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“LA CUARTA IDEOLOGÍA”
“LA CUARTA TEORÍA
POLÍTICA” DE ALEKSANDR DUGIN CONTRAPUESTA
A “EL FIN DE LA HISTORIA” DE FRANCIS FUKUYAMA.
Aleksandr Dugin es un eminente
filósofo, politólogo, geopolítico y
sociólogo de la Universidad Estatal de Moscú, muy influyente con el Presidente
Vladímir Putin, los políticos del entorno gubernamental y los militares rusos.
Sus principales obras: “Los Fundamentos
de la Geopolítica”(1997); “La Cuarta
Teoría Política”(2013); “Contra el Imperio”; “Reflexiones Contemporáneas”;
“Eurasia-Rusia” (2012); nos dan una idea de su concepción de una nueva Ideología que
nos ayudará a comprender la filosofía y acción
política de la Rusia actual.
De todas maneras,
lo principal a discutir son las ideas de Aleksandr
Dugin, bastantes interesantes y de importancia global a medida que el Mundo
Occidental parece estar colapsando. ¿Lo está? El fin de la civilización
Occidental se predijo bastante tiempo atrás. ¿Cuánto tiempo tenemos que
esperar? ¿Hay algo que tiene que suceder? ¿La Tercera Guerra Mundial?
¿Revolución Mundial? ¿Nada, significando el colapso como un proceso natural? Dugin dice que más bien cree que a
corto plazo no pasará nada, nada en absoluto. “Eso es algo que es realmente
terrible. La eternidad es el momento perpetuo del aburrimiento”. Al respecto recordemos que Heidegger estudió en su obra “Die Grundbegriffen der Metaphysik”
(“Los Conceptos Fundamentales de la Metafísica”) el fenómeno del
aburrimiento profundo como la función existencial del Dasein (ser humano en la
existencia) moderno. El Gnóstico Basilides describió “el mundo DESPUÉS
del fin” como completamente equilibrado, el mundo sin ningún acontecimiento.
Eso no quiere decir que no haya más eventos; significa más bien que no vivimos
los acontecimientos como eventos. El colapso es bien analizado por el escritor
inglés Alex Kurtagic (Señor; Iron Sky
Publishing; Londres, 2009).
El verdadero problema viene cuando
nadie percibe que es un problema. Así que estamos aquí. Dugin piensa que el
Occidente es el centro del aburrimiento. No explota, más bien implosiona cada
vez más y más profundo. Dice en forma irónica “Tal vez tengan razón los que dicen que durará para siempre”. El fin del Mundo es la imposibilidad
del Mundo a acabarse. El mundo sin fin ya no es más el mundo, es la suma de los
fragmentos sin sentido del todo inexistente. Estamos viviendo en las hipótesis
6-9 de “Parménides” de Platón:
hay multitudes (πολλα = polá), pero no hay ninguna unidad (εν =
en). Tal mundo no puede existir según los Neoplatónicos. Dugin está bastante
de acuerdo con ellos, no con los Medios de Comunicación y la cultura “prêt a
porter” o con los intelectuales hegemónicos.
Dugin es muy prolífico y publicó muchos
libros. Recordamos el primero que se publicó en el exterior, en 1999, sobre Conspiralogía.
Nosotros nos preguntábamos si él creía en una conspiración global seria como Bilderberg/Masones/Iluminati o cualquier otra que esté realmente pasando en este
momento. Pero Dugin aclaró que la Conspiralogía es descrita por él
como especie de sociología primitiva. Para la Sociología hay un punto muy
importante: lo que la sociedad
piensa sobre lo que está sucediendo a su alrededor es importante, no menos de
lo que sucede realmente o lo que los expertos científicos piensan. Así que
estudiando las Teorías de Conspiración estudiamos la mente de la gente, los
mitos, la cultura, los miedos, las estructuras gnoseológicas y cognitivas. La
gente cree en conspiraciones. Eso significa que “existen” o “subsisten” (de
acuerdo a la ontología diferenciada de Alexius
Meinong).
Se
le considera como el padre del Eurasianismo (Eurasismo) y la Cuarta
Teoría Política. Podemos explicar los fundamentos de sus ideas de la
forma siguiente: el Eurasianismo
no ve a Rusia como País sino
como una Civilización. Por lo tanto, debe compararse no con países europeos o
asiáticos, sino con Europa o el Islam o las civilizaciones Hindúes. Rusia-Eurasia consiste en elementos modernos y premodernos, de
culturas y etnias europeas y orientales. Esta identidad particular debe ser
reconocida y reafirmada en el marco de un nuevo proyecto de integración. El Eurasismo
niega la Universalidad de la Civilización Occidental y la Unidimensionalidad
del Proceso Histórico (dirigida hacia el Liberalismo, la Democracia, los
Derechos Humanos, la Economía de
Mercado, y así sucesivamente). Hay diferentes culturas con diferentes
antropologías, ontologías, valores, tiempos y espacios. El Occidente no es otra cosa que “el
mundo hipertrofiado e insolente con megalomanía”; es el caso más abyecto del hybris (ηυβρισ = impureza, injuria,
arrogancia, orgullo). La humanidad
debe luchar contra Occidente con el fin de poner sus pretensiones en sus
límites legítimos. El mundo debe convertirse en lo que es –la Provincia, el
caso aislado histórico, la elección– no el destino universal y normativo o el
objetivo común.
La Cuarta Teoría Política es la Teoría
que afirma:
1) Las tres principales Ideologías Políticas
Modernas: (Liberalismo,Comunismo/Socialismo,Fascismo/Nacionalsocia-
lismo) ya no son adecuadas. Así que tenemos que descartarlas a todas (lo
que significa: no más Liberalismo,
Socialismo/Comunis
mo, Fascismo/Nacionalsocialismo).
2)
Necesitamos
construir la Cuarta Teoría Política más allá, descartando a las tres, y debe
ser esta vez no-moderna (puede ser post-moderna, puede ser pre-moderna).
3)
El
Sujeto de la Cuarta Teoría Política es el Dasein que Heidegger
ha descripto en sus Obras:la
forma específica de ser que corresponde al hombre es el «ser-ahí» Dasein, en cuanto se halla en
cada caso abocado al mundo, lo cual define al «ser-ahí» como «ser-en-el-mundo» o
«estar-en-el-mundo» (no el Individuo como en el Liberalismo; ni
la Clase como en el Marxismo; ni la Raza/Estado como en el
Nacionalsocialismo/ Fascismo).
El Dasein
debe ser liberado del modo inauténtico de la existencia.
4)
El
Dasein
es plural y depende de la cultura, por lo que el mundo debe ser multipolar
(cada cultura, etnia o religión tiene su propio Dasein; no son necesariamente
contradictorios pero sí son diferentes).
5)
Hace
un llamado a la Revolución Mundial existencial de los Daseins. Daseins de las sociedades humanas unidas
por la lucha contrahegemónica: en
contra de la Globalización Occidental
y el Universalismo Liberal, así como
en contra de la dominación de Estados
Unidos.
Aunque la “Unión Euroasiática” se
estableció hace varios años (a comienzos de la década de 1990), ahora parece
que está en el limbo, aunque se puede ver que la parte Oriental del mundo
(China, Irán, etc.) es cada vez más fuerte mientras la Occidental se debilita.
¿Sucede así? ¿Cuál es la situación actual con la Unión Euroasiática y cuál puede
ser la predicción para el futuro? Para Dugin,
la “Unión Euroasiática” es la idea de varios intelectuales,
incluido él, tomada por los Burócratas de Putin. Cree que “es la única manera de asegurar el futuro de Rusia y una condición indispensable para la Multipolaridad”. Rusia debe estar en el lado de las
Potencias no Occidentales. Reconoce que hay muchos problemas con la “Unión Euroasiática”, objetiva y subjetivamente:
la hegemonía de EE.U. y la quinta columna en Rusia la sabotean activamente, y
la ineficacia de la Burocracia rusa empeora la situación. “No obstante, se llevará a cabo, porque debe hacerse”(sic).
En el Prefacio de su libro “La Cuarta
Teoría Política”
(Ediciones Nueva República. Torredembarra-Tarragona; España,2013) afirma:[...] La Cuarta Teoría Política no es
una invitación a un retorno a la sociedad tradicional, es decir, no es el Conservadurismo
en el sentido convencional. Hay muchas características de nuestro pasado
cronológico que son agradables y muchas que no lo son. Del mismo modo, las
formas tradicionales de sociedad también son distintas unas de las otras. Por
último, en las diferentes sociedades contemporáneas, las matrices étnicas y
sociológicas, así como los contextos, también son diferentes unos de los
otros. Por lo tanto, la Cuarta Teoría Política no debería imponer nada a nadie.
Los partidarios de la Cuarta Teoría Política deben actuar paso a paso: la primera y más importante etapa es
sostener el Dasein como el sujeto de nuestra teoría y la reversibilidad del
tiempo. De esta manera, nos liberaríamos para el desarrollo de los
preconceptos. Nosotros podemos definir varios preconceptos con respecto a la
reversibilidad del tiempo y del Dasein/Traiectum,
por lo tanto podemos definir varios conceptos políticos del tiempo. Y cada uno
de ellos puede situarse en un proyecto político actual, de acuerdo con los
principios de la Cuarta Teoría Política. […]
Nuestros análisis nos
llevan a pensar que la actual crisis financiera mundial marca la conclusión de
los daños causados por la ideología
Liberal que, habiendo aparecido en la época de la Ilustración Occidental, ha dominado durante décadas la mayor parte
del planeta. Las voces perturbadoras y las críticas comenzaron a finales del
siglo pasado, con el surgimiento de fenómenos como la Globalización y el Unimundialismo.
Estas críticas no sólo resonaban desde la oposición exterior –Conservadores, Marxistas y pueblos indígenas– sino que
comenzaron en el campo de la Comunidad Occidental. Los investigadores notaron
que el impacto de la Globalización moderna es una consecuencia del Liberalismo universal, que se opone a
cualquier manifestación de distinciones. “El
programa definitivo del Liberalismo
es la aniquilación de toda distinción”.
Por lo tanto, “el Liberalismo
socava no sólo los fenómenos culturales, sino también el propio organismo
social. La lógica del Liberalismo Occidental contemporáneo es la del mercado universal desprovisto de cualquier otra cultura que no sea
el proceso de producción y consumo” (Gustav Massiah: “Quelle response a la Mondialisation”(¿Qué repuesta tiene la Mundialización?): en Aprés-demain; p. 199; 4 de Mayo, 1996).
La experiencia histórica ha demostrado que el “Mundo Liberal Occidental” ha tratado de imponer por la fuerza su voluntad sobre
todos los demás. De acuerdo con esta idea, todos los sistemas públicos de la
Tierra son variantes del sistema Liberal–Occidental como por ejemplo: la insistencia en que todos los
Estados y pueblos deben adoptar el sistema Parlamentario Inglés de Westminster
como “modelo universal”; independientemente de las antiguas
tradiciones, estructuras sociales y jerarquías; y sus características distintivas deberían desaparecer antes
de que se aproxime la conclusión de esta época del mundo (Ibídem:“Les Droits de l’Homme et le Nouvel Occidentalisme”(Los Derechos
del Hombre y el nuevo Occidentalismo): en L’Homme et la Societé: p.
9; número especial, 1987). Jean
Baudrillard afirma también que este no es un choque de civilizaciones,
sino una resistencia casi innata entre una cultura universal homogénea y los
que se resisten a la Globalización, en su obra Power Inferno (Poder Infernal) (París; Galilée, 2002).
Las ideologías
universales: Aparte del Liberalismo dos ideologías más son conocidas por haber tratado
de lograr la supremacía mundial: el Comunismo
(es decir, el Marxismo en sus diversas vertientes) y el Fascismo/Nacionalsocialismo.
“Como Alexander Gelyevich Dugin ha
observado justamente, el Fascismo ha surgido después de las otras dos
ideologías y ha desaparecido antes que ellas. Después de la desintegración de
la URSS, el Marxismo, que nació en el siglo XIX, ha sido definitivamente
desacreditado también”(Leonid Savin: “Necesidad de la Cuarta Ideología”). “El
Liberalismo, basado principalmente en el individualismo y en una sociedad
atomizada, en los derechos humanos y en el ‘Estado-Leviatán’ descrito por Hobbes, surgió debido a
la bellum omnium contra omnes (La guerra de todos contra
todos) y
se ha mantenido durante mucho tiempo”(Ibídem).
Aquí es necesario analizar
la relación de las ideologías mencionadas en los contextos de los momentos
temporales y los loci (“propios
de una cosa o un hecho”, del latín “loci a re”: como las causas, los
efectos, el lugar, el momento... N.d.A.)
de los cuales surgieron.
Sabemos que el Marxismo era una idea un tanto futurista: el Marxismo profetizó la futura victoria del Comunismo en un
momento en que no obstante seguía siendo incierta. En este sentido es una
doctrina mesiánica, vista la inevitabilidad de su victoria que se plasmaría en
la culminación y el final del proceso histórico. Pero Marx era un falso profeta
y la victoria nunca llegó.
El Nacionalsociaslismo y el Fascismo,
por el contrario, trataron de recrear la abundancia de una mítica edad de oro,
pero con una forma moderna. El Fascismo y el Nacionalsocialismo fueron
tentativas para inaugurar un nuevo ciclo de tiempo, sentando las bases de una
nueva civilización en las secuelas de lo que se consideraba como una decadencia
cultural y la muerte de la Civilización Occidental (así probablemente la idea
del Reich de los mil años). Esto fue abortado también.
El Liberalismo
(como el Marxismo) proclamó “el fin de la historia”, más
convincentemente descrito por Francis Fukuyama en “El
Fin de la Historia y El Último Hombre”. La tan publicitada Tesis
Neohegeliana que plantea Fukuyama se basa en dos conceptos esenciales: el primero, que la historia puede ser
unidireccional, es decir, secular, no únicamente cíclica; y el segundo, que la
fuente del movimiento histórico puede ser ideacional, lo cual implica una
determinación de su proceso desde arriba hacia abajo, o sea, que las ideas son
las que configuran las estructuras, en especial las Instituciones, y luego
éstas movilizan las masas y el progreso material. Entonces –según esta Escuela
de pensamiento– para el proceso causativo es importante que la Democracia
Liberal que ha sido patrón de conducta de los EE.UU. desde sus inicios hasta nuestros días, es la que ha
triunfado en todo el mundo y si ya no existen otros conceptos mejores ni
decisivos que puedan ser imaginados, ciertamente la Historia ha terminado
puesto que se ha llegado al punto final de la evolución ideológica de la
humanidad y la universalización de la Democracia Liberal de Occidente como
la forma última del Gobierno humano. Y esto, por supuesto, implica el fin de las ideologías. Tal
fin, sin embargo, nunca ocurrió; y en su lugar tenemos un nomos (νόμος = lo
convencional, la “ley”) como “la sociedad de la información”, compuesta
de individuos atomizados egoístas, que consumen ávidamente los frutos de
la tecno-cultura. Además, enormes colapsos económicos tienen lugar en todo el
mundo; se producen conflictos violentos (muchas revueltas locales, pero también
guerras de larga duración a escala internacional); y “así la decepción domina nuestro mundo en lugar de la universal utopía
prometida en nombre del progreso” dice
Clive
Hamilton en Affluenza: When Too
Much is Never Enough (Opulencia:
Cuando demasiado mucho nunca es suficiente; NSW, Australia; Allen and
Unwin, 2005). El célebre escritor
iconoclasta norteamericano Henry Miller la describe más
literariamente diciendo: “Riqueza estadística, felicidad estadística;
pero nunca he conocido un hombre verdaderamente rico ni auténticamente feliz…
Hombres anglosajones estúpidos. Hombres inquietos, pero no aventureros: han recorrido todo el orbe pero nunca
se atrevieron a abrir las puertas que dan al alma; porque nunca han comprendido
que la única y verdadera aventura es interior… Danzando en la copa de la Nada…
caminando por la frías calles de Nueva York, con dinero en el bolsillo, o sin
dinero, o con mucho dinero o con poco dinero, arrullado por el dinero, embrutecido
por el dinero, ensoberbecido por el dinero, humillado por el dinero, o más
dinero o menos dinero, ¡pero siempre Dinero, y nunca bastante! (“Trópico de Capricornio”; p. 55;
Santiago Rueda. Editor; Buenos Aires, 1969).
Como el mismo Fukuyama
lo reconoció, su tesis no era nueva y mucho antes grandes pensadores la habían
expuesto, como Edward Shils y Seymour M. Lipset, y por supuesto,
el primero: Hegel cuando afirmaba que
en su sistema la opinión alcanzaba al final la condición de verdad y la Ideología se transformaba
en Filosofía; y eso era el fin de la Historia porque en lo
sucesivo resultaría imposible presentar una proposición filosófica que fuera al
mismo tiempo “verdadera y nueva”, pues la Historia para Hegel puede
ser entendida en el sentido más restringido de la “historia de la ideología”
o la historia del pensamiento sobre principios primordiales. Por eso es bueno aclarar al lector no
avisado en cuestiones filosóficas, que “el
Fin de la Historia” no significa el
fin de los sucesos del mundo, sino el fin de la evolución del pensamiento sobre
esos principios primordiales. Pero Fukuyama
mismo, contestando a sus críticos, terminó aceptando que “existen aún
fuentes de rivalidad ideológica contra el Liberalismo
moderno” como lo son: “los
remanentes del Socialismo, el Fundamentalismo Islámico”, y los que considera
como de mayor seriedad, “el Nacionalismo
y el ‘Factor X’: alguna nueva
Ideología que espera detrás del horizonte y de la cual aún no somos conscientes” (The
National Interest; Núm. 18; N. York, 1989). Es lo que parece que ahora se ha dado con “La Cuarta ideología” y el Wahabismo
enarbolado por el Estado Islámico
(ISIS).
La “Cuarta Teoría Política” y el contexto
del tiempo:
¿Cómo deben los expertos de
la nueva “Cuarta Teoría Política” enmarcar sus análisis en el contexto
de épocas de tiempo históricas? Debería ser mediante la unión con la eternidad
que el teórico revolucionario-conservador Arthur Moeller van der Brück
propugnó en su libro “Das Dritte Reich” (El Tercer Imperio): “Si los seres humanos
se consideran ellos mismos y al pueblo al que pertenecen no como entidades
momentáneas, temporales, sino con una “perspectiva de eternidad”, entonces se
liberarán de las desastrosas consecuencias del enfoque Liberal de la vida humana,
por el cual los seres humanos son considerados a partir de un punto de vista
estrictamente temporal”. Si la
premisa de A. Moeller van der Brück es alcanzada, tendremos una nueva
Teoría Política cuyos frutos serán simultáneamente “tanto conservadores como portadores de los nuevos valores” que nuestro mundo necesita
desesperadamente. Desde tal
perspectiva histórica, es posible
entender los vínculos entre el surgimiento de una Ideología dentro de una época
histórica determinada, o lo que se ha llamado el zeitgeist o
“espíritu de la época”.
El Fascismo y el Nacionalsocialismo
vieron los cimientos de la historia en el Estado
(fascismo) o la Raza (nacional socialismo hitleriano). Para el Marxismo era la Clase Obrera y las relaciones
económicas entre las clases. El Liberalismo, en cambio, ve la
historia en términos del Individuo
atomizado separado de un complejo de herencia cultural y de contacto y
comunicación inter-social. Sin
embargo, nadie consideró como sujeto de la historia el Pueblo como Ser, con
toda la riqueza de los vínculos interculturales, las tradiciones, las
características étnicas y la visión del mundo.
“Si tenemos en cuenta diversas alternativas, países incluso nominalmente
“Socialistas” han adoptado mecanismos liberales y modelos que expusieron a
regiones con un modo de vida tradicional a la transformación acelerada, al deterioro
o a la destrucción total. La
destrucción del campesinado, la religión y los vínculos familiares por el Marxismo
fueron manifestaciones de este desbaratamiento de las sociedades tradicionales
orgánicas, ya sea en la China maoísta o en la URSS bajo Lenin y Trotsky”(L. Savin: ibídem).
Esta oposición fundamental
a la Tradición, encarnada tanto por
el Liberalismo como por el Marxismo, puede ser entendida por el método de
análisis histórico considerado anteriormente: ambos, Marxismo y Liberalismo, surgieron del mismo zeitgeist; en el caso de estas
Doctrinas: del espíritu del dinero.
Alternativas al
Liberalismo:
Varios intentos de crear alternativas
al “Neo-liberalismo”
son ahora visibles: el Socialismo Libanés
de la Jamahiriya; el Chiísmo
político en Irán, donde el objetivo principal del Estado es la aceleración
de la llegada del Mahdi; y la revisión del Socialismo en América Latina (las
reformas en Bolivia son especialmente indicativas). Estas respuestas anti-liberales, sin embargo, se limitan dentro
de las fronteras correspondientes, en un único Estado.
La antigua Grecia es la fuente de las Tres Teorías
de la Filosofía Política. Es importante entender que al comienzo del
pensamiento filosófico los griegos consideraban la cuestión primordial del Ser. Sin embargo, ellos se arriesgaron
a ofuscarse en los matices de la más complicada relación entre ser y pensar, entre el “Ser
puro” (Seyn) y “su expresión en la existencia” (Seiende), entre el ser humano (Dasein)
y el ser en sí mismo (Sein) (Véase
Martin
Heidegger en estos términos).
Por lo tanto, la renuncia al (neo) Liberalismo y la revisión de las viejas
categorías y, tal vez, de la totalidad de la filosofía occidental, son
necesarias. Debemos desarrollar una “nueva
Ideología Política” que, según Alain
de Benoist, será el nuevo (Cuarto) Nomos de la Tierra.
El filósofo francés tiene razón al subrayar que “la reconsideración positiva de la identidad colectiva es necesaria,
porque nuestro enemigo no es ‘el
otro’, sino una Ideología que
destruye todas las identidades” (“Contra
el Liberalismo”: pp. 14-15; San
Petersburgo, 2009).
Cabe señalar que tres
oleadas de Globalización han sido los corolarios de las mencionadas Tres Teorías Políticas (Marxismo,
Fascismo y Liberalismo). Como
resultado, después de ello “necesitamos
una nueva Teoría Política, que generaría la Cuarta Oleada: el restablecimiento de (todos) los pueblos
con sus valores eternos. Y por
supuesto, después de la necesaria
consideración filosófica, la acción política debe continuar”( Leonid Savin: op. cit. locus citato et passim. Dirigente del “Movimiento
Internacional Euroasiático”, Editor en Jefe de la “Geopolítica del
Postmodernismo” Senior Expert en el Centro de Investigación
Geopolítica, y Miembro del Centro de Estudios Clásicos de la Facultad de
Sociología de la Universidad Estatal de Moscú).
Según su fundador, la Cuarta Teoría Política es una
construcción volitiva de la tradición basada en la deconstrucción de la
modernidad. Principalmente maneja el rechazo total a los tres sujetos de
las tres teorías del siglo XX: rechazo del Individuo, Clase, y Raza/Estado-Nación,
en el Liberalismo, el Comunismo y el Nacionalsocialismo/Fascismo,
respectivamente. El Dasein (en alemán“ser-ahí”) de
Heidegger se convierte en el sujeto de la Cuarta Teoría Política haciendo de
ella una «estructura ontológica fundamental desarrollada en el campo de la
antropología existencial». Además, la Cuarta Teoría Política, enfocada en
la multipolaridad, va aún más allá que Heidegger y afirma la pluralidad
del Dasein.
El Dasein-cultura-civilización-gran
espacio-polo del mundo multipolar,
presenta un contexto absolutamente diferente del pensamiento político. No hay
ningún individuo ya que es abolido por el Dasein: en lugar del individuo hay un
problema de existencia auténtica o no auténtica, es una opción das Mann o Selbst (el “Hombre cosificado” o “Él mismo”,“incluso”=que está incluido)
es decir: la opción entre el Hombre
solitario, atomizado, desarraigado, cosificado, o el Hombre en sí mismo, incluido en su pueblo con sus
tradiciones, su estructura cultural, que escapa tanto a la Anomia (desculturización)
como a la Atomia (desestructurización); ese es el fundamento de la Cuarta Teoría Política. “Una Clase y una Raza, así como un
Estado (por lo menos, un Estado nacional burgués contemporáneo), constituyen
construcciones antropológicas y ontológicas de la modernidad, versiones de Techne, Ge-Stell; y nosotros estamos
diseñando una estructura política existencial” dice Alexander Dugin.
"Techne" es un término que, etimológicamente, deriva del griego τέχνη [griego antiguo:Tekne], que se traduce a menudo como "artesanía" o
"arte". Como actividad, Techne
es concreto, variable y dependiente del contexto. Como un observador ha argumentado, Techne “no
estaba preocupado con la necesidad y eternas a priori verdades de los cosmos, ni con las a
posteriori contingencias y exigencias de la ética y la política. [...]
Por otra parte, se trataba de un tipo de conocimiento asociado con personas
que estaban atadas a la necesidad. Es decir, Techne era operativa,
principalmente en el ámbito doméstico, en la agricultura y la esclavitud, y no
en el reino libre de las “Polis” griegas. “Ge-Stell” o “Gestell” es una palabra alemana usada por el Filósofo Martin Heidegger para
describir lo que hay detrás o debajo de la moderna Tecnología. Este concepto se aplica a la exposición de Heidegger de la esencia
de la tecnología. La conclusión sobre la esencia de la tecnología era que la
tecnología está fundamentalmente en encuadre, formulación, construcción. En este sentido, la esencia de la Tecnología es Gestell. De hecho, “Gestell”,
literalmente “encuadrado” (que
en nuestro caso significa establecer
o marcar los límites espaciales, temporales, culturales, económicos, políticos,
legislativos, etc., que rodean algo o a alguien y determinan en parte sus características) es una visión exhaustiva de la Tecnología, no como un medio
para un fin, sino un modo del ser
humano en la existencia (Nota del Autor de este Artículo).
Por lo tanto, “todos los intentos de nuestros adversarios Liberales tendientes
a desacreditar la Cuarta Teoría Política
como ‘una nueva versión
del Nacional-Socialismo’ no
tienen fundamento, y representan sólo una reacción hostil debido a la aparición
de un rival igual o superior y acciones estratégicas destinadas a eliminar el
riesgo de colisión inminente con el enemigo”.
Una vez más, nos gustaría hacer hincapié en que la Cuarta Teoría Política está más allá del alcance de las tres
ideologías políticas, y que “una resistencia rígida al Liberalismo puede ser considerada como la única característica que
le acerca a la Segunda y Tercera Teoría”. (Natella
Speranskaya, Directora de Planificación Estratégica del “Movimiento Internacional Euroasiático”: La
Cuarta Teoría Política y la “Otra Europa”; en “Autores”; Ediciones Nueva República; Tarragona, España, Abril de 2013).
CODA: Exceptuando el fuerte anti-Occidentalismo y la condena total a los EE.UU., notamos que la Cuarta Ideología del Eurasismo Nacionalista Multipolar,
tiene bastante concomitancia con la ideología del NACIONALISMO REPUBLICANO que
propugna el Coloradismo Paraguayo,
como ser: su origen en el Conservadurismo Ideológico, el
Nacionalismo a ultranza, el Republicanismo, la defensa irrestricta de la
Tradición, los valores Religiosos, el rechazo del dominio del mundo por una
sola Potencia (Paraguay fue víctima del Imperialismo Inglés y sus lacayos
Liberales Sudamericanos en 1870), la reivindicación y elevación de los valores
del “Ser Nacional”, la sociedad Policlasista, el rechazo al Marxismo y al
Nazi/Fascismo, y la histórica condena total al LIBERALISMO, con un apego a la
“Tercera Vía” de un “Estado Regulador” que escapa a la tesis NeoLiberal
“Mercadocéntrica, como a la tesis de la extrema Izquierda “Estadocéntrica”;
y otros más, como el amor entrañable al terruño, tal como lo expresara tan certeramente uno de
los Filósofos más importantes de todos los tiempos: Martín Heidegger en sus Conferencias de 1925 “El
actual combate por una visión del mundo histórica”, en las cuales
Heidegger afirmó que para interrogarse sobre "el carácter del ser" es
necesario un "suelo" (Boden) y que se requiere apropiarse
de un pasado, allí donde sea posible “encontrar
las raíces auténticas de nuestra existencia”.
Continúa con “Ser y Tiempo” donde
rechazó cualquier esclarecimiento de la existencia apoyado en culturas
extranjeras, pues conduce a la pérdida del “suelo” y consideró que la
existencia auténtica sólo se realiza como “destino
común” de un pueblo. En el curso del invierno de
1934-1935, sobre la Germania de Hölderlin, Heidegger exclamó
subrayando el texto editado: “La Patria es ‘el ser’ mismo” (Das
Vaterland ist ‘das Seyn’ selbst). Y
en la célebre Entrevista de 1966 a “Der Spiegel” declaró:
“Sé, por la experiencia e historia humanas,
que todo lo esencial y grande sólo ha podido surgir cuando el hombre tenía una
patria y estaba arraigado en una tradición”.--
CONTENIDO DEL LIBRO . “LA
CUARTA TEORÍA POLÍTICA”
Índice: PREFACIO a la edición en español...7. INTRODUCCIÓN de
Alexander Dugin para la edición española…11. PREFACIO: LA CUARTA TEORÍA
POLÍTICA: ¿SER O NO SER?...23. CAP.I: FINALES DEL SIGLO XX, EL FINAL DE LA
ÉPOCA MODERNA…27. CAP.II: DASEIN COMO ACTOR...45. CAP.III: LA CRÍTICA DE LOS
PROCESOS MONOTÓNICOS...73. CAP.IV: LA REVERSIBILIDAD DEL TIEMPO...87. CAP.V: TRANSICIÓN
GLOBAL Y SUS ENEMIGOS …93. CAP.VI: CONSERVADURISMO
Y POSTMODERNI DAD...107. CAP.VII:
CIVILIZACIÓN COMO UN CONCEPTO IDEOLÓGICO...129. CAP.VIII: LA TRANSFORMACIÓN DE
LA IZQUIERDA EN EL SIGLO XXI...153. CAP. IX: EL LIBERALISMO Y SUS METAMORFOSIS…173.
CAP.X:LA ONTOLOGÌA DEL FUTURO …195. CAP.XI:
LA NUEVA ANTROPOLOGÍA POLÍTICA: EL HOMBRE POLÍTICO Y SUS MUTACIONES…211. CAP.XII:
CUARTA PRÁCTICA POLÍTICA…221. CAP.XIII: EL GÉNERO EN LA CUARTA TEORÍA POLÍTICA...231.
CAP.XIV: CONTRA EL MUNDO POST
MODERNO...241. Apéndice: PROYECTO PARA UNA GRAN EUROPA.-