domingo, 29 de noviembre de 2015

EL POSTCAPITALISMO

el poder psico-social, EL PODER TECNOLÓGICO, y el post-capitalismo.

       EL rojo de las banderas y marchas con canciones de Syriza durante la crisis griega, además de la expectativa de que los Bancos serían nacionalizados, revivió brevemente un sueño del siglo 20: la destrucción forzada del Mercado desde arriba. Durante gran parte del siglo 20 esta era la forma en que la Izquierda concibió la primera etapa de una economía más allá del Capitalismo. La fuerza se aplicaría por la Clase Obrera, ya sea en las urnas o en las barricadas. La palanca sería el Estado. La oportunidad vendría a través de frecuentes episodios de colapso económico.
      En cambio en los últimos 25 años ha sido el Proyecto de la Izquierda el que se ha derrumbado. El Mercado destruyó el plan;  el individualismo sustituye al colectivismo y la solidaridad; la fuerza de trabajo enormemente expandida del mundo se parece a un proletariado”, pero ya no piensa o se comporta como lo hizo una vez.
      Para alguien que vivió por todo esto, y no le gustaba el Capitalismo, fue traumático. Pero la “Tecnología de Proceso” ha creado una nueva vía para salir, que los restos de la vieja Izquierda -y todas las demás fuerzas influenciadas por ella- tienen ya sea para abrazar o morir. Resulta que el Capitalismo no será abolido por técnicas de marcha forzada. Ya se está aboliendo mediante la creación de algo más dinámico que existe, al principio casi invisible, en el sistema antiguo, pero que se abrirá paso: la remodelación de la economía en torno a nuevos valores y comportamientos. Los ideólogos actuales -como el británico Paul Mason (Post-capitalismo; Allen Lane; Londres, 2015) de quien glosamos algunas ideas- llaman a esto Post-capitalismo.
      Al igual que con el fin del Feudalismo hace 500 años, la sustitución del Capitalismo por el Post-Capitalismo será acelerada por los choques externos y formada por el surgimiento de un nuevo tipo de ser humano. Y ha comenzado.
      El Post-capitalismo es posible debido a tres principales tecnologías de la información que han dado lugar a cambios en los últimos 25 años. En primer lugar: se ha reducido la necesidad de trabajo, difuminado de los bordes entre el trabajo y el tiempo libre y aflojado la relación entre el trabajo y los salarios. La ola que viene de la automatización, actualmente estancada debido a que nuestra infraestructura social no puede soportar las consecuencias, habrá de disminuir enormemente la cantidad de trabajo necesaria  no sólo para subsistir, sino para proporcionar una vida digna para todos.
      En segundo lugar: la Información está corroyendo la capacidad del Mercado para formar precios correctamente. Eso es porque los mercados se basan en la escasez mientras que la información es abundante. El mecanismo de defensa del Sistema es formar Monopolios -las Empresas gigantes de tecnología- en una escala no vista en los últimos 200 años; sin embargo, no puede durar. Con la construcción de modelos de negocio y compartiendo valoraciones basadas en la captura y la privatización de toda la información producida socialmente, estas Empresas están construyendo un edificio corporativo frágil en desacuerdo con la necesidad más básica de la humanidad, que es el uso de las ideas libremente.
      En tercer lugar: estamos viendo el surgimiento espontáneo de producción colaborativa: bienes, servicios y organizaciones están apareciendo que ya no responden a los dictados del Mercado y la Jerarquía Directiva. El producto más grande de información en el mundo -Wikipedia- es hecho por voluntarios de forma gratuita, con la abolición de la Empresa enciclopedia y privando a la industria de la publicidad de un estimado de $ 3 mil millones al año en ingresos.
      Casi desapercibido, en los nichos y los huecos del Sistema de Mercado, franjas enteras de la vida económica están empezando a trasladarse a un ritmo diferente. Monedas paralelas, Bancos de tiempo, Cooperativas y espacios autogestionados han proliferado,             apenas notados por la profesión económica, y a menudo como consecuencia directa de la ruptura de las viejas estructuras en la crisis post-2008. Nuevas formas de propiedad, las nuevas formas de préstamos, nuevos contratos legales: una subcultura de negocio conjunto se ha convertido en los últimos 10 años, en lo que los Medios han apodado la “economía del compartir”. Palabras de moda como los “bienes comunes” y “peer-production”(producción entre iguales) son arrojados alrededor, pero pocos se han molestado en preguntar qué significa este desarrollo del Capitalismo en sí.
      Creemos que ofrecen una ruta de escape -pero sólo si se nutren estos proyectos a nivel micro- promovida y protegida por un cambio fundamental en lo que deben hacer los Gobiernos. Y esto debe ser impulsado por un cambio en nuestro pensamiento acerca de la tecnología, la propiedad y el trabajo aplicando el “Poder Psico-social”. Así que, cuando creamos los elementos del nuevo sistema, podemos decirnos a nosotros mismos y ante los demás: Esto ya no es simplemente mi mecanismo de supervivencia, mi agujero de perno del mundo Neoliberal; esta es una nueva forma de vida en el proceso de formación”.
      El  “Gran Accidente” de 2008 se licuó el 13% de descuento en la producción mundial y el 20% de descuento en el comercio mundial. El crecimiento mundial se convirtió en negativo en una escala donde cualquier cosa por debajo de + 3% se cuenta como una recesión. Produjo, en el Occidente, una fase de depresión mayor que en 1929-33, e incluso ahora, en medio de una recuperación pálida, ha dejado a los economistas convencionales aterrorizados por la posibilidad de estancamiento a largo plazo. Las réplicas en Europa están destruyendo el continente aparte.
      Las soluciones han sido la austeridad, más el exceso monetario (la flexibilización cuantitativa:[QE, del inglés Quantitative Easing] es una herramienta de política monetaria poco convencional utilizada por algunos Bancos Centrales para aumentar la oferta de dinero. Se trata, en definitiva, de un programa de estímulo económico. Consiste en dotar al sistema de liquidez, aumentando la cantidad de dinero en circulación en el mercado. Para ello, el Banco Central compra obligaciones, por lo general bonos, para que Empresas, Bancos e Instituciones dispongan  de dinero con el que impulsar la economía).
Pero ellos no están funcionando.  En los Países más afectados, el sistema de pensiones ha sido destruido, la edad de jubilación se elevó a 70, y la educación está siendo privatizada para que los graduados se enfrenten ahora a una vida de alto nivel de deuda. Muchos Servicios Sociales están siendo desmantelados y los Proyectos de infraestructura en suspenso.
      Incluso ahora muchas personas no alcanzan a comprender el verdadero significado de la palabra “austeridad”. La austeridad no es de ocho años de recortes de gastos, como en el Reino Unido, o incluso la catástrofe social infligida a Grecia. Significa conducir los sueldos, salarios sociales y niveles de vida, en Occidente, fuera de servicio por décadas hasta que se encuentren en igualdad con los de la clase media en China y la India en el camino.
      Mientras tanto, en la ausencia de cualquier modelo alternativo, las condiciones para una nueva crisis se están montando. Los salarios reales han caído o se han mantenido estancados en Japón, el sur de la Zona Euro, los EE.UU. y el Reino Unido. El Sistema Bancario en la sombra se ha vuelto a montar, y ahora es más grande de lo que era en 2008 (predominio del Capital Financiero, eje del Neoliberalismo). Las nuevas normas que exigen los Bancos que tienen más reservas se han diluido o retrasado. Mientras tanto, se “sonrojó” con dinero gratis, el 1% más rico que lo tiene todo.
      El NEOLIBERALISMO, a continuación, se ha transformado en un sistema programado para causar fallas catastróficas recurrentes. Peor que eso, se ha roto el patrón de 200 años de Capitalismo Industrial en el que una crisis económica impulsaba nuevas formas de innovación tecnológica que beneficien a todos.
      Esto es así porque el Neoliberalismo fue el primer modelo económico en 200 años en que el éxito del mismo se basa en la supresión de los salarios y rompiendo el Poder Social y la resistencia de la Clase Obrera. Si revisamos los períodos de despegue estudiados por los teóricos de ciclo largo -la década de 1850 en Europa, los años 1900 y 1950 en todo el mundo- vemos que era la fuerza de trabajo organizado la que obligó a los Empresarios y las Empresas a dejar de tratar de revivir obsoletos modelos de negocio a través de los recortes de salarios, e innovar su camino a una nueva forma de Capitalismo.
      El resultado es que, en cada fase de expansión, nos encontrábamos con una síntesis de la automatización, los salarios más altos y el consumo de mayor valor. Hoy no hay presión de la fuerza de trabajo, y la tecnología en el centro de esta ola de innovación no exige la creación de gasto de mayor consumo, o la reinserción laboral de la antigua fuerza de trabajo en nuevos puestos de trabajo. La información es una máquina para moler el precio de las cosas inferiores y recortar el tiempo de trabajo necesario para mantener la vida en el planeta.
      La innovación está ocurriendo, pero no ha, hasta ahora, desencadenado la quinta fase de expansión de largo alcance para el Capitalismo, que la teoría de ciclo largo esperaría. Las razones se encuentran en la naturaleza específica de la Tecnología de Información que trae aparejado el Poder Psico-social.
      Estamos rodeados, no sólo por las máquinas inteligentes, sino por una nueva capa de la realidad centrada en la Información. Consideremos la posibilidad de un avión de pasajeros: un ordenador que vuela; se ha diseñado, a prueba de estrés y prácticamente fabricado millones de veces; se disparaba de nuevo la información en tiempo real a sus fabricantes. A bordo hay gente entrecerrada en pantallas conectadas, en algunos países de la suerte, a la internet.
    Visto desde el suelo es el mismo pájaro de metal blanco como en la era de James Bond. Pero ahora es a la vez una máquina inteligente y un nodo en una red. Tiene un contenido de información y es la adición de “valor de la información”, así como el valor físico al mundo. En un vuelo de negocios lleno, cuando todo el mundo está mirando a Excel o Powerpoint, la cabina de pasajeros se entiende mejor como una fábrica de información.
       El gran avance tecnológico de principios del siglo 21 se compone no sólo de nuevos objetos y procesos, sino de las antiguas hechuras inteligentes. El contenido de conocimiento de los productos es cada vez más valioso que las cosas físicas que se utilizan para producirlas. Pero es un valor medido como utilidad, no intercambiado, o el valor de los activos. En la década de 1990 los Economistas y Técnicos comenzaron a tener el mismo pensamiento a la vez: que este nuevo papel de la Información fue la creación de una nueva “tercera” fase, del Capitalismo, diferente de aquel Capitalismo Industrial, que fue el comerciante y el esclavo del Capitalismo de los siglos 17 y 18; pero han luchado para describir la dinámica del “Nuevo Capitalismo cognitivo”, y por una razón: Su dinámica es profundamente no capitalista. Es -junto con el mundo de la Información y la vigilancia creado por las Empresas y los Gobiernos- una dinámica diferente lo que crece alrededor de la Información monopolizada: la Información como un bien social, libre en el punto de uso, incapaz de ser propiedad o explotada o precio. Sin embargo, la información es abundante: Productos de información son libremente reproducibles. Una vez que se hace una cosa, se puede copiar/pegar infinitamente. Una pista de música o de la base de datos gigante que se utiliza para construir un avión tiene un costo de producción; pero su costo de reproducción cae hacia cero. Por lo tanto, si el mecanismo normal de los precios del capitalismo prevalece con el tiempo, su precio caerá a cero, también.
Hemos examinado los intentos de los Economistas y Expertos en Ciencias Empresariales por construir un marco para entender la dinámica de una economía basada en abundante información, celebrada socialmente. Pero en realidad ya fue imaginado por un Economista del siglo 19 en la era del telégrafo y la máquina de vapor. ¿Su nombre?: Karl Marx.
      La escena es Kentish Town, Londres, febrero de 1858, en algún momento, alrededor de las 4 a.m.: Marx es un hombre buscado en Alemania y está trabajando duro escribiendo experimentos mentales y notas-a-ser. Cuando finalmente llegan a ver lo que Marx escribe en esta noche, los intelectuales de Izquierda de la década de 1960 admitirán que “desafía toda interpretación grave lo que Marx había concebido”. Se llama “El Fragmento sobre las máquinas”.
      En el “Fragmento” Marx imagina una economía en la que el papel principal de las máquinas es producir, y el papel principal de la gente es que las supervise; estaba claro que, en una economía en que la fuerza productiva principal sería la Información. La capacidad productiva de las máquinas, tales como la máquina de algodón hilado automatizado, el telégrafo y la locomotora de vapor no dependía de la cantidad de trabajo que tomó para producirlos, sino en el estado del conocimiento socialOrganización y conocimiento, en otras palabras, hicieron una contribución más grande para el poder productivo, que el trabajo de hacer y ejecutar las máquinas.
      Teniendo en cuenta en lo que el Marxismo iba a convertirse     -una teoría de la explotación basada en el robo de tiempo de trabajo- esto es una declaración revolucionaria. Sugiere que, una vez que el conocimiento se convierte en una fuerza productiva en su propio derecho, que prevalezca que el trabajo real pasó a ser creación de una máquina, la gran pregunta no se convierte en una de los “salarios frente a las ganancias”; pero ¿quién controla lo que Marx llamó el “Poder del Conocimiento”? o sea ¿el Poder Psico-social?
      En una economía donde las máquinas hacen la mayor parte de la obra, la naturaleza del conocimiento encerrado dentro de las máquinas debe -escribe- ser social”. En un experimento final de pensamiento nocturno Marx imaginó el punto final de esta trayectoria: la creación de una máquina ideal que dura para siempre y no cuesta nada. Una máquina que pudiera ser construida por nada, -dijo- sin añadir ningún costo al proceso de producción y rapidez, durante varios períodos contables, capaz de reducir los costes de los precios, de beneficio y laborales de todo lo que tocaba.
      Una vez que se entienda que la información es física, y que el software es una máquina, y que el almacenamiento, ancho de banda y poder de procesamiento se derrumba en el precio a un ritmo exponencial, el valor del pensamiento de Marx se vuelve claro. Estamos rodeados de máquinas que cuestan nada y podrían, si los querríamos, durar para siempre.
      En estas reflexiones, no publicadas hasta la mitad del siglo 20, Marx imaginó información que llegue a ser almacenada y compartida en algo que se llama un intelecto general, que era la mente de todo el mundo en la Tierra conectada por el conocimiento social, en el que cada actualización daba beneficios a todo el mundo. En resumen, se había imaginado algo parecido a la economía de la información en la que vivimos. Y -escribió- “su existencia sería soplar al cielo el alto Capitalismo”. Recordemos aquí que Marx siempre señaló que el Socialismo recién sería alcanzado cuando el Capitalismo hubiese llegado a su más alto nivel de desarrollo; y consideró que las sociedades más avanzadas eran Alemania, Francia e Inglaterra; pero ocurrió una gran distorsión del Marxismo: el Socialismo se implantó (o trató de implantarse) en el país más atrasado de Europa, Rusia, que ni siquiera había alcanzado el desarrollo capitalista, siendo una economía semi-feudal. Lenin trató de explicarlo con su libro: “El Imperialismo, fase superior del Capitalismo”, escrito en la primera mitad de 1916, en el que expresaba que el Capitalismo había pasado a formar una cadena mundial (con el colonialismo) y que “la cadena se había roto en su eslabón más débil”. Esto dio lugar, después de su muerte, a una célebre polémica que tuvo lugar en la Rusia Soviética, allá por los años veinte del siglo pasado, cuyos protagonistas fueron Stalin y Trotsky: ¿El Socialismo puede consolidarse en un solo país o bien para triunfar de verdad necesita extenderse mediante una revolución permanente? Como es sabido, Stalin defendió la primera posición, basándose en la ley del desarrollo desigual del Capitalismo”. Trotsky, siguiendo a Marx y a Engels, sostuvo la segunda, alegando que “un País Socialista cercado nunca podría sobrevivir y acabaría siendo derrotado”. Prevaleció el criterio de Stalin pero lo que se consolidó no fue un País Socialista sino un Capitalismo de Estado, de “Colectivismo Burocrático” con un elemento socialista residual, mantenido gracias a una férrea Dictadura totalitaria, que duró apenas 70 años.
       Volveremos sobre el “Poder Psico-social” y la Tecnología de la Información y Conocimiento con sus consecuencias para nuestro mundo actual, en lo Político, Social y Económico, en sucesivos trabajos que iremos desarrollando a partir del examen del Poder “Psico-social” y el Poder “Tecnológico”mencionados constantemente, con mucho acierto y visión, por el Dr. Bader Rachid Lichi.-
                                     FUENTES
1)   Paul Mason: “El Post-Capitalismo”, The Guardian; Allen Lane; Londres, 30 de julio, 2015.- 
2)   Michael Mann: “Un Capitalismo mejor”; Profesor de la Universidad de California, EE.UU., Abril de 2015.-
3)   Georgi Derluguián: “Comentarios”; Profesor de Ciencias Sociales y Políticas en la Universidad de Nueva York en Abu Dhabi, Julio de 2015.-
4)   Alekséi Tsvetkov: Revista “Russki Reporter”; Moscú, 2015.-
5)   Immanuel Wallerstein:“¿Tiene futuro el Capitalismo?” Sociólogo estadounidense; Revista Expert”, 2015.-
6)   Karl Marx: “Elementos fundamentales para la crítica de la Economía Política”, 1857–1858; vol. 2, pp. 216–230; Siglo XXI; México, 1972. Traducción del alemán de Pedro Scaron.
7)    V. I. Lenin: “El Imperialismo, Fase Superior del Capitalismo”; Ediciones en Lenguas Extranjeras; Editorial del Pueblo;  Pekín, 1975.                                                      
8)   Bader Rachid Lichi: “Reportajes radiales”.-

9)   En la elaboración de este artículo se han utilizado también los archivos multimedia de RT; RIA Novosti; Reuters; Arbre Noir;  preparados por María Lekant, Iván Sérbinov.


viernes, 20 de noviembre de 2015

ELECCIONES MUNICIPALES

LAS ELECCIONES SE GANAN CON LOS   POLÍTICOS, NO CON LOS TÉCNICOS
       Esta es una lección que esperamos aprenda el Presidente Horacio Cartes de una vez por todas. La dura derrota en las elecciones Municipales hace temblar todo el armazón del Oficialismo y pone en peligro las posibilidades de triunfo del Partido Colorado en el 2018 además de poder darse el comienzo de la demolición del Aparato Partidario que costó edificar durante más de un siglo de vivencia y sacrificio constantes. Analicemos otras lecciones derivadas de ello y las causas del descalabro sufrido.
       La importancia del Partido Político en la consolidación del Poder, el mantenimiento del Orden y la Gobernabilidad: Condición indispensable en la edificación del Poder del Gobierno es la presencia y  actividad del Partido Político que lo sustenta; porque sin el apoyo masivo de un Partido, probado y templado en los combates y con una larga tradición detrás de sí, el Gobierno no podrá librarse del yugo de los intereses creados y establecer su propio poder político; y la importancia del Partido Político se eleva aún más después de conquistado el Poder Estatal.
       La historia enseña de muchos casos en que las Fuerzas Políticas después de conquistar el Poder, no sabían qué hacer con él, concluyendo de este modo a labrar su propia derrota. Entonces, el Partido que las apoya es el encargado de pertrecharle con este conocimiento. Después de la victoria, al Gobierno triunfante se le plantea la tarea de consolidar el Poder conquistado, y –en nuestro caso paraguayo actual– desplegar una labor encaminada a la transformación del régimen económico de la sociedad y, por último, organizar la creación de una nueva política y de una nueva cultura. Y sin un Partido férreamente organizado y templado en la lucha, sin un Partido que goce de la confianza de todo lo que haya de honrado en la ciudadanía, sin un Partido que sepa pulsar el estado de espíritu de las masas e influir sobre él, es imposible llevar a cabo esta tarea. Esto significa que también nuestro Partido Colorado debe ser transformado, modernizado, remozado y cultivado con nuevas costumbres que lo hagan distinto a lo que antes era y lo llevaron y pueden volver a llevarlo a la llanura. Y esto debe ser fruto de un amplio debate sobre el tipo de Partido y de sociedad que queremos y el quehacer del Partido en esta etapa crítica de la vida nacional, con la elaboración de un proyecto ideológico, un programa político para corto, mediano y largo plazo, y una propuesta de reorganización de la estructura partidaria.
       Debemos comprender que está concluyendo un tiempo y cerrándose un ciclo en la historia de nuestro país y de nuestro Partido, por el agotamiento de un modelo de gestión política. Tiempo, ciclo y modelo que, en el ocaso de sus trayectorias, convocan hoy, por ley ineluctable de la historia, a una renovación profunda y radical, que permita instaurar un tiempo nuevo, un moderno ciclo histórico, y un modelo de gestión política original. Esto es fundamental porque el Partido es el que debe infundir en las masas el espíritu de disciplina y de organización para cumplir con las directrices del Gobierno y servir de “correa de transmisión” para el mantenimiento de la Gobernabilidad, la Ley y el Orden, aglutinando a los diferentes estratos del pueblo en torno a un objetivo común y cumpliendo la función de fuerza dirigente y orientadora del mismo. El Partido Político cumple esta función en el sistema por medio de todo un conjunto de Organizaciones Estatales y Sociales que lo enlazan con las más extensas masas populares como las Seccionales, Sindicatos, las Cooperativas, la Juventud, las Mujeres, Profesionales, Campesinos, y otras organizaciones sociales. Por medio de estas organizaciones las capas populares más diversas expresan sus aspiraciones y su voluntad y el Partido debe apoyarse en ellas para llevar a cabo sus tareas evitando los brotes de rebeldía y manteniendo la paz y la seguridad. Porque la Dirección de un Partido sano, consciente de su destino histórico, garantiza la solución de todos los problemas nacionales en interés de todo el pueblo y no sirviendo los intereses particulares o de grupo. De ahí que todos los intentos de separar la actividad de tales o cuales órganos del Gobierno o Entes Administrativos Estatales y Paraestatales de la presencia del Partido, de sustraerlos a la influencia del mismo, son profundamente nocivos y se oponen a los intereses del pueblo. El zafarse del Partido conduce a fracasos en el trabajo y al divorcio respecto de las masas.
       Por todo lo apuntado no es raro que el Neoliberalismo reaccionario antinacionalista descargue sus golpes principales sobre nuestro Partido Nacional Republicano. Simultáneamente, a fin de minar al Partido por dentro y desprestigiarlo por fuera, la propaganda Neoliberal se esfuerza por hacer creer a la opinión pública que se puede prescindir perfectamente de él. Porque el Neoliberalismo proclama que lo económico es más importante que lo político: niega en absoluto la necesidad de toda organización política; afirma que las clases populares no han de preocuparse de la política y que les basta con un Gobierno de “Tecnócratas”. Con su negación de la política, el Neoliberalismo subordina de hecho a la clase trabajadora a la influencia de la clase dominante.
        El papel del Dirigente político en la historia: La activa participación de los afiliados del Partido en las labores del mismo no reduce sin embargo el significado de la Dirección, el papel de los Dirigentes capaces y en posesión de los necesarios conocimientos y experiencia. La historia de los Partidos Políticos de los distintos países demuestra que ellos pueden actuar con éxito cuando cuentan con grupos estables de Dirigentes expertos, prestigiosos e influyentes. Estos hombres y mujeres constituyen el núcleo Dirigente del Partido, nombrado por elección, que organiza prácticamente el cumplimiento de las resoluciones adoptadas y asegura el mantenimiento y transmisión de la experiencia y las tradiciones. La unidad de acción de los Dirigentes no significa en absoluto que no pueda existir diversidad de opiniones, discrepancias en cuestiones concretas (como ahora sobre los nombramientos en el Gabinete Ministerial y la Dirección de los Entes Administrativos) porque en caso contrario el Partido dejaría de ser algo vivo y se convertiría en un organismo muerto.
        El Príncipe Bismarck, el “Canciller de Hierro” que unió a los diferentes Principados y Estados alemanes bajo la hegemonía de Prusia para dar nacimiento al “Segundo Reich Alemán” decía que la política “es el arte de lo posible y la ciencia de lo provisorio”. Esto significa que la Dirección Política exige una gran capacidad y verdadero arte en la aplicación de la línea; caso contrario, la mejor línea política no servirá de nada. Por lo tanto, para la Dirección Política no es sólo saber sino ser capaz de hacer. ¿Cómo se adquiere esa capacidad, ese arte?: El mero estudio teórico, se comprende, no basta. Cada Dirigente únicamente puede dominar el arte de la dirección política sobre la base de una gran experiencia propia; no hay escuela capaz de cumplir las veces de la escuela que es la lucha práctica con todas sus vicisitudes y pruebas, con sus victorias y sus derrotas. ¿Y qué grandes esferas abarca el arte de la dirección política?: Lo primero de todo, la capacidad de trabajar entre las masas, porque los afiliados no escucharán jamás los consejos de los Dirigentes si no coinciden con lo que la experiencia de la propia vida les enseña. Otra parte importante de la dirección política es la capacidad para unir los esfuerzos propios a los esfuerzos de todos con quienes es posible llegar a la unidad de acción, sin excluir a los que mantienen discrepancias en cuestiones de fondo”. El arte de la Dirección Política comprende también la capacidad para elegir formas de lucha que correspondan a la situación, y de estar dispuestos a los cambios más rápidos e inesperados de estas formas. En fin, la ciencia y el arte de la Dirección Política se manifiestan asimismo en la capacidad para destacar las tareas principales en el cumplimiento de las cuales han de centrarse los esfuerzos.
        El Dirigente Político debe también tener una fuerte personalidad, no timorata, que le permita no dudar en defender los intereses de su Partido y su pueblo aunque fuere en la situación más difícil, arriesgando su posición y persona inclusive, y estar dotado de un buen nivel intelectual y cultura suficiente como lo demuestran los grandes políticos que registra la historia, por ejemplo: Winston Churchill, ganador del premio Pulitzer y el premio Nobel de Literatura; Charles De Gaulle, autor de varios libros entre los que destaca “Le Fil de la Epéeun formidable tratado de la historia militar de Francia desde la batalla de Azincourt en la Edad Media; Konrad Adenauer, Willy Brandt, Lenin, Stalin, Trotsky, Juan D. Perón y muchos más.
        Además de un superior razonamiento lógico y capacidad de análisis, tiene que ser muy intuitivo, dotado de una gran presciencia (esa intuición rayana en la adivinación) y lo que los alemanes llaman fingerspitzgefühl (“sensibilidad en la punta de los dedos”) que describe perfectamente el sentido de la oportunidad y de la cronometración de los acontecimientos. Por último, ser un gran psicólogo de masas que le permita conocer a la gente y verla como realmente es y no como él quisiera que fuese. Y, por supuesto con un gran idealismo y total devoción por su causa  con total convencimiento ideológico. Pues el gran Dirigente no lleva tras de sí a las masas caprichosamente sino que intuye hacia dónde se dirigen y se les pone delante. NO, NO SE PUEDE PRESCINDIR DEL POLÍTICO.
        Como en el Partido existe un gran descontento –a raíz de los nombramientos en Cargos Ministeriales y Dirección de Entes Públicos– sobre si es mejor gobernar con “Técnicos” antes que con “Políticos”,  es interesante recordar lo que expresaba, ya en 1689 –después de consumada la Revolución Inglesa de 1688-89    llamada La Gloriosa”– George Savile, Marqués de Halifax, “Lord del Sello Privado” del Gobierno del nuevo Rey Guillermo III y el más notable e influyente de ese Gobierno, respecto a la diferencia entre un  “político culto” y un “técnico”: que la diferencia entre ambos es que el Político tiene “la capacidad de ver el momento y la parte, a la luz de lo perdurable y el todo” “con la amplitud y la precisión de un filósofo político y el rigor incisivo de un Estadista práctico. Es decir, que el Político (si está intelectualmente bien dotado) puede “volar más alto que un Técnico pedestremente apegado sólo a las querellas cotidianas que su estrecha y limitada función le presenta”; porque el “Técnico” no tiene la “muñeca política” que le permita comprender y “manejar” a la gente. Y Halifax nunca se contentó con ser enteramente un “hombre de Gobierno”: “El Gobierno del mundo –escribió, en el sentido de gobierno de las naciones– es una gran cosa; pero es también algo muy tosco comparado con el conocimiento especulativo”. Comprendió perfectamente que la política tenía que manejar multitudes, lo que le alarmaba, diciendo: “Hay una crueldad acumulativa en un número de hombres, aunque ninguno de ellos sea naturalmente malo… El zumbido iracundo de una multitud es uno de los ruidos más sanguinarios del mundo” (El Carácter de un Conservador de Ajuste; Londres, 1689).
      Este Gobierno mantuvo la frialdad con el Partido Colorado cuyas bases, aunque no se manifestasen públicamente, mascullaban su descontento en voz baja y dieron ahora la espalda al Poder como pasó con Duarte Frutos en el 2008. El Gobierno debe aprender la lección y tiene que apoyarse más en el Partido que es el que mantiene la gobernabilidad y sirve de “correa de transmisión” con el pueblo. Eso será más eficiente y eficaz para levantar la imagen del Gobierno y ganar elecciones antes que consejos de “expertos” sin apego a la realidad nacional y partidaria.
   Es de capital importancia el Partido Político en la consolidación del Poder, el mantenimiento del Orden y la Gobernabilidad. Condición indispensable en la edificación del Poder del Gobierno es la presencia y  actividad del Partido Político que lo sustenta; y la importancia del Partido Político se eleva aún más después de conquistado el Poder Estatal.

La pobreza de nuestra actividad política se debe en gran parte a la ausencia del debate ideológico del cual saldrán las consignas que darán la “idea-fuerza” que genere el entusiasmo y apoyo del pueblo. A pesar de que nuestro Estatuto Partidario de 1992, en su Art. 74, obliga a la convocación de un CONGRESO DOCTRINARIO IDEOLÓGICO “cada diez años, o antes si la Junta de Gobierno lo estimase oportuno”(sic) esto ni siquiera se ha intentado hacerlo; la Junta de Gobierno del Partido Colorado no presta atención alguna a la difusión de la ideología del “Nacionalismo Republicano” de “El Estado Servidor del Hombre Libre” que profesa el Coloradismo y lo coloca en la “3a. vía”, opuesta tanto a la ideología Liberal “Mercadocéntrica” con un Estado meramente subsidiario, “mirón”; como a la ideología Socialista Izquierdista “Estadocéntrica” con el Estado omnívoro, “atrapatodo”, autoritario. El Coloradismo preconiza el “Estado Regulador”, director, que interviene para suplir las fallas y deficiencias del mercado y armoniza los intereses políticos con los económicos y que ha dado grandes resultados para mejorar el nivel de vida del pueblo; como ocurre en Suecia, Taiwán, Corea, Japón y lo fue en la Francia de Charles de Gaulle.
La polémica con el Presidente Cartes: Los nombramientos para cubrir las Carteras Ministeriales y la Dirección de los Entes Administrativos hechos por el Poder Ejecutivo, han desatado una grande y aguda controversia en el Partido Colorado y en la opinión pública en general. Algunos más recalcitrantes piensan que el Presidente de la República se ha embarcado en un Gobierno apoyado fundamentalmente en “Técnicos” –que  precisamente por no ser “Políticos” y no tener la visión de futuro ni interés electoral ni “clientela” que satisfacer como éstos, no pueden ofrecerle resistencia alguna– extraordinariamente obedientes a los dictados de aquél. Recordamos lo que Shakespeare hacía decir a Julio César en su obra homónima: “Yo prefiero a mi alrededor hombres gordos de cara lustrosa y que ronquen por la noche antes que a esos individuos magros, ojerosos, que pasan las noches en vela, activan mucho entre la gente y piensan demasiado: éstos son peligrosos e incómodos, los otros no causan problemas”.
        Otros más cautos creen todavía, sin embargo, que a consecuencia de esta derrota el Ejecutivo rectificará rumbos y no dejará de apoyarse en la Organización Partidaria porque su titular comprenderá perfectamente, tras este duro traspié, el peligro de quedar aislado de su base popular, “navegando” en las turbulentas aguas del “cambio”, que requiere el momento actual, recostado solamente en “Técnicos” obsecuentes (que aunque estén afiliados al Partido no han hecho nunca militancia política y no tienen experiencia de cómo llegar a la gente) y un Empresariado que exige una política de rápidos resultados para sus intereses.

        Así pues, nosotros pensamos que un Gobierno que quiera ser eficiente y eficaz, debe tener como Ministros y  Directores  de    Entes Públicos a Políticos intelectualmente capaces para comprender “el momento y la parte, a la luz de lo perdurable y el todo” y con gran sentido de organización para rodearse de excelentes Técnicos, como sucede en los Estados Europeos y en los EE.UU. Y esperemos que el Presidente Cartes más temprano que tarde así lo haga pues es lo bastante inteligente como para persistir en un grave error.
En su intento por construir su propio esquema de Poder el Ejecutivo abrió demasiados frentes de conflicto, tanto dentro como fuera del Partido; pero no se preocupó en generar apoyos: aliados firmes y permanentes que le ayudasen a gobernar. Siempre consideró que ese tipo de alianzas terminarían atando a toda la Administración. En la visión Empresarial de los colaboradores del Jefe de Estado “se está haciendo una administración impecable y quienes critican son solo adversarios que buscan obstaculizar al Gobierno”. No se cansan de repetir los buenos números de la macroeconomía; pero no ven el creciente malhumor social en que se desenvuelven. No comprenden que los buenos números no necesariamente están llegando a la gente y que en determinadas coyunturas no alcanzarán para amparar lo que podría ser una buena gestión. Esa concepción de la gestión de Gobierno no alcanza a entender que los acuerdos empresariales son insuficientes si no se logra consolidar paralelamente acuerdos políticos que permitan el desarrollo de los planes.
      Lo último y más importante: Un Estadista conservador del Poder debe ser un realista supremo y hacer ver a sus oponentes como perturbadores “visionarios”. Cosa que no se nota en el Gobierno actual, donde  –como decía el Gnóstico Basilidesel problema reside en que no se percibe que hay un problema”, y solo existe una conspiración de mediocridades unidas por el temor a toda acción decisiva contra todo lo que les produce ese temor… pues la esencia de la mediocridad se encuentra en que prefiere la ventaja tangible a la ganancia intangible de posición. Se debe tener en cuenta que un Líder, Movimiento, Partido o Gobierno que se convierta en foco de irritación permanente no puede durar (tenemos el ejemplo de Lugo y de Cubas-Oviedo).
     Recién a último momento, aunque sin tener conciencia de lo que se venía, el Presidente de la República comenzó a recurrir a los Caudillos, pero era tarde ya, porque el esquema estratégico y táctico falló, ya que en él no figuraron desde el principio los “Políticos de raza y experiencia”, la élite que domina la estructura partidaria generación tras generación y da continuidad a la historia de la sucesión del Poder. Así es como aparece patente la incapacidad de liderazgo de la Presidenta de la Junta de Gobierno, ésta sí política experimentada, parte de la élite partidaria, que no supo cumplir la misión de vincular a las bases, caudillos colorados, burócratas seccionaleros, élites parlamentarias, poderes fácticos y actores sociales, con el Despacho Presidencial que era el escenario donde, en definitiva, cobraban realidad las fórmulas “Partido de Gobierno” y “Gobierno Nacional”. Y ante este fracaso del esquema de Poder diseñado supuestamente para asegurar la continuidad del Poder del Partido Colorado en el Gobierno de la República hasta después del 2018, la ausencia de verdaderos Liderazgos Políticos que acompañasen el proyecto parece tener visos insolubles y fatalistas de tragedia griega… A no ser que aparezca en el escenario un evento o personalidad relevante que cambie todo el panorama y dé motivos para un nuevo y elevado esquema de Liderazgo Político y diseñe nuevos modos de acción para la “dinámica e masas”.
       Hace más de un año que estamos advirtiendo sobre la nulidad de los “Asesores Presidenciales” y esta vez volvieron a equivocarse al aconsejarle al Presidente salir a la palestra como un operador político más, convirtiendo estas elecciones en un plebiscito sobre su Gobierno, y hacerle pronunciar discursos agresivos, insultantes, cuando que la gente está cansada de ello y prefiere que se les dé esperanzas de solución a sus problemas y la posibilidad de una vida mejor. Mientras Cartes se pasó agrediendo, Mario Ferreiro se pasó prometiendo… y esto resultó. Además, en un momento que arrecian las protestas y denuncias contra la corrupción, el Presidente Cartes se exhibió, en vísperas de los comicios, ante los medios de comunicación, con el señalado por la Opinión Pública como el Paradigma de la Corrupción: Víctor Bogado. Son detalles que la gente no perdona.
       Los grandes perdedores de estas Elecciones Municipales son Horacio Cartes y Fernando Lugo, cada cual con su discurso extremista. El pueblo siempre es más conservador y centrista: los extremos dan miedo. Y la Centro-Izquierda moderada encabezada por Ferreiro demostró su atractivo en la Capital y Candidaturas afines triunfaron en los bastiones más emblemáticos de la República. Es de tener en cuenta esta fuerza, que de desarrollarse y hacer una buena gestión Municipal puede convertirse en una opción atractiva para el electorado y verdadero peligro para las chances del Coloradismo en 2018.
       El Oficialismo está desconcertado, se nota en su seno la ausencia de gente con capacidad de análisis: personeros como el Ministro de Defensa Diógenes Martínez y la Presidenta del Partido Lilian Samaniego, prorrumpieron en sendos disparates tratando de defender lo indefendible, conciliar lo inconciliable y explicar lo inexplicable: Diógenes diciendo que “El Partido Colorado ha aprobado un examen bastante difícil y ha salido airoso” y “felicitando al Partido por su éxito”. Agregando que “no conoce de otro sector político que haya llegado a la mitad de participación a la que llegaron los de la Asociación Nacional Republicana (ANR) este domingo”; cuando que la cantidad de votantes colorados fue inferior a la que votó en las Internas del 26 de Julio pasado. Y Lilian sosteniendo que se ganó en 142 distritos pero soslayando que se perdieron en los más importantes y emblemáticos y culpando a la celebración de las Internas en fecha muy cercana, con lo que lanzó un tiro por elevación al mismo Ejecutivo que fue el que propició dicho evento. También Marito Abdo quedó descolocado y desprestigiado atinando a decir otro disparate ofensivo para el pueblo colorado: que “la responsabilidad es de todos”.
       Con este descalabro electoral las posibilidades de “Reelección” del Presidente Cartes se han reducido a casi cero, si no rectifica la conducción del “Nuevo Rumbo”, dando un violento “golpe de timón” que produzca un “bandazo” en la política gubernamental, en ausencia del cual solo le queda renunciar a esa aspiración o intentar “la huida hacia adelante” prosiguiendo con ella contra viento y marea, intentando la Reforma Constitucional al comienzo de 2016. Pero aunque consiga esa Reforma, le aparecerán en el camino muchos aspirantes con serias posibilidades.

       Si queda todavía algo de honestidad y ausencia de cinismo en la Dirigencia Partidaria actual, se impone la aceptación de responsabilidades y el rodar de cabezas, como la renuncia de la Presidenta de la Junta de Gobierno y de los responsables de la conducción de la campaña electoral, así como una recomposición total del elenco gobernante, dando cumplimiento –ahora sí, más que nunca– a la promesa del Presidente de la República, electo por una masiva mayoría del Pueblo Colorado, de “teñir de rojo” las Intendencias (que no pudo ser) pero sí el elenco Ministerial y los puntos clave de la Administración Pública. Hay suficientes Colorados capaces y honrados con fidelidad republicana que con su gestión podrán levantar el ánimo y el entusiasmo por la suerte del Partido entre los hasta ahora desencantados Correligionarios.--  

domingo, 15 de noviembre de 2015

ALAIN de BENOIST y NDE

                                 (3)
ALAIN DE BENOIST Y LA “NUEVA DERECHA” EUROPEA EN LA “CUARTA IDEOLOGÍA”.
        La Nueva Derecha (Nouvelle Droite  en francés) es un Movimiento Ideológico de nacimiento reciente (a través de El Manifiesto: La Nueva Derecha del Año 2000 escrito por Alain de Benoist, muy citado en nuestro Artículo Nº 2). Ellos mismos exponen que no son ni la Derecha Tradicional ni la Izquierda.
       Con la denominación de “Nueva Derecha”, heredera directa de los autores de la llamada Revolución Conservadora, se hace referencia a un estilo ético y estético de pensamiento político dirigido al repudio de los dogmatismos, la formulación  anti-igualitaria, el doble rechazo de los modelos Capitalista y Comunista, la defensa de los particularismos étnicos y regionales, la consideración de Europa como unidad, la lucha contra la amenaza planetaria frente a la vida, la racionalización de la técnica, la primacía de los valores espirituales sobre los materiales. El eje central de la crítica al Sistema Político “Occidental” lo constituye la denuncia del Cristianismo dogmático, el Liberalismo y el Marxismo, como elementos niveladores e igualadores de una Civilización Europea, perdida y desarraigada, que busca, sin encontrarla, la salida al laberinto de la “identidad específica”. En el núcleo de esta civilización europea destaca la existencia del hombre europeo multidimensional”, tanto al nivel biológico, que en su concepción sociológica reafirma los valores innatos de la jerarquía y la territorialidad, como al específicamente humano, caracterizado por la cultura y la conciencia histórica. Constituye, en el fondo, una reivindicación de la “herencia” –tanto individual como comunitaria– fenómeno conformador de la historia evolutiva del hombre y de los pueblos, que demuestra la caducidad de las ideologías de la nivelación y la actualidad de la rica diversidad de la condición humana. Se comienza de nuevo intentando reconstruir los fundamentos ideológicos del Conservadurismo revolucionario sin caer en la “tentación totalitaria” y eludiendo cualquier “desviacionismo nacionalsocialista”.
      Ahora bien, hay dificultades de la “Nueva Derecha Europea” con el Neo-Conservadurismo Norteamericano y los Anglo-Sajones en general: La primera de estas dificultades es la falta general de interés por el debate intelectual en el mundo Anglosajón. Los Ingleses, y más aún los Estadounidenses, pretenden ser “pragmáticos”: En Filosofía, se adhieren mayoritariamente al Empirismo y al Positivismo, cuando no a una Filosofía puramente Analítica. En su ansia por los “hechos” se olvidan de que estos hechos no pueden disociarse de la hermenéutica, esto es, de un marco de interpretación. La famosa distinción de David Hume entre juicios de hecho y juicios de valor (el indicativo y el imperativo, lo que es y lo que debería ser) sólo puede tener un valor relativo. En cuanto a la Teoría Política, con algunas notables excepciones, a menudo se reduce a consideraciones prácticas que definen la agenda de la clase dominante. Esto explica por qué los Estadounidenses consideran indignos a los intelectuales, y por qué los intelectuales no han ocupado nunca el papel de árbitros morales, como sucede en otros países, especialmente en Francia.
      La expresión “Nueva Derecha” presenta además otras dificultades. Ya había “nuevas derechas” inglesa y americana pero, lejos de estar relacionadas con la Nueva Derecha Europea, representaban justo lo contrario. Combinando el fundamentalismo religioso, el Atlantismo occidental, la defensa del Capitalismo y el apoyo a la Ideología de Mercado, estas “nuevas derechas” representaban, de hecho, todo lo que la Nueva Derecha Europea (NDE) había criticado radicalmente. Simpatizantes de estas “nuevas derechas”, que podían haberse sentido intrigados por la “Nueva Derecha Europea”, sin duda deben haber sido decepcionados. En general, y a pesar de todos los malentendidos que pueden haber sido causados por una etiqueta, debe haber sido muy difícil encontrar un equivalente a la Nueva Derecha Europea al otro lado del Atlántico. En Estados Unidos, la “Derecha” en realidad se compone de dos grandes corrientes: una corriente principal, moderada y de clase media, que corresponde a los círculos “Conservadores” (ellos mismos divididos en numerosas camarillas), cuya Causa principal es el apoyo al Capitalismo: un sistema económico cuyo fundamento es la destrucción de todo lo que los Conservadores deberían conservar. Por otro lado, hay una minoría radical, representada por pequeños grupos extremistas que se hacen llamar “racistas”, cuya ideología se reduce a una mezcla de nacionalismo y xenofobia.
      No sólo la NDE no se identificó nunca con ninguna de estas camarillas derechistas anglosajonas, sino que ha luchado constantemente contra sus principios y presupuestos. Otras ambigüedades están relacionadas con el vocabulario. Vamos a dar sólo un ejemplo: en el ámbito de las ideas de la NDE se ha señalado consistentemente al Liberalismo como uno de sus principales adversarios. Sin embargo, la palabra “Liberal” tiene significados radicalmente diferentes en Europa Occidental y en los Estados Unidos. En Estados Unidos un “liberal” es un hombre inclinado al centro-izquierda que aboga por un Estado redistributivo; también es tolerante en cuanto a las costumbres sociales y tiende a ser un gran defensor de la ideología de los Derechos Humanos; en Francia se lo llama “Progresista. Por el contrario, en Europa, un “Liberal” es, ante todo, un defensor del individualismo y el libre comercio, un opositor al Estado y también un partidario de Norteamérica. Si se pregunta a un francés que nombre a un político liberal conocido, Reagan y Thatcher les vienen a la mente de inmediato. En otras palabras, lo que llamamos “Liberal” se corresponde en gran medida a lo que los americanos llaman “Conservador” y, por tanto, lo contrario de un “Liberal”. Esta diferencia tiene orígenes históricos: los Estadounidenses han conservado el significado original de la palabra “liberalismo” que, cuando apareció por primera vez en el siglo XVIII, era realmente una corriente “izquierdista” de pensamiento, siendo el principal heredero de la filosofía de la Ilustración. En Europa, por el contrario, los Liberales fueron empujados gradualmente hacia la Derecha por el ascenso del Socialismo y del Comunismo, hasta el punto de que, a finales del siglo XIX, comenzó a identificarse con la Burguesía Conservadora. Uno puede ver inmediatamente los desprecios –y los falsos amigos– que un Libro que representa una corriente “anti-liberal” podía tener en América.
      Finalmente, la crítica a los Estados Unidos y la americanización global, que resulta de la afirmación progresiva de la hegemonía estadounidense, ha sido un tema estándar en la NDE. Esto difícilmente podría atraer a los Estadounidenses, que conciben a su País como la “Tierra Prometida”, la encarnación de la  mejor  sociedad   posible   y –por esa misma razón– como un modelo que merece ser exportado a todo el mundo. Es muy significativo que muy pocos textos de autores de la NDE hayan sido traducidos al inglés, a pesar de que hayan sido traducidos a otros quince idiomas. La NDE, como una emanación de la “Vieja Europa” (o del “resto del mundo” que los Estadounidenses no alcanzan a comprender a menos que esté totalmente americanizado), sigue siendo una “terra incógnita” para la gran mayoría de los Americanos.
      Nosotros añadiríamos que la crítica a los Estados Unidos por parte de la NDE nunca ha derivado en americanofobia”; todo lo contrario: la NDE ha acogido a una serie de escritores y pensadores de los países de habla inglesa. Son pocos en número, pero no sin importancia, como los teóricos del Comunitarismo, como Michael Sandel, el canadiense Charles Taylor, el inglés Alasdair McIntyre y, especialmente, Cristopher Lasch, un teórico del “socialismo populista”, una expresión que nos trae a la memoria al gran George Orwell, cuyas ideas también se han popularizado.
        Alain de Benoist:
        Alain de Benoist de Gentissard es un Académico francés. Líder e ideólogo principal del think-thank de la Nueva Derecha y del grupo GRECE. Edita desde 1968 el periódico Nouvelle Ecole y desde 1988 Krisis”. En 1978 recibió el Gran Premio de Ensayo de la Academia Francesa. Célebre intelectual que se formó en la Sorbona, habiendo estudiado Derecho, Filosofía, Sociología e Historia de las Religiones, de Benoist es poco conocido fuera de su país aunque sus obras han sido muy influyentes en el pensamiento de la Derecha Europea. En sus textos ataca y critica el fenómeno de la Globalización, la inmigración descontrolada y el Liberalismo considerándolos como contraproducentes con el concepto de Estado-Nación. Se muestra esperanzado en que dentro de los límites de la Democracia, las consecuencias negativas de estos fenómenos generen un intenso debate social que acabe reflejándose en el mismo sistema. Se adhiere a la teoría del marxista Antonio Gramsci de que antes de producirse un cambio político, es necesario conseguir la hegemonía cultural, esto es, conseguir que las ideas a implantar sean aceptadas por los ciudadanos.
        Ahora que tenemos la publicación en español del Libro de Tomislac Sunic “Contra la democracia y la igualdad. La Nueva Derecha Europea”(Editorial Fides), ofrecemos a nuestros lectores el Prefacio que Alain de Benoist escribió para la Edición Inglesa de 2009. Interesante recorrido por los principales temas de debate de la Escuela de Pensamiento Europea conocida como “Nouvelle Droite”, escrita precisamente por su Líder intelectual e ideológico:    
    ---Hay que destacar, sin embargo, que la Nueva Derecha Europea nunca ha sido hostil a la democracia y la igualdad. Por supuesto, ha sido crítica con el Igualitarismo y ha puesto de relieve los límites del Liberalismo y de la Democracia, pero eso es un asunto muy diferente.
       Entre la igualdad y el igualitarismo existe más o menos la misma diferencia que entre la libertad y el liberalismo, o lo universal y el universalismo, o el bien común y el comunismo. El Igualitarismo tiene como objetivo introducir la igualdad donde no tiene lugar y no se corresponde con la realidad, como la idea de que todas las personas tienen las mismas habilidades y dones. Pero, sobre todo, el Igualitarismo entiende la igualdad como "igualdad total”, es decir, lo contrario de la diversidad. Sin embargo, lo contrario de la igualdad es la desigualdad, no la diversidad. La igualdad de hombres y mujeres, por ejemplo, no borra la realidad de la diferencia entre los dos sexos. Del mismo modo, la igualdad de derechos políticos en la democracia no debe presuponer que todos los ciudadanos son iguales, ni tienen los mismos talentos, sino que todos deben disfrutar de los mismos derechos políticos, ya que, en sus relaciones políticas, se considera a todos los ciudadanos por igual, en virtud de la pertenencia al mismo sistema de Gobierno”.
      La Nueva Derecha Europea siempre ha denunciado lo que yo llamo la ideología de la igualdad, es decir, la ideología universalista que, en sus formas religiosas o profanas, busca reducir la diversidad del mundo –es decir, la diversidad de las culturas, los sistemas de valores y las formas arraigadas de la vida– a un modelo uniforme. La implementación de la ideología de la “mismidad” conduce a la reducción y erradicación de las diferencias; siendo básicamente etnocéntrica, a pesar de sus pretensiones universalistas, legitima sin cesar todas las formas de Imperialismo. En el pasado, fue exportada por los misioneros que querían convertir al planeta entero al único Dios; a continuación, en el mismo sentido, por los colonizadores que, en nombre del sentido de la historia y el culto del progreso’, quisieron imponer su forma de vida a los pueblos indígenas. Hoy, en el nombre del Sistema Capitalista, la ideología de lo mismo reduce todo a los precios del mercado y transforma el mundo en un vasto y homogéneo mercado, lugar donde todos los hombres –reducidos al papel de productores y consumidores para luego convertirse ellos mismos en productos básicos– deben adoptar la mentalidad del homo económicus. En la medida en que trata de reducir la diversidad, que es la única verdadera riqueza de la humanidad, la ideología de la mismidad es en sí misma una caricatura de la igualdad. De hecho, se crean desigualdades del tipo más insoportable. Por el contrario, la igualdad, que debe ser defendida siempre que sea necesario, es harina de otro costal.
       En cuanto a la Democracia: a la Nueva Derecha Europea nunca le gustó el despotismo o la dictadura, y mucho menos el totalitarismo. La Democracia, cuyo principio fundamental es la igualdad de los derechos políticos, no puede ser el mejor régimen posible, pero es el que mejor satisface las necesidades de nuestros tiempos. Pero primero debemos entender su significado exacto”.
        La Democracia es el Régimen en el que la soberanía reside en el pueblo. Pero para ser verdaderamente soberano, el pueblo debe ser capaz de expresarse libremente, y aquellos a los que designa como sus Representantes deben actuar de acuerdo con sus deseos. Es por ello que la verdadera Democracia es la Democracia Participativa, es decir, la Democracia que permite a las personas ejercer su soberanía lo antes posible y de forma permanente, y no sólo durante las elecciones. En este sentido, el sufragio universal es sólo un medio técnico para evaluar el grado de acuerdo o consentimiento entre gobernantes y gobernados. Tal como se entendía por los antiguos Griegos, la Democracia, en su análisis definitivo, es un sistema que permite a todos los ciudadanos participar activamente en los asuntos públicos. Esto significa que la libertad en la democracia se define principalmente como la posibilidad de participar activamente en la esfera pública, sin duda como la libertad para convertirse en algo ajeno a la esfera pública o de retirarse a la esfera privada”.
        Una Democracia puramente Representativa es, como mucho, una democracia imperfecta. En última instancia, el poder político debe ejercerse en todos los niveles, y no sólo en la parte superior, gracias al principio de subsidiariedad (o de competencia suficiente), lo que significa que las propias personas puedan tomar decisiones sobre lo que se relaciona con ellos tanto como sea posible, delegando sólo aquellas decisiones que interesan a las Comunidades más grandes para que se adopten en un nivel superior. En momentos en que los Representantes están cada vez más aislados de la gente, cuando los Funcionarios no electos tienen cada vez más Poder que los elegidos, cuando los Políticos se ven ellos mismos desposeídos de sus prerrogativas por un sistema Burocrático de ‘expertos Técnicos’, que los sueños del Gobierno sobre los hombres adoptan los modelos de gestión de la Empresa o de una Administración de las cosas, la prioridad esencial es la renovación de la Democracia Participativa –la  democracia de base, la democracia directa– y el renacimiento de una esfera pública activa, que es la única capaz de mantener el vínculo social y garantizar el ejercicio de los valores compartidos(Alain de Benoist).
    “Con la crisis ha muerto la Dictadura de los Mercados”.
       Cuando la actual debacle financiera, que empezó en 2008, hizo estremecer a los pobres comentaristas Liberales que no sabían donde ponerse, Alain de Benoist realizó un Análisis que resultó extraordinariamente premonitorio y sirve de base para nuestra reflexión. En efecto,  cuando el entonces Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, hablaba de refundar el Capitalismo o declaraba que "la ideología de la Dictadura de los Mercados ha muerto con la crisis financiera"; cuando tan extraordinarias cosas sucedían, bueno era, y es, escuchar a Alain de Benoist, alguien que sí sabe donde ponerse: ahí donde siempre estuvo, rechazando el Socialismo, denunciando los desmanes del Capitalismo y previendo su actual Crisis Estructural. 
        En efecto, consideremos una cifra que resume la amplitud de la actual Crisis Financiera que se arrastra desde entonces. Desde el principio de aquél año, las grandes plazas bursátiles internacionales han visto como se esfumaba cerca de la mitad de su capitalización: 25 billones de dólares, o sea unas dos veces el producto interior bruto (PIB) de los Estados Unidos.
        “La Ideología de la Dictadura de los Mercados y de la Impotencia Pública murió con la crisis financiera”, declaraba Nicolás Sarkozy el 23 de octubre de 2008, al mismo tiempo que anunciaba la creación de “fondos soberanos” destinados a readquirir las acciones de las Grandes Empresas Industriales de importancia “estratégica”. Fue ello un giro radical que ha sido acogido pésimamente en Alemania: “una idea descabellada”, declaraba el Financial Times Deutschland.                        .

        La nueva Política Francesa marcaba, en efecto, una indiscutible vuelta al protagonismo económico del Estado. Se hablaba hasta entonces de libre comercio, de competencia abierta, de mercados financieros independientes. Se habla hoy –a siete años de distancia– de volver al Proteccionismo, al Intervencionismo y al Capitalismo de Estado; en suma, a una “Política Económica Europea”. Este giro es muy bien acogido en Francia y en España, donde todos los sondeos ponen de manifiesto que los ciudadanos adhieren sumamente a la idea de que el Estado regule los Bancos, los Fondos de Inversión y los de Pensiones. En cambio, este giro suscita fuertes reticencias en los Estados miembros que, empezando por Alemania, desconfían del Estatismo, sobre todo de origen Francés.
        Frente a la amplitud de la crisis, ¿cabe, sin embargo, hacer otra cosa? Se trata de una Crisis Estructural, de la crisis del Modelo Neoliberal de crecimiento o de acumulación que se ha establecido a partir de los años ochenta. En un clima de desregulación generalizada de las operaciones Bancarias y de las inversiones Financieras, este modelo se ha caracterizado por la captura casi total de las ganancias de productividad por parte de los beneficios en detrimento de los salarios, ya que la riqueza ha dejado de provenir principalmente de las rentas del trabajo, derivándose en cambio de los patrimonios financieros (Predominio del Capital Financiero, efecto directo del Neo-Liberalismo). Esta deflación salarial, que amenaza al compromiso social de la posguerra, ha tenido efectos negativos que no se han podido compensar mediante el endeudamiento. Es este Régimen el que hoy ha quedado roto. Las grandes crisis financieras son como los terremotos: después de la fuerte convulsión inicial, cabe esperar réplicas escalonadas temporalmente. Dicho más claramente: tras la fase de impacto, se asiste a un proceso en espiral, cuyos efectos acumulativos pueden conducir a situaciones de caosdice A. de Benoist.
        No cabe ninguna duda de que las Economías de Europa Occidental y de América del Norte seguirán experimentando una recesión profunda y de larga duración, que tendrá por efecto un aumento del desempleo. Ello debería de originar un descenso importante de los beneficios, que repercutirá inevitablemente en los mercados y las cotizaciones bursátiles. El vínculo entre la economía especulativa y la real es en efecto indudable, pues las Empresas dependen sumamente del Sistema Bancario, aunque solo sea por el crédito que necesitan para sus inversiones. Ahora bien, la crisis hace que los Bancos reduzcan ahora brutalmente sus créditos (es el credit-crunch). Es probable que esta contracción del crédito se produzca no sólo junto con una vertiginosa caída de las acciones y de los bienes inmuebles (como pasa en los EE.UU.), sino también con una fuerte devaluación del capital de los Fondos de Pensiones que cubren las Jubilaciones.
       En la zona del euro, la recesión ya es especialmente grave en España y en Inglaterra. Pero también Francia y Alemania podrían entrar en recesión desde finales de este año. Para evitar que la recesión se transforme en depresión, las Economías Occidentales van a verse obligadas a aceptar un fuerte aumento de la inflación (adoptando la “flexibilidad cuantitativa”), al mismo tiempo que el regreso del Estado como agente económico principal (como sucede en Rusia, China o Brasil). El fenómeno ya se observa en el sector Bancario, donde los Gobiernos se han hecho fiadores de los Bancos y Compañías de Seguros. El próximo paso podría consistir en restablecer las Protecciones Arancelarias,  reglamentar los Flujos Financieros Internacionales (que, por ej., en Sudamérica Argentina ha hecho), regresar a “políticas industriales” activas, o incluso que se acabara el dogma de la independencia de los Bancos Centrales y se transformara el Estatuto del Fondo Monetario Internacional (FMI). No cabe excluir tampoco una crisis del euro, y por tanto de las Instituciones Europeas.
        “Si hay un hecho decisivo que surge de esta crisis –declaró también en su momento Nicolás Sarkozy– es la vuelta de la política”. Pero ¿disponía verdaderamente de medios para ello? ¿No significaba ello ignorar la naturaleza propia del Capitalismo? “El Capital siente cualquier límite como un obstáculo”, decía ya Karl Marx, y Sarkozy pagó con su cabeza el precio de su sinceridad. La lógica de la acumulación del capital es la ilimitación, el rechazo de cualquier límite, el arrasamiento del Mundo por parte de la Razón Mercantil, la transformación de todos los valores en mercancías, el Gestell de que hablaba Heidegger. Ante la irresistible potencia del “turbocapitalismo” en cuanto a liberarse de cualquier límite, los esfuerzos de Nicolás Sarkozy, como vemos, resultaron vanos y hoy está fuera del Poder. El pensamiento de la Nueva Derecha Europea no deja, pues, de ser interesante y bien vale su análisis.--