrenada
Quizás es demasiado fácil culpar al sexismo por la maldad que empaña a la oposición de Clinton. Sin embargo, uno ve que borbotea misoginia en la sección de comentarios de los artículos en la Web, donde ningún sentimiento –por muy crudo que sea– tiene límites. Ellos atacan su voz, su peinado, sus trajes de pantalón, su risa. Y así sucesivamente.
Incluso en la corriente principal, uno escucha comentarios misóginos, como cuando Tucker Carlson dijo al referirse a Clinton en MSNBC: Cuando ella aparece en televisión, involuntariamente cruzo mis piernas”, o como cuando Rand Paul dijo: “Me empieza a preocupar que cuando Hillary Clinton viaje, necesitarán dos aviones... uno para ella y su séquito, y uno para su equipaje”.
A Clinton la critican por “gritar” y por no sonreír lo suficiente, aunque estas son críticas que no oímos cuando se refieren a los Candidatos masculinos. Al parecer, lo que menos les agrada de Hillary Clinton es su género, y uno solo podía imaginar el tipo de lenguaje que Donald Trump usaría en las elecciones generales.
También han surgido críticas duras contra Clinton. Algunos creen, por ejemplo, que ella no dice la verdad. O que está en deuda con Wall Street. O que por su culpa murieron cuatro personas en Bengasi; por presionar al Presidente Obama para que interviniera en Libia; siendo entonces Secretaria de Estado de EE.UU. Hillary Clinton, afirmó respecto a Gaddafi en tono de mofa: venimos, vimos y él murió”.  Otros insisten en que ella jugó con sus mensajes de correo electrónico, poniendo en riesgo la seguridad nacional e infringiendo la Ley.
De hecho, ella oculta la verdad a veces, al igual que todos los políticos, incluyendo a Sanders. Politifact, un excelente sitio web, mide la calidad de la verdad de las declaraciones hechas por todos los que se postulan a la Presidencia de ambos Partidos, y Clinton no resulta ser la más veraz del grupo, incluso mucho menos que Bernie Sanders... aunque ambos estuvieron casi empatados, diciendo toda la verdad o algo muy cercano a la verdad la mitad de las veces.
En cuanto a Wall Street: la Industria Financiera ha suministrado aproximadamente mucho de la financiación de Clinton. Ella, por supuesto, ofreció una gran cantidad de discursos para los grandes Bancos... aunque de ninguna manera gran parte de sus ingresos como oradora se derivaron de esos discursos. ¿Y qué obtendría Wall Street por su dinero? Mucho, en caso de que fuera Presidenta. En el Senado, votó a favor del TARP, el plan de Bush para rescatar a los Bancos. No es perfecta, pero es inteligente y tiene experiencia
En general, Clinton ha sido bastante solidaria con Wall Street y está dispuesta a trabajar con el mismo, incluso colaborar con el mismo a veces. Esto molesta a algunos de la izquierda. Pero, ¿realmente quieren a un Presidente que odie a Wall Street, que es el motor de  la economía norteamericana?.
 ¿Qué ofrece Trump?

David Stockman, que fue Director del Gabinete Presupuestario de Ronald Reagan, presentó su Libro “Trumpeados: un país al borde de la ruina… y cómo sacarlo de ella”. Defiende la política de Donald Trump, de pactar con Putin, abandonar las guerras y dedicarse a producir. Vaya, vaya, con Stockman, un ultraliberal, pero coherente, eso sí, no como los Anglómanos que tenemos que soportar en Latinoamérica. Viene muy bien leer esto para darse cuenta de que el Liberalismo es pura teoría, un puro mito. Todos los Liberales acomodan la realidad a una plantilla, pero a la hora de la verdad defienden a EEUU, que es Conservador desde sus orígenes. Y lo es porque nunca jamás hubo semejantes plantillas teóricas que funcionaran, entre otras razones porque de haberlas aplicado EEUU no sería un Imperio, que se financia única y exclusivamente gracias a la emisión continua de dinero. ¿De qué otra manera iba a mantener la hegemonía?
  El ciudadano elector Estadounidense no posee una información confiable de lo que ocurre realmente en este proceso pues, decididamente, los Medios de Comunicación y Wall Street se han aliado con Clinton para detener a un Candidato que decía lo que desea ya que no está atado a un sistema donde los favores se pagan luego de obtener la Presidencia del país. Trump se opone al “Establisment”. En este sentido, independientemente de la estatura ética, las posiciones que se enmarquen en el respeto a las soberanías y lo innecesario de fomentar conflictos bélicos en otros continentes es rechazado por las Organizaciones para las cuales la guerra es la fuente de su riqueza. En síntesis, la elección se ha configurado como un problema moral y no esencial donde parece más peligrosa la sexualidad lasciva por sobre las actividades criminales de intervención, genocidio y tortura. Es arriesgado, aunque necesario, proponer una predicción que va más allá de la selección de Trump o Clinton. Así, este período de la Nación Norteamericana parece proveer las condiciones para una crisis interna que se puede traducir en secesiones regionales, incremento de la violencia social, aumento de la pobreza y la indigencia en salud, manejo cuestionado de los Medios de Comunicación, avance de la crítica política antisistema, fuerte represión y control gubernamental que, entre otros, pueden crear una situación de desarmonía social funcional”.

El pronóstico más serio va ligado a que la selección de una Mandataria como Hillary Clinton podía conducir a una espiral belicista de incalculables consecuencias, ya iniciado por un Premio Nobel de la Guerra como lo ha sido Barack Obama quien, ante su incapacidad para enfrentarse y derrotar al terrorismo de Daesh y Al Qaeda, opta por la amenaza de la disuasión atómica. Pese a ello, su terror a Bases Militares alternativas en América Latina provee un grado de disuasión a la confrontación en mayor escala, aunque siempre existe la posibilidad de una  falsa bandera a través de ataques nunca reconocidos o “por error”.
Finalmente, utilizando la misma técnica empleada en España contra PODEMOS  con el tema Venezuela, el hecho que Donald Trump realizace un elogio de Vladimir Putin como Estadista reconocido mundialmente, se ha manipulado aprovechando toda la propaganda anti rusa realizada por décadas en el cine, la televisión y la prensa belicista, apelando al inconsciente colectivo que no comprende que su principal enemigo es aquel que ha conducido a Estados Unidos a  una contradicción interna muy fuerte y, posiblemente, a su debacle por una guerra nuclear producto de las ambiciones anti ciudadanas de Wall Street.  En las Elecciones Presidenciales Estadounidenses se jugó en gran parte el destino del planeta, por lo cual la selección del próximo Mandatario era crucial y su proceso requiere un análisis muy serio.
Como se ha develado, Donald Trump ofrece un proyecto encaminado a desarrollar a EE.UU. desde su interior, concentrando los esfuerzos en la creación de empleo, limitación de inmigrantes, desarrollo de la empresa y negocios, evitando los conflictos militares, pues son un desangre presupuestario. Hillary Clinton ha planteado su compromiso con los sectores más poderosos del país, junto a los cuales realizará un nuevo despegue económico y político a través de la inversión y la guerra.
Sin embargo, los programas completos de ambos Candidatos no fueron el eje central de la campaña, puesto que esta se ha convertido en un “show” mediático donde se ha apelado a sentimientos y emociones, junto con denuncias, como fuente.
La exacerbación de cualidades que hizo toda la gran Prensa del “Establishment” al caracterizarla a Hillary como una persona que conoce la mecánica de la Casa Blanca pues únicamente ella ha tomado parte en decisiones geoestratégicas, confirma de modo explícito su compromiso con las guerras de destrucción en Afganistán, Libia, Irak, Siria, Yemen, cuando menos. Preocupa la posible obstrucción a la Justicia ya que se ha obstaculizado al máximo las investigaciones sobre las denuncias a la aspirante y, en especial, la última sobre  fraude debido a la publicación de unos 20 mil correos por WikiLeaks, que revela cómo el Partido Demócrata perjudicó al Senador Sanders para que perdiera las Primarias. Esto es un reflejo de la naturaleza antidemocrática del sistema electoral de EE.UU.
La denuncia de Clinton sobre los jóvenes negros como súper depredadores (“Ley contra el crimen” de Bill Clinton en 1996), la  destrucción del Programa de Bienestar conocido como “Ayuda a Familias con Hijos Dependientes” y la Ley Efectiva de Pena de Muerte y Antiterrorismo, que limita las apelaciones de Hábeas Corpus para los prisioneros condenados a muerte, desmitifica el carácter progresista del Partido Demócrata: la derogación  la Ley Glass-Steagall (promulgada en la Gran Depresión para establecer algunas regulaciones a Wall Street), clarifica a quien sirve realmente.
Es imprescindible recordar que pese a los llamamientos de Hillary Clinton a fomentar la amistad con Venezuela, Wikileaks reveló sus esfuerzos como Secretaria de Estado para sabotear a este País entre 2009-2013, ordenando “tirar de las riendas a Chávez”. La financiación otorgada por esta funcionaria a la BBG, oficina encargada de supervisar todas las transmisiones de radio y televisión no militares del Gobierno Federal para luchar contra los supuestos enemigos de América, específicamente Irán, Venezuela, Rusia y China, corrobora la desestabilización e injerencia indebida. En este sentido, las manifestaciones de Barack Obama acusando a Rusia se conjuga con el apoyo a la ex Secretaria de Estado, Hillary Clinton, indicando que ésta seguirá el modelo Neoliberal-Militar impuesto, el cual ha causado la destrucción de puestos de trabajo en dicha Nación, el empobrecimiento de millones de personas, la intervención guerrera en diversos continentes, aunado al sostén dado al terrorismo internacional representado en Daesh-Estado Islámico. Así, el Gobierno estuvo involucrado en una clara intervención en las elecciones pese a su obligación constitucional de mantener la neutralidad.

¿Quiénes votaron a Trump?

La clase obrera: Trump enfocó la mayor parte de su atención en los cuatro Estados del cinturón industrial de los Grandes Lagos, que votaban predominantemente por el Partido Demócrata: Michigan,  Ohio,  Pensilvania  y  Wisconsin,El cinturón de acero”, más comúnmente conocido ahora como el Rust Belt (“cinturón de herrumbre, a causa de las fábricas abandonadas por la crisis industrial del sector) es un área en la parte superior del Medio Oeste y de las regiones del Atlántico Medio centrado alrededor de los Grandes Lagos de los Estados Unidos de América. La región puede definirse en términos generales como el principio de la región oeste de la Bosnywash corridor y en funcionamiento para el este al oeste de Wisconsin. La región se extiende hacia el sur hasta los comienzos de la minería del carbón de las regiones de los Apalaches, al norte de los Grandes Lagos, e incluye las fábricas de las regiones del sur de Ontario en Canadá.
La actividad económica en la fabricación “Belt” forma una parte importante de la industria pesada y la fabricación de los sectores de la economía americana. La contracción del empleo manufacturero ha dejado a muchas ciudades de esta región en mal estado, obligando a la zona -el centro de coordinación en el continente para una recuperación de la industria del automóvil- a diversificar. Partes del noreste y del medio oeste de los Estados Unidos que se caracterizan por la disminución de la industria, las fábricas en envejecimiento, y una disminución de la población. Las ciudades productoras de acero en Pennsylvania y Ohio están en su centro.
 Según analistas, todo lo que necesitaba  Trump para ganar “son estos cuatro Estados. No necesita Florida. No necesita Colorado o Virginia. Solo Michigan, Ohio, Pensilvania y Wisconsin”. Y ganó en todos, excepto Virginia.
Además, Trump atacó a Clinton tanto por su apoyo al NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) que anteriormente ayudó a destruir a los Estados industriales de la zona norte del Medio Oeste de EE.UU., como por el apoyo al TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica). Según el Candidato Republicano, la política de apoyo de los tratados internacionales ya “ha perjudicado gravemente a los habitantes de estos cuatro Estados”. Además Hillary Clinton ha apoyado la política Neoliberal de no alzar los impuestos a los ricos y anunció su intención de cerrar las minas de carbón “por no ser rentables”, como en su momento lo hizo Margaret Thatcher.

El voto de los hombres blancos: Como ya dijimos al comienzo, Trump también encontró el apoyo de un numeroso grupo de hombres que ven como una amenaza el creciente Poder de las mujeres, los gays y los miembros de varios grupos étnicos en la política y la sociedad estadounidense. Destacados analistas sostienen que el electorado masculino de raza blanca siente que pierde el control, que el Poder se les escapa de las manos y que su supremacía está en peligro. Piensan: “después de 8 años con un Presidente negro diciendo lo que hay que hacer, ¿ahora se supone que debemos quedarnos sentados y aceptar 8 años de una mujer dando órdenes? ¡Después serán ocho años de  gays  en la Casa Blanca! ¡Luego los transexuales! Para entonces habrá animales dirigiendo al país. Esto debe parar”.
Las políticas de Hillary Clinton: En este punto, muchos, aunque les gustaba Hillary, prometieron no votarla después de que esta apoyara la guerra de Irak. Su voto a favor de la guerra en Irak me hizo prometer que nunca votaría por ella. Sé que nos meterá en algún tipo de acción militar si gana las elecciones. Romperé mi promesa solo para evitar que un profascista se convierta en nuestro Presidente”, precisó mucha gente. “Nuestro mayor problema no es Trump. Es Hillary. No es popular, casi un 70% del electorado piensa que no es de fiar y es deshonesta”, opinó un Analista. Aparte, consideró que Clinton representa a la vieja guardia de la política estadounidense.
Los simpatizantes de Bernie Sanders no votaron por Hillary Clinton: Aunque muchos de los seguidores de Sanders han expresado su apoyo a Clinton, esto no asegura que convencerán a otros de votar por ella, aseveró, antes de las elecciones, el famoso cineasta Michael Moore. Están frustrados y rabiosos por la conducta deshonesta del Comité Nacional Demócrata contra Sanders, según lo reveló WikiLeaks.  Los votantes más jóvenes no van a votar por Trump. Algunos votarán a un tercer Partido pero muchos se quedarán en casa. Hillary tendrá que hacer algo para darles un motivo para que la apoyen”, agregó.
Algunos votaron por Trump solo por votar: También, algunos votantes pudieron dar su voto por Trump como una señal de advertencia para el deteriorado sistema político en EE.UU. que se niega a cambiar. “Por el enfado que muchos sienten hacia el sistema político, millones de personas votaron por Trump. No porque estén de acuerdo con él, no porque les guste, sino solo porque pueden hacerlo, solo por enfadar al sistema”, dijo un célebre observador. Asimismo, recordó un caso de los años ‘90 cuando el Estado de Minnesota eligió a Jesse Ventura, un profesional de lucha libre, como Gobernador. Lo hicieron porque podían y no porque fueran unos tontos… Minnesota es uno de los Estados más inteligentes del país. También es un Estado con sentido de humor negro… Eso pasó con Trump”, aseguró el mismo.
El voto Latino y de los inmigrantes no ayudó a Clinton: Sucedió lo contrario de lo que todos creían; Hillary perdió en Florida, Arizona, Texas y Nuevo México. Resultó que los Cubanos de Florida votaron por Trump en rechazo a la apertura hacia Cuba de Obama y los inmigrantes latinos ya documentados estaban de acuerdo en cerrar el paso a los indocumentados que ingresaban clandestinamente y se ofrecían a trabajar por salarios miserables sacándoles puestos de trabajo.
En fin, el pueblo Norteamericano ha hablado y la elección está hecha. Veremos si Donald Trump es otro Ronald Reagan que levante la moral y la economía de los EE.UU. con una Ideología y Política Nacionalista-Desarrollista, terminando con las intervenciones guerreristas en el Exterior y traiga más paz al mundo; y si el “Establishment” Neocon (NeoLiberal) se aplaca y se muestra menos ofensivo, acorde con las palabras conciliadoras de Hillary Clinton en su discurso de aceptación de los resultados que terminó con la consabida frase: God bless America. El tiempo dirá si es cierta la percepción de los Estadounidenses que votaron a Trump de que en él hallaron un Líder que tiene las cualidades de fuerza, responsabilidad, firmeza.--
FUENTES: Revista “Nueva Sociedad”; y además de los Autores y Periódicos citados, se basa en la opinión del Dr. Alberto Hutschenreuter, argentino, Doctor en Relaciones Internacionales (summa cum laude, USAL). Posgrado en Control y Gestión de Políticas Públicas. Profesor Titular de Geopolítica en la Escuela Superior de Guerra Aérea; Carlos Santa María, Analista internacional, Ph.D. en Ciencias de la Educación por la Universidad de Barcelona (España), Psicólogo social por la UNAD (Colombia), especialista en estudios Latino Americanos. Y también se basa en informes de:                      ..                       http://piensachile.com/2016/07/después-la-campana sanders/;     “http://www..wikileaksnet/news/:Los-correos-filtrados-de-Clinton-20160728-0029.html”; “The Washington Post”; “The National Interest”; “The Guardian”; WikiLeaks; Politólogo Grigori Lukiánov.-



viernes, 11 de noviembre de 2016

PERSECUCIONES,SANCIONES,EXPULSIONES

PERSECUCIONES, SANCIONES Y EXPULSIONES EN EL PARTIDO  COLORADO
El Dr. Bader Rachid Lichi, uno de los Líderes políticos más cultos y más lúcidos del Partido Colorado y quizá de la República, ha expresado, a través de varias entrevistas radiales, una serie de citas de notables pensadores y un análisis profundo del tema que desarrollaremos a continuación.
Dijo Bader: “La Política sin Historia carece de raíces, y la Historia sin Política carece de frutos” como ha escrito el célebre político y diplomático Británico Sir Ivone Kirkpatrick (1897-1964) que sirvió como el  Alto Comisionado Británico en Alemania después de la Segunda Guerra Mundial , y como Subsecretario Permanente de Estado de Asuntos Exteriores (el funcionario de más alto rango en el Ministerio de Asuntos Exteriores ). Y esta verdad incontrovertible nos obliga a estudiar, escudriñándola, la historia de la política de nuestro gran Partido Colorado tratando de aprender las lecciones que ella nos enseña. Porque, como lo apuntó muy bien aquel recordado Profesor de Harvard y gran Filósofo del Pragmatismo Norteamericano, George Santayana: “Quienes ignoran la historia se ven condenados a repetirla” (Dominaciones y Potestades. Reflexiones sobre la Libertad, la Sociedad y el Gobierno; p. 237; Editorial Hobbs-Sudamericana; Bs. Aires, 1965), no quisiéramos que se repita ahora que se habló nuevamente de pedir sanciones y expulsiones, en la pasada Convención Partidaria, de quienes no acaten supuestos “mandatos” emanados de ella, pareciéndose a una comedia de enredos, a diferencia de las terribles expulsiones y persecuciones que tuvieron lugar durante el “Gran Cisma” partidario de 1928-1938 y a la de la pugna entre “Guiones” y “Democráticos” entre 1947 y 1949, lo que nos lleva a recordar una famosa frase de Carlos Marx, que en “El 18 de Brumario de Luis Bonaparte” decía: “La historia pasa dos veces, la primera como tragedia y la segunda como farsa, comedia”. Pero que en nuestro caso, si causa un daño irreparable al Partido dividiéndolo y lo precipita a la derrota en el 2018, derivará otra vez en tragedia.
Al parecer, el resultado inmediato, a corto plazo, que el Oficialismo espera, es inhabilitar a los principales Líderes de la “Disidencia”, que sean recalcitrantes, para poder presentarse como Candidatos del Partido a Cargos Públicos, descabezando así la Oposición al Gobierno y a la “Reelección”. Por eso queremos historiar aquellos desdichados eventos, amén de otros conexos y parecidos, para extraer lecciones, si pudiéramos, en esta etapa crítica de la vida Partidaria y nacional, basándonos en lo expresado por Bader Rachid Lichi.
Durante la primera etapa de Gobiernos Republicanos no hubo expulsiones, aunque algunos lo merecían, como José Segundo Decoud quien a comienzos de la década de 1890, prohijado por su cuñado, el Presidente Juan Gualberto González, intenta lanzar su Candidatura a Presidente de la República, que estalla con fuerza en 1893, y era una ruptura frontal con la “Vieja Guardia”, heredera y mantenedora de los principios que informan históricamente, la línea del Nacionalismo Republicano. Con el enfrentamiento consiguiente, los valores ideológicos se imponen a los políticos. Como obedeciendo a una ley física, los Legionarios se cohesionaron y estrecharon filas en una lucha contra los antiguos y gloriosos soldados del Mariscal-Presidente. Tampoco se expulsó a los “Egusquicistas”, acaudillados por Guillermo de los Ríos (sucesor del ya fallecido Egusquiza) que traicionaron al Gobierno Colorado del Cnel. Escurra colaborando abiertamente con la subversión Liberal-Radical contribuyendo a la caída del Republicanismo, y que en 1906 trataron por todos los medios de separar de la conducción Colorada nada menos que el General Bernardino Caballero, ¡hablando hasta de su expulsión!
La primera expulsión documentada que tenemos es la del Dr. Antonio Sosa, sancionado por la Comisión Directiva de 1912 por haber aceptado Cargo Público del Gobierno Radical, que fue aprobada por aclamación por los Delegados en la Convención del 25 de Noviembre de 1914, pero que luego fue reivindicado con todos los honores, siendo electo como Miembro de la Comisión Central del Partido en la Convención de Junio de 1923, figurando después en el Sector Eleccionista. En la Convención Extraordinaria de Enero de 1925, fue expulsado Don Arsenio López Decoud por haber aceptado, en contra de la prohibición Partidaria, el Cargo de “Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario ante los Gobiernos de Chile, Perú y Bolivia” por el Gobierno Liberal-Radical. Pero estas expulsiones, como vimos y veremos, no sirvieron para nada.
No se registraron más expulsiones hasta el pavoroso cisma de 1927-1938 entre “Eleccionistas y Abstencionistas” respecto a aceptar o no la tímida y débil e imperfecta “apertura” del Gobierno Liberal-Radical de entonces para participar de las Elecciones Nacionales, las primeras desde 1904. No historiaremos las peripecias del cisma en razón de la brevedad y la índole de este estudio sino solamente las expulsiones y otras sanciones para saber si condujeron a algo positivo para el Partido. A través de un famoso Manifiesto los “Abstencionistas”, encabezados por los Dres. Pedro P. Peña y Juan León Mallorquín, revelaron que no sólo tenían una posición fuerte, radical, respecto al papel que debía representar el Partido Nacional Republicano para hacer frente al Gobierno de Eligio Ayala, sino que, además, integraban la corriente “Progresista” del Coloradismo al plantear y luchar por el voto de la mujer y de los paraguayos que vivían en el extranjero. Pero el Directorio Partidario en funciones respondió con una Resolución por la cual se “nombra una Comisión Especial que instruya un proceso a fin de esclarecer y reprimir los hechos de subversión” dentro del Partido. Previamente, la Directiva había solicitado “a los Doctores (Pedro P.) Peña, (Juan León) Mallorquín y otros firmantes del Manifiesto en que se propaga la subversión contra las Autoridades Partidarias, la deposición de esa actitud y pedirles encaucen la propaganda por medios democráticos”. Esto fue seguido por una intimación al Caudillo de Ypacaraí, Don Percio Bécker para que diese una explicación por haber firmado el Manifiesto, a lo que éste respondió, telegrama mediante, que “los Republicanos de esta localidad sostendrán firmemente honrados ideales de su gran jefe Pedro Peña”.
Así las cosas, luego de varios meses de un duelo de Manifiestos y réplicas de ambas partes, las advertencias y amenazas se convirtieron en sanciones siendo las primeras a raíz de las Elecciones Municipales en que la Comisión Parroquial de La Catedral decidió no acatar lo dispuesto por la Circular que contenía instrucciones para elegir a los Candidatos a la Junta Municipal. La Autoridad Política, sin dudar, resuelve “expulsar del seno del Partido Nacional Republicano a los malos correligionarios”. La Resolución de la Comisión Central por la cual “se expulsa del Partido a los señores José A. Pecci, Presidente, y Fortunato Díaz, Secretario, fue adoptada el 20 de Septiembre de 1927 y publicada por el Diario Patria el 2 del mismo mes por “desacato y rebeldía”. El cisma Republicano que en la Convención de 1906 Enrique Solano López pronosticaba como inminente, veinte años después tenía la certificación de “hecho consumado”. Así, pues, con letras de tamaño inusual, Patria informa el 7 de Octubre, acerca de la Resolución tomada por la Comisión Central en su sesión de la noche anterior, que duró cuatro horas, por la cual son expulsados del Partido Colorado Juan León Mallorquín y “otros”. Entre los “otros” se encontraban J. Eulogio Estigarribia, Mayor Barolomé López, Ángel Florentín Peña, Modesto Salinas Rodas, Cayetano Raimondi, Emilio Chilavert, José E. Rojas, Amadeo Ramírez,  Juan Ramón González, Leopoldo Arrúa y Ramón Méndez Paiva. El 8 de Octubre Patria coloca nuevamente en página Editorial “la expulsión del segundo Jefe de la abstención, doctor Juan León Mallorquín”. Pero la Comisión Central no se atrevió a expulsar al Líder de los Abstencionistas, cuya ilustre personalidad no tenía, en ese momento, contrapeso en el frente Eleccionista: el Doctor Pedro P. Peña, quien empezó su carrera política al lado del propio General Bernardino Caballero. Unos días después, el Diario Patria hace referencia a una circular del 8 de Octubre en la que se comunica a las diferentes Comisiones Departamentales acerca de las Resoluciones tomadas por la Comisión Central en sus sesiones del 20 de Septiembre y del 1 y 6 de Octubre: “fueron expulsados –reseña– del seno de nuestra Asociación Política a los siguientes correligionarios”, dando la nómina que ya consignamos, a la que se agregaron los nombres de Laureano Colmán, Claudio Bueno, y Manuel Molinas Frutos; siendo muchos otros “suspendidos por el término de un año”. Cayetano Raimondi, primer firmante del Manifiesto de los Obreros Colorados a favor de la abstención, expresa –en una Nota al Presidente del Directorio del Partido– entre otras consideraciones: Me doy por notificado y agradezco el honor que se me dispensa al expulsarme de la agrupación presidida por Vd., porque desde el momento en que en una entidad cualquiera se repudia y condena la libertad de idea, de pensamiento y de crítica, y el sagrado derecho de la defensa previa en juicio, yo estoy demás en ella”. Días después, por Resolución adoptada el 14 de Octubre, la Comisión Central expulsa de las filas de la Asociación Nacional Republicana a los señores: Antonio Fermín Sánchez, Rafael Riviezzi, Silvio Iñurrigarro, y José Tomás Cantero; y por primera vez, desde que comenzaron las expulsiones, la Directiva Republicana realiza consideraciones con fundamentos y alcances doctrinarios, diferenciando el derecho a la crítica del abierto desacato a las decisiones de la Cúpula Partidaria, aunque sin ahondar en las causas que motivaron tales actitudes de parte de los Abstencionistas. Más tarde, y en plena preparación de la campaña electoral para las Elecciones Municipales, el 18 de Noviembre la Comisión Central resolvió expulsar del Partido a los señores Ernesto Filizzola y Dionisio Saucedo, vecinos de Caazapá, y Soriano González, de Carapeguá, por dedicarse a obstaculizar y a realizar toda clase de trabajos tendientes a imposibilitar la realización de los propósitos que informan la organización política de la Asociación”. Posteriormente, argumentando repetidos actos de rebeldía contra la Autoridad de la Comisión Central del Partido desde el mes de Febrero del corriente año, sembrando la anarquía y la discordia entre los correligionarios de Villeta, sustrayendo de las urnas a un considerable número de los mismos y realizando propaganda adversa a la política de este Directorio, con manifiesto e intolerable desconocimiento del respeto que le deben”, por Resolución del 23 de Noviembre de 1927 se suman a la lista de los expulsados Daniel Delgado Rodas, Florentino Arrúa Rodas, Sotero Salinas Rodas y Juan de Rosa González. Se añade que en ocasión de realizarse en la Ciudad de su residencia la Asamblea Partidaria con el objeto de renovar la Comisión Departamental, esas mismas personas, en connivencia con los señores Juan León Mallorquín, Cayetano Raimondi, Eulogio Estigarribia, Emilio Chilavert y demás expulsados del Partido, por aquel motivo organizaron y patrocinaron una reunión clandestina con pretensiones de darle la autoridad de la verdadera Asamblea que, en esas mismas horas y con la Presidencia de la Delegación del Directorio, se realizaba normalmente en la casa del señor Andrés Pereira, local designado a ese efecto con días de anticipación...”. Hasta aquí nuestro relato para no cansar a nuestros amables lectores, sólo cabe acotar que la Convención Extraordinaria de 1928, desarrollada del 8 al 10 de Enero, sólo sirvió para reafirmar que el cisma dentro del Partido Nacional Republicano era un hecho irreversible, porque como resultado de la reunión realizada en la casa del Dr. Pedro P. Peña, se conformó la Comisión Central del Partido Nacional Republicano Abstencionista; en cuya oportunidad se resolvió, además, fundar un Periódico con el nombre de La Opinión.  Este cisma ya declarado e institucionalizado duró hasta 1936 y la unidad Partidaria fue refrendada oficialmente en la Convención de 1938.
Luego de la subida al Poder del Partido Colorado, muy pronto se produjo una terrible y brutal escisión entre dos Movimientos muy fuertes: la fracción del “Guión Rojo” liderada por J. Natalicio González, dura, extremista que no admitía concesiones libertarias a la oposición derrotada en la guerra civil recién acabada ni tampoco “blandura” de la disciplina dentro del Partido; y la fracción de los “Democráticos” encabezada por el “patriarca” Federico Chaves que buscaba la normalización institucional democrática lo más pronto posible. Natalicio llamaba a los Democráticos “los Liberales del Partido” mientras que los Democráticos acusaban a los Guiones de  ser una corriente “nazi-fascista” brutal y dictatorial. Hubo todo tipo de atropellos, empastelamientos de imprentas y atraco de la Convención para elegir al Candidato a Presidente de la República, triunfando efímeramente el “Guionismo” con la elección de Natalicio González a la Primera Magistratura.
Los Líderes Democráticos, encabezados por el doctor Federico Chaves, fueron radiados y expulsados del Partido en sesión extraordinaria del 18 de Noviembre de 1947 en la cual también fueron eyectados, entre otros, Osvaldo Chaves, J. Bernardino Gorostiaga, J. Eulogio Estigarribia, Mario Mallorquín, Roberto L. Petit, Sabino Augusto Montanaro, y Washington Ashwell, muchos de ellos importantes protagonistas del Paraguay de la segunda mitad del siglo veinte. Felipe Molas López, otro de los “complotados”, se valió de sus conexiones para evitar ser inculpado y siguió participando de la política local sin consecuencias por sus acciones.
A pesar de resistir el levantamiento, el nuevo año no mejoró la situación del Gobierno de Natalicio González. Políticos Liberales como Arturo F. Bordón habían propalado en la prensa argentina la versión de un inminente golpe contra González ya el 23 de enero de 1949. El conspirador más conspicuo de la fase de inestabilidad que siguió entre el final de la Guerra Civil de 1947 y el ascenso de Stroessner en 1954, el doctor Felipe Molas López, consiguió articular una alianza entre los Democráticos y el entonces Ministro de Defensa, el General Raimundo Rolón, para remover del cargo a Juan Natalicio González. El Presidente se fugó en el auto del Embajador brasileño Julio Augusto Barboza-Carneiro quien lo asiló en la Embajada donde, según Francisco Doratioto, firmó su renuncia al Cargo de Presidente. Esto ocurrió el 29 de enero de 1949. El factor militar decisivo de la revuelta fue el coronel Adalberto Canata quien cumplió su promesa de conspiración, a diferencia de su anterior intento de remover a los Guiones del Poder.
Al conocerse la caída de González, un simpatizante del bloque de los Democráticos del Partido Colorado fue entrevistado para la United Press. El testigo de la caída de González, anónimo en el reportaje, resumió lo que mucha gente sentía: "ha terminado la era del terror". Para apuntar seguidamente que ahora los paraguayos refugiados en los países hermanos podrían regresar a su país natal tras varios años de destierro. Precisamente la causa principal defendida por los complotados para remover a González fue que su salida era el precio a pagar para poner fin a la división Partidaria entre Guiones y Democráticos y comenzar una gradual normalización de la república.
El nuevo Gobierno duraría todavía menos. Los representantes del Congreso habían nominado al General Raimundo Rolón como Presidente el 31 de enero de 1949. Esto habría estado bien para el doctor Felipe Molas López de no ser porque los militares terminaron proponiendo la continuidad en el cargo del General Rolón y su nominación para Presidente en el próximo período. Fue durante el Gobierno de Rolón que Felipe Molas López tomó la Presidencia de la Junta de Gobierno reemplazando al guionista Manuel Talavera con lo que le puso fin a la época de los Guiones en el Partido Colorado.
Esto no obstante de poco sirvió para que Molas López le jurara fidelidad a Rolón. Disconforme con el posible nombramiento de Rolón para el próximo período Presidencial, esta vez Molas López demostró la capacidad necesaria para comprometer en la revuelta también al general Emilio Díaz de Vivar, entonces jefe militar de Campo Grande; el Líder Democrático Epifanio Méndez Fleytas y el todavía exiliado coronel Alfredo Stroessner. El nuevo golpe se produjo el 26 de febrero de 1949, poco antes de que se cumpliera el primer mes del nuevo Gobierno.
El Gobierno de Felipe Molas López se vio obligado a llegar a un arreglo sobre el tema de los exiliados políticos. Además del deseo de la propia sociedad paraguaya de hacer las paces con lo ocurrido durante la Guerra Civil, el Gobierno argentino comenzó a presionar por llegar a un acuerdo que permitiese el retorno de los muchos paraguayos que se encontraban viviendo en el vecino país. Algo similar había ocurrido previamente con los paraguayos que vivían en el Estado brasileño de Mato Grosso cuando las autoridades políticas Estatales trataron de crear una colonia agrícola paraguaya en la ciudad de Dourados ante los reclamos de ciudadanos brasileños que pedían la salida de sus vecinos paraguayos.
El Presidente Felipe Molas López fue removido del cargo el 10 de Septiembre de 1949 cuando intentaba hacer un autogolpe, disolución del Congreso mediante, para sacarse de encima a los Democráticos del Partido Colorado y gobernar con su propio grupo de Poder. Molas López había construido su carrera política con alianzas precarias y lealtades efímeras. Tras mantenerse cercano a los Guiones se movilizó sigilosamente hacia el sector de los Democráticos. Cuando sintió que el Poder real estaba en los políticos Democráticos y en sus aliados de las Fuerzas Armadas, Molas López quiso golpear primero para permanecer en el Poder. Al acercarse a los Guiones despertó la desconfianza de sus aliados Democráticos. Liderados por Federico Chaves, se lo sacaron de encima en la primera oportunidad.
Defenestrado por una rápida acción defensiva encabezada por el coronel Alfredo Stroessner, el general Emilio Díaz de Vivar y Epifanio Méndez Fleytas, poco pudo hacer Molas López para combatir los problemas generados por la espiral anárquica en la que se desenvolvía el país.
Así, los Guiones ejercieron su preeminencia en la política paraguaya prácticamente hasta el comienzo de 1949. Recién ahí, cuando perdieron su poder de fuego, subieron los Democráticos liderados por Federico Chaves que eran el ala moderada del Partido Colorado; pero no obstante, los principales Líderes Guiones también fueron expulsados del Partido por la Convención Nacional del 17 de Abril de 1950, empezando por Natalicio y sus más conspicuos seguidores, entre ellos el Dr. Edgar L. Ynsfrán, Víctor Morínigo, Mario Ferrario, Manuel Gadea, Leandro Prieto y Odón Frutos.  Los Militares tomaron el Poder de las armas, y con el control de fuego pusieron un Candidato más maleable a sus intereses. Entre 1949 y 1954 la puja se redujo a dos sectores relativamente moderados, ambos originalmente pertenecientes a los Democráticos. La disputa en este caso fue entre el sector oligárquico terrateniente de abolengo Colorado liderado por Federico Chaves, y el bloque populista representado por Epifanio Méndez Fleytas. En un extremo estaba el bloque Democrático tradicional que buscaba explotar el oportunismo de las relaciones internacionales manteniendo el modelo liberalizante-conservador pero con un cierto maquillaje de preocupación por los problemas del campo. Del otro lado estaba Epifanio Méndez Fleytas que en su aventura de transformación radical se apoyaba en el Presidente argentino Juan Domingo Perón, si bien su propuesta fue más retórica que práctica. De todas maneras, en los papeles las dos propuestas carecían de sensatez política. Ubicándose, al menos al nivel discursivo, equidistante entre estos dos extremos surgió la propuesta militar encabezada por Alfredo Stroessner.
Su propuesta de cambio mezclaba de forma oportunista la estabilidad de la tradición Conservadora de la sociedad paraguaya con la expectativa de modernización que sacudía a la región todavía sin efecto en el Paraguay de 1954. A eso viene la referencia necesaria con relación al homenaje que se hizo al Presidente electo en la ciudad de Paraguarí en julio de 1954. La mezcla de campesinos, jinetes, aviones, historia y nacionalismo conformó la receta propuesta por Alfredo Stroessner para convertirse en el Presidente de la modernización conservadora.
Visto con la ventaja del paso del tiempo, se descubre con cierta espontaneidad la aceptación de la opción Stroessner a mediados de 1954. Como se ilustró en la última parte, hubo un cierto catastrofismo apocalíptico en su ascenso al Poder que fue interpretado como algo inevitable a través de las generaciones posteriores creadas al influjo del Gobierno stronista. Así a principios de 1954 se veía que la economía pasaba por un momento pésimo. El latifundio improductivo, el agotamiento de la producción minifundiaria que hizo necesario importar alimentos básicos, la caída de las explotaciones agropecuarias y forestales de exportación que agotó al fisco terminó cerrando un largo ciclo de crecimiento negativo que poco podía hacer para satisfacer los requerimientos del crecimiento demográfico del país.
La situación política tampoco era prometedora. Ocho Presidentes en menos de siete años hacían del récord de los Colorados en el Poder poco o nada diferente del anarquismo Liberal al que tanto criticaron. Una guerra civil que había sido tan costosa como todas las guerras civiles del período Liberal, una condición de guerra civil que se extendió por lo menos hasta 1949 y la secuencia de cuartelazos y Golpes de Estado dejaron a las Fuerzas Armadas en su peor momento desde antes de la Guerra del Chaco. La promesa de paz y orden, como le gustaba plantear al Gobierno de Stroessner, seducía por igual a políticos y militares que buscaban un retorno a la estabilidad. Con Stroessner también tuvo lugar el famoso “Reencuentro Partidario” de 1955, por el cual se limaron las asperezas, se levantaron todas las expulsiones y hubo una aparente unidad partidaria que no habría de durar mucho. La marginación y exilio de Epifanio Méndez Fleytas y su grupo, más la huelga general obrera marcaron el comienzo de una nueva ruptura.
No obstante el desenlace negativo de la huelga general de Agosto/Septiembre de 1958 y la intervención de la Central Sindical, las presiones por la democratización se incrementaron desde comienzos de 1959. la dinámica actividad de los opositores en el Río de la Plata influyó fuertemente en algunas corrientes internas del Partido Colorado, dentro del país, quienes el 12 de marzo de 1959 elevaron una nota al Gobierno, solicitando la más amplia apertura política.
La nota llamada "de los 17" por el número de firmantes, era de responsabilidad de Miembros de la Junta de Gobierno del Partido Colorado y de algunos Parlamentarios. El debate quedó abierto, pues los integrantes de la "línea dura" imputaban a los "Chavistas" la iniciativa y les sacaban trapos sucios, como ser el hecho de haber gobernado durante 5 años, entre 1949 y 1954, y no haber democratizado.
Pero pese a que se consideraba "precipitada" la propuesta, la misma fue aprobada. Quedaba evidenciado, de hecho, que la unidad promovida en el marco del "Reencuentro" de Octubre de 1955 no era sólida. Además de estar excluido el "Epifanismo", otras corrientes se sumaron a los cuestionamientos con creciente radicalidad. Así, solamente para citar a algunos prominentes dirigentes, la iniciativa aperturista tuvo el respaldo de José Zacarías Arza y Osvaldo Chaves.
La osada propuesta dividió aguas al interior del Partido Colorado, alineándose la mayoría de los "Chavistas" y los principales referentes "Guiones" con el oficialismo, a los que se enfrentaron, además del grupo "de los 17", los "zacariistas", los "epifanistas" y los "verticalistas", sector liderado por Waldino Ramón Lovera, en el que militaban, entre otros, Enrique Riera y Miguel Ángel González Casablanca quienes más tarde serían también expulsados del Partido Colorado.
No obstante, se decidió la apertura y se levantó el Estado de Sitio, inaugurando las sesiones de la Cámara de Representantes Stroessner, el 1° de abril de 1959, con un discurso en que se anunció claramente la libertad política "sin condescendencias ni debilidades".
Si bien el discurso de Stroessner agradó a algunos, como a J. Natalicio González, en México, lo cierto es que fue considerado "duro" por el grupo "de los 17", que esperaba que el levantamiento del Estado de Sitio se acompañe con medidas como la destitución del Ministro del Interior, Edgar L. Ynsfrán, y de Ramón Duarte Vera, Jefe de Policía.
La tensión fue en aumento y el componente explosivo de la crisis aportó una inesperada medida gubernamental de aumento de pasajes, que lanzó a miles de jóvenes a la calle para protestar.
El sector liderado por Waldino Ramón Lovera: los "verticales",  y el Comité Central de la Juventud Colorada, influyeron en la "Declaración N° 2" de la Cámara de Representantes, que exhortaba al Poder Ejecutivo a revisar la medida del aumento de pasajes.
A la declaración de la Cámara de Representantes se sumó la convocatoria de la Juventud Colorada a un acto de repudio. El mitin se realizó en la Plaza Italia, fue masivo y las fuerzas policiales reprimieron con saña.
Las movilizaciones se sucedieron unas tras otras, acompañadas de fuertes represiones. Los Dirigentes juveniles pedían abiertamente la destitución de Ynsfrán y de Duarte Vera, señalados como los principales responsables de las represiones.
La respuesta de Alfredo Stroessner resultó contundente. El 29 de mayo de 1959 dictó el Decreto N° 4.846 por el que se estableció de nuevo el “Estado de Sitio”, y ordenó la detención de varios Dirigentes Colorados, señalados como los principales responsables de las movilizaciones. Ese mismo día, por Decreto N° 4.845, el Presidente disolvió la Cámara de Representantes.
El 2 de junio el Ministro del Interior, Edgar L. Ynsfrán presentó un informe sobre el "movimiento desestabilizador", que tuvo el respaldo del Partido Colorado, y el 3, al día siguiente, Tomás Romero Pereira se pronunció contra "correligionarios que persistían en no incorporarse con franqueza en la corriente de la unidad".
Días después, el Comité Central de la Juventud Colorada instaló un "cabildo abierto" frente a la Facultad de Derecho y la represión adoptó perfiles salvajes inéditos. Sin ambigüedades, la Juventud Colorada enfatizaba que se había instalado plenamente una Dictadura en el país, señalando como principales responsables a cuatro personas: Alfredo Stroessner, Tomás Romero Pereira, Edgar L. Ynsfrán y Ramón Duarte Vera.
Entre Agosto de 1958, en que se diera la huelga general, y Junio de 1959, en que se controlara por completo el movimiento aperturista Colorado, entonces, el Stronismo dio un salto en el sentido de su consolidación como régimen excluyente y cerrado; violento y represivo.
Los principales protagonistas de los sucesos fueron Colorados, en ambas jornadas. Se procedió a la prisión y el destierro de centenares; se clausuró la Cámara de Representantes; en fin, se domesticó por completo al Partido, dejando definitivamente fuera del proceso a quienes aspirasen y estimulasen cualquier propuesta de desarrollo democrático independiente del Ejecutivo.
Otra escisión importante fue la protagonizada, a principios de la década del ’80, por “Militantes” y “Tradicionalistas” que por ser muy conocida obviaremos describirla pero que no produjo expulsiones porque antes de que ocurriera, como estaba previsto, advino el Golpe Militar que desalojó del Poder al Gral. Stroessner y acabó con la corriente “Militante”.
Las últimas expulsiones del Partido Colorado –también sin consecuencias pues pronto los involucrados se reintegraron a la vida partidaria– fueron las de Ángel Roberto Seifart, Miguel Ángel Gonzáles Casabianca y Juan Bautista Ibáñez, a raíz de los sucesos del “Marzo Paraguayo” con la caída del Gobierno de Raúl Cubas y la corriente “Oviedista”, algo muy conocido también por lo reciente.
En suma, de todo lo descripto podemos extraer la lección histórica de que las “Expulsiones” dentro del Partido Colorado, nunca sirvieron para nada positivo y solamente provocaron, daño, desorden y rencillas que entorpecieron tremendamente la marcha de nuestro Partido hacia su destino histórico. Es por eso que las Lecciones de la Historia”, como nos enseñan los grandes historiadores universales: Will Durant y Arnold Toynbee no debemos soslayarlas y menos olvidarlas para no caer en el desván de los carruajes desquiciados de la vida.--
                                  BIBLIOGRAFÍA
1)Aníbal Saucedo Rodas: “La Línea Histórica del Partido Nacional Republicano”; Asunción, 2009.-
2)Ibídem: “El Gran Cisma de 1927”; Asunción, 2011.-
3)Leandro Prieto Yegros: “Enciclopedia Republicana”; Asunción, 1983.-
4)Ibídem: Colorados al Poder”; Asunción, 1993.-
5)Carlos Gómez Florentín: “1954: El Contexto Histórico”, Cap. II, Los Guiones Rojos en el Palacio; Asunción, 2014.-
6)Roberto Paredes: “Stroessner y el Stronismo”; Asunción, 2011.-
7)Guillermo Enciso Velloso: “Itinerario Político del Paraguay, 1936-1949”; Asunción, 1950.-
8)Archivo Nacional.-
9)Archivo de la Junta de Gobierno del Partido Colorado.-