lunes, 20 de octubre de 2014

LA SITUACIÓN VENEZOLANA

                         LA SITUACIÓN VENEZOLANA
           Analizando el fracasado DIÁLOGO entre el Gobierno Bolivariano y la Oposición, se pueden detectar importantes como bastantes previsibles consecuencias. En efecto, si bien Nicolás Maduro ha logrado, “prima facie”, aislar a la Extrema Derecha oligárquica y violenta (Corina Machado, Leopoldo López y etcéteras) muy conectada y subvencionada por sectores poderosos de los EE.UU., que busca crear las condiciones parecidas al Chile de Salvador Allende y la aparición de un nuevo “Pinochet”, sin embargo tendrá que pagar un alto precio a la Oposición “Moderada” cuando que podía haber llegado incluso a una especie de “Gobierno de coalición”; y ahora habrá consecuencias que pasaremos a examinar.
          1. Fin de la hegemonía chavista en Venezuela.
          Ante el peligro de terminar como el Gobierno de Yanukovich en Ucrania y ante la incapacidad interna del Chavismo de renovar su equipo de Gobierno, Maduro ofreció a la Burguesía nacional compartir el poder del Estado. La plataforma que escogió para tal oferta fue la “Conferencia Nacional para la Paz”. Actuó en el último minuto, ante un crescendo de intervencionismo extranjero, campaña psicotizante nacional e internacional de la oposición, deterioro de la economía –el Índice General de escasez de Alimentos subió de 22.8 a 28, solamente de Diciembre 2013 a Enero 2014; la oferta semanal de dólares estatales se quedó a la mitad de lo ofrecido; los inventarios Empresariales están muy bajos– las manifestaciones de la Oposición y el débil apoyo de los Gobiernos Latinoamericanos.       
          ---La Troika Gobernante: Maduro-Cabello-Arreaza pensó, con sentido común, que era mejor perder algo, que perderlo todo. Tenía razón, pero traducido el hecho a la dimensión política significa que es el fin del proyecto histórico de Chávez, el fin de la 5ta. República. De 2003 al 2013 duró la hegemonía de Chávez y del Chavismo. En esta fase, Chávez gobernó con sectores de la Burguesía, pero con la Burguesía en un lugar subalterno. Hoy día, la Burguesía envalentonada se empareja. Hoy día, todo tiene que negociarse entre iguales. Este es el precio de la parálisis Gubernamental del último año en que se perdió la iniciativa estratégica. Con su manejo simplista de la crisis –que no dividió a la oposición, como hace toda política inteligente, sino que permitió su cohesión y  crecimiento acelerado– el Chavismo se debilitó sustancialmente.  La tarea ahora es, evitar su colapso como Movimiento y fuerza social y cogobernante Estatal”(Heinz Dieterich Steffan: “Entrevista”; México, Marzo de 2014.- Steffan es autor del Libro “El Socialismo del Siglo XXI” y fue uno de los principales asesores del fallecido Pte. Chávez ).
      Ahora, el sistema económico implementado por el actual Gobierno Bolivariano está en crisis terminal por anacrónico. Es decir, cae por estar fuera de su tiempo. Trató de implementar, dentro del proyecto desarrollista-capitalista del Presidente Hugo Chávez, el Socialismo del Siglo XX, cuando éste  ya  había fracasado y demostrado en todo el mundo que no funciona en el Siglo XXI por estar anclado científica e  ideológicamente en el pasado. Hugo Chávez entendió a la perfección que el Socialismo del Siglo XX era un sistema moribundo y que era un anacronismo tratar de implementarlo en Venezuela. ¿Por qué, entonces, permitió la supervivencia de gente de extrema izquierda en su Gabinete? La respuesta es obvia. El atractivo principal de su política después del Golpe de Estado de 2002/3, era la contención dominante de la Burguesía. Para lograr ese objetivo usó dos medidas: a) comprar a la Burguesía con la renta petrolera; b)  amedrentarla con la intervención estatista en la economía. La gravitación natural de aquellos neocomunistas hacia estrategias Centralistas-Burocráticas del fracasado Socialismo del Siglo XX, los hacía útiles para el paradigma de dominación del  Chávez pos-golpista; porque su  software decimonónico  nunca les permitió entender al  mercado contemporáneo como un sofisticado sistema informático y decisorio, cuya cibernética sólo puede ser remodelada exitosamente por el “Estado Regulador” del Siglo XXI. Chávez los usó como amenaza político-económica contra la Burguesía, y cada uno de ellos, sin entenderlo, sirvió como testaferro del Socialismo que Chávez supuestamente estaba construyendo. Pero Nicolás Maduro no lo entendió así y con el agotamiento económico del modelo de dominación de Chávez, su sistema político-económico tiene los días contados.
        Lo que les prolongó su carrera política en el Modelo de Gobernanza Desarrollista de Chávez, fueron dos factores: la decisión del Presidente de no reformar el modelo y después, su terrible enfermedad. Sin embargo, con la muerte del Comandante la erosión del modelo chavista se aceleró exponencialmente. Y los sobrevivientes del pasado anacrónico, con toda  la información a su disposición, no alertaron al pueblo sobre el pronto naufragio del Titanic Bolivariano por el iceberg del capitalismo, de la corrupción y de la ineptitud;  como era su deber político y moral como “revolucionarios” (Ibídem:Junio de 2014).
          2. El fin del modelo de Hugo Chávez.
          A lo largo de los primeros meses de este año, el Poder Venezolano tuvo una única prioridad: mostrar unidad frente a la Oposición y a los intentos de desestabilización apoyados por importantes sectores de Washington. Pero desde hace algunas semanas el mundo político vive al ritmo de la publicación de ‘Cartas Abiertas’ de ex altos Funcionarios Chavistas poco preocupados por salpicar con sus críticas al Presidente Nicolás Maduro” (“Le Monde Diplomatique”; Agosto de 2014; loco citato et passim). No es novedad que el Movimiento Chavista experimenta controversias públicas, pero ahora el ex Presidente Hugo Chávez, fallecido en Marzo de 2013, ya no está para mediar y repensar las alianzas estratégicas. Recordemos que el “Chavismo” nunca atrajo a militantes fieles a una Doctrina e Ideología sino que por el contrario, desde comienzos de la década de los ’90, integró en torno de la figura “tutelar” de Chávez posturas políticas y corrientes de pensamiento muy diversas que, como buen estratega, el Presidente de la Rca. conseguía integrar en una línea, pese a las contradicciones a veces profundas entre los discursos teóricos y medidas concretas. Así fue como en la década del 2000 los índices de pobreza bajaron fuertemente y las desigualdades se redujeron, pero sin una transformación profunda del Sistema Fiscal ni del Aparato Productivo. Pese a las “Nacionalizaciones” la participación del Sector Privado se mantiene hasta ahora representando el 62% del Producto Interno Bruto (PIB).          .
        Desde las alturas de la ilusión del poder total y estable, creado después de las Elecciones Municipales, la Cúpula Gobernante ahora se ha lanzado como en paracaídas para rescatarse. El verdadero precio de la derrota, causada por arrogancia, sectarismo y falta de eficiencia, se verá pronto, cuando los vencedores relativos pidan su tajada del Poder. Y las mayorías pagarán, como siempre en la historia, la ceguera y estupidez histórica de los Líderes. Sin embargo, no hay ninguna garantía de que el Imperio y sus sátrapas tropicales se contenten con un arreglo de esta naturaleza. Si pueden tener el control total del país, ¿por qué se van a contentar con una parte del botín? Más, cuando la derrota de Obama y sus títeres en Ucrania sugieren un quid pro quo de la realpolitik en otra parte”(Steffan: Ibídem”). 
        
          3. Mayor intervencionismo de Washington.                . 
          La resolución 488 de la poderosa reaccionaria cubana, Ileana Ros-Lethinen, aprobada en un subcomité del Congreso Estadounidense y que fue presentada al pleno de la Cámara la primera semana de Marzo con el apoyo de ocho diputados de Florida, ahora ya aprobada también, aumenta considerablemente la presión externa. La resolución solicitaba a Obama que tome pasos inmediatos para responsabilizar a funcionarios del Régimen de Maduro por violaciones contra los derechos humanos… negar visas para entrar a los EE.UU. a Funcionarios Venezolanos, bloquear sus propiedades y congelar sus bienes, y prohibirles conducir transacciones financieras en los EE.UU. Dado que Obama no puede ganar el conflicto en Ucrania –será su Vietnam político si no reconsidera– no se puede excluir que asuma una posición más injerencista en Venezuela, para cubrirse internamente ante los “Neocons” de la Derecha.
       4. El futuro de Venezuela
       Ante la crisis estructural, el Palacio de Miraflores busca evitar el colapso del sistema económico y político Bolivariano mediante un plan de rescate. Es decir, mediante una reestructuración capitalista. La crisis es una stagflation (estanflación: alta inflación, cero crecimiento), que se caracteriza por dos aspectos específicos venezolanos:
 a) Sus cadenas causantes son endógenas, sobre todo, la    incompetente gestión económica del equipo gubernamental;
b) Nunca ha habido Socialismo de ningún tipo en el sistema. La superación de la crisis económica venezolana  es, por lo tanto, una tarea clásica  de los intelectuales colectivos e individuales del capital que se dedican a tales misiones: el FMI, la Banca de Inversión Privada, la OCDE, etcétera. 
      Se entiende que el Gobierno pretende esconder el hecho, ya en curso, de que el plan de rescate de la economía está en manos del Gran Capital Nacional (Fedecamaras, Empresas Polar) y, sobre todo, del Capital Financiero Global. Después de tantos años de mentiras sobre el Socialismo, la situación económica y sus factores causantes, Maduro no quiere acudir directamente a la Grande Dame  del Capitalismo Financiero Global, Christine Lagarde, sustituta de Dominique Strauss-Kahn en la Dirección del Fondo Monetario Internacional (FMI). Sería demasiado humillante y desestabilizador que los abanderados del Socialismo Bolivariano y Latinoamericano pidieran ayuda a la Institución que su fundador pretendía destruir como símbolo “par excellence” de la tiranía  capitalista mundial. Por eso han recurrido al francés Matthieu Pigasse, Director General del Banco Lazard y asesor de los Gobiernos Ecuatoriano y Argentino en la reestructuración de sus deudas, lo que ha sido condenado por los Izquierdistas Marxistas del Gobierno porque habría obstaculizado la implementación de su propio programa de mayor Estatización de la Economía y lo consideran como la sentencia a muerte del Chavismo”(Claudio Della Croce: “Bank of America más Conexión Francesa ¿apuntalan el fin del Chavismo?”; 28 de Junio de 2014; www.aporrea.org).  Lo importante aquí es que el Gobierno Bolivariano ha perdido el control de la economía y que lo está entregando a escondidas al Capitalismo Global.
       Siendo fiel a la nomenclatura a la que pertenecen, los Ministros, Administradores y Asesores ultraizquierdistas –en    lugar de informar al pueblo sobre las disensiones internas en el Palacio de Miraflores que son vitales para que los trabajadores y el pueblo configuren su propio Proyecto de Nación, de defensa de sus empleos y las conquistas sociales– no revelan datos de importancia para superar la crisis de transición actual desde los intereses populares. Sin embargo, la situación nacional está radicalizándose rápidamente. Mientras la Burguesía intensifica su ofensiva política contra los derechos laborales de los trabajadores, saboreando una vez más su triunfo en la lucha de clases contra la plebe y sabiendo que la Revolución Bolivariana es cosa del pasado, los trabajadores empiezan a desesperarse y radicalizarse ante la ineptitud e inacción del Gobierno.
      Por ejemplo, después de un revelador análisis sobre la parálisis total del sector automotriz manufacturero y la inercia total del Gobierno de Maduro, los Sindicatos de ese sector mandaron una carta al Presidente en la cual le advierten que:
      Con la misma convicción y voluntad que hemos defendido la Revolución, saldremos ahora a defender el empleo y el salario, sin temor alguno de que puedan tildarnos de patronales o contrarrevolucionarios. De continuar la situación presente, los pronósticos no son muy alentadores para la clase trabajadora automotriz, pues si sigue como va, ocurrirá lo que ocurría en la Cuarta República. ¡Que no se repita la historia compañero Presidente! (Carta Abierta al Presidente Nicolás Maduro Moros, ante la situación que viven los trabajadores automotrices. Junio de 2014).
      Esta Carta Abierta es un pequeño indicio del fin de la hegemonía del Proyecto Chavista sobre crecientes sectores populares y de la clase trabajadora. Y cuando un Gobierno pierde la hegemonía, sólo le quedan las bayonetas para gobernar. Cuando esto suceda, la “polvareda” de las manifestaciones universitarias y de sus jefes radicalizados, parecerá una brisa de primavera ante el huracán que podría desatarse.


        5. ¿Cómo salvar lo que queda?           
         De esta manera trágica, se cierra el ciclo de las esperanzas “desarrollistas-nacionalistas” que se abrió hace quince años en América Latina con la hazaña del Comandante Chávez, de derrotar a la Oligarquía (aunque luego se dejó llevar por la Izquierda neocomunista a posiciones dictatoriales y socializantes). Washington exigirá que los Gobiernos de Centro-Izquierda que quedan todavía se sometan a sus intereses, si no quieren ser desestabilizados, y el patio trasero podría volver a su destino histórico”(Steffan: Ibídem.).                  .
         Para salvar lo poco que se puede salvar, se requieren cuatro medidas urgentes e impostergables: 1) Un Equipo Gubernamental eficiente que pueda desarrollar e implementar la Reforma Económica Estructural, el Estado de Derecho y la Nueva Narrativa Fundacional;  2) Una iniciativa Diplomática a nivel Latinoamericano para recuperar la confianza de los  Gobiernos amigos –perdida en el último año de diletantismo– de un futuro posible para el  Chavismo y motivarlos a una solidaridad real ante lo que Cristina Kirchner ha llamado “el Golpe suave de Estado” en Venezuela. 3) Una iniciativa diplomática con Rusia y China, para que ambas Superpotencias se enfrenten al gran desestabilizador global Obama, ya sea de manera discreta, ya sea a través del Consejo de Seguridad de la ONU. Con los intereses geoestratégicos de Rusia y geoeconómicos de China en peligro –por dormirse en la crisis de Gaddafi, China perdió 40 mil millones de dólares en Libia– y el grave error de Obama de “trazar una línea roja” en Ucrania que no puede defender, la correlación internacional de fuerzas permite tal contraofensiva estratégica.   4) Clarificar un Modelo de Sociedad, por un lado, y el papel del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), por el otro. Porque si el Partido no logra imponerse  como una fuerza de propuesta ideológica que ponga en debate y defienda un Proyecto, al Movimiento sólo le quedarán líneas de fuga como horizonte. 
        Sin embargo, para esta contraofensiva general se requiere de un Gobierno de gente capaz, como en Rusia y China. Trágicamente para el pueblo de Venezuela parece que en el País que vio nacer a Simón Bolívar no hay circunstancias para construir este Gobierno capaz de defenderse y vencer al enemigo.
          A todo lo expuesto hay que preguntarse cómo “venderán” a sus respectivos seguidores, tanto el Gobierno como la Oposición, su “Plan” para mantenerse o llegar al Poder, sin ser tachados de “traidores”; y también la posición que adoptarán las FF.AA. venezolanas que será hasta cierto punto determinante.-

      

domingo, 19 de octubre de 2014

POLÍTICA EXTERIOR ESTADOUNIDENSE

LA POLÍTICA   EXTERIOR  ESTADOUNIDENSE
         La visión pragmática, o simplemente práctica o instrumental, cuando no la propiamente pragmatista, se sitúa, con frecuencia, como un antecedente, o como un aspecto determinante, de la acción política Estadounidense. Edward S. Said (1935-2003) por ejemplo, pudo entrever un notorio influjo de esta línea de pensamiento a la hora de definir y proyectar dicha acción política: Detrás de esto se halla la creencia en el ‘Pragmatismo’ como sistema filosófico destinado a administrar la realidad: un Pragmatismo anti-metafísico, anti-histórico y hasta, curiosamente, anti-filosófico. Esa especie de anti-nominalismo posmodernista constituye, junto a la Filosofía Analítica, un sistema de pensamiento muy influyente en las Universidades Estadounidenses (Edward S. Said: “La Otra América”; en Le Monde Diplomatique; nº 89,  Marzo de 2003,  p. 23).
       El Pragmatismo Estadounidense es particularmente evidente en la Política Exterior, que no sigue ningún lineamiento claro y se adapta a cada situación según se hayan analizado los mejores resultados para el país. Recurrir al Pragmatismo significa que las situaciones son confrontadas en un nivel individual, a diferencia de un nivel colectivo que generalmente implica una planificación a largo plazo. El Pragmatismo afecta a la Política Exterior de EE.UU. en varias formas: aminora el requisito de que los responsables de la toma de decisiones sólo hagan política que esté basada en estrictos principios legales o principios ideológicos. La política no está casada con estrictos conceptos filosóficos o morales. Se puede decidir con mayor flexibilidad, basada principalmente en las percepciones políticas en lugar de rígidas consideraciones normativas.  Además, la  Política Exterior de EE.UU. tiende a ser más reactiva que proactiva; en sus Relaciones Internacionales  el país reacciona ante ciertos eventos que se producen en lugar de anticipar qué se va a producir, como ya mencionaron varios autores antes. En este sentido, el Pragmatismo contribuye a la tendencia norteamericana a preferir los objetivos nacionales a corto plazo en comparación a las soluciones a largo plazo, un enfoque que alimenta la falta de coherencia en las acciones de Política Exterior.
        Pese a las versiones contrapuestas a que se ha hecho alusión, el Pragmatismo es, como el Aislacionismo, cita obligada en un estudio que pretende desbrozar la génesis de la Realpolitik Estadounidense y que remite, necesariamente, al Excepcionalismo  Norteamericano.
        La tendencia principal de los primeros 14 años de este siglo ha sido el descenso gradual en la dominación Geopolítica Mundial de Estados Unidos en particular y de Occidente en general. Creemos que para entender las razones por las que el País con un aplastante poderío militar es incapaz de mantener su preeminencia hay que analizar la situación que se desarrolló a partir del colapso de la Unión Soviética: los Líderes Estadounidenses interpretaron la desintegración de la URSS como el final de la lucha mundial y el momento para empezar a desarrollar nuevos proyectos globales. A falta de fuerzas que se lo pudieran impedir, se podía actuar sin considerar las peculiaridades de las diversas regiones del mundo donde estos proyectos se introducían.
        En efecto, podemos distinguir que en la Política Estadounidense de los ‘90 dominaban tres postulados:
      1. El mundo ha pasado a ser Unipolar, por lo que se debe desarrollar un Sistema Económico Común donde a cada Estado se le otorga su propio papel en el marco de la división internacional del trabajo. Las fronteras interestatales se consideran un vestigio del pasado y no deben impedir el movimiento libre de capitales, mercancías y recursos humanos.
      2. El patrón Liberal del orden social es el único posible ejemplo para todo el mundo y debe desplegarse a fondo sin restricciones obsoletas dictadas por las culturas tradicionales.
      3. Occidente goza de una posición excepcional en comparación con otros países. En particular EE.UU. asume el papel de centro intelectual global empleado principalmente en la elaboración de un producto informativo, mientras que los otros países asumirán las funciones de extracción de materias primas y de producción de bienes materiales, en particular los que tienen un fuerte impacto ecológico.
      De todo esto se desprendía el debilitamiento de la Soberanía Nacional de los países de la periferia y la transferencia de las funciones Estatales a ciertas Estructuras Supranacionales. 
      Bajo las banderas de la Globalización el gran negocio empezó a exportar intensamente las capacidades industriales desde Occidente a los países en desarrollo que ofrecían una fuerza laboral incomparablemente más barata. De ahí la desindustrialización en Norteamérica y Europa. Países anteriormente atrasados como China y la India no solamente se han convertido en poderosos Centros Geopolíticos (China está pisando los talones de EE.UU. en cuanto a volumen de PIB), sino que también han pasado a ser  los principales rivales de EE.UU., tanto económica como militarmente. La Política Liberal llevada al absurdo con la legalización de los vicios y perversiones y llevada a cabo sin consideración de las peculiaridades nacionales o de las tradiciones culturales ha desacreditado la idea Liberal como tal”, opinan Expertos Geopolíticos en un Artículo para el portal VPK News.
       El uso de las consignas de la  “protección de las fuerzas democráticas” para justificar  las intervenciones militares junto con el apoyo abierto a grupos ultranacionalistas (en Ucrania) o fundamentalistas (en Libia y Siria) ha hecho mermar la atracción del Modelo Social Occidental, algo que socavó las bases morales de la influencia Estadounidense en el mundo.
      Además se ha formado una gran burbuja virtual y no productiva  en la economía de EE.UU.,  que ha concentrado gigantescos recursos financieros cuyo tamaño es considerablemente mayor que el del sector real (productivo) no solamente de EE.UU., sino también de todos los Países Occidentales (Predominio del Capital Financiero del Neoliberalismo). De ahí la amenaza de un colapso del dólar y del crecimiento de todos los componentes de la deuda nacional, procesos que en su conjunto llevan a una crisis económica.
      Todo eso dio como resultado que las Élites Nacionales de los anteriormente incondicionales aliados de EE.UU. empezaron a tratar de liberarse de su control porque con el colapso de la URSS, estos países dejaron de necesitar la protección de Washington, sobre todo su protectorado económico; esto presentó una amenaza al acceso de EE.UU. a las materias primas baratas, principalmente en lo referente a combustibles, y debilitó su influencia.
      La intención de los aliados de salir de la esfera de protección Estadounidense fue fomentada por la obvia desconsideración de sus intereses por parte de la Casa Blanca. Ante esta situación, la Élite Estadounidense no tuvo otro remedio que tomar medidas de emergencia para neutralizar estos procesos. De todas las posibles soluciones se escogió el método más costoso y menos eficaz: el militar. Probablemente aquí prevaleció la ilusión de vencedor y amo del mundo o conclusiones incorrectas extraídas tras las guerras de Yugoslavia, Libia, Afganistán, Irak,  que le hicieron sentirse capaz de resolver cualquier problema político mediante guerras sin contacto directo, o sin riesgo de ocasionar grandes bajas en sus fuerzas.
      El análisis de los acontecimientos de la primera década de este siglo proporciona la imagen de la Estrategia Estadounidense en ese período: tras crear un fundamento moral y psicológico para un amplio uso de la fuerza  gracias a los atentados terroristas del 11 de Septiembre, lanzan ostensiblemente poderosas operaciones para aplastar a los Países obviamente desobedientes y posteriormente convertirlos en plazas de armas para la expansión en Asia Central y la presión sobre Rusia y China, así como sobre los países de Oriente Medio y África del Norte, que conforman “Eurasia” (Quien domine Eurasia dominará el Mundo, dijo ya en 1919 el más famoso de los Geopolíticos, Sir Halford MacKinder). Precisamente dos países de esa zona: Irak y Afganistán, manifiestos enemigos de EE.UU. con posiciones geopolíticas excepcionalmente beneficiosas, fueron escogidos como objetivos del primer golpe. Sin embargo, los primeros éxitos tácticos que permitieron a EE.UU. y sus aliados de la OTAN ocupar el territorio de estos países, fueron seguidos por enormes pérdidas económicas y humanas en la guerra contra la insurgencia.
      Para 2006 los Estrategas se dieron cuenta de que los objetivos políticos de las operaciones en Afganistán e Irak  no eran alcanzables y de que la derrota militar de Occidente era una cuestión de tiempo, como está pasando ya con el surgimiento y poderío del Estado Islámico(ISIS) ahora elevado a la categoría de “Califato” que domina la mayor parte de Irak y gran parte de Siria y Turquía. Y al parecer, el Gobierno Estadounidense entendió que sin cambiar  los  métodos  era imposible realizar con éxito las tareas globales. Entonces, el remplazo del belicoso George W. Bush por el  pacificador Barack Obama –al que le entregaron un Premio Nobel de la Paz anticipado para crear la imagen pertinente– significó el cambio de EE.UU. para realizar una nueva estrategia aunque la metas no cambiaron; lo que cambió fue solamente la herramienta: se priorizaron los métodos del ‘poder suave’. Aun así la misión de la operación Primavera Árabe, lanzada en 2011, fue radical: derrocar a los Regímenes de Oriente Medio y África del Norte que estaban empezando a estar fuera del control estadounidense para remplazarlos por Gobiernos estrechamente vinculados con EE.UU. aunque no tuvieran aceptación popular.  Sin embargo, aquí Washington también fracasó. En los países donde los Regímenes Autoritarios procuraban llevar una política moderadamente autónoma conservando cierta dependencia de Occidente, aparecieron Fuerzas Islamistas radicales. Siria logró repeler la agresión sufriendo pérdidas materiales y humanas enormes. Egipto vio una Contrarrevolución que llevó al Poder a fuerzas que empezaron a reorientar sus políticas hacia otros centros geopolíticos, incluyendo a Rusia, y tuvo que recurrir a una sangrienta represión con Dictadura Militar cuyo destino aún está por verse. Esta serie de fracasos de EE.UU. en la región llevaron a que inclusive aliados tradicionales como Arabia Saudita y Catar empezaran a actuar con más independencia y a veces en contra de los intereses de su aliado Norteamericano. Se sabe que Arabia Saudita desembolsó a Egipto unos 3.000 millones de dólares para la adquisición de armas rusas. Según algunos medios, también fracasaron los esfuerzos del Presidente Estadounidense para inducir a las Monarquías del Golfo Pérsico a coordinar acciones para reducir drásticamente los precios del combustible para perjudicar a Rusia”, resalta el Artículo del portal citado. 
      Además, acotemos nosotros que EE.UU. está perdiendo su influencia en América del Sur, en particular en Venezuela, el mayor productor de petróleo de la región así como también en Ecuador, Bolivia, Argentina y Brasil.
      “En esta situación la declaración de una revolución de pizarra [o revolución del esquisto], que presuntamente ayudaría a Occidente a conseguir la independencia energética, de hecho es la admisión por parte de EE.UU. de que sus esfuerzos para restaurar el control sobre los recursos energéticos mundiales han fracasado”, añaden los expertos.
      Pensamos que una de las desventajas de la Estrategia Estadounidense es su radicalismo.  En lugar de realizar sus tareas gradualmente, paso a paso, suavemente, volviendo la situación a su favor, el Gobierno intentó hacerlo lo más rápido posible, prácticamente cambiando el Poder entero en el País del que se trate. Por lo tanto fracasa la gestión del proceso de cambios: de un Golpe de Estado bien controlado la situación desciende a la fase de Revolución, que es muy difícil o imposible de dirigir. Entre los ejemplos se encuentran todas las etapas de la Primavera Árabe y Ucrania, donde el Poder se resistió hasta el final y se involucraron en el proceso grupos radicales locales, que después de hecho tomaron el Poder en lugar de los Líderes por los que había apostado Washington. Otra causa de los fracasos estadounidenses es la subestimación de las fuerzas hostiles. Como resultado, las operaciones casi siempre se demoran, los objetivos no se alcanzan en la mayoría de los casos y se socavan los planes iniciales.
      Otra deficiencia que encontramos en la Política Exterior Estadounidense es atenerse a los mismos patrones: Los acontecimientos de la Primavera Árabe se desarrollaron en diversos países según el mismo escenario, el mismo modelo, sin tener en cuenta la diversidad étnica y otras diferencias. Luego, a pesar de las consecuencias negativas para los intereses de EE.UU., el mismo escenario casi sin modificaciones pudo verse en Ucrania. De ahí el fracaso posterior, con la reincorporación de Crimea por Rusia y graves pérdidas políticas de Washington.
      En la mayoría de los casos, EE.UU. comenzaba una nueva operación sin terminar la previa. Sin acabar con los Talibanes en Afganistán, lanzaron una operación en Irak. Sin retirar las fuerzas de esos dos países, amenazaron con represalias militares a Irán. Sin resolver el problema Sirio, aportaron a la desestabilización de Ucrania. Como resultado se dispersan los esfuerzos y recursos y se producen fracasos consecutivos, al igual que daños a la reputación del País. Seguir ciegamente un plan, por muy genial que sea, sin considerar la situación real, es un camino hacia la derrota”, recuerda el Artículo de “VPK News”. Nosotros ya habíamos apuntado en un Artículo anterior: El Excepcionalismo Norteamericano”, que en situaciones críticas y poco habituales, la Política Estadounidense es incapaz de reaccionar y adaptarse rápida y adecuadamente (fruto de la Ideología del Pragmatismo,y su expresión:el Excepcionalismo); sus acciones se vuelven asistemáticas y se escogen métodos inefectivos. Como ejemplo mencionaremos las visitas de Altos Cargos Estadounidenses a Kiev durante las protestas del Maidán o el contenido de las sanciones contra Rusia.
      Concluyendo podemos decir que las causas de la ineficacia de la Política Exterior Estadounidense son de carácter sistémico y radican en la misma estructura NeoConservadora de la “Élite del Poder” de EE.UU. y en los mecanismos de su funcionamiento. Es imposible eliminar estas causas a corto plazo, a no ser que haya un fuerte y decisivo golpe de timón, algo a lo que Latinoamérica (y especialmente Paraguay) debe prestar atención en el establecimiento de su Estrategia Política Exterior.
        Si los EE.UU. deciden rectificar rumbos para evitar nuevos fracasos en su Política Exterior deben volver a la tradición democratistadel Pte. Woodrow Wilson: su fe en el Sistema Democrático Liberal y confianza en que el mismo se expanda a otros países del área. Recordemos que el Presidente Wilson comenzó una tradición distinta en los Estados Unidos: no supeditar los ideales de la Democracia a las metas exclusivamente económicas. La Democracia era el “prerrequisito para la promoción de la libertad económica y la justicia social. Y estaba acérrimamente en contra de los Gobiernos golpistas, tiránicos y violentos: Jamás reconoceré a un Gobierno de carniceros dijo refiriéndose al Gobierno de facto del mexicano Victoriano Huerta, quien dirigió el Golpe que derribó y asesinó al Presidente Constitucional Francisco I. Maderos; pues para él Democracia significaba Estado de Derecho y respeto a los Derechos Humanos. Porque Woodrow Wilson era la encarnación misma de la tradición del Excepcionalismo y el Excelsiorismo Norteamericano y originó la que llegaría a ser la Escuela Intelectual predominante en la Política Exterior Norteamericana. Fue Wilson quien forjó el pensamiento norteamericano; fue Wilson quien captó las fuentes de la motivación norteamericana, siendo la principal que los Estados Unidos simplemente no se consideraban una Nación como cualquier otra, y cualesquiera que sean las realidades y las lecciones del Poder, la perdurable convicción del Pueblo Norteamericano ha sido que su carácter excepcional y excelso reside en la práctica y la propagación de la Libertad. Wilson repitió lo que ya era del dominio público desde Jefferson, la misión especial de los EE.UU. trasciende la diplomacia cotidiana, y los obliga a servir como Faro de Libertad para el resto de la humanidad”. “Creamos esta Nación para hacer libres a los hombres, y no limitamos nuestra concepción y nuestro propósito a este país, y AHORA HAREMOS LIBRES A LOS HOMBRES. Si no lo hacemos, desaparecerá la fama de nuestra patria, y todo su Poder se disipará” (Discurso en Boston: 24 de Febrero de 1919). Y en verdad, esta Escuela de Pensamiento es producto de la experiencia norteamericana: aunque han existido otras Repúblicas, ninguna fue creada conscientemente para encarnar la idea de la Libertad. La población de ningún otro país decidió encabezar un nuevo Continente y civilizar sus regiones despobladas en nombre de la Libertad y la Prosperidad para todos. Así, un positivo “Wilsonismo” redivivo debe ser adoptado por la Élite Pragmatista Norteamericana para cumplir el papel que le estuvo asignado por la historia. 


sábado, 18 de octubre de 2014

LA IDEOLOGÍA SÍ EXISTE Y NO...

    LA IDEOLOGÍA SÍ EXISTE Y NO SE HA ACABADO    
        En el portal del Periódico digital “ELCOLORADO” del 3 de Octubre ppdo., pudimos leer una Respuesta de un lector, que firma JUAN, respecto a declaraciones del Presidente de la Rca. justificando el nombramiento de la nueva Ministra de la SENAVITAT; hela aquí transcripta:
        Para facilitar la comprensión acerca del modelo de país que Horacio Cartes concibe, hace algunos días dio algunas claves interesantes, no por novedosas en cuanto a revelaciones inesperadas sino por lo explícito de su pensamiento: el País es como una gran Empresa, donde el gran producto es la gente”, para este Presidente se acabaron las ideologías, hoy ya no interesa la izquierda o la derecha,  hay que trabajar”. Y comenta el lector JUAN: Si la gente es el gran “producto”, ¿qué pasa con los productos que no son vendibles? ¿Se desechan y a otra cosa? En tren de hacer analogías: ¿los Ministros vendrían a ser Gerentes de esta gran Empresa, Paraguay Sociedad Anónima, de la cual el “GRUPO CARTES” se convierte en GRUPO PAÍS y el Presidente se ve como dueño?”.
       Sea o no que el Presidente considere al País como una gran Empresa, nosotros queremos abordar el problema muy sensible de la IDEOLOGÍA: ¿sirve o no? ¿Se ha llegado al fin de las Ideologías o aún están muy vigentes? Examinémoslo desde el principio.

1.    ¿QUÉ ES LA IDEOLOGÍA?

        El término ideología ha pasado del lenguaje de las Ciencias Sociales al lenguaje usual y fue perdiendo paulatinamente su sentido originario siendo hoy el concepto de  ideología objeto de gran polémica. Por eso es importante recalcar que la ideología no es la totalidad de la cultura, pero sí se la puede considerar como un elemento singularmente importante de ella, como su verdadero núcleo. Por tal motivo consideramos de vital importancia, hoy en nuestro país, el conocimiento teórico y sus referentes empíricos que resultan de las propuestas ideológicas de los Partidos que deben estar referidas en un sistema de proposiciones doctrinales conformes a las aspiraciones de nuestra sociedad en este momento concreto de su evolución. La necesidad de la adecuación de las ideologías políticas debe ser una constante en un mundo de transformaciones en lo social, político y cultural y la reactualización ideológica debería ser permanente, puesto que la realidad social es un proceso y, por lo tanto, cambiante.
       Para decidir que un fenómeno es político, económico o religioso,  es preciso atenerse a un criterio. No obstante, la contraposición central permanece: la realidad social es lo que se muestra como una totalidad, en tanto que el entendimiento humano solo puede aprehender partes de esa realidad y es por eso que la ideología es una palabra de una significación tan variada y movediza, que se hace difícil aprisionar sus elementos inteligibles en el espacio unitario de un concepto.
          El término IDEOLOGÍA tiene su origen en Antoine Destutt de Tracy, un autor francés de la época de la Ilustración quien la significó como "doctrina o ciencia de las ideas". En una extensa obra “Elementos de Ideología” publicada en cinco tomos en 1801, trata de explicar el nacimiento y formación de nuestras ideas a partir de la sensación y la experiencia. De aquella primera significación se aparta la interpretación que unos cuarenta años mas tarde hicieron Carlos Marx y Federico Engels. En una obra que publicaron en 1845 decían que Ideología significaba falsa conciencia de la realidad, separación entre teoría y praxis, abstracción etérea que el pensamiento hace de las condiciones materiales, sociales e históricas que configuran la realidad. En vez de leer e interpretar la historia en su justa, cabal y objetiva realidad material,  crea un mundo místico y difumina la conciencia volviéndola falsa e ilusa”. Y concluían en que solo un saber real, en consonancia con la base operante que es la infraestructura económica, trae consigo una conciencia real y verdadera. Y no obstante una larga serie de  antecedentes, tenemos que reconocer que tuvimos que llegar a Marx para encontrar el uso técnico y científico del concepto de ideología aplicado al ámbito socio-político.
        Pero hay que distinguir dos momentos en el pensamiento de Marx y Engels: al comienzo ideología significaba falsa conciencia, conocimiento-ficción que brota solapadamente de una sub-estructura  económica social opresora; el proletariado, en cambio, gracias a la "mediación reflexiva del trabajo" tiene conciencia verdadera, es decir, reflejo fiel del ser de las cosas.
       En el segundo momento, el pensamiento de Marx hace uso del término ideología para significar la conciencia del proletariado revolucionario. Y así vemos que el Marxismo-Leninismo se designa a sí mismo como ideología. Y es precisamente en esta dirección que el concepto de ideología se orienta en el siglo XX. Así, la "sociología del conocimiento" considera que todo sistema de ideas está vitalmente condicionado por su contexto socio-político-económico-cultural. Nuestras ideas siempre son un reflejo de la constelación histórica en la cual nacen y crecen. Inclusive el “Documento de Puebla” (1979) de la Iglesia Católica dice: Llamamos ideología a toda concepción que ofrezca una visión de distintos aspectos de la vida, desde el ángulo de un grupo determinado de la sociedad... Las ideologías llevan en sí mismas la tendencia a absolutizar los intereses que defienden, la visión que proponen y la estrategia que promueven, En tal caso, se transforman  en verdaderas religiones laicas”.
       En fin, dada la premura del espacio, y sin pretender agotar el tema, podemos resumir que IDEOLOGÍA es, en primer término, un conjunto orgánico y dinámico de ideas, principios y pasiones con que se lee y se interpreta la realidad social, con que la conciencia colectiva de un grupo se moviliza y marcha hacia un horizonte histórico”. En segundo término, es proclamada y propugnada por un grupo numeroso de ciudadanos y hace fuerza en la opinión pública”.

       En cuanto a la “Ideología Política” hemos preferido la definición de Zbigniew Brzezinski, aquel célebre profesor de Harvard y asesor del Consejo de Seguridad Nacional de la Administración Carter, que pergeñó los lineamientos de la Comisión Trilateral y fue un ideólogo adelantado del capitalismo de la Revolución-Científico-Tecnológica”, para quien: Ideología Política “denota una doctrina del poder político en la cual, en forma simultánea, se definen los objetivos, se describen los métodos para alcanzarlos y se moviliza el apoyo que estos requieren” y agrega que está formada por tres componentes: “supuestos filosóficos, conceptos doctrinarios, y un programa de acción que dimana de la doctrina y está basado en los supuestos filosóficos” (The Soviet Bloc: Unity and Conflict p.489; Harvard University Press; Cambridge, MA, 1967). Y la ideología se expresa en la Teoría entendiéndose como buena teoría”, según la politóloga Margot Light: “aquella que puede ser adaptada o expandida a fin de que se reflejen en ella las nuevas circunstancias, de modo que permita explicar el pasado, sirva de modelo para el presente, tenga cierto valor de predicción para el futuro” (The Theory of International Relations”; p.318; St. Martin's Press; New York, 1988).

                       2. ¿HA MUERTO LA IDEOLOGÍA?

         El Neoliberalismo plantea la superación de las ideologías en un mundo pragmático dominado por la globalización y la revolución científico-tecnológica y su portavoz mas célebre es Francis Fukuyama, autor de “El Fin de la Historia y El Último Hombre” que la expresó por primera vez en un artículo publicado en "The National Interest" (Num. 18; N. York 1989) titulado "El Fin de la Historia". La, ahora tan de moda, tesis neohegeliana que plantea se basa en dos conceptos esenciales: el primero, que la historia puede ser unidireccional , es decir secular, no únicamente cíclica; y el segundo, que la fuente del movimiento histórico puede ser ideacional, lo cual implica una determinación de su proceso desde arriba hacia abajo, o sea, que las ideas son las que configuran las estructuras, en especial las instituciones, y luego estas movilizan las masas y el progreso material. Entonces, según esta escuela de pensamiento, para el proceso causativo es importante que la Democracia Liberal –que ha sido el patrón de conducta de los EE.UU. desde sus inicios hasta nuestros días– es   la que ha triunfado en todo el mundo y si ya no existen otros conceptos mejores ni decisivos que puedan ser imaginados, ciertamente la historia ha terminado puesto que se ha llegado al punto final de la evolución ideológica de la humanidad y la universalización de la democracia liberal de Occidente como la forma última del gobierno humano. Y esto, por supuesto, implica el fin de las ideologías.               
        Como el mismo Fukuyama lo reconoce, esto no es nuevo y mucho antes grandes pensadores lo han expuesto, como Edward Shils ("¿El Fin de toda ideología?"; Milan, 1955) y Seymour M. Lipset ("El Hombre Político. Las Bases Sociales de la Política"; Cap. XIII; EUDEBA; Bs. Aires, 1963) y por supuesto, el primero: Hegel, cuando afirmaba que en su sistema la opinión alcanzaba al final la condición de verdad y la ideología se transformaba en filosofía; y eso era el fin de la historia porque en lo sucesivo resultaría imposible presentar una proposición filosófica que fuera al mismo tiempo verdadera y nueva, pues la historia, para Hegel, puede ser entendida en el sentido más restringido de la historia de la ideología o la historia del pensamiento sobre principios primordiales”. Por eso es bueno aclarar al lector no avisado en cuestiones filosóficas,  que El Fin de la Historia no significa el fin de los sucesos del mundo, sino el fin de la evolución del pensamiento humano sobre esos principios primordiales.
        Por supuesto que la tesis de Fukuyama ha suscitado muchos cuestionamientos, especialmente entre los intelectuales Neoconservadores, que es interesante destacar porque en nuestro medio se observa un marcado desconocimiento del Conservadurismo como ideología y su contraposición histórica al Liberalismo con el cual más bien se lo confunde. Es así como Irving Kristol, uno de los máximos ideólogos del Neoconservadurismo contemporáneo, afirma: La única manera que conozco para liberarse de la sensibilidad y el tipo de pensamiento hegelianos consiste en retornar a Aristóteles y a su comprensión de que todas las formas de gobierno –democracia, oligarquía, monarquía, tiranía– son de modo esencial inestables, que todos los regímenes políticos son de transición por naturaleza, que la estabilidad de todos ellos se corrompe con el poder corrosivo del tiempo. No es un accidente... que el siglo XX  haya sido testigo de una serie de rebeliones contra la democracia secular, liberal y capitalista. Estas rebeliones han fracasado, pero los principios que las alimentan siguen existiendo”. Y la historiadora conservadora Gertrude Himmelfarb cuestiona la tesis de Fukuyama fundándose también en Hegel porque la dialéctica no consiste, como dice el señor Fukuyama, en un comienzo, un punto medio y un final’, sino en una tesis, una antítesis y una síntesis’, en la cual la síntesis de la etapa precedente constituye la tesis de la presente, poniendo en movimiento de este modo un ciclo dialéctico infinito y preservando así el drama de la historia”. Y el mismo Fukuyama contestando a sus críticos terminaba aceptando que existen aun fuentes de rivalidad ideológica contra el Liberalismo moderno como lo son los remanentes del Socialismo, el Fundamentalismo Islámico, y los que considera como de mayor seriedad, el Nacionalismo y el Factor X’: alguna nueva ideología que espera detrás del horizonte y de la cual aún no somos conscientes”, como ahora está ocurriendo con la “Cuarta Ideología” del Eurasismo Ruso y el Wahabismo enarbolado por el Estado Islámico.

       Así pues, deberíamos aceptar que el Poder de la Ideología existe y sigue teniendo una influencia gravitante en el destino humano. Tal es así que en los últimos ciento cincuenta años, la ideología Liberal, la Nacionalista y la Marxista han dividido a la humanidad respecto a la concepción de las relaciones entre la sociedad, el Estado y el mercado. Y dicho conflicto intelectual no tiene simplemente un interés histórico. El Liberalismo, el Marxismo y el Nacionalismo (económico y también político) siguen estando vivos en este siglo XXI y sabido es que ningún sistema socioeconómico-político puede afirmarse y mucho menos perdurar si no está apoyado en una estructura ideológica que movilice la voluntad general y sostenga las energías de una nación o comunidad política en determinada dirección. Por eso no es posible delinear una Estrategia Política sin evaluar la evolución de las relaciones entre la ideología y los enfoques pragmáticos de política exterior, política económica y de seguridad interior. Pasar por alto el factor ideológico sería una limitación importante para el diseño estratégico puesto que la eliminación del factor ideológico en las relaciones entre los Estados y los individuos –como lo quiere Francis Fukuyama, y al parecer el Pte. Cartes– resulta prácticamente imposible de comprender si no se considera la frase como una expresión mal aplicada.-

EURASISMO (2ª PARTE)

    EURASISMO: 2ª PARTE
         SITUACIÓN ACTUAL DEL EURASISMO.

         Guerras y Revoluciones se suceden en todas partes actualmente: Malí, Siria, Irak, Palestina, Levante, Ucrania ¿Qué piensa el Geopolítico, Filósofo e Ideólogo Aleksandr Dugin acerca de la situación en el Magreb/Oriente Medio? ¿Terminará en un baño de sangre y con otros 10 años de guerra? Dugin es categórico, dice que NO, nunca va a terminar: Es el proyecto caótico patrocinado por el Occidente que está perdiendo su Poder para controlar las sociedades no occidentales por otros medios. La sangre será derramada más y más. Sólo cuando todos los Musulmanes apunten sus armas contra los Occidentales y se unan a la batalla Eurasianista final contra la hegemonía ésta se detendrá. El Imperio sigue dividiendo, pero ya no puede controlar todo efectivamente. Así que empieza a dividir y eso es todo. No puede gobernar, solo matar. Así que tenemos que devolver el golpe.
           En cuanto a su opinión sobre el Islam e Irán, Dugin afirma que  admira a Irán y admira al Chiísmo y el Sufismo. Es una tradición espiritual que lucha en contra de la modernidad apuntando a su centro. En realidad, nosotros podemos agregar que hay muchos tipos de Islam: está el Islam Tradicional y está la versión Wahabista que Dugin considera una versión modernista y universalista del Islam, que además parece funcionar acorde a los intereses de Estados Unidos como una especie de unidad sub-imperialista. Así que él apoya el Tradicionalismo en todas las religiones. Sin embargo, a Irán y la Tradición Chií los amo de todo corazón”(sic).
       ¿Qué mundo futuro (cercano y lejano) nos gustaría ver? ¿Cuál es esa visión?, porque en la situación actual los pueblos están desprovistos de futuro entendiendo el futuro existencialmente como el horizonte de la auténtica existencia del Dasein, como Ereignis (acontecimiento/ser parte de), la llegada del último Dios (letzte Gott). Pero este futuro es incompatible con el Logos en descomposición de la historia Occidental. El Occidente actual (Estados Unidos y parte de Europa) ¿debe ser aniquilado –como quiere Dugin– y la humanidad debe ser reconstruida en un terreno diferente? ¿Estamos en frente de la cara de la Muerte y el Abismo? Nosotros entendemos con Dugin que debe haber “un nuevo comienzo de la Filosofía o... nada de nada”. La misma nada como ahora, no se percibe más como tal. Así que el futuro no vendrá por sí mismo, tenemos que hacerlo. Pero antes hay que destruir lo que es o parece ser. Como puede verse en Facebook y páginas de Internet, hay un montón de gente dispuesta a algún cambio revolucionario del paradigma de su mente, e incluso quizás para revoluciones físicas. ¿Son cambios reales que vienen a nuestro mundo? ¿Se podría predecir cuándo y cómo? Sin lugar a dudas el Cambio de Paradigma es absolutamente necesario; no se ven suficientes hombres y mujeres dispuestos a cambiarse a sí mismos y al mundo que les rodea, sin embargo se nota algo: es demasiado pequeño para la esperanza, pero demasiado grande para la desesperación, pero se necesitan medidas más decididas y concretas; es bueno que algunos comiencen a despertar.  Dugin opina que el odio a Occidente, la Globalización, el consumismo, a los Medios de comunicación, las mentiras democráticas, la basura de los derechos humanos, la dictadura del Capitalismo, la llamada “sociedad civil” y la dominación Estadounidense es cada vez mayor. Así que debemos ir más allá. La vigilia significa la revolución y la guerra. Es poco probable que comience ahora. Pero debería comenzar ahora mismo, porque mañana será demasiado tarde”(sic). Es decir, su ideario es simple: hay que combatir el Imperialismo Estadounidense, el Mundo Unipolar, el Universalismo de los valores Liberales, del Mercado y de la Tecnocracia. Como Alternativa propone  una Organización del Mundo Multipolar como conjunto de Grandes Espacios, cada uno con su sistema de valores propios, sin ningún prejuicio. Para realizar este proyecto es necesario crear el Proyecto Euroasiático común para Europa y Rusia pero con alianzas estratégicas con otras fuerzas y culturas que rechazan el Mundialismo Estadounidense y la Dictadura Liberal planetaria. El “Eurasismo” que defiende es el del pluralismo absoluto de valores.
     Ahora bien, Rusia parece salir de una larga hibernación con la pretensión de prepararse a ser un Actor de Primer Plano; pero, ¿el País tiene los medios para sobreponer los desafíos en curso? (demografía, sanidad, provocaciones militares occidentales, fuertes inmigraciones, etc.) ¿Cómo podemos juzgar la situación rusa en relación a la crisis financiera mundial? Indudablemente, la historia está abierta; nadie conoce el futuro; pero  Rusia va a entrar en un período crucial de su historia. La crisis va a tener un gran impacto sobre la economía rusa que sigue siendo liberal; ello puede dañar las ilusiones de Poder en cuanto a eficacia bajo los preceptos liberales. También el unilateralismo totalitario decretado en 1991 por Estados Unidos parece haber llegado a su término. Asistimos a una suerte de renacimiento de los espacios autárquicos en Asia (China, India), en el mundo musulmán (Turquía, Unión PanAfricana), en Eurasia (Rusia), en América del Sur (Brasil, Venezuela que esperamos supere el “Chavismo” pero sin caer nuevamente en la Derecha Oligárquica), ¿es posible que estos fenómenos sean motivos para volver a estar entusiasmado políticamente? Puede que  sea así, pero aún es muy temprano para que los “anti Occidentales” puedan festejar ninguna victoria. Algún día los Estados Unidos caerán, pero no ahora; sin embargo No creemos que ellos quieren iniciar una guerra –una Tercera Guerra Mundial pura y dura– que causará inmensas penas a la humanidad y puede destruirla por completo. Los Estados Unidos no pueden más gobernar el mundo, eso es seguro, pero tampoco pueden resignarse, eso sería para ellos una catástrofe. Su única solución sería intentar transplantar sus problemas a otros; ello significaría conflictos por todas partes sin un fin previsible.
       Ahora, Europa parece totalmente ausente de este Renacimiento Geopolítico”, tal es su sumisión bajo el paraguas americano”, ¿qué está pasando con  la Unión Europea y el lugar que debería tener Europa en el mundo junto a Rusia?  Según el criterio Eurasista hay dos Europas: La Europa Continental (Franco-Alemana) y la Europa Atlantista (incluida la Nueva Europa); estas dos Europas son geopolíticamente opuestas en todo, pero con Hollande y Merkel la posición de las fuerzas continentales devino más débil, entonces no hay que elucubrar ninguna receta para Europa, es problema de los europeos qué elegir. Aunque para muchos Franceses, Rusia es un modelo por su capacidad de proponer un “contra modelo civilizatorio”, diferente al modelo Liberal Anglosajón y Capitalista. Ello sobrepasa la división Derecha-Izquierda, y reúne tanto a Comunistas como a Gaullistas históricos o incluso a Nacionalistas. Diferentes voces se levantan a favor de una Francia integrada a la Organización de Cooperación de Shanghai y de salir de la OTAN. Sin embargo, al mismo tiempo, la Administración de Hollande parece jugar dos puntas: el reblandecimiento con Rusia ¡integrando al mismo tiempo el mando armado de la OTAN! ¿Podemos juzgar esta doble orientación creíble, y cuál es el sentido profundo? Indudablemente es poco creíble y contradictoria. En cuanto a Rusia, sería un poco inocente creer que su economía funciona bien. Le falta todavía el sector real, productivo, y el desarrollo de las nuevas tecnologías. Rusia necesita a Europa como Europa necesita a Rusia para tener economías garantizadas mutuamente por los recursos necesarios y el acceso a las nuevas tecnologías.
     Los Eurasistas analizan también que para los europeos, las grandes inquietudes del futuro son el posible liderazgo económico Chino y la explosión demográfica de las poblaciones musulmanas al interior de Europa. ¿Cómo estiman  la compatibilidad e incompatibilidad de estos dos elementos? porque parece que el asunto del Islam, o las relaciones con China, por ejemplo, no son abordados de la misma manera en Europa que en Rusia: tienen las mismas preocupaciones  pero distintos tiempos para jerarquizar los peligros. Para el Eurasismo, Primero deben liberarse de Estados Unidos y la dictadura del Pensamiento Único, y sólo luego ocuparse de los Chinos y los Musulmanes. Piensan que se debe proponer a los musulmanes el modelo de integración dentro de la cultura Europea, pero para ello es necesario proteger, a veces salvar, aquella cultura. En cuanto a los chinos, podemos decir que los consideran parte del “Proyecto Eurasia”.     Pero para controlar este asunto del control de las olas migratorias es, de nuevo, necesario liberarse de los Mundialistas, de los Liberales y de los Atlantistas. Este círculo vicioso sólo puede romperse comenzando la lucha contra Estados Unidos. Los Musulmanes y los Chinos son desafíos secundarios. Se aplica esto tanto para Europa como para Rusia.
       El Gobierno de Obama parece querer hacer la paz con el mundo entero. Sin embargo cuando se observan sus declaraciones políticas se cae en la cuenta de que son más ofensivas que las del “Tea Party”; entonces ¿qué cambios podremos esperar en la relación con Rusia? La explicación de los Eurasistas  es que Obama depende del Consorcio Político y Geopolítico Americano”. Entonces, no está libre para hacer lo que quiera. Va a hacer guerras locales e intervenciones militares de la misma manera que lo hubiese hecho Bush. Es la lógica de las Leyes Geopolíticas y no las opiniones personales las que cuentanafirman con convicción.
        Pasemos ahora a analizar la interesante “Unión Euroasiática”: un Ente que abarca a ex-Naciones Soviéticas. Su eje está en Moscú y debería entrar en funcionamiento el 2015. Este Organismo Regional, promovido por Rusia con el respaldo de Bielorrusia y Kazajstán, tiene fundamentos ideológicos  diametralmente opuestos a los de la Unión Europea. Es, según el historiador Británico Timothy Snyder, profundamente antidemocrático y no mira bien al libre mercado ni a los derechos humanos. La Unión Euroasiática es, a diferencia de su contraparte europea –según el historiador de Yale– “una organización jerárquica que por su naturaleza no parece admitir a miembros que sean democráticos ni tiene simpatía por el imperio de la ley ni los derechos humanos. Cualquier democracia dentro de la Unión Euroasiática podría ser un peligro para el poder de Putin en Rusia”.
     Según Snyder, este organismo regional fue fundado alrededor del 2001 bajo la inspiración del politólogo ruso Aleksandr Dugin, cuya figura pesa en acontecimientos determinantes para el mundo como el de Ucrania. De acuerdo a la visión del historiador Snyder, Dugin es el ideólogo del llamado “Nacional Bolchevismo” cuya esencia filosófica se halla en su libro “Los Fundamentos de la Geopolítica”, publicado en 1997. “Sigue muy de cerca el marco teórico de Carl Shmitt, inspirador del nazismo alemán”, sostiene Snyder.
       Dugin nació en 1962 y es considerado un “tradicionalista”. Se lo mira como uno de los ideólogos del Imperio Euroasiático. Aunque es crítico de Putin por haber sido permisivo con Ucrania, tiene muchos contactos en el Kremlin y entre los militares rusos. En su obra magna sobre la Geopolítica toma el concepto del geógrafo y político inglés Halford John Mackinder: “de la oposición geopolítica entre las Potencias Terrestres y las Marítimas”. (La Geopolítica es la rama de la Política que trata de cómo el medio geográfico influye en los acontecimientos políticos e históricos). Dugin sostiene que estas potencias son culturalmente antagónicas y que representan el choque entre tierra y mar, lo que para él corresponde a la división entre Oriente y Occidente. Las sociedades basadas en la tierra (Telurocráticas) –teoriza Dugin–  están atraídas por sistemas de valores absolutos y tradiciones, mientras que las sociedades marítimas (Talasocráticas) son liberales”.
       Talasocracia o dominio de los mares (en griego θάλασσα =  thalassa: «mar», y κρατος = kratos: «poder») es un concepto  geoestratégico que denota al  Estado  cuyos dominios son principalmente marítimos, y  Talasocracias son Imperios marítimos en los que su fuerza depende del control del mar. Surgen a partir de países que por su naturaleza geográfica tienen necesariamente vocación marítima; es decir, países que son islas y penínsulas. Ejemplos de Talasocracias fueron el imperio español, el portugués, el británico y el japonés durante la 2ª Guerra Mundial, y lo es en la actualidad EE.UU.
       El término Telurocracia (del latín tardío telluricus , y éste de tellus: 'tierra', en última instancia del protoindoeuropeo tel: 'suelo', 'piso', y κρατος = kratos:'gobierno') llamada también en inglés como land power, designa a un concepto geopolítico  y geoestratégico  que denota al Estado cuyos dominios son principalmente terrestres,yTelurocracias son Imperios continentales en los que su fuerza depende del control del territorio. Surgen de países que por su naturaleza geográfica tienen necesariamente vocación terrestre; es decir, países con mucho territorio continental. Ejemplos de Telurocracias fueron la Francia de Napoleón, la Alemania nacionalsocialista, la URSS y China.
       Características: La vocación marítima de las Talasocracias  les da un carácter más orientado al comercio y la economía, más universalista, y nos atreveríamos a decir que más libertario, mientras que las Telurocracias tienen un carácter más político, más territorial, menos universalista y menos libertario.
       La Teoría del Heartland, también llamada “Teoría de la Región Cardial”, “Teoría del Corazón Continental”, “Área Pivote” o “Isla Mundial”, fue desarrollada también por el geopolítico inglés Sir Halford John Mackinder  (1861-1947) y posteriormente por Sir James Fairgrieve, y la cual postula que el dominio de un área concreta del mundo permitiría dominar a éste. Esa área pivote o región cardial es representada por Asia Central y Europa Oriental, y está rodeada de una franja intermedia donde se encuentran los ámbitos terrestre y marítimo. La teoría establece que en esa zona el poder terrestre tendría una mayor ventaja frente al dominio marítimo por su inaccesibilidad por mar, el aprovechamiento de los rápidos medios de comunicación terrestres y por la explotación de los recursos del área. Se afirma que la Nación que lograra conquistarla se transformaría en una Potencia Mundial. En más detalle y según Mackinder, la superficie de la Tierra se puede dividir en:
 * La Isla-Mundial, que comprende los continentes de Europa, Asia, y África, siendo el más grande, más poblado, y más rico de la tierra, de todas las combinaciones posibles.
 * Creciente interior o marginal, en el que se incluyen las Islas Británicas y las islas de Japón.
 * Tierras del Creciente exterior o insular, donde forman parte los continentes de América del Norte, América del Sur, y Australia.
     El Heartland o Área pivote se encuentra en el centro de la Isla-Mundial, se extiende desde el río Volga hasta el Yangtze y desde el  Himalaya hasta el Océano Ártico. El Heartland de Mackinder fue la zona gobernada por el Imperio Ruso y después por la Unión Soviética, menos el área alrededor de Vladivostok. En el año 1919 Mackinder resumió esta teoría con esta frase: “Quien gobierne en Europa del Este dominará el Heartland; quien gobierne el Heartland dominará la Isla-Mundial; quien gobierne la Isla-Mundial controlará el mundo”. Cualquier Poder que controlase la Isla-Mundial controlaría más del 50% de los recursos del mundo; el tamaño del Heartland y su posición central, le convierte en la clave para controlar la Isla Mundial, según pensaba Mackinder. Esta teoría se desarrolló al amparo de la fascinación que tenía Mackinder por el crecimiento del Poder Ruso.
      “En principio, Eurasia y nuestro espacio, el corazón de Rusia, es el área de una Revolución antiburguesa, antiamericana  El nuevo Imperio Euroasiático será construido sobre el principio fundamental del enemigo común: el atlanticismo’, el control estratégico de EE.UU., y la negativa a los valores Liberales”, dice Dugin en su Libro. Alexander Dugin es un hombre prolífico y artículos suyos aparecen en muchas publicaciones. Basta leer algunos de ellos para entender su perfil ideológico. Se lo acusa de fascista, pero en sus Ensayos critica al Fascismo en ciertas cosas y aplaude de él otras. “El Fascismo se equivocó al ayudar a los Liberales y luchar contra los Comunistas” –sostiene– “pero hizo lo correcto al luchar contra el Capitalismo, al ser antimaterialista y oponerse al modernismo”.
      Quizá uno de los artículos que con mayor lucidez retrata esa ideología lo escribió Charles Clover en Foreign Affairs”, en 1999. Según Clover hay dos versiones del Euroasianismo: La versión más moderada sostiene que “Rusia es excepcional y no debe Occidentalizarse para progresar. Pero en su línea más dura, añade Clover, “el Euroasianismo avizora al territorio de Eurasia como la plataforma para un Movimiento Global antioccidental, cuyo último objetivo es la expulsión del “Atlanticismo” y el Liberalismo de Eurasia”. Según Clover, este Movimiento tiene entre sus adeptos a miembros de la ultraizquierda y de la ultraderecha. El Euroasianismo ha triunfado al reconciliar al Comunismo, la Ortodoxia Religiosa y al Fundamentalismo Nacionalista dice.
      Dugin plantea la necesidad de llegar a una alianza antioccidental con el Islamismo, lo cual lo diferencia de los Nacionalistas rusos. Eso sí, ubica entre sus enemigos a grupos judíos, por considerarlos parte de la élite financiera responsable de la caída de la Unión Soviética. En otro artículo suyo define bien a quienes considera como aliados o rivales de su proyecto. Los aliados son–sostiene– aquellos de la Derecha o de la Izquierda que se rehúsan a la hegemonía Estadounidense, al ultra-Liberalismo, el Atlanticismo radical, al dominio de las Oligarquías y de las Élites Financieras cosmopolitas, a la Antropología Individualista y a la idea de los Derechos Humanos, así como al típico racismo occidental en las esferas, ya sean culturales, económicas biológicas o éticas, y a todos los que estén listos en cooperar con las fuerzas Euroasiáticas en defender el Multipolarismo, el pluralismo socio-económico y el diálogo entre civilizaciones”.                             Y los rivales de su proyecto, según Dugin, son aquellos que desde la Derecha defienden a los EE.UU., al racismo blanco en contra del Tercer Mundo, a aquellos que son antisocialistas y proliberales y quienes están prestos a defender a los Atlantistas’. Igual a aquellos que desde la Izquierda atacan la tradición, los valores orgánicos de la religión y la familia y a quienes promueven otros tipos de desviaciones sociales”.
Cuál será el papel de Rusia en la organización de las fuerzas anti-modernas: Hay diferentes niveles –según Dugin– involucrados  en la creación del anti-globalismo, o más bien anti-occidentalismo; Movimientos y corrientes de todo el mundo. La idea básica es la de unir a las personas que están luchando contra el statu quo. Así ¿cuál es el statu quo? Se trata de una serie de fenómenos relacionados provocando un cambio importante de la modernidad a la posmodernidad. Está formado por un cambio desde el Mundo Unipolar, representado principalmente por la influencia de los Estados Unidos y Europa Occidental, hacia la así llamada No-Polaridad como es ejemplificado por la hegemonía implícita actual y aquellas revoluciones que han sido orquestadas a través de ella, como por ejemplo las diferentes revoluciones Naranjas. El objetivo básico de esta estrategia es para Occidente el eventual control del planeta, no sólo a través de la intervención directa, sino también a través de la Universalización de su conjunto de valores, normas y ética.
          El statu quo de la hegemonía liberal de Occidente se ha vuelto global. Se trata de una occidentalización de toda la humanidad. Esto significa que sus normas, tales como el libre mercado, el libre comercio, el liberalismo, la democracia parlamentaria, los derechos humanos y el absoluto individualismo se han convertido en universales. Este conjunto de normas se interpreta de manera diferente en las distintas regiones del mundo, pero Occidente considera su interpretación específica como evidente y su universalización como inevitable. Esto es nada menos que una colonización del espíritu y de la mente. Se trata de un nuevo tipo de Colonialismo, un nuevo tipo de Poder, y un nuevo tipo de control que se pone en práctica a través de una red. Todo el mundo que esté conectado a la red global se convierte en objeto de su código. Es parte de lo posmoderno occidental, y se está convirtiendo rápidamente en global. El precio que una Nación o un pueblo tienen que pagar para ser conectados a la red de la globalización de Occidente es la aceptación de estas normas. Es la nueva hegemonía de Occidente. Se trata de una migración desde la abierta hegemonía de Occidente, representada por el Colonialismo y el Imperialismo absoluto del pasado, a una versión implícita, más sutil.
          Para luchar contra esta amenaza global para la humanidad, es importante unir a todas las diversas fuerzas que, en épocas anteriores, han sido llamadas anti-imperialistas. En esta época, se debe entender mejor a nuestro enemigo. El enemigo de hoy está oculto. Actúa mediante la explotación de las normas y valores de la ruta occidental de desarrollo y haciendo caso omiso de la pluralidad representada por otras culturas y civilizaciones. Hoy en día, invitamos a todos los que insisten en el valor de los valores específicos de las civilizaciones no occidentales, y donde existen otras formas de valores, para desafiar este intento de universalización global y de hegemonía oculta”(A Dugin; op. cit.).
          Esta es una lucha cultural, filosófica, ontológica y escatológica, porque en la situación actual el Eurasismo identifica la esencia de la Edad Oscura, o el Gran Paradigma. Pero también cree que se debe pasar de una postura puramente teórica a la práctica, a un nivel Geopolítico; y en este nivel Geopolítico, Rusia conserva los recursos potenciales, y la inclinación para hacer frente a este reto, porque la historia de Rusia ha estado durante mucho tiempo intuitivamente orientada contra el mismo horizonte. Rusia es una gran Potencia donde hay una aguda conciencia de lo que está pasando en el mundo, en términos históricos, y una profunda conciencia de su propia misión escatológica. Por lo tanto, es natural que Rusia deba jugar un papel central en esta coalición anti-statu quo”(ibídem). Rusia defendió su identidad contra el Catolicismo, el Protestantismo y el Occidente moderno durante el tiempo de los Zares; a continuación, contra el Capitalismo Liberal durante la Época Soviética. Ahora hay una tercera oleada de esta lucha: la lucha contra la posmodernidad, el ultra-liberalismo y la globalización. Pero esta vez, Rusia ya no es capaz de confiar en sus propios recursos. No se puede luchar únicamente bajo la bandera del Cristianismo Ortodoxo. Ni reintroducir o confiar en la Doctrina Marxista como una opción viable, ya que el Marxismo es en sí mismo una raíz principal de las ideas destructivas que constituyen la posmodernidad. Rusia es ahora uno de los muchos participantes en esta lucha global, y no puede enfrentar esta lucha sola. Se tiene que unir a todas las fuerzas que se oponen a las normas occidentales y a su sistema económico. Así que hay que hacer alianzas con todos los Movimientos Sociales y Políticos de Izquierda que cuestionan el status quo del Capitalismo Liberal. Nosotros también debemos aliarnos con todas las fuerzas identitarias que en cualquier cultura rechazan la Globalización por razones culturales”(sic). Desde esta perspectiva, los movimientos Islámicos, los movimientos Hindúes o los movimientos Nacionalistas de todo el mundo también deben ser considerados como aliados. Hindúes, Budistas, Cristianos, y Paganos Identitarios de Europa, América o América Latina, u otros tipos de culturas, todos deben formar un frente común. La idea es unir a todos ellos, contra el enemigo singular y el mal singular, con una multiplicidad de conceptos de lo que es bueno.
          Aquello en lo que estamos en contra nos une, mientras que lo que somos nos divide. Por lo tanto, debemos hacer hincapié en aquello a lo que nos oponemos. El enemigo común nos une, mientras que los valores positivos que cada uno de nosotros estamos defendiendo realmente nos dividen. Por lo tanto, debemos crear alianzas estratégicas para derrocar el orden actual de las cosas, cuyo núcleo podría ser descrito como los derechos humanos, la lucha contra la jerarquía y la corrupción política: todo lo que es el rostro de la Bestia, el Anticristo o, en otros términos, el Kali-Yuga”( A. Dugin: ibídem).
Donde encaja la Espiritualidad Tradicionalista en la agenda de Eurasia: Hay culturas secularizadas, pero en el centro de todas ellas, el espíritu de la Tradición sigue siendo, religioso o de otro tipo. Al defender la multiplicidad, la pluralidad y el policentrismo de las culturas, el Eurasismo está haciendo un llamamiento a los principios de sus esencias, que sólo se pueden encontrar en las tradiciones espirituales. Pero tratan de vincular esta actitud a la necesidad de la justicia social y la libertad de las diferentes sociedades, con la esperanza de mejores regímenes políticos. La idea es unir el espíritu de la Tradición con el deseo de Justicia Social. Y no quieren que se opongan, porque esa es la principal estrategia del poder hegemónico: para dividir Izquierda y Derecha, para dividir las culturas, para dividir a los grupos étnicos, a Oriente y Occidente, a los Musulmanes y los Cristianos. Los Eurasistas invitan a Derecha e Izquierda a unirse, y no oponer Tradicionalismo y Espiritualidad, Justicia social y Dinamismo social. Por lo tanto, no están en la derecha o en la izquierda. Están en contra de la posmodernidad liberal. Su idea es unir todos los frentes y no dejar que los dividan. Dice Dugin: Cuando permanecemos divididos, nos pueden gobernar con seguridad. Si estamos unidos, su Gobierno terminará de inmediato. Esa es nuestra estrategia global. Y cuando tratamos de unir la Tradición espiritual con la Justicia social, hay un pánico inmediato entre los Liberales. Temen mucho esto.-