jueves, 28 de mayo de 2015

A QUE SE LLAMA RELIGION

Por Mirtha Narváez Guterl (Frankfurt-Alemania)

A QUE SE LLAMA RELIGION Y COMO PODEMOS IDENTIFICAR CUAL ES LA VERDADERA RELIGION?  
                                           
 La Religión implica una creencia en Dios o en varios dioses o trata a humanos, objetos, deseos o fuerzas como objeto de adoración. En realidad en gran parte de lo religioso se basa en el estudio que los seres humanos han hecho de la naturaleza, hay religiones verdaderas y religiones falsas. Existen muchísimas religiones, aproximadamente 10 religiones principales y unas 10.000 sectas. Muchos factores han contribuido al desarrollo de nuevos grupos religiosos. Muchos dicen de que todas las religiones con su diversidad representan diversas maneras de presentar la verdad religiosa, pero en vez de eso, una comparación de sus enseñanzas y practicas con la Biblia indica que la diversidad de religiones se debe a que la gente se ha hecho seguidora de hombres en vez de escuchar a Dios, quiero mencionar que las enseñanzas que estas religiones tienen en común difieren de la enseñanza bíblica y tuvieron su origen en la antigua Babilonia. Ahora una cosa que siempre me lo he preguntado ya desde niña, y es esto; Quien es el culpable de la confusión religiosa?, ahora por fin lo llegue a descifrar esta pregunta, la Biblia identifica a Satanás el Diablo como " el dios de este sistema de cosas"( 2Cor.4:4)  y nos advierte que "las cosas que las naciones sacrifican, a demonios lo sacrifican y no a Dios" ( 1 Cor.10:20).  COMO PODEMOS IDENTIFICAR CUAL ES LA RELIGION VERDADERA?:

Hoy día existen como dije diferentes religiones con muchas controversias y no todas conducen a la verdad. Una de las formas de reconocer la religión verdadera es que los cristianos verdaderos reconocen que JEHOVA ES EL CREADOR DE TODAS LAS COSASY QUE ES EL UNICO SOBERANO DEL UNIVERSO (Revel.4, 11) y por eso nosotros a pesar de tener circunstancias y orígenes diferentes, todos los que creemos en EL, obedecemos las mismas leyes y principios divinos y nos dirigimos a Jehová llamándolo "Padre" (Isaías 64:8; Mat.6:9). Aunque los cristianos son imperfectos se los reconoce por estar unidos y porque se aman mutuamente, y por medio de quien uno llega a aprender a amarse mutuamente?, naturalmente que por medio de Dios, EL nos enseña a esto y nadie podría hacerlo mejor que EL ( 1 Juan 4: 7,8) fijemos en estas hermosas palabras de EL, y es aquí donde podemos de nuevo reconocer si la religión que tenemos es verdadera, Jehová lo dijo así, "Vístanse de los tiernos cariños de la compasión, la bondad, la humildad mental, la apacibilidad y la gran paciencia, continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros, si alguno tiene causa de queja contra otro, así como Dios nos perdona nuestras faltas, Él nos aconseja que también nosotros debemos perdonar a los demás, además nos aconseja que nos vistamos de amor, porque el amor es un vinculo perfecto de unión (Col.3:12-14). Atención!, aquí vemos  que EL AMOR ES LA CUALIDAD QUE IDENTIFICA A LOS AUTENTICOS CRISTIANOS, ES EL VINCULO QUE NOS UNE, en síntesis este es el factor mas importante para llegar a conocer cual es la religión verdadera. Otro de los puntos mas importantes para llegar a conocer cual es la religión verdadera es: Se esta demostrando verdadera fe en Jesucristo? debemos reconocer a Jesucristo como hijo de Dios, además debemos valorar el sacrificio que hiso por nosotros para salvarnos del pecado y de la muerte, y reconocerlo a Jesús como REY CELESTIAL (Juan 3,36, Sal.2:6-8) debemos demostrar este aprecio obedeciendo a Jesús, participando personal y celosamente en la obra que el ha asignado a sus seguidores. La religión verdadera tiene tal fe acompañada por obras. (Sant.2: 26) Otra de las formas de reconocer cual es la religión verdadera es si se aman sus miembros? Ya Jesús lo dijo " En esto todos conocerán que Uds. Son mis discípulos, si tienen amor entre Uds. mismos (Juan 13,35), de nuevo aquí se habla del AMOR. Dicho amor rebasa las fronteras raciales, sociales y nacionales y une a las personas en verdadera hermandad. Este amor es tan fuerte que los distingue como verdaderamente diferentes. Cuando las naciones van a la guerra por ejemplo, quienes les tienen suficiente amor a sus hermanos cristianos de otros países como para negarse a empuñar las armas para matarlos? Otra forma de conocer cual es la religión verdadera es: Esta en verdad separada del mundo? Jesús lo había dicho que sus seguidores verdaderos" no serian parte del mundo" (juan 15:19) Para adorar a Dios de la manera que EL aprueba es preciso mantenernos "sin mancha del mundo" (Sant.1:27)., Se puede decir eso de las religiones en las que los clérigos y otros miembros se envuelven en la política, o cuya vida gira mayormente en torno a deseos materialistas y carnales? (1 Juan 2: 15-17) Otra de las formas de conocer la verdadera religión es; Son sus miembros testigos activos a favor del Reino de Dios?. Jesús predijo: Estas buenas nuevas del reino se predicaran por toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin" (Mat. 24:14) Cual es la religión que esta proclamando el Reino de Dios como la esperanza de la humanidad en lugar de estar animando a la gente a recurrir a gobernaciones humanas para resolver sus problemas? Les pregunto: les ha equipado su religión para participar en esta actividad y para hacerlo de casa en casa, como Jesús ensenó a sus apóstoles a hacerlo? (Mat.10:7,11-13; Hech.5:42; 20:20)  Otra forma de reconocer la verdadera religión es: Es tu religión mayormente ritualista, un formalismo o es un modo de vivir? Dios desaprueba muchísimo la religión que es meramente un formalismo (Isa.1:15-17). La religión verdadera sostiene las normas de la Biblia sobre la moralidad y el habla limpia, en vez de desplegar debilidad y dejarse llevar por las tendencias populares (1 Cor.5: 9-13; Efes.5: 3,5). Sus miembros manifiestan en su vida los frutos del espíritu de Dios (Gal.5:22,23) Así, los que se adhieren a la adoración verdadera pueden ser identificados por el esfuerzo sincero que hacen por poner en practica en su vida las normas de la Biblia, no solo en sus lugares de reunión, sino en su vida familiar, en su empleo, en la escuela y en sus periodos de entretenimiento. En resumen debemos hacer una conclusión y pensar en estas preguntas: Como es tu religión?, existe amor entre sus miembros?, incita tu religión al odio y a la violencia?, se involucra tu religión en la política?, se perdonan unos a otros?, practican la humildad, la paciencia y el amor?, son sus miembros activos a favor del Reino de Dios?, esta  en verdad separada del mundo?, es mas ritualista, un formalismo o es un modo de vivir?, esta demostrando verdadera fe en Jesucristo?, esta dando a conocer el nombre de Dios?. Todo esto debería tener en cuenta todos los humanos para llegar a conocer la autentica religión, y así hacer la verdadera voluntad de nuestro Creador! Todos los cristianos deberíamos estar unidos y reconocer finalmente que el Reino de Dios es la única esperanza de la humanidad y saber que este gobierno de Dios reemplazara dentro de muy tiempo a todos los sistemas políticos y bendecirá a las personas obedientes con paz eterna ( Isaías 11: 4-9).

martes, 19 de mayo de 2015

LAS INTERNAS Y LA GOBERNABILIDAD

LAS INTERNAS COLORADAS                                   Y LA   GOBERNABILIDAD

           Las próximas elecciones internas partidarias, si es que se celebran, cualquiera sea su resultado en las actuales circunstancias de crispación que vivimos, traerá aparejada la división del Partido Colorado y su consecuencia segura: la ingobernabilidad para el Gobierno. Por eso, examinemos sus elementos y peligros.
            Legitimidad y Gobernabilidad: Al conocido aforismo acuñado por Mao Tse Tung (Mao Zedong con la nueva grafía china) “el Poder surge del cañón de un fusil”, habría que añadir que si bien es indudablemente cierto, también lo es en un sentido limitado, porque además existen otras clases y fuentes de Poder tanto o más importantes, y la primera es la autoridad derivada de la legitimidad.
         El reconocimiento de la legitimidad puede basarse en una variedad de situaciones e ideas (como por ej. una ideología revolucionaria, una ortodoxia religiosa, un linaje real, un liderazgo carismático espectacular o el estricto cumplimiento de los cánones de la democracia liberal), pero solo tendrá éxito si se la expresa en términos que la mayoría de la población, la clase dirigente y los factores de presión puedan llegar a aceptar por haber llegado al convencimiento de que lo que ha sucedido está justificado porque es correcto. Y así, en un país como el nuestro, donde emergimos de una sociedad oprimida por décadas y políticamente desmovilizada, donde la mayoría de la gente estaba todavía “fuera de combate”, pudo darse el caso de la toma del poder por una Dirigencia corrupta e inepta apoyada por “grupos de presión”, mediante la neutralización de la mayoría y el “adormecimiento” de una gran parte de la población con el concepto de que mejor era aceptar los hechos consumados para que la “transición democrática” pudiese continuar su curso.
         Pero así como lo expresara uno de los personajes científicos de la celebrada película “Parque Jurásico” que “la vida irrumpe incontenible a través de cualquier barrera o condicionamiento con que se la quiera limitar”, así también la libertad de la democracia se expande y desarrolla aceleradamente a pesar de controles y presiones, y en poco tiempo más el Paraguay post-stronista era ya un Estado políticamente sofisticado donde gran proporción de la población participaba en la vida pública a través de las elecciones, los grupos comunitarios, los Sindicatos, y como miembros de los Partidos Políticos, se volvía cada día más impaciente con la necesidad de reformar el Estado y el desarrollo económico acelerado con equidad, y por tanto también más exigente y crítica respecto a la “legitimidad”. Porque sin legitimidad no hay orden ni gobernabilidad posible.
        El Paraguay, como una de las zonas más atrasadas de la ya atrasada América Latina, se nos presenta saliendo del siglo XX sin haberse liberado de elementos semi-feudales, sin haber pasado por una Reforma ni una  Revolución liberal burguesa, pero, sin embargo, con elementos de una civilización moderna injertados en su existencia arcaica. Obligado, como toda América Latina, a avanzar bajo la superior presión económica y militar occidental, no pudo pasar por todas las fases del ciclo “clásico” del progreso Europeo y Norteamericano, debiendo pasar del extremo del atraso hacia el extremo del progreso como aquellas tribus que pasan bruscamente de la flecha al fusil, sin recorrer el espacio de tiempo que separa en el pasado a esas dos armas. Y entonces, su mismo atraso le obliga a avanzar políticamente, sin tregua, hasta el punto que marca el “nuevo orden internacional”, esa globalidad que se impone “urbi et orbe” y en la cual estamos envueltos. Pero como nuestra clase media burguesa es demasiado débil, es incapaz de sacudirse la carga de los elementos semifeudales (terratenientes, militares privilegiados, agroexportadores, contrabandistas y “ejecutivos de frontera” muy ricos, importadores suntuarios etc.), lo cual hace que, en el otro extremo, una pequeña pero compacta clase obrera que va “in crescendo”, apoyada por un campesinado cada vez más rebelde y una población marginal creciente, pueda generar tensiones que conduzcan a una explosión de ingobernabilidad.
         León Trotsky, por medio de la “Ley del desarrollo combinado” explicó la fuerza de las tensiones dentro de la estructura social. Sin embargo, trata la estructura social como un elemento “relativamente constante” de la situación de una sociedad que no explica por sí mismo los acontecimientos ingobernables de una revolución. Entonces, si la economía nacional y las relaciones básicas de las clases sociales pueden ser las mismas, por ej., de los últimos 20 años, ¿qué explica directamente las erupciones de ingobernabilidad con desprecio de la Ley y el Orden que estamos observando en el Paraguay? ¿Puede ser simplemente efecto de la Democracia? “No” –nos contesta Trotsky– “con democracia formal o sin ella, la explicación está en los cambios en la psicología de las masas”: si la estructura de la sociedad es el factor constante, la actitud y los estados de ánimo de las masas son el elemento variable que determina el flujo y reflujo de los acontecimientos, su ritmo y su dirección. El rasgo más indudable de una revolución o una ingobernabilidad generalizada es la intervención directa de las masas en los acontecimientos. “La rebeldía está presente en los nervios de aquellas aún antes de que aparezca en las calles”. Así, paradójicamente, la causa más profunda de una ingobernabilidad generalizada que lleva a una explosión social revolucionaria o a un cambio de las élites gobernantes, no se deriva automáticamente de la decadencia de un viejo orden, sino cuando bajo el impacto de alguna catástrofe como el colapso económico y el vacío de Poder, los hombres comprenden súbitamente su retraso mental respecto de los tiempos y se disponen a superarlo de inmediato; entonces se produce la gigantesca erupción de desesperación, esperanza y actividad. Como lo dijo acertadamente Alexis de Tocqueville (La Democracia en América”): “soportado con resignación, mientras parece inevitable, una vez que ha pasado por la mente de los hombres la posibilidad de superarlo, el sufrimiento se vuelve intolerable”.
        Quienquiera observe las continuas manifestaciones de campesinos desposeídos de tierra y las ocupaciones de propiedades por gente cada vez más levantisca, organizada, informada, y también armada, con una conciencia de clase día a día más acentuada, los golpes guerrilleros del EPP, o la agresividad de los Sindicatos de Trabajadores; quienquiera analizase la incidencia de ese alto porcentaje de desocupación      –confesado por el mismo Gobierno– en la pobre educación , mala salud, baja productividad y auge de la delincuencia, más el continuo incremento de la deforestación y el narcotráfico, y comprobase la intocabilidad de los privilegios como las de la oligarquía agraria latifundista, la “patria financiera” que casi no paga impuestos, la permanencia tranquila de ex-Gobernantes y políticos corruptos, amén de la influencia social y política de “cuasi-delincuentes” de frontera, puede darse cuenta que los elementos de una situación de ingobernabilidad generalizada están presentes y aumentando.
           La importancia del Partido Político en la consolidación del Poder, el mantenimiento del Orden y la Gobernabilidad: Condición indispensable en la edificación del Poder del Gobierno es la presencia y  actividad del Partido Político que lo sustenta; porque sin el apoyo masivo de un Partido, probado y templado en los combates y con una larga tradición detrás de sí, el Gobierno no podrá librarse del yugo de los intereses creados y establecer su propio poder político; y la importancia del Partido Político se eleva aún más después de conquistado el Poder Estatal.
         La historia enseña de muchos casos en que las fuerzas políticas después de conquistar el Poder, no sabían qué hacer con él, concluyendo de este modo a labrar su propia derrota. Entonces, el Partido que las apoya es el encargado de pertrecharle con este conocimiento. Después de la victoria, al Gobierno triunfante se le plantea la tarea de consolidar el Poder conquistado, y –en nuestro caso paraguayo actual– desplegar una labor encaminada a la transformación del régimen económico de la sociedad y, por último, organizar la creación de una nueva economía y de una nueva cultura. Y sin un Partido férreamente organizado y templado en la lucha, sin un Partido que goce de la confianza de todo lo que haya de honrado en la ciudadanía, sin un Partido que sepa pulsar el estado de espíritu de las masas e influir sobre él, es imposible llevar a cabo esta tarea. Esto significa que también nuestro Partido Colorado debe ser transformado, modernizado, remozado y cultivado con nuevas costumbres que lo hagan distinto a lo que antes era y lo llevaron a la llanura. Y esto debe ser fruto de un amplio debate sobre el tipo de Partido y de sociedad que queremos y el quehacer del Partido en esta etapa crítica de la vida nacional, con la elaboración de un PROYECTO IDEOLÓGICO, un PROGRAMA POLÍTICO para corto, mediano y largo plazo, y una PROPUESTA DE REORGANIZACIÓN de la estructura partidaria.
         Debemos comprender que ESTÁ CONCLUYENDO UN TIEMPO y CERRÁNDOSE UN CICLO en la historia de nuestro país y de nuestro Partido, por el AGOTAMIENTO DE UN MODELO DE GESTIÓN POLÍTICA. Tiempo, ciclo y modelo que, en el ocaso de sus trayectorias, convocan hoy, por ley ineluctable de la historia, a una renovación profunda y radical, que permita instaurar UN TIEMPO NUEVO, UN MODERNO CICLO HISTÓRICO, y UN MODELO DE GESTIÓN POLÍTICA ORIGINAL. Esto es fundamental porque el Partido es el que debe infundir en las masas el espíritu de disciplina y de organización para cumplir con las directrices del Gobierno y servir de “correa de transmisión” para el mantenimiento de la Gobernabilidad, la Ley y el Orden, aglutinando a los diferentes estratos del pueblo en torno a un objetivo común y cumpliendo la función de fuerza dirigente y orientadora del mismo. El Partido Político cumple esta función en el sistema por medio de todo un conjunto de organizaciones estatales y sociales que lo enlazan con las más extensas masas populares como las Seccionales, Sindicatos, las Cooperativas, la Juventud, las Mujeres, Profesionales, Campesinos, y otras organizaciones sociales. Por medio de estas organizaciones las capas populares más diversas expresan sus aspiraciones y su voluntad y el Partido debe apoyarse en ellas para llevar a cabo sus tareas evitando los brotes de rebeldía y manteniendo la paz y la seguridad. Porque la Dirección de un Partido sano, consciente de su destino histórico, garantiza la solución de todos los problemas nacionales en interés de todo el pueblo y no sirviendo los intereses particulares o de grupo. De ahí que todos los intentos de separar la actividad de tales o cuales órganos del Gobierno o Entes Administrativos Estatales y Paraestatales de la presencia del Partido, de sustraerlos al control del mismo, son profundamente nocivos y se oponen a los intereses del pueblo. El zafarse del Partido conduce a fracasos en el trabajo y al divorcio respecto de las masas.
         Por todo lo apuntado no es raro que el Neoliberalismo reaccionario antinacionalista descargue sus golpes principales sobre nuestro Partido Nacional Republicano. Simultáneamente, a fin de minar al Partido por dentro y desprestigiarlo por fuera, la propaganda Neoliberal se esfuerza por hacer creer a la opinión pública que se puede prescindir perfectamente de él. Porque el Neoliberalismo proclama que lo económico es más importante que lo político: niega en absoluto la necesidad de toda organización política; afirma que las clases populares no han de preocuparse de la política y que les basta con un Gobierno de “Tecnócratas”. Con su negación de la política, el Neoliberalismo subordina de hecho a la clase trabajadora a la influencia de la clase dominante.
          El papel del Dirigente político en la historia: La activa participación de los afiliados del Partido en las labores del mismo no reduce sin embargo el significado de la Dirección, el papel de los Dirigentes capaces y en posesión de los necesarios conocimientos y experiencia. La historia de los Partidos Políticos de los distintos países demuestra que ellos pueden actuar con éxito cuando cuentan con grupos estables de Dirigentes expertos, prestigiosos e influyentes. Estos hombres y mujeres constituyen el núcleo Dirigente del Partido, nombrado por elección, que organiza prácticamente el cumplimiento de las resoluciones adoptadas y asegura el mantenimiento y transmisión de la experiencia y las tradiciones. La unidad de acción de los Dirigentes no significa en absoluto que no pueda existir diversidad de opiniones, discrepancias en cuestiones concretas (como ahora sobre los nombramientos en el Gabinete Ministerial y la Dirección de los Entes Administrativos) porque en caso contrario el Partido dejaría de ser algo vivo y se convertiría en un organismo muerto.
          El Príncipe Bismarck, el “Canciller de Hierro” que unió a los diferentes Principados y Estados alemanes bajo la hegemonía de Prusia para dar nacimiento al “Segundo Reich Alemán” decía que la política “es el arte de lo posible y la ciencia de lo provisorio”. Esto significa que la Dirección Política exige una gran capacidad y verdadero arte en la aplicación de la línea; caso contrario, la mejor línea política no servirá de nada. Por lo tanto, para la Dirección Política no es sólo saber sino ser capaz de hacer. ¿Cómo se adquiere esa capacidad, ese arte?: El mero estudio teórico, se comprende, no basta. Cada Dirigente únicamente puede dominar el arte de la dirección política sobre la base de una gran experiencia propia; no hay escuela capaz de cumplir las veces de la escuela que es la lucha práctica con todas sus vicisitudes y pruebas, con sus victorias y sus derrotas. ¿Y qué grandes esferas abarca el arte de la dirección política?: Lo primero de todo, la capacidad de trabajar entre las masas, porque los afiliados no escucharán jamás los consejos de los Dirigentes si no coinciden con lo que la experiencia de la propia vida les enseña. Otra parte importante de la dirección política es la capacidad para unir los esfuerzos propios a los esfuerzos de todos con quienes es posible llegar a la unidad de acción, sin excluir a los que mantienen discrepancias en cuestiones de fondo”. El arte de la Dirección Política comprende también la capacidad para elegir formas de lucha que correspondan a la situación, y de estar dispuestos a los cambios más rápidos e inesperados de estas formas. En fin, la ciencia y el arte de la Dirección Política se manifiestan asimismo en la capacidad para destacar las tareas principales en el cumplimiento de las cuales han de centrarse los esfuerzos.
          El Dirigente Político debe también tener una fuerte personalidad, no timorata, que le permita no dudar en defender los intereses de su Partido y su pueblo aunque fuere en la situación más difícil, arriesgando su posición y persona inclusive, y estar dotado de un buen nivel intelectual y cultura suficiente como lo demuestran los grandes políticos que registra la historia, por ejemplo: Winston Churchill, ganador del premio Pulitzer y el premio Nobel de Literatura; Charles De Gaulle, autor de varios libros entre los que destaca “Le Fil de la Epéeun formidable tratado de la historia militar de Francia desde la batalla de Azincourt en la Edad Media; Konrad Adenauer, Willy Brandt, Lenin, Stalin, Trotsky, Juan D. Perón y muchos más.
          Además de un superior razonamiento lógico y capacidad de análisis, tiene que ser muy intuitivo, dotado de una gran presciencia (esa intuición rayana en la adivinación) y lo que los alemanes llaman fingerspitzgefühl (“sensibilidad en la punta de los dedos”) que describe perfectamente el sentido de la oportunidad y de la cronometración de los acontecimientos. Por último, ser un gran psicólogo de masas que le permita conocer a la gente y verla como realmente es y no como él quisiera que fuese. Y, por supuesto con un gran idealismo y total devoción por su causa  con total convencimiento ideológico. Pues el gran Dirigente no lleva tras de sí a las masas caprichosamente sino que intuye hacia dónde se dirigen y se les pone delante. NO, NO SE PUEDE PRESCINDIR DEL POLÍTICO DE EXPERIENCIA Y CAPACIDAD que no son los atributos principales de los actuales contendientes.--


     

sábado, 2 de mayo de 2015

¿PUEDE LA IZQUIERDA LLEGAR AL PODER?

                ¿ES POSIBLE LA LLEGADA AL PODER
                   DE LA IZQUIERDA EN EL 2018?
         
                             I.- Perturbaciones políticas.

         No es sorprendente que una transición tan plena de conflictos suspire con nostalgia por la época en que la actividad política llevaba consigo problemas menos drásticos en sus consecuencias, en que las “guerras” entre facciones eran limitadas y la catástrofe casi inconcebible. Tampoco es extraño que en éstas circunstancias actuales el logro de la paz Partidaria y Nacional se convierta en la mayor preocupación, ni que llegue a pensarse que la sola necesidad de la paz y la normalidad constituya el ímpetu de su búsqueda.
        Siempre que el orden político, tanto nacional como internacional, ha reconocido que ciertos principios no se pueden violar, ni siquiera en aras de la paz, la ley, el orden, o la normalidad y el progreso, la estabilidad basada en un equilibrio de fuerzas políticas ha sido por lo menos concebible. Y, así pues, la estabilidad suele ser el resultado de una legitimidad generalmente aceptada. Pero esa legitimidad, tal como aquí la exponemos, no debe confundirse con la justicia; porque no significa más que un acuerdo acerca de la naturaleza de los arreglos funcionales y acerca de los objetivos y métodos aceptables de la política y sus líderes. Pero si no se es capaz de llegar a ese acuerdo que signifique la legitimidad, el sistema político-institucional estará a merced del miembro más feroz de la comunidad.
        Y siempre, también, que exista un Líder, Partido o Movimiento político que considere opresivo el orden existente o la forma de su legitimación, sus relaciones con los otros sectores serán “perturbadoras”. En tales casos, no será el arreglo de las diferencias dentro del Sistema sino “el Sistema mismo” el que se pondrá en tela de juicio. Los arreglos son posibles, pero los mismos se concebirán como maniobras tácticas para consolidar posiciones con miras al enfrentamiento inevitable. Porque el rasgo definitivo de un Partido, Movimiento o Líder “perturbador” es que nada puede tranquilizarlo. Solamente la seguridad absoluta, o sea la neutralización total del oponente, se considera una garantía suficiente, y por lo tanto el deseo de una Corriente Política de contar con una seguridad absoluta significa la inseguridad absoluta para todas las demás.
        La Democracia, que es, entre otras cosas, el arte de restringir el ejercicio del poder, no puede funcionar en tal ambiente. Es un error suponer que la democracia puede siempre arreglar las disputas cuando hay “buena fe” y “deseos de llegar a un acuerdo”. En un orden democrático débil –como lo es todo período de transición– cada uno de los oponentes piensa que el otro carece precisamente de esas cualidades. Los Dirigentes pueden seguirse reuniendo, pero ya no pueden persuadir, porque han cesado de hablar el mismo idioma. Las posiciones se radicalizan y las posturas se vuelven inconciliables. Entonces las reuniones políticas “para buscar consenso” se convierten en escenarios teatrales complicados donde se trata de aliar a los no comprometidos con uno de los bandos en pugna.
        Está en la esencia de un Líder o Movimiento “perturbador” que posea el valor de sus convicciones, y que esté dispuesto –en realidad ansioso– a llevar sus principios hasta sus últimas consecuencias. Por lo tanto, independientemente de otros logros que pueda realizar, un Movimiento político de esa índole tiende a minar, si no la legitimidad del orden constitucional, por lo menos la restricción con que el mismo opera. La característica de un orden estable y normal es su espontaneidad; la esencia de un Movimiento o Líder revolucionario perturbador es su decisión; y el “apaciguamiento”, cuando no es una estratagema para ganar tiempo, es el resultado de una incapacidad para enfrentarse a una política de objetivos ilimitados.

     II.- El desplazamiento de las placas tectónicas no es súbito.

        Así como la geología nos enseña que el desplazamiento de las placas continentales es constante pero lenta hasta que en cierto momento eclosionan, así también no es dable esperar que un Gobierno legítimo, con todos los ribetes constitucionales, pueda ser desplazado súbitamente y menos aún violentamente por decisión de los “Poderes Fácticos Internacionales” o estallido interno. Además se considera que los cambios radicales de Gobiernos y políticas destruyen toda base aceptable para un desarrollo sostenible. Las potencias del Centro creen que ningún país puede tener éxito económico ni institucional si de súbito modifica su estrategia básica y sobre todo si esa modificación se hace en dirección substancialmente diferente como lo es el derrocamiento de un Gobierno nuevo y electo con todas las normas de la Ley. Pero el cambio drástico puede venir desplazándose lentamente, como las placas tectónicas, y eclosionar en el momento dado mediante unas elecciones generales con todas las de la ley.
        Nuestra  Oposición puede crear un consenso amplio, quizá el más amplio posible (como pasó para la elección de Lugo), pero sus componentes –Liberales, Izquierdistas, Sindicalistas y etcéteras– unidos por lo que les disgusta, pueden divergir grandemente en cuanto a lo que deba reemplazarlo y eso influye en el curso de acción y la solidez de la alianza. Por otra parte, es evidente que la “Izquierda” y los Sindicatos (de Empleados, Obreros y Campesinos) no podrán organizar el país por la fuerza. Pero la alternativa no es tan clara. Estaba, desde hace tiempo, fuera de duda que en el Paraguay –¡todavía en transición!– había (y hay) nuevas fuerzas sueltas que clamaban por la participación popular en el Gobierno; pero parecía igualmente evidente que estas fuerzas serían responsables de disturbios y autoritarismos. Los Liberales siempre han sido contrarios a la Izquierda, revolucionaria o no; y sin embargo, para el 2008, llamaron precisamente a los representantes de esta corriente “para afirmar la democracia”. En estas circunstancias lo que sorprende es lo imperfecto del arreglo que surgió, su insensatez y lo reaccionario del acuerdo. Y todo eso minó su credibilidad, y ni qué decir su fuerza, tanto entre las masas populares como en el concierto internacional, excepto en los Estados Bolivarianos. Pero ahora ha tomado fuerza en el PLRA un “Ala Izquierdista” de “Liberalismo Social” encabezada, hasta el momento, por Luis Alberto Wagner y Víctor Ríos que está jaqueando y arrinconando a la Derecha tradicional de Blas Llano y Miguel Abdón Saguier.

         III.- Manipulación de factores versus enfrentamiento de  
                 voluntades.

         De lo apuntado en los ítems anteriores, se puede colegir que todo político que pretenda ser un rival de fuste ante la Oposición –y en el plano Partidario ante el Pte. Cartes– debe poseer un estilo que se adapte mejor a la manipulación de factores que se tratan como dados antes que a un enfrentamiento de voluntades; mejor al logro mediante la proporción que mediante la escala, porque, como decía Clemens Von Metternich –el real vencedor de Napoleón– “La individualización de una idea conduce a conclusiones peligrosas, como si un individuo pudiese ser una causa; ésta es una concepción errónea, porque cuando se aplica es un indicio de que no existe una causa sino sólo en apariencia” (Memorias; p. 186, Vol. VIII). Esto se aplica perfectamente a Fernando Lugo y quiere decir que a un “Movimiento revolucionario” se lo debe combatir en forma anónima, por lo que es y está detrás, no por lo que dice y hace el supuesto Líder. Porque un “Movimiento revolucionario, perturbador” es la afirmación de la voluntad y el Poder, pero la esencia de la Democracia es la proporción, su expresión es la Ley, y su mecanismo un equilibrio. Por estas razones un Estadista Conservador debe ser un realista supremo y sus oponentes perturbadores o revolucionarios los “visionarios”. Y en el caso que nos ocupa, el “genio” del Líder revolucionario (Lugo) pareciera ser más instrumental que creador, sobresale en la manipulación, no en la construcción, lo cual puede facilitar la tarea del Político Conservador que mira a largo plazo y que sabe que la construcción del Poder en equilibrio democrático depende de la paciente reunión de fuerzas y la decisión de utilizarlas en el momento oportuno pero evitando la división de su Partido, que es el problema que aflora en el Coloradismo. Pero es algo que no se nota en el “Oficialismo” actual, donde solo existe una conspiración de mediocridades unidas por el terror a toda acción decisiva contra alguien que les produce ese terror pues la esencia de la mediocridad se encuentra en que prefiere la ventaja tangible a la ganancia intangible de posición (como por ej. Luis Castiglioni y “Tito” Saguier, cada cual por su lado).

IV.- No confundir la falta de provocación con la   
                 impotencia.

         No hay que olvidar que la conquista del Poder en un equilibrio democrático es el más difícil de lograr entre todos, particularmente en un período inestable de transición que surge a una Dictadura prolongada. Engañados por el recuerdo de la estabilidad anterior, los políticos tienden a buscar la seguridad en la inacción y a confundir la impotencia con la falta de provocación. Por eso en estos momentos algunos tratan de apaciguar al Líder avasallador, exitoso (Cartes), mediante la razón y quizá mediante la colaboración; en suma, mediante políticas que no puedan parecerle amenazas a su proyecto ni menos destructivas de su Liderazgo, pero no deben olvidar, sin embargo, que los políticos aislados solo existen como abstracciones pues en la sociedad de los políticos cada uno de ellos tiene intereses que lo conectan con los otros.
        Los grandes axiomas de la Ciencia Política derivan del reconocimiento de los intereses verdaderos de todos los políticos; la garantía de la existencia en la arena política debe encontrarse en los intereses generales, mientras que los intereses particulares –cuya protección se considera “sabiduría política” por parte de los inseguros y miopes (que fue el caso de Lugo durante su Gobierno)– sólo tienen una importancia secundaria. La historia política contemporánea demuestra la aplicación del principio de solidaridad y equilibrio y de los esfuerzos unificados de los grandes políticos contra la supremacía de un Sistema o un Líder autoritario, para obligar al restablecimiento del derecho común ¿Qué queda entonces de la política egoísta, de la política de la fantasía y de la ganancia miserable que están implementando algunos Dirigentes colorados “Cartistas” (Lilian, Hugo Velázquez y compañía) y de la Oposición Liberal-Derechista (Llano y Saguier)?
        La política debe planearse sobre la base de las capacidades del otro bando y no meramente de sus intenciones; porque todo arreglo político representa una etapa en un proceso por virtud del cual un Dirigente concilia su visión de sí mismo y de su Movimiento con la visión que de ellos tengan otros Dirigentes y Movimientos. Ante sí mismo, un Movimiento Político aparece como expresión de justicia, y esto se aproxima más a la verdad entre más espontáneo sea su patrón de obligaciones sociales, porque el liderazgo político en función de Gobierno o de Oposición funciona eficazmente sólo cuando la mayoría de los ciudadanos obedece voluntariamente, y sólo lo hará en la medida que considere justas las exigencias de sus Dirigentes y satisfechas sus aspiraciones sociales.
        En efecto, un Gobierno con orden, desarrollo económico, solución o al menos mitigación de los problemas sociales y respeto internacional, es la clave de la consolidación del Poder del “Coloradismo Cartista”: es así, y solo así que Cartes tendría la posibilidad de alcanzar su pretensión peculiar de legitimidad, la del Gobierno carismático. Porque ahora el Nuevo Orden Internacional ya no puede aceptar un orden interno basado en estructuras interiores incompatibles con el ordenamiento mundial.
        Pero volviendo a la Izquierda Bolivariana –apuntalada por la mayoría de los Gobiernos Sudamericanos– su Líder: Fernando Lugo, es el Lugo destituido y burlado del 22 de Junio de 2012, y el recuerdo de ello debería limitar su pretensión de Liderazgo y Poder. Su ingreso al Senado, antes que el carácter de un triunfo tuvo el de una protesta producida por la coalición contestataria y perturbadora típica de todos los descontentos. En ausencia de un Líder nacional carismático y contestatario, Lugo, que quiere ser el hombre de voluntad, trata de convertir a su “Frente Guasú” en un símbolo, un principio para luchar contra el odiado relegamiento social y “los corruptos”, un término muy abarcativo y generalizante. Lugo ha probado, con su triunfo en el 2008 y sus últimas apariciones en escena, que aunque los hombres pueden conquistar las ideas, éstas duran más que los hombres. El descontento reclama lo suyo y la “Izquierda” solo puede “legitimarse” basando su discurso y accionar en un extremismo popular “Jacobino” y presionando para “ablandar” cualquier ajuste estructural y económico que conlleve duros sacrificios. También en el PLRA y el Partido Colorado puede surgir lo mismo. Es la cuadratura del círculo. Y si el Presidente Cartes y su equipo de “Técnicos” y Empresarios esperaban lograr que un Partido Colorado reconquistador reconociera los límites del Poder, sin embargo un Coloradismo que se fundamente a sí mismo en la rebelión interna y el descontento de las masas, puede llegar a ser, en el mediano plazo, un factor no aceptable en la balanza de equilibrio.

              V.- Quien puede ser el Príncipe Metternich.

        Y esta expresión no es un deseo ni una exageración. Simplemente surge de la observación de ciertas cualidades y otras características personales y de actuación pública. Cuando el destino de los pueblos –ya sea de un Partido Político, de un Estado o de un Imperio– está en juego, las convicciones de sus Estadistas son el medio de supervivencia. Y el éxito depende de la correspondencia de estas convicciones con los requerimientos especiales del Partido o del Estado. Y el Conservador Metternich frente al perturbador revolucionario Napoleón muestra unos rasgos que deberían contemplar, si quieren observar agudamente el horizonte, los políticos emergentes o a emerger para un liderazgo en el futuro próximo.
         Metternich, Ministro de RR.EE. del Imperio Austríaco, se describía a sí mismo como un Estadista-Filósofo pero sumamente realista: Soy un hombre de prosa, no de poesía. Mi punto de partida es la quieta contemplación de los asuntos de este mundo En el mundo social debemos actuar a sangre fría, con base en la observación y sin odios o prejuicios Yo nací para hacer historia, no para escribir novelas, y si adivino correctamente es porque sé. La invención es enemiga de la historia, que solo sabe de descubrimientos; y sólo puede descubrirse lo que existe(Memorias: p. 184, Vol. VIII). Era la descripción del Gobernante ideal por encima del plano donde gobiernan los sentimientos personales: frío, sereno, superior. La del Estadista era la ciencia de los intereses de los Estados sujeta a leyes análogas a las leyes del mundo físico y el Estadista era un filósofo que entendía estas máximas, solo responsable ante su conciencia y la historia.
        “Metternich prefería la maniobra sutil al ataque frontal, mientras que su racionalismo le hacía confundir a veces un manifiesto bien redactado con una acción ya lograda (Wilhelm Oncken: “Austria y Prusia en la guerra”, p. 88, Vol. II). Napoleón y sus demás enemigos decían de él que confundía la política con la intriga; y el enviado del Elector de Hanover en Viena escribió el análisis siguiente de los métodos diplomáticos y de Poder de Metternich: Dotado de una gran opinión de la superioridad de la habilidad adora la finura en política y la considera esencial. Dado que no tiene fuerzas suficientes para movilizar los recursos de su país (nosotros diríamos de nuestros Dirigentes Oficialistas o de la Oposición: “de su Partido”), trata de sustituir con astucia la fuerza y el carácter…” Y su ayudante más cercano: No es un hombre de pasiones fuertes ni de medidas audaces; no es un genio, sino un gran talento; frío, tranquilo, imperturbable y calculador par excelence”. Y como remata Henry Kissinger: “doctrinario sutil realista y cauteloso; frío practicante del arte del Estadista. Su cualidad característica era el tacto, la sensibilidad a lo imperceptible. Tal hombre podía haber dominado en el siglo XVIII, pero era formidable en cualquier época Un gran táctico; maestro de la batalla planteada cuando el marco de referencia estaba dado o los objetivos se imponían desde afuera (“A World Restored: The Politics of Conservatism in a Revolutionary Age”; p. 24. Tesis Doctoral en Harvard).
         Tal era el Estadista que enfrentó y derrotó finalmente a Napoleón Bonaparte, el hombre de voluntad, el caudillo perturbador del equilibrio de un mundo que buscaba restaurarlo; el que luego de una serie ininterrumpida de triunfos rimbombantes cayó víctima del Orden Internacional concertado y de sus propios errores productos de su ego superlativo. Este Napoleón que más allá del entusiasmo y admiración que suscita su saga, visto en perspectiva crítica y fríamente racional fue descripto por León Bloy como “un imbécil de genio”.

                                                   

                             VI.- Conclusiones generales.

        1) En esta situación que hemos descripto,  la Oposición del Ala Izquierdista Liberal y el “Frente Guazú” está adoptando una política de aplazamiento mientras continúa organizando y haciendo crecer su influencia y su popularidad entre las Bases Populares,  amén de procurar ocupar espacios de Poder. Debe tener presente lo que ese maestro de la conquista del Poder escribió sobre el político austríaco Karl Lüeger: “En su actividad política, Lüeger concedía la mayor importancia a conquistar a aquellas clases cuya existencia amenazada tendía a estimular más bien que paralizar la voluntad de lucha de las mismas. Al mismo tiempo le preocupaba proveerse de cuantos instrumentos de autoridad tenía a su disposición y de poner de su parte las poderosas instituciones existentes para obtener de estas fuentes tradicionales de poder las mayores ventajas posibles para su propio Movimiento” (Adolph Hitler: “Mi Lucha”; p. 39).
         De esta forma la Oposición Izquierdista-Liberal podrá explotar la única arma de estrategia poderosa actual: el hecho de que el Gobierno y las Bases Coloradas –más aún si “chocan”– requerirán mucha aquiescencia mutua para volver “legítimas” sus pretensiones. Para eso debe estar decidida (la Oposición) a separar la cuestión “Bases del Partido Colorado” de la de los “Técnicos” y “Parlamentarios colaboracionistas”, y ambas del Ejecutivo,  para poder derrotar a sus oponentes que surjan, en detalle. Debe estar decidida también a utilizar la impaciencia de sus oponentes por lograr un arreglo, para hacerles dar un paso precipitado que le provea (a la Oposición) de una base moral para la acción. En consecuencia, debe asumir lo que suele llamarse la posición más fuerte: la defensiva, que es la expresión de la táctica de un político de statu quo. Como decía nuestro modelo Metternich: “Me refugio tras el tiempo y hago de la paciencia mi arma”.                                           
          2) Mientras tanto, debe seguir cooperando activamente en ciertos aspectos de interés nacional con el Presidente Cartes (para no parecer destructiva ni meter miedo en la opinión pública ni los “Poderes Fácticos”), tal como lo hiciera el Príncipe Metternich con Napoleón, según lo glosa muy bien Henry Kissinger: Cooperar sin perder la propia alma, ayudar sin sacrificar la propia identidad, trabajar por la liberación socapa de esclavitud y bajo un silencio obligado, ¿cabe más dura prueba de fortaleza moral? (“A World Restored”; p. 19).
         3) Wagner y Ríos junto con Lugo (aunque creemos que el Líder que debería y podría encabezar la Izquierda para el 2018 es Ricardo Canese, dada la probable imposibilidad constitucional y el desprestigio de derrotado del ex-Presidente) deben tener en cuenta que un Líder, Movimiento, Partido o Gobierno que se convierta en foco de irritación permanente no puede durar (tenemos el ejemplo del mismo Lugo y de Cubas-Oviedo). Paradójicamente, la posibilidad de destrucción final de la estructura “perturbadora” existente (entiéndase una posible nueva coalición Izquierdista-Liberal y el subyacente y merodeador –en el Cartismo– de “Técnicos” y Empresarios Neoliberales) debe aumentar la confianza del emergente Marito Abdo Benítez en el triunfo final, porque ya desde ahora es evidente la desproporción existente entre la base material de la Oposición y los Neoliberales del “Cartismo” con su base moral, es decir la “idea-fuerza” que los empuja y sostiene (la base moral de la Oposición Izquierdista es fuerte pero su base material [recursos] aún débil; y en los Neoliberales al revés: base material fuerte pero base moral débil). Cuando las posiciones intermedias hayan sido eliminadas, el tiempo de los éxitos ilimitados obtenidos con medios limitados merced a la oposición y cuestionamiento al sistema del PLRA y la Izquierda, así como el entusiasmo por las grandes promesas electorales del Gobierno, habrá terminado. De allí en adelante el éxito dependerá de la fuerza electoral nacional resultante del cumplimiento de aquellas promesas o la credibilidad de los cuestionamientos, cosa muy difícil. Si esto sucediera, entonces el Factor de Poder (la Oposición con sus movilizaciones, huelgas y obstrucciones parlamentarias con amenazas de “Juicio Político”; y el Gobierno con imposiciones, premios y presiones políticas y económicas)  al no poder establecer un principio de obligación para conservar sus conquistas, encontrará minada su influencia por la necesidad constante de aplicar la fuerza.
         4) Por tanto Marito podrá seguir ganando posiciones de Poder tanto en el Gobierno del Estado (el Congreso) como entre los mandos medios y las Bases del Partido. Pero no debe cometer los errores de Luis Castiglioni (por ejemplo) cuya naturaleza lo llevaba (y lo sigue llevando) a seguir una política de ventajas pequeñas buscando en la vacilación un sustituto de la acción. Pero tampoco dejarse influir por los acontecimientos –v.g. el actual conflicto en el Partido por los nombramientos de “Técnicos” antes que “Políticos”– porque un político que solo “espera los sucesos” tenderá a buscar remedio a una decisión que se reconoce como errónea adoptando su extremo opuesto, sin considerar la posibilidad de soluciones intermedias.
         5) En suma, la Oposición del Ala Izquierdista Liberal y el Frente Guazú, que ahora se halla aumentando su prestigio político como opción de Poder  y el prestigio personal de sus Dirigentes, suponemos que también resistirá la tentación de desarme político y mucha “colaboración” con el Gobierno (a no ser que Cartes rectifique totalmente rumbos, cosa improbable), y  aprovechará ese prestigio para fortalecer aún más la cohesión interna de su corriente partidaria, para seguir ganando puntos ante la opinión pública.La Opinión Pública –ya escribía Metternich                          en 1808– es una de las armas más poderosas, que penetra como la religión a los rincones más escondidos donde las medidas administrativas pierden su influencia; el desprecio a la opinión pública es como el desprecio a los principios morales La Opinión Pública requiere un culto propio… La posteridad encontrará difícil creer que nosotros consideramos el silencio como un arma efectiva en éste que es el siglo de las palabras (Heinrich Von Srbik: “Metternich, el Estadista y el Hombre”; Vol. I, p. 129).
        6) Finalmente, El Presidente de la Rca. debe saber (y esperemos que lo sepa) que la división del Partido Colorado lo llevará nuevamente a la llanura, esta vez en circunstancias peores que en el 2008 y que es perfectamente posible el triunfo de la Izquierda Bolivariana en Paraguay, rodeado, como está ya, de Estados afines a ese Régimen e Ideología. Éste es un Análisis estrictamente político. Ahora bien, se debe tener en cuenta que, lamentablemente, al presente las elecciones en cualquier parte del mundo se han convertido en competencias en las que predominan los Candidatos con mayor caudal financiero aplicado a lo que en Madison Ave. llaman formación de imagen”.
        7) Los métodos de inserción y afianzamiento de la imagen política de un Candidato dado, han sido pulidos a un grado tal que se alejan  del campo del esfuerzo sistematizado para convertirse en una cuasi ciencia. Si la Alianza Izquierdista-Liberal logra un apoyo financiero considerable, aunque no sea siquiera igual al del “Oficialismo”, puede repetir la hazaña del 2008, y las presiones del Poder Político y Administrativo no evitarán, como entonces, una derrota contundente. Y al parecer lo tiene, pues informaciones fidedignas dan cuenta del apoyo económico de los países del “ALBA” que no es despreciable.
         8) Y en el Coloradismo no se aprecian Líderes de envergadura como antaño: los Caraí Guazú”(grandes Señores) de la política, como Argaña, no han sido sustituidos por la generación actual. La potencia económica de Alfredo “Goli” Stroessner es considerable porque éste tiene en su mira el 2018 y quiere a Marito como su “pivote político” en la Presidencia de la Junta de Gobierno del Partido. Pero el panorama es desolador y si la división cunde y no se soluciona  veremos el final de esta pulseada muy pronto. Y es aquí que en el Oficialismo, puede, como “última ratio”, surgir la figura de Nicanor Duarte Frutos para Presidente del Partido quien, creerían, podría ser el “catalizador” y conciliador de las divergencias para poner orden en el Partido primero y luego, en la Nación. Y tengamos en cuenta que Nicanor es un hombre de Izquierda; hace aproximadamente un año, en conversación con Humberto Rubín, apoyó al Régimen Chavista diciendo que “había que comprenderlo porque era una Democracia Plebiscitaria(sic). Entonces, ¿quiénes desempeñarán el papel principal en un Paraguay de anarquía universal?: presenciaremos uno de esos momentos que siguen siempre a las grandes usurpaciones. Nadie puede predecir la fecha, pero nada la demorará más que la actitud de un solo individuo (Cartes) si no  toma alguna medida para impedir el caos antes de ser inevitable y pasar a la historia como el Sánchez de Lozada y el Kerenski paraguayo, como aquellos que abrieron las puertas de su país a la Izquierda. La fuerza de la oportunidad y de las promesas electorales puede conquistar un Estado y su Gobierno, pero no puede legitimarse a sí misma. Corresponderá a Políticos-Estadistas, que ojalá surjan, la conservación de su integridad como depositarios de todo lo que queda de los antiguos principios, de las formas democráticas aceptadas y del equilibrio en orden; y con el curso del tiempo esto les hará ganar, inevitablemente, aliados poderosos y un pedestal en la historia.-