sábado, 6 de febrero de 2016

STROESSNER

EL PARTIDO COLORADO Y
                   STROESSNER

         Los acontecimientos del 2-3 de Febrero de 1989, signados por la caída de Stroessner, pusieron de relieve la perenne vitalidad del Partido Colorado y su capacidad de sobreponerse a las más trágicas y terribles circunstancias, pudiendo emerger de su “cautiverio” con sus cuadros intactos, para ofrecer aún al pueblo paraguayo la alternativa más válida de recuperación institucional y democracia participativa. En los prolegómenos de este análisis queremos señalar el mérito, por un lado, del Coloradismo de la resistencia”, el maquis colorado”, que preservó, con singular heroísmo y constancia, la autoridad moral del Partido; así como de un gran sector de la “corriente Oficialista”, que aún teniendo que tascar el freno del stronismo, pudo “mantener el pie” en las estructuras del Poder Partidario y Estatal, conservando la organización del Partido a nivel nacional, evitando la caída a la llanura, para esperar pacientemente el momento en que Stroessner cometiera un error o que la relación de fuerzas Stroessner-Partido favoreciera a éste último para intentar la caída del dictador.
       Al considerar el tema que estamos tratando, queremos señalar que debemos tener siempre presente, la peculiaridad esencial de la historia política y social del Paraguay, que consiste en el extraordinario Poder del Estado sobre la sociedad nacional. Tal es así, que podemos añadir con propiedad, que mientras en la mayoría de los Países Latinoamericanos las Oligarquías crearon el Estado, en el Paraguay el Estado ha dado origen a la Oligarquía; incluso el Capitalismo paraguayo nació como una criatura del Estado. La inmadurez pues, de las clases sociales de nuestro país, ha inducido (y sigue induciendo) a los Dirigentes de la intelectualidad y a pequeños grupos de Caudillos políticos, a suplantar al pueblo y a obrar como sus representantes sin consultarlo demasiado.
       Expliquémonos: la formación histórica de la Nación Paraguaya se ha operado de una manera bastante singular y diferente de la mayoría de las naciones latinoamericanas. En efecto, mientras que en el Río de la Plata la conquista española se asentó sobre la explotación de las grandes estancias ganaderas; en el Virreinato del Perú sobre la gran minería extractiva, en las Antillas sobre las plantaciones de caña de azúcar, y en el Brasil la colonización portuguesa sobre las grandes plantaciones de café, por ej., en el Paraguay no había nada de eso. La presencia de los factores que prometían riqueza fácil y extraordinaria, hizo que los conquistadores y sus sucesores –sobre todo los nobles aristócratas que se fueron sumando– sentaran sus reales en los centros antes mencionados. Y formaron la aristocracia hispano-criolla, blanca, noble, que nunca se unió a los naturales; al contrario, sometió a los indios de los Andes, a los negros traídos del África y a los mestizos peones de las estancias de la Pampa húmeda, a una esclavitud no prevista por las Leyes de Indias, degenerando su estirpe con coca, alcohol y hambre; problema social tremendo que aún arrastran los países que han heredado esa masa humana tanto tiempo sometida.
       En el Paraguay, ante la ausencia de posibilidades de riqueza fácil y pronta, los aristócratas y grandes caballeros españoles, pasaron de largo; quedando solamente los segundones, los “hijosdalgos”, los que no tenían los medios adecuados para ocupar un espacio en los ricos Virreinatos. Y tampoco tuvieron mucho desdén hacia los indios como para no unirse con sus hijas y hermanas. Además cuentan los cronistas, que la raza Guaraní pura (que no es la misma que las tribus “guaranizantes” que todavía pueblan nuestra tierra, pues los guaraníes fueron absorbidos casi en su totalidad por la población mestiza ya para mediados del siglo XIX) poseía mujeres atractivas y limpias. Y además los “hijosdalgos” tenían otro motivo poderoso para casarse con las indias: una ley no escrita pero muy respetada de los naturales que obligaba a los “cuñados” a ayudar al marido de su hermana. Demás está decir que los conquistadores –como buenos españoles– se casaban con varias mujeres para tener así un ejército de “cuñados” a su disposición. Esto puede explicar que en el Paraguay no exista problema racial, ni compartimentos estancos entre sus clases, ni “alta aristocracia” excluyente y tradicional. En el Paraguay el que tiene el Poder Político se vuelve “aristócrata”; valga un ejemplo: con el derrumbe del Stronato en   Febrero del ’89, el Club Social más “aristocrático” del país, el CLUB CENTENARIO, quedó acéfalo, pues su mesa Directiva estaba compuesta casi en su totalidad por los nuevos ricos poderosos de la camarilla de Stroessner.
       Así pues, en el Paraguay, ante la ausencia de todo tipo de grandes explotaciones y unidades económicas, la base de su sociedad fue la pequeña chacra del campesino libre. Esta clase social que por su misma mentalidad e intereses era la que tenía que apoyar la independencia absoluta de la corona española y posteriormente el Nacionalismo férreo de la Dictadura del Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia quien destruyó la alta “Aristocracia blanca española” empotrada en el Cabildo de Asunción y la Oligarquía comerciante agro-exportadora “Porteñista” interesada, por sus vínculos comerciales, en la incorporación del Paraguay a las Provincias Argentinas. En este mundo agrario, bucólico, de pequeños campesinos, sin “intelligentsia” aristocrática, ni burguesía, ni grandes latifundistas, el Estado adquirió un Poder absoluto. Los 29 años del Dr. Francia en el Poder, de los cuales 24 fueron de suprema Dictadura Perpetua, plasmaron la unidad nacional y dieron al Estado paraguayo su supremacía total y completa iniciativa en la toma de decisiones de todos los aspectos de la sociedad. A la muerte del Supremo Dictador en 1840, y la ascensión al Poder del Pte. Carlos Antonio López, el cambio que se operó fue sólo de grado, no de esencia. El Estado continuó siendo la principal fuente de acumulación de capital así como el impulsor y propietario de las bases de una industria siderúrgica y metalúrgica, el ferrocarril y el comercio de exportación. Con la destrucción del Estado Paraguayo, por la Guerra de la Triple Alianza de 1865-1870, que costó al Paraguay la muerte de las dos terceras partes de su población total y la nueve décima parte de su población masculina, nuestra Nación adquirió la forma –impuesta por los vencedores– de una Democracia Liberal de formato constitucional. Pero este sistema nunca pudo funcionar apropiadamente. Y la postración popular luego del genocidio del ’70 hizo que careciese de energías para presionar sobre el Gobierno de un Estado que era débil ante los intereses dominantes pero seguía siendo poderoso en su dominio sobre las masas campesinas bajo la fachada de una pseudo democracia liberal.
       Este sistema funcionó más mal que bien durante casi 32 años de gobierno ininterrumpido del Partido Liberal. Pero las energías latentes de las masas hicieron eclosión a raíz de la Guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia. Esta guerra fratricida puso al descubierto y agudizó al máximo, todas las falencias del sistema. Y es así como el Ejército toma, por primera vez, participación directa en la dirección de la vida política paraguaya. La cronología comienza con el Golpe de Estado revolucionario del 17 de febrero de 1936, dirigido y liderado por un héroe del Chaco: el Coronel Rafael Franco.
       Hecha esta breve e incompleta sinopsis histórica, necesaria para comprender las peculiaridades de la Nación Paraguaya y de su política, pasaremos a tratar de ilustrar sobre el fenómeno clave: la aparición en el escenario gubernamental del Partido Colorado y el Stronismo. Sin ello no podríamos referirnos a nuestra visión del proceso de transición democrática y nuestras expectativas hasta ahora fallidas.

                    LA REVOLUCIÓN COLORADA Y EL STRONISMO.

       Después de una irrupción relativamente breve, pero intensa, de las energías populares, durante las jornadas de 1936 y la década subsiguiente, el agotamiento de esas energías en la guerra civil de 1947 y la cuasi-desintegración post-revolucionaria de la sociedad, produjeron un efecto aún más devastador. El ascenso del Coloradismo al poder con la guerra civil –seis meses de matanzas pavorosas– fue una REVOLUCIÓN. Porque el gran derrotado: el Partido Liberal –y su ejército profesional– era el sostén de una rancia Oligarquía que se había ido formando lentamente por la clase de los grandes estancieros latifundistas, comerciantes exportadores y abogados o accionistas de las grandes empresas de capital extranjero. Imitando a su símil Rioplatense, adoptaban los usos y costumbres europeos, poseían una vasta cultura Positivista y hablaban correctamente el francés.
       El advenimiento del Coloradismo, significó el ascenso popular al poder; o como otros lo prefieren, el ascenso del populismo. Muchos de sus Jefes y sobre todo sus mandos medios, no poseían una cultura exquisita: por primera vez se escuchaba en los pasillos del Palacio de Gobierno y en los Ministerios, voces que hablaban en guaraní o en un mal castellano mezclado, el “jopará”. Entonces, ¿porqué esta Revolución Popular Colorada, que había derrotado incluso –con su milicia de “pynandíes”– al Ejército profesional, no pudo llevar a cabo las transformaciones que sus mismos Estatutos y sus Caudillos prometían? Esta es la pregunta que trataremos de responder, porque, a nuestro juicio, de este fracaso deviene la larga noche stronista.
       Entre 1947 y 1954, con los demás Partidos derrotados, incapacitados para defender sus posiciones, el Partido Colorado y su Junta de Gobierno asumieron el papel de custodios del orden y la legalidad. La lógica de este “sustitutismo Republicano” los llevó a establecer el monopolio mucho más estrecho de la facción “Guión Rojo” y luego la “Democrática”. Y éste fenómeno agudizó el ya prolongado eclipse de la conciencia social de las masas, y devino en una verdadera parálisis de la voluntad política del Partido, reflejada en su fragmentación, confusión y falta de identidad política con sus bases, pudiendo ser descripto –en terminología Sartriana– como un “Partido en sí”, pero no un “Partido para sí”. Expliquémoslo: un “Partido en sí” cumple su función política en la sociedad, pero no tiene conciencia de su lugar en dicha sociedad, es incapaz de concebir su propio interés colectivo e histórico y de subordinar a éstos las aspiraciones particulares de sus miembros, especialmente de sus Dirigentes. Esos Dirigentes habían supuesto –sin expresarlo nunca directamente– que, una vez que el Partido Colorado lograra el pleno Poder y la autointegración social que ello implicaba, conseguiría también, automáticamente, esa conciencia política que haría de él un “Partido para sí”; y que se mantendría en adelante en esa posición sin recaer en la inmadurez, que atribuían a los 40 años de llanura. Pero, en lugar de eso, el Partido Colorado, después de derrocar a la rancia Oligarquía liberal y a su Ejército de élite, y afirmar su preeminencia sobre todos los demás adversarios, volvió a sumirse en la condición de una clase política inconsciente de sus verdaderos intereses y objetivos, e inarticulada.
       Así pues, sobrevino la reacción “Bonapartista”(1) de Stroessner, quien aprovechó el hecho de que los impulsos y las influencias que determinaban el comportamiento del Partido eran intrincados y contradictorios, con el resultado de que el temor y la fe, el horror y la esperanza, la desesperación y la confianza, luchaban en los sentimientos de las masas coloradas, dejándolas enervadas, resentidas, y sin embargo renuentes a resistir la autoridad del Estado y de la Junta de Gobierno, remitiéndose a rumiar sus agravios en indolente sumisión. Y Stroessner tuvo el campo orégano.
      Y entonces, el deseo febril de poner orden, de lograr la expansión económica –por un lado– más la inestabilidad general, el eclipse de la conciencia social de las masas y la extenuación de la voluntad política del Partido –por el otro– formaron el trasfondo del desarrollo posterior mediante el cual el Gobierno de una facción partidaria se convirtió en el Gobierno de un solo Jefe. A los Colorados les tocó el turno de descubrir, horrorizados algunos, que, después de haber privado de libertad a todos sus adversarios, se habían privado de libertad ellos mismos y se habían puesto a merced de su propio Jefe. Después de proclamar que el Partido debía ser monolítico o no sería Colorado, Stroessner insistió en que su propia facción debía ser monolítica o no sería stronista. Y el Partido Colorado dejó de ser una “asociación de hombres libres” o la expresión de un grupo político: se convirtió en el interés, la voluntad y el capricho personal de Stroessner.
      Y mientras más poderoso parecía, y mientras más enérgicamente hablaba y procedía Stroessner, y mientras más abyectamente se arrastraban ante él sus nuevos partidarios y muchos antiguos colorados, más delirante se hacía su obsesión por el Poder y más incansablemente trabajaba para que todo el Paraguay compartiera su obsesión de perpetuidad. El frenesí con que llevó adelante su empresa, convirtiéndola en la preocupación capital de su Gobierno, supeditando a ella todos los intereses políticos, tácticos, intelectuales y de cualquier género, supera toda descripción; no existe en toda nuestra historia otro caso en que recursos tan inmensos de Poder y Propaganda hayan sido empleados para un solo individuo. Pero mórbida y todo, como era su obsesión, tenía una base en la realidad: Stroessner no había conquistado el Poder de una vez por todas; tuvo que afirmarlo y reconquistarlo una y otra vez: en el ’55; en el ’57; en el ’59; del ’60 al ’65; en el ’67 y etcétera. Su éxito no debe oscurecer el hecho de que hasta la Convención del ’67 y la caída de Edgar L. Ynsfrán, su supremacía no alcanzó a consolidarse totalmente. Y mientras más alto ascendía, mayor era el vacío que lo rodeaba y más numerosa la masa de colorados que tenían razones para temerlo y odiarlo y a quienes él a su vez temía y odiaba.
      Stroessner veía que la viejas divisiones entre sus adversarios, las diferencias entre Guiones y Democráticos o de MOPOCOS y “MendezFleytistas”, se borraban y se esfumaban; y ese temor le inspiraban aquellas “conspiraciones comunistas” o “bloques, coaliciones de colorados izquierdistas” que su policía tenía que descubrir o inventar una y otra vez. Por último, el ascendiente de su propia facción stronista convertía a los viejos Colorados tradicionales (y a muchos jóvenes) en aliados potenciales de aquellos colorados marginados. Endiosado y elevado por encima de todo el Partido Colorado, Stroessner veía, no sin razón, a todo el Partido como una coalición potencial contra él; y tenía que utilizar cada gramo de su fuerza y de su astucia para impedir que lo potencial se volviera real.
       La falta de cohesión política de la sociedad paraguaya, que al comienzo del régimen de Stroessner era rural en casi un 80% y aún ahora llega casi al 40%, determinó, como ya lo dijimos, la omnipotencia del Estado. Y Stroessner al obtener el control del Gobierno, del Partido y del Ejército, se convirtió en árbitro supremo. Y si después de la guerra civil del ’47 el Régimen Colorado fue instaurado sobre el trasfondo de la desintegración económica  y la dispersión de la clase obrera y campesina, ese Régimen adquirió luego con Stroessner un poder virtualmente ilimitado, merced a la masiva ayuda económica y diplomática internacional –producto de la Guerra Fría– que produjeron un crecimiento y expansión económicos que habrían de darle, en 30 años, una nueva forma a la sociedad; pero en lo político, por la terrible represión y corrupción, hicieron a ésta aún más amorfa y aumentaron su atrofia. En el Régimen Stronista pueden distinguirse dos períodos de entre 15 a 20 años cada uno: el primer período –de 1954 a 1974 aproximadamente– fue de lo que podríamos llamar una Dictadura. El segundo período –de 1974 a 1989– ya constituyó una Tiranía. Expliquemos la diferencia: Dictator era el sujeto de una Institución Romana prevista por las leyes por la cual, en caso de peligro extremo para la República, se entregaba todo el Poder a un ciudadano por el plazo de seis meses, prorrogable, que lo convertía en un Magistrado absoluto para tiempos difíciles. En cambio τύραννος (Türannos) Tirano llamaban los Griegos a aquél que usurpaba el Poder y gobernaba con despótica crueldad en beneficio suyo y de sus allegados. Así que decir de un Gobernante que es un Dictador simplemente significa que tiene concentrado todo el Poder en sus manos, con prescindencia del buen o mal uso que haga de él. En cambio considerarlo Tirano implica ya descalificarlo desde el punto de vista moral.
       Durante el primer período del Stronismo, se logró la tan ansiada paz y orden, se ejecutaron importantes obras materiales, se ensanchó la frontera agrícola y empezó la construcción de la represa de Itaipú; y en lo político, cierta libertad de acción y opinión   –muy controlada– a la Oposición.
       La personalidad de Stroessner reflejaba una serenidad asombrosa en el Gobernante de un país desquiciado, en total desorden cuando él tomó el Poder, pocos de cuyos ciudadanos adultos podían recordar un pasado político reciente del que pudieran enorgullecerse. Y la serenidad era la característica más necesaria en un Gobernante cuya misión era dar a su país el valor necesario para enfrentarse a un futuro incierto. Cuando Stroessner llegó al Poder, a la edad de 41 años, pareció que toda su vida había sido una preparación para la responsabilidad de devolver el respeto y orden a su sociedad desordenada, desmoralizada y dividida.     
       El sentido de seguridad interna de Stroessner se debía más a la fe que al análisis: era un lector asiduo y estudioso de la historia y todo el tiempo que tuvo antes del Poder lo dedicó a la reflexión; había pasado por la escuela de las convulsiones de su Patria y tenía una intuición extraordinaria de las corrientes de la época. También poseía una penetrante comprensión de la psicología de sus contemporáneos, y especialmente de sus flaquezas. Stroessner se esforzó por superar las turbulentas pasiones del Paraguay y por dar a su País –con su historia de extremismo y su inclinación al fanatismo– una reputación de confiabilidad.
       La respuesta de Stroessner al caos paraguayo de la post Guerra Civil, fue que un país dividido y en desorden, con sus raíces históricas en entredicho, requería una política firme si deseaba recuperar algún dominio sobre su futuro. Y se negó a dejarse desviar de este curso por simple nostalgia del pasado, ni por la tradicional relación paraguaya de amor-odio con sus vecinos. Optó incondicionalmente por el Occidente Anticomunista aun al precio de transgredir principios democráticos y violar los derechos humanos. Debemos recordar que se estaba en la “hora de las espadas” en que, luego de la Revolución Cubana, declarada Socialista-Marxista, se produjo en Sudamérica una trepidante sucesión de Golpes de Estado Militares, quedando para la década del ’70 solamente Colombia y Venezuela con Regímenes Civiles.
        Stroessner, consciente de sus limitaciones intelectuales, durante la primera fase de su Gobierno se rodeó de excelentes Consejeros con gran bagaje intelectual y experiencia política práctica, como Juan José Soler, Emilio Saguier Aceval, J. Bernardino Gorostiaga, Víctor Morínigo, J. Eulogio Estigarribia, Edgar L. Ynsfrán (y detrás de él J. Natalicio González), Tomás Romero Pereira  y otros más. Pero cuando con el paso de los años, por ley natural fueron desapareciendo y reemplazados por la “nueva hornada” de Dirigentes mediocres encabezados y prohijados por Mario Abdo Benítez, su Dictadura degeneró en total y grotesca Tiranía. De la misma manera relata Víctor de Laurestán (2) en sus “Memorias”, que Napoleón basó sus éxitos militares en su gran equipo de Mariscales; pero cuando fueron desapareciendo por morir en los combates o enemistarse con el Emperador, fueron reemplazados por segundones mediocres como el Mcal. Grouchy, el responsable de la derrota de Waterloo.
       En los años subsiguientes a la expulsión, prisión y exilio de los Dirigentes del Movimiento Popular Colorado (MOPOCO), que sucedió en 1959, las energías del pueblo paraguayo se ocuparon en tratar de subsistir, evitar la represión, tratar de tomar parte en cierto progreso material; y con los prodigiosos esfuerzos que esto exigía, quedaron pocos recursos para dedicarlos a la afirmación de propósitos políticos, morales y sociales de cualquier índole. Y, puesto que el Poder del Estado era cada vez mayor, cuanto que era ejercido sobre una Nación políticamente triturada, el amo del Poder y sus epígonos hicieron todo lo posible, sin escrúpulo alguno, por mantener a la República precisamente en esa situación.
       No es necesario detallar todo lo que el stronismo hizo, todo el mundo lo sabe; solamente deseamos puntualizar sus consecuencias. Porque el terror del período de Stroessner fue equivalente a un GENOCIDIO POLÍTICO: destruyó toda especie de organizaciones antistronistas. A medida que transcurría el tiempo y se consolidaba su Gobierno, no quedó en el Paraguay ningún grupo capaz de plantearle un desafío serio, excepto el Movimiento Popular Colorado, pero cada vez más arrinconado e implacablemente perseguido. Ni siquiera se permitió la supervivencia de algún Centro de pensamiento independiente. Stroessner “secuestró” a todo el pueblo paraguayo, inclusive a los Partidos opositores; no olvidemos que tanto el Partido Liberal (dividido en dos facciones) y el Partido Revolucionario Febrerista, participaron de las farsas electorales del oficialismo efectuadas bajo Estado de Sitio, en 1963 y 1968, y estuvieron presentes en la “Asamblea Nacional Constituyente” que aprobó una nueva Carta Magna al sólo efecto de prolongar “constitucionalmente” el período de mando del Dictador.
       En la conciencia de las masas coloradas se produjo un tremendo hiato; se trató de despedazar su memoria colectiva; la continuidad de sus tradiciones republicanas y revolucionarias fue liquidada; y su capacidad de formar y cristalizar cualquier idea anticonformista fue destruida. El Partido Colorado y el Paraguay todo, quedaron finalmente, no sólo en su política práctica, sino inclusive en sus procesos mentales, sin ninguna alternativa aparente frente al stronismo.
       Tal es la triste verdad de este aserto, que, aún en los últimos años del régimen de Stroessner, ya con el deterioro causado por su decadencia física, la crisis económica (causada, además de todos los problemas inherentes al subdesarrollo, por el fin del flujo de dólares a la construcción de la represa de Itaipú y el cierre de los créditos “Stand-By”), el fin del aislamiento político del Paraguay con su “manto de silencio”, la descomposición interna del stronismo con la emergencia de los Colorados Tradicionalistas de la “generación de la paz”, el ascenso del nivel cultural de las masas como resultado del desarrollo de las relaciones socioeconómicas etc., aún con todo eso, ningún Movimiento antistronista pudo surgir firmemente de abajo, desde el fondo de la sociedad paraguaya, y ningún Movimiento de resistencia pudo llegar a estar tan fuerte como para derribarlo, mucho menos el MOPOCO. Inclusive, Stroessner logró la sumisión de jóvenes y brillantes colorados protegidos y elevados políticamente por Juan R. Chaves, que luego fueron prominentes figuras de la transición para después caer en el olvido y la nada, como Angel Roberto Seifart, quien en 1984 defendió en el pleno de la Cámara de Diputados la clausura del Diario ABC Color y en la Campaña Electoral de 1983, para la “reelección” del Dictador, lo proclamó “el conquistador del Este” en alusión de la apertura al Alto Paraná con la ruta respectiva y la fundación del entonces llamado “Puerto Presidente Stroessner”; también la misma suerte corrió el intelectual Julio César Frutos (Papuchín) quien no supo sostener con gallardía el natural idealismo rebelde de la juventud sirviendo sumisamente al tirano desde su escaño de la Cámara de Diputados expresando en la Nota Editorial de “Clásicos Colorados”, pág. VI, año 1984, de la reimpresión del libro “Luchad”, de Juan Manuel Frutos que éste “…inauguraba en 1948 un  proceso revolucionario pacífico y continuo, que encontró en el General Alfredo Stroessner un empecinado moldeador de obras espirituales y materiales que las nuevas generaciones tenemos que sostener y afianzar en la República”. Pero también debemos destacar que hubo otros jóvenes que acompañaron al Stronismo mas sin la sumisión al personalismo de aquellos citados, sino en función de “hombres de Partido”, como “Carlín” Romero Pereira y Bader Rachid Lichi. Carlos Romero-Pereira en su Discurso en Coronel Oviedo, su Carta a la H. Junta de Gobierno (1985), Ética Política (1985), y su libro Una Propuesta Ética (1987), documentos que ya son parte de la historia, denunció claramente que el resorte principal del Stronismo era la defensa del privilegio, que era lo único ya –sobre todo en la última década– que daba cierta unidad a todos los aspectos de la política de Stroessner en su creciente degradación del Partido Colorado. Y también analizó la composición de los Grupos Administrativos, del Aparato del Partido, de los Altos Empleados Públicos, del Equipo Gobernante, que sumaban un estrato masivamente poderoso, extraordinariamente reaccionario a causa de los privilegios de que disfrutaba y empeñado en mantener a cualquier precio el “statu quo”.
       Pero el equilibrio social, policlasista, del Partido Colorado –añadía “Carlín” en los documentos citados– era inestable. A la larga debía prevalecer uno de los dos elementos, el democrático o el autoritario personalista. El aumento contínuo de la desigualdad en Poder y Riqueza era una señal de peligro. Los grupos de Burócratas-Administradores metidos a “Dirigentes Políticos” no se contentarían indefinidamente con sus privilegios de consumidores; tarde o temprano tratarían de constituirse en una nueva clase política detentadora del Poder total mediante la “expropiación” del Partido Colorado y su conversión en el “Partido Stronista”. Y esto se cumplió ya en su primera parte en la Convención Partidaria de 1984 para culminar en el atraco de 1987. Pero Stroessner, al estimular la voracidad de su Burocracia, estaba socavando inconscientemente no solo su propio Régimen, sino todas las conquistas del Coloradismo. Tan inminente le parecía este peligro a “Carlín” que no vaciló en afirmar, ya antes de 1984, que se estaban creando las premisas políticas del “vitaliciado autoritario hereditario” y consideró sin ambages a la Burocracia Militante-Stronista como el agente potencial y directo de la defenestración del Partido Colorado y su reemplazo por el Partido Personal Stronista.
      También el tribuno popular” Juan Carlos Galaverna, hizo escuchar su estentórea voz: en una histórica reunión en la quinta del Dr. Ángel Florentín Peña, requirió que “el gringo Stroessner” fuera desplazado del Poder, lo que le valió la persecución e intento de captura por la policía de la Dictadura que pudo eludir a duras penas asilándose en una Embajada y exiliándose luego a la Argentina, de donde sólo pudo volver, después de muchos intentos, a mediados de 1987, para seguir la lucha desde el Paraguay sufriendo en ese lapso varios apresamientos.
      Y así las cosas, tuvo que ser el EJÉRCITO   una vez más, el árbitro de la situación, entregando las principales palancas del Poder al grupo aparentemente más fuerte y mejor organizado, que resultó ser el de los antiguos colaboradores de Stroessner, los Tradicionalistas, también denominados “Chavistas” (por alusión a sus prominentes cabezas: Federico Chaves y Juan R. Chaves), que debían emprender entonces, “desde arriba”, la reforma de los rasgos más anacrónicos del Régimen. Pero aún solamente como “reformistas” ellos resultaron un fiasco.
      De ésta manera, habiendo devenido ya la superación del stronismo en una necesidad histórica, y habiendo sido el Gral. Andrés Rodríguez con las FF.AA. quienes tomaron la iniciativa práctica del rompimiento, sin embargo, por una ironía de la historia, tuvo que ser el propio grupo gobernante el encargado de llevar adelante y completar esa tarea. Pero ¿no les hemos dicho, lectores, que habían resultado un fiasco? ¿Podían ellos todavía rectificarse y hacerlo? ¿O era necesaria otra Revolución Política? ¿Aunque esa Revolución no fuese violenta y se diese sólo a nivel de Partido?

                  VISIÓN DESDE EL PARTIDO COLORADO EN 1989.

       El golpe militar del 2 y 3 de Febrero de 1989 hizo pensar a muchos extranjeros (y también paraguayos) que con la caída de Stroessner caería también el Partido Colorado, o que quedaría tremendamente debilitado; que su masa no era tal, que era Stroessner el que sostenía el Partido, que su credibilidad popular era nula, y etc.  También muchos políticos notables y experimentados pensaban así; por ejemplo, el Dr. Domingo Laíno, Presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), afirmó ante las cámaras de televisión, que derrotaría al Gral. Rodríguez y al Partido Colorado, en las elecciones generales del 1º de Mayo de ese año. Todos se equivocaron, porque los verdaderos Colorados sabían que el pueblo colorado no era stronista. El correligionario es primordialmente HOMBRE DE PARTIDO, y sus mandos medios, los caudillos, son hombres de Partido, generación tras generación, y hacen política sin importarles muchas veces quién es el Gobernante, con tal que sea su Partido el que gobierne. El Poder de la Junta de Gobierno del Partido Colorado y su influencia son extraordinarios, aún hoy, porque deben saber los lectores    –sobre todo los extranjeros– que en el Paraguay, el bipartidismo está tan acendrado, que la pertenencia al Partido Liberal o al Partido Colorado, escapa a la Ideología, al Estatuto o al Programa; es cosa de raigambre familiar, una tradición histórico-cultural que sólo puede parangonarse con los célebres clanes escoceses. Así fue como el Partido Colorado no defendió a Stroessner, antes bien, las masas coloradas dieron un gran suspiro de alivio: ¡se había roto su cautiverio! Y de un confín a otro de la República los correligionarios fueron a ponerse a las órdenes de sus JEFES NATURALES, y allí –al hablar de Jefes Naturales– comenzó el desgaste de los ex colaboradores de Stroessner. Pues las masas buscaron acercarse a aquellos Dirigentes, que en la lucha clandestina del “exilio interior” o dentro de la misma estructura stronista, mantuvieron enhiesta la bandera de las reivindicaciones y los principios del auténtico Coloradismo.  Y resultó  que   los    republicanos    llamados    “Tradicionalistas Autónomos” –liderados por el último Caudillo Colorado del siglo XX: Luis María Argaña– por su oposición intransigente a un “Stronismo sin Stroessner”, fueron creciendo día a día, ante el estupor de los colorados stronistas y de los Partidos opositores. También al influjo de ese “vendaval de verdades” que sacudía las estructuras del Partido, otros grupos de Dirigentes, no muy comprometidos con Stroessner, abandonaron al Tradicionalismo ortodoxo y se congregaron bajo la misma bandera. Y aquí viene la respuesta  del porqué los Tradicionalistas “Chavistas” a quienes se entregaron las palancas del Poder resultaron un fiasco: porque esas viejas fuerzas decadentes que conformaron los ex colaboradores  durante 30 años, presentaban un problema ideológico, político y moral.
       Eran un problema ideológico y político porque representaban la expresión de la vieja oligarquía partidaria de los “veinte apellidos”, los “Partido jara” (dueños del Partido)       –como sagazmente los denominó el pueblo– que habían constituido siempre ese sector autoritario, anti-agrarista y reaccionario del Partido Colorado, y que con Stroessner evolucionó hacia un neofascismo sin ambages, reflejándose claramente en su conducta e intención después del golpe: mantener un esquema vertical de rígida obediencia piramidal, condenación del disenso y por ende, de las corrientes internas, apelar emocionalmente a las bases para obtener especies de “plebiscitos” dirigidos, y propender a un programa que preservase el ordenamiento socioeconómico heredado de la dictadura, en un marco de liberalismo sustancial mitigado por algunas concesiones sociales de tipo asistencial, todo con una fraseología “revolucionaria” efectista, de populismo verbal. Esta es en parte  la explicación del porqué, a pesar de copiar la fachada de los métodos democráticos, el espíritu del “ancien régime” se trasuntaba en todos sus actos, porque, más allá de los mecanismos formales de la democracia, el Tradicionalismo “Chavista” seguía siendo fiel a sí mismo, como una estructura formada en el stronismo, jerárquica y autoritaria, donde el jefe mandaba sin disputa. Pero lo más peligroso para nuestra incipiente democracia estribaba en que el “Tradicionalismo Chavista” representaba la “ideología” del “Sustitutismo Partidario”; es decir, la “sustitución” de la voluntad y el protagonismo de las masas por una élite privilegiada, exclusiva y excluyente, que se operaba de la siguiente forma: Primero, la masa de afiliados era sustituida por los caudillos, digitados y amparados por Seccionales controladas; Segundo, esos mandos medios eran “sustituidos” por los Presidentes de Seccionales y Convencionales, generalmente prebendarios; luego, los Consejos de Presidentes de Seccionales (Departamentales y de la Capital), “sustituían” a los Presidentes de Seccionales cuando las decisiones se iban volviendo importantes; después, la Junta de Gobierno “sustituía” a los Consejos; y el Comité Político sustituía a la Junta; entonces el Presidente y los Vice-Presidentes “sustituían” al Comité Político; hasta que por último, el “único Líder” y Presidente Honorario del Partido, también Presidente de la República, “sustituía” a todo el Partido Colorado en la toma de decisiones trascendentales. Al no haber elección directa de autoridades, y al no tolerarse la libre expresión de las corrientes internas, más el manipuleo de las elecciones de base y de convencionales, por el prebendarismo y aún por la fuerza, la representación se volvía sustitución. Tal el esquema de vida “institucional”  partidaria que hasta el 3 de Febrero había ofrecido el Partido Colorado durante el stronismo.
       En fin, la oligarquía “Chavista” era también un problema moral; la crisis de credibilidad que padecía por su larga y abyecta sumisión a Stroessner, hizo que la ciudadanía en general –cada día en mayor proporción– les haya negado el derecho a comparecer ante la historia de la patria en el mismo pie de igualdad que el resto de sus correligionarios, convirtiéndolos en políticos sin futuro, cuya causa había perimido, desde que los dos principios tenidos por intocables hasta el 3 de Febrero, quedaron vulnerados: primero, el predominio dictatorial del Coloradismo Stronista sobre todos los aspectos de la vida política y administrativa; segundo, la sumisión de la masa partidaria en medio de un Estado despótico de autoritarismo total.
       Todo lo apuntado en éste ítem es lo que los Republicanos de ahora ya no debemos permitir en pleno siglo XXI. Porque como lo expresó certeramente ese gran filósofo del Pragmatismo Norteamericano George Santayana: “Los pueblos que olvidan la historia están obligados a repetirla”.-
                                                        N O T AS.
(1)            Bonapartista: Denominación dada al Golpe de Estado militar de Napoleón Bonaparte, el 18 de Brumario (9 de Noviembre de 1799), contra el Directorio Civil que gobernaba Francia después de la Revolución y el “Terror”, aprovechando el desorden circundante. Y a todo Golpe Militar efectuado con el pretexto de “poner orden en el país”.-
(2)            Víctor de Laurestán: “Memorias”; (Ed. KRAFT; Bs. Aires, 1955) V. de Laurestán fue amigo de infancia de Napoleón en Córcega y luego una especie de Secretario Privado y Consejero personal además de amigo íntimo y confidente hasta Santa Elena.-

MACRI

            LOS  POSIBLES  PASOS  DE  MACRI
                      (PRIMERA  PARTE)
      Aunque  es todavía temprano para ser certeros con la política que seguirá Mauricio Macri, sin embargo podemos atisbar lo que podría tomar como rumbo, teniendo en cuenta sus discursos electorales, sus primeras medidas y su tradición ideológica. Especialmente queremos hacer hincapié en que la euforia demostrada por los periodistas Neoliberales, como el artículo de  Agustina Vergara Cid: “Desafío: erradicar el Kirchnerismo”, de furioso corte reaccionario Neoliberal, que tuvo extrañamente un destaque enjundioso en el periódico digital “EL COLORADO” el 16 de Diciembre de 2015,  dado su contenido totalmente adverso a la doctrina e ideología del Coloradismo, no tiene mucho asidero, como lo analizaremos a continuación.
       Para empezar, consignemos que Macri ganó con la diferencia más pequeña que registra la historia electoral argentina (2,5%) y tiene minoría en el Congreso (en ambas Cámaras) lo que le hará difícil producir un cambio muy importante en la superficie sociopolítica de la Argentina.  En primer lugar, habría que tener claro hasta qué punto Mauricio Macri va a ser capaz de iniciar y luego mantener el nuevo rumbo prometido, porque las condiciones no le son nada favorables. En política interna va a tener que hilar muy fino. Las dos Cámaras del Congreso siguen todavía en manos del Peronismo opositor y volver a la senda del crecimiento económico, aplicando recortes presupuestarios como se hace en Europa, afectaría a las clases menos favorecidas. "Cualquier intento de estabilizar la economía que concentre los costes en la mayoría social sería un suicidio político", considera  Dante Caputo, Politólogo y ex-Ministro de Asuntos Extranjeros con Raúl Alfonsín. "Si Macri consigue resolver las tensiones entre austeridad y equidad, ganará una batalla decisiva. No será fácil", añade.
        Pero es indudable que a partir del 11 de Diciembre de 2015 la política argentina transcurre a través de nuevas escenas, lenguaje y actores. ¿Por cuánto tiempo se sentirán sus réplicas y hasta dónde llegarán? Es la pregunta que se impone. Pero antes analicemos, ¿por qué ganó Macri y perdió Scioli? Para responder es útil hacer una comparación con lo que pasó en 2009 en Chile donde Michelle Bachelet dejó el Poder, ante la imposibilidad constitucional de la reelección, con un muy alto grado de popularidad, quedando como Candidato de la hasta entonces invicta “Concertación Oficialista” Eduardo Frei Ruiz-Tagle, quien carecía del mismo carisma y estaba ubicado más “a la Derecha de Bachelet”, y perdió ante Sebastián Piñera, un candidato Liberal pero ubicado más a la Izquierda de la Derecha”, que no estaba sindicado como “Pinochetista” pues había votado al famoso “NO” que puso fin a la Dictadura, y con postulados menos reaccionarios que la habitual Derecha chilena. Con Daniel Scioli pasó algo parecido en Argentina: él no se identificó plenamente con el “Gobierno Kirchnerista” y no contó con el amplio respaldo electoral ni discursivo de Cristina Fernández, quien también dejaba el Poder con un alto grado de aceptación de su gestión ("La Presidenta tiene hoy en día una imagen positiva del 55%", le dijo a BBC Mundo Juan Manuel Germano, Director de la firma Isonomía Consultores. "Esta es la transición con mayor nivel de apoyo desde la vuelta de la Democracia en 1983", aseguró). Para aumentar la similitud señalemos que el Movimiento electoral de Piñera se denominó “Coalición para el Cambio” y el de Macri “Cambiemos”. Y terminemos esta similitud señalando que el Oficialismo chileno había también sufrido un importante desprendimiento: el de Marco Enríquez-Ominami, que le sacó bastantes votos a la candidatura de Eduardo Frei, reuniendo un 20%, lo mismo que Sergio Massa desvió del Kirchnerismo hacia el PRO.
      Además no es cierto que el “Macrismo” haya desalojado los contenidos políticos “Kirchneristas” en su campaña; todo lo contrario: aceptó la gravitación de un “clima ideológico Kirchnerista” y adaptó explícitamente su discurso y sus propuestas al nuevo  Zeitgeistque  es originalmente una expresión del idioma alemán que significa el espíritu (Geist) del tiempo (Zeit)”; se refiere al clima intelectual y cultural de una era.  Y eso lo hizo Mauricio Macri con absoluta disciplina discursiva interna y a contramano de su propia minoría Neoliberal; prometiendo, por ejemplo, que de ser electo Presidente, “NO privatizaría Aerolíneas Argentinas, YPF, ni siquiera ‘Futbol para todos’, como diciendo: ¿quieren Estado? pues tendrán Estado”, teniendo en cuenta que, según las encuestas, la sociedad argentina se encuentra mayoritariamente inclinada a una activa participación del Estado (la radiografía ideológica de todas la encuestas muestran que el 70% de los argentinos prefiere un Estado que intervenga activamente sobre la economía). En el discurso electoral del PRO no encontramos siquiera vestigios de aquellos que, como la publicitada inexplicablemente por EL COLORADO, Agustina Vergara Cid, quieren irrumpir con un Grupo de Gerentes que desde afuera vendría a regenerar la Política y sustituirla por la Administración y que El Presidente entrante deberá revertir el daño hecho por el Kirchnerismo, y hacerlo, no predicando algún tipo de moralidad (lo cual no es una función legítima del Gobierno), sino precisamente reduciendo el adoctrinamiento altruista-solidario que el Estado ha venido realizando. Su desafío es llegar al fondo de esas ideas y arrancarlas de raíz, aunque para ello tenga que enfrentarse a los propios adoctrinados”(sic).
       Habiendo hecho esta precisión, ahora tratemos de explorar las tradiciones político-ideológicas en que se inscribe, como una forma de anticipar –muy tentativamente– el camino que recorrerá. Lo más evidente, primero, es que Macri es una expresión sintomática del cruce tenso entre un “Liberalismo Social” y un “Conservadurismo Reaccionario” que caracteriza a las “Nuevas Derechas Globalizadas” que, al menos en el caso Latinoamericano, han ido moderando sus programas ortodoxos para reconocer algunos aciertos económicos de los Gobiernos del “Giro a la Centro-Izquierda” , incorporando a su propuesta la promesa de no descender del piso de beneficios sociales construido en la última década. Así, si antes de llegar al Poder la nueva Centro-Izquierda se vio obligada a ofrecer garantías de gobernabilidad económica y garantía democrática, ahora la Nueva Centro-Derecha promete gobernabilidad social.
       En segundo lugar, a lo largo de su campaña Mauricio Macri ha insistido en que su Gobierno será por sobre todo Desarrollista. Y como prueba explícita señalaba que en su Despacho de Jefe de Gobierno de la Ciudad Capital, tenía colgado el retrato de un solo Dirigente Político: el ex-Presidente Arturo Frondizi, padre del Desarrollismo argentino. Ideológicamente el Desarrollismo no es Neoliberal pero sí moderno, procura atraer al Capital extranjero pero es cuidadoso de los intereses nacionales, no es populista pero apuesta a la Industria Nacional; busca insertar al País en el mundo pero reconoce los límites del esquema Centro-periferia. Considerado en su acepción argentina, el Desarrollismo aparece como un Peronismo benigno o un Radicalismo progresista. Aunque por su carácter equívoco el Desarrollismo así entendido puede aplicarse a casi cualquier país del “Tercer Mundo” que dejó inconclusa su Revolución Industrial, quizá algunas de sus líneas maestras resulten útiles para intentar resolver los problemas del presente. Así, es importante su idea de impulsar, mediante el ingreso de inversiones extranjeras, industrias intensivas en capital, tecnología y mano de obra calificada que permitan sortear los “cuellos de botella” de la economía, que son los que generan el déficit de divisas que ponen un techo al crecimiento. Como sabemos, el gran problema de la economía argentina sigue siendo su estructura industrial desequilibrada, que hace que los ciclos de crecimiento y consumo disparen una demanda de Dólares que los superávits del Agro no llegan a cubrir. El Desarrollismo pretende, a través de la industrialización acelerada y modernizante, resolver este problema. Por supuesto, impulsar un programa verdaderamente “Desarrollista” implica, además de la atracción de los capitales que lo financien, un fuerte rol del Estado como orientador del proceso y, sobre todo, voluntad política. Nos parece difícil imaginar a Macri en este rol, aunque sólo el tiempo dirá si el Desarrollismo se transforma en un verdadero Plan de Gobierno o queda como un simple “slogan” de campaña electoral.

       Economía: nubarrones preocupantes.
       Después de aclarar lo anterior, sin embargo debemos preocuparnos sobre algunos aspectos preocupantes del Plan Económico del nuevo Gobierno tal como se presentó el objetivo de aumentos de precios para el periodo de Gobierno de Mauricio Macri. Ahora el plan se llama “Metas de Inflación”. El esquema divulgado propone una tasa de inflación del 20 al 25 por ciento para este año. El manejo de tasas de interés altas y el ajuste fiscal son componentes esenciales de ese plan, que hoy reúne el consenso del mundo de la ortodoxia económica. El Gobierno prevé cerrar este año con un nivel de inflación de entre el 20 y 25 por ciento anual, a partir de la apuesta de una reducción en la inercia de precios a partir del segundo semestre derivado de un ajuste del gasto.
       El nuevo Ministro de Hacienda y Finanzas Públicas, Alfonso Prat-Gay, ofreció el Miércoles 13 de Enero una Conferencia de Prensa en la que presentó los objetivos de la política ortodoxa para los próximos años. Alfonso Prat-Gay, había dicho el 5 de noviembre, en campaña electoral, que una devaluación no provocaría grandes costos en materia inflacionaria porque en la práctica la economía se manejaba con la cotización de otros tipos de cambio, como el contado con liquidación o el blue. “Con nuestra propuesta, que será coherente con un programa económico, lo que va a suceder es que subirá el dólar oficial, que prácticamente no afecta a nadie, y van a bajar los otros, que afectan a la gran mayoría de la población”, afirmó. “El dólar a 9,50 no existe”, aseguraba más desafiante el propio Mauricio Macri. Las advertencias sobre los riesgos de ocasionar una estampida de precios al mover el dólar de 9,65 a 15 pesos, como estimaba el Candidato en aquel momento, eran descartadas, y quienes las hacían eran tratados de ignorantes. “Es algo que Daniel Scioli no entiende”, apuntaba por ejemplo Prat-Gay. El ahora Ministro de Hacienda y Finanzas cumplió la primera parte de su promesa. Empezó a delinear un programa económico que arrancó con la eliminación de las restricciones a la compra de divisas y la consecuente devaluación. Las principales medidas en el primer mes de Gobierno ubican a los sectores Financieros y Agroexportadores como privilegiados, elevando sus márgenes de rentabilidad por distintas vías. A los primeros, por ejemplo, con la suba de las tasas de interés, la eliminación de la obligación de compensar a los ahorristas por ese aumento del costo del dinero, la generación de incentivos para la llegada de capitales golondrina y la emisión creciente de deuda pública. Para el Agro, la devaluación, la quita y rebaja de retenciones y la supresión de cupos a la exportación significan una transferencia de miles de millones de pesos.
       Lo que no ocurrió fue la segunda parte de la consigna, que el incremento del dólar no tendría impacto sobre precios. Por el contrario, desde que Prat-Gay anticipó la devaluación a principios de Noviembre se produjo una disparada inflacionaria, de acuerdo con las mediciones de la totalidad de las Consultoras Privadas, mientras que el Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos) en este momento ya no continuará la Publicación Oficial porque no habrá una medición oficial hasta el año próximo debido a que el Gobierno de Mauricio Macri determinó la “Emergencia Administrativa del Sistema Estadístico”. El índice del Congreso también desaparece como referencia, pero pese a ello es claro que en el último bimestre de 2015 la suba de precios triplicó el ritmo que traía hasta entonces. Lejos de asumir cualquier responsabilidad por esa situación, que significa un golpe al poder adquisitivo de trabajadores, jubilados y sectores de ingresos fijos, Prat-Gay se desentendió de las consecuencias de sus decisiones. Ahora resulta que el dólar de 9,65 existía, pero era “ficticio”, por lo cual “el sinceramiento” es parte de “la herencia”. El Ministro no hizo ninguna referencia a que antes sostenía que el dólar oficial “no afecta a nadie” y que por lo tanto su incremento no impactaría en los precios. Ahora consideró lógico lo contrario, que se hubiera producido un alza de la inflación, pero se congratuló de que lo peor haya quedado atrás. La nueva promesa es que la inflación terminará el año en un rango de entre 20 y 25 por ciento, y en función de ello reclamó a los Gremios que moderen sus pretensiones en las Paritarias. Sería la forma de completar la gigantesca transferencia de ingresos desde sectores Trabajadores a Banqueros y Ruralistas que supone el nuevo “programa económico coherente”. La redistribución regresiva de la riqueza, que empezó con la devaluación, es la verdadera herencia de Prat-Gay.
      Las viejas recetas recesivas.
      El Ministro de Hacienda y Finanzas Públicas, en su Conferencia de Prensa, el Miércoles 13 de Enero, en la que se esperaban anuncios sobre las negociaciones llevadas adelante en Nueva York con los fondos buitre, dijo poco y nada. Se limitó a compendiar la visión que Mauricio Macri expresó desde el día cero del fallo de Thomas Griesa: pagar sin chistar discutiendo, en el mejor de los casos, sobre la acumulación de intereses: “el taxi” que sigue corriendo. En suma, una perspectiva más acorde a su viejo empleo –pues recordemos que Prat-Gay ha hecho gran parte de su carrera  en el J.P. Morgan– que a la del Titular del área económica de un País Soberano. Así, las trabas al crecimiento de la economía durante los últimos cuatro años habrían sido una consecuencia de no arreglar con los acreedores más litigiosos, lo que habría devengado un costo adicional de intereses de más de 6.000 millones de dólares. “No les hacemos un favor a los argentinos al pelearnos con los buitres”, consideró el ministro Prat-Gay, en un giro de 180 grados de la política kirchnerista. En la semana del 25 de enero las partes presentarán sus propuestas, incluidos los llamados “me too” (yo también, en inglés) que obtuvieron el tratamiento extraordinario previsto en la sentencia original de Griesa aunque su reclamo todavía se encuentra en proceso de apelación.
       Para el Gobierno de Macri, lograr un entendimiento es condición necesaria para rehabilitar el acceso al mercado de crédito internacional sin riesgo y a menor costo. Sin embargo, la lógica de las Agencias Calificadoras de Riesgo evidencia cómo siempre existen requisitos adicionales para mejorar las perspectivas financieras de los países “desobedientes”. Por eso, el cierre de la disputa es solo un eslabón más en el proceso donde se inserta el compromiso de reducción del déficit fiscal, achicamiento del Estado y la instalación de un régimen de metas de inflación. El camino de Grecia. Durante la Conferencia de Prensa, el Ministro presentó a los buitres como inversores genuinos que adquirieron sus títulos antes del default cuando que los propios demandantes reconocen la adquisición de esos papeles post-crisis de 2001, incluso después del primer canje de 2005. Una clausura de la disputa requerirá que la totalidad del 7,6 por ciento de los tenedores de los papeles todavía en default también alcancen un acuerdo con el país. La suma nominal total ronda los 5.700 millones de dólares pero su valor varía ya que son más de 150 tipos de bonos distintos, denominados en diferentes monedas cuyas cotizaciones se mueven todos los días. Si todos los tenedores de bonos en Default accedieran a la fórmula pari passu que consiguieron NML, Dart y Aurelius, los fondos más agresivos, el monto a desembolsar trepa hasta los 20.000 millones de dólares. (Pari passu es una frase en Latín que literalmente significa “con igual paso”. Lo que se traduce a veces como “en igualdad de condiciones”, “al mismo nivel”, “con igual fuerza”, o “moviéndose en forma conjunta” y por extensión, “en forma equitativa”, “en forma imparcial y sin preferencias”. Pari passu es un término utilizado en finanzas, Bancos, títulos y valores financieros; se establece como una cláusula en un contrato financiero para precisar que los créditos deberán de guardar las mismas igualdades de derechos y obligaciones en relación con otras deudas similares de un mismo emisor). La intención del Equipo Económico es cancelar la mayor parte emitiendo nueva deuda externa, un escenario viable dado el bajo nivel de endeudamiento en dólares heredado del kirchnerismo. Pero un hipotético desembolso de esta magnitud equivale a 9 de cada 10 dólares en las reservas del Banco Central al 23 de Noviembre, el primer día de Macri como Presidente electo, o la mitad de toda la inversión social realizada entre 2003 y 2014. Aunque en el Equipo Económico de Macri entienden que el guarismo se ubica más cerca del margen inferior, de todos modos se trata a todas luces de mucho dinero.
       El clima festivo que genera entre Banqueros y Empresarios la estrategia del nuevo Gobierno contrasta con los históricos señalamientos provenientes desde la vereda de enfrente del pensamiento económico. Utilizar los fondos que ofrezca el Mercado Financiero para financiar gastos corrientes representaría una peligrosa y fallida estrategia que fue abandonada por los Gobiernos Kirchneristas. Aunque el desendeudamiento aleja la posibilidad de una crisis de deuda, si esa estrategia se profundiza no pueden soslayarse los riesgos asociados a la lógica de la valorización financiera                         –desindustrialización, extranjerización, precarización y fuga– que  dominó el proceso de acumulación entre 1976 y 2001. La necesidad de divisas no justifica una reinserción subordinada en el Mercado Financiero Internacional, al tiempo que el anunciado aumento de las tasas de interés de la FED impone un clima de incertidumbre para la sustentabilidad del ciclo de “crédito abundante y barato” para las economías emergentes. Otro desafío será obtener el Visto Bueno del Congreso para legitimar la operación financiera: en primer lugar, se requiere derogar la Ley sancionada en 2013 que obliga a ofrecerles a los buitres las mismas condiciones financieras que recibieron el 92,4% de los acreedores que participaron de los canjes; en segunda instancia, será necesaria validar Legislativamente la ingeniería y la fórmula de pago propuestas.  
       Pero el pago sin chistar a los buitres, que amenaza con retrotraer la situación de la deuda pública en divisas a etapas anteriores a la reestructuración, no fue el centro de la exposición. El objetivo principal del Ministro fue relatar los objetivos económicos de la nueva Administración, una remake de lugares comunes de la ortodoxia, a los que sumó una cargada dosis de voluntarismo al momento de exponer los factores que explicarán la potencial reactivación, la que ahora se produciría recién a partir de 2017.
       Prat-Gay empezó por “la herencia recibida”. Según sus números, el déficit fiscal que habría dejado la anterior administración no sería de apenas 2,3 puntos del PIB, sino del 5,8: “El déficit primario más alto de los últimos 30 años”, que sería producto del derroche y de gastar mal en un año con “recaudación record en los últimos 200 años”. Raro, todo funciona mal, pero la recaudación es record histórico. A la herencia recibida el Ministro sumó la inflación. Lo hizo de una manera particular, pues consideró al pico producido entre fines de noviembre y todo diciembre –un subproducto de las promesas devaluatorias y la posterior devaluación llevada adelante por su Fuerza Política– como responsabilidad del Gobierno anterior, pero también, por partida doble, como un éxito en el proceso de sinceramiento de precios relativos que acompañó la salida del “cepo cambiario”, pues según sus mediciones, las previsiones para la primera quincena de Enero serían de una inflación similar a las de Septiembre y Octubre. Así, la devaluación apenas se habría expresado en “una joroba”; sin dudas un dato para anotar cuando todavía no se produjeron los ajustes tarifarios.
       La proyección del Gobierno para los próximos cuatro años es de una inflación del 20-25 por ciento en 2016, del 12-17 en 2017, del 8-12 en 2018 para terminar en 2019 en el 5 por ciento. El dato notable aquí es que estos números no se compararon con el realmente importante: el crecimiento esperado del PIB para el período. El dato saliente es que el Ministro cree que en 2016 no habrá tiempo para que ya “liberadas las fuerzas productivas reprimidas” se recupere el nivel de actividad, hecho que ahora se trasladó a 2017. Pero el dato verdaderamente preocupante es que Prat-Gay crea que “terminar con el derroche” será suficiente para que la economía se reactive. Hasta ahora, todo lo anunciado son las viejas recetas del Neoliberalismo recesivo sin nada que tire del carro del crecimiento.
       El techo a las Paritarias.
       Con la advertencia de una caída de ventas a las Empresas y de una pérdida de empleo a los Sindicatos, el Ministro de Hacienda definió el marco de negociación salarial para este año. No habrá índices de inflación oficial para ordenar las Paritarias. Los despidos de las Empresas privadas en las últimas semanas “son parte de la herencia”. La negociación de los salarios para 2016 no tiene que tomar como referencia los fuertes incrementos de precios generados por la devaluación, la quita de retenciones y el ajuste que viene sobre las tarifas públicas. Estas fueron dos definiciones centrales del ministro Prat-Gay para no perder de vista que la política económica tiene como principal objetivo alterar la distribución del ingreso a favor de grupos concentrados, en los cuales se destacan Multinacionales exportadoras y financieras. El funcionario volvió a sugerir que las Paritarias deberían negociarse entre el 20 y 25 por ciento para que no escale el ajuste en materia de desocupación y de consumo. Prat-Gay aseguró que los casos de recorte de personal en firmas privadas no son fruto de las medidas de Mauricio Macri, sino de “inconsistencias acumuladas” en el Gobierno anterior, el cual, sin embargo,  finalizó el mandato con desocupación de 5,9 por ciento, para marcar la cifra más baja de los últimos 30 años. Empleó un argumento llamativo para justificar que la prioridad del equipo económico es cuidar a los trabajadores. “Cuando el Presidente dice que vamos a cuidar el empleo se lo toma muy en serio. Y así ya lo hizo en casos bien concretos. Una de las rebajas que anunciamos fue la reducción del insólito impuesto sobre autos de lujo. Sin eso hubiera caído todavía más la producción y el empleo del sector. Pero el 80 por ciento de los autos con ese recargo impositivo son importados, con lo cual no implican ni un solo operario en los establecimientos productivos. El Ministro advirtió a los Sindicatos que no deberán tomar los fortísimos aumentos provocados principalmente por la corrección del dólar del 40 por ciento como una referencia para el reclamo salarial del 2016. “En la medida en que acomodemos los precios relativos (tipo de cambio, salarios y tarifas), se va a ir acomodando también la tasa de inflación”. Prat-Gay aseguró que la “Emergencia Estadística” que declaró el Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos) y por la cual no se publicarán datos de precios durante los próximos meses no es un impedimento para el desarrollo de las Paritarias.  
       Por su parte, El Presidente del Bloque de Diputados del Frente para la Victoria, Héctor Recalde, salió al cruce de los anuncios del Ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, y afirmó que “no se puede extorsionar con las Paritarias" porque "la naturaleza jurídica del salario es alimentaria y estos son derechos humanos”. También rechazó la declaración del Ministro sobre "la grasa de la militancia" y sostuvo que "la descalificación a los militantes políticos es una ofensa al ser humano”. Insistió que “no se puede extorsionar con las Paritarias, es tremendo, porque no se puede plantear que se debe elegir entre sueldo y empleo porque esto es jugar con el estado de necesidad del pueblo”. En ese contexto, Recalde afirmó: “Yo quiero llamar a la mesura porque la naturaleza jurídica del salario es alimentaria y estos son derechos humanos”.
       Ajuste oculto de 3,6 puntos.
       La presentación de Prat-Gay expone una reducción de 2,3 puntos en el déficit, pero la magia contable hizo desaparecer un ajuste adicional: el beneficio para Exportadores y el Agro más concentrado que otros pagarán. El Ministro dedicó buena parte de su exposición a tratar de demostrar que había descubierto en las cuentas fiscales un déficit escondido mucho más grande que el confesado por el Gobierno saliente. Se refirió a ello como “la basura que nos dejaron, que no es nuestra pero vamos a resolverlo”. Aseguró que se encontraron infinidad de “ingresos mal incluidos” así como “gastos no computados”. Y entre los primeros mencionó los recursos aportados por el Banco Central y el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de ANSES (Consulta de Liquidación de Asignaciones Familiares y CUIL: Código Único de Identificación Laboral)  para financiar al Tesoro Nacional, que consideró prudente separar, criterio que no comparte ni el FMI ni aplican los Países Centrales de la economía mundial.
       Hacia el final de su presentación se entendió el sentido de tanto esfuerzo: creyó demostrar que el déficit primario del año 2015 no había sido de 2,3 por ciento del Producto Bruto Interno, como informó el Gobierno saliente, sino del 5,8 por ciento, y que si se logra el objetivo de alcanzar un déficit primario de 4,8 por ciento este año, se “reduciría en un punto”. Evitó así exponer que, en realidad, las medidas que ha resuelto aplicar el Gobierno de Mauricio Macri significan un ajuste por aumento de tarifas de Gas y Electricidad por 1,5 puntos del producto bruto; otro ajuste por Cesantías de Personal y recortes de otros gastos por el equivalente de 0,8 puntos del PIB; y finalmente un redireccionamiento de recursos por medidas impositivas a favor de Exportadores y Grandes Productores Agrícolas, por 1,3 puntos del PIB, que se les restarán a otros Sectores o transferencias del Estado. En total, lo que queda disimulado es un ajuste de 3,6 puntos del PIB que el Gobierno Nacional dispondrá en 2016. Es decir, por una cifra que podría rondar los 190 mil millones de pesos, considerando los valores estimados del producto para 2015. Por otro lado, estimó que el ahorro en el gasto por la eliminación de subsidios a las tarifas de Gas y Electricidad será el equivalente a 1,5 puntos del PIB. Ese impacto positivo será acompañado, prometió Prat-Gay, por otra reducción de 0,8 puntos proveniente de “Reordenamiento del gasto”. En este rubro se explayó sobre la existencia de “licitaciones irregulares”, “ñoquis” y reparticiones “llenas de militantes”, que es lo que el Gobierno de Macri empezó a ajustar con despidos masivos (más de 10.000 hasta ahora) sin analizar la composición del personal ni la responsabilidad laboral de cada uno.
La compleja exposición del Ministro diluyó el impacto fiscal del beneficio a Exportadores y Productores Agropecuarios por la quita de retenciones, al imputarlo arbitrariamente a 2015 como si ya hubieran estado vigente entonces. El gasto adicional aparece así expuesto como si fuera un gasto que se repite de un año a otro. Pero al no ser así, la transferencia de recursos a favor de estos sectores concentrados significará que se la detraerán a otros sectores. Aunque este último ajuste, de 1,3 punto del PIB, haya quedado oculto en la exposición del Ministro.-
FUENTES: “Le Monde Diplomatique”; “Página 12”; “Clarín”; “La Nación”; “The Guardian”; “Revista Noticias”; Comentarios y reportes de la Prensa en general.--


sábado, 9 de enero de 2016

DERROTA BOLIVARIANA (II)

La Derrota del Bolivarianismo (II)
EL Triunfo de la  Oposición Venezolana y la reacción del  Chavismo
        Con esta segunda entrega queremos completar la anterior, atisbando “el otro lado de la muralla”, pues la victoria de la MUD (Mesa de Unidad Democrática) en las Elecciones Legislativas en Venezuela abre una nueva etapa política para el País caribeño, gobernado hace dieciséis años por el Chavismo. Algunos elementos más nos pueden ayudar a comprender mejor la nueva coyuntura:
       1. El Chavismo nunca había quedado en minoría en la Asamblea Legislativa, algo que sí le ocurrió al PT en Brasil, al Kirchnerismo, y al Frente Amplio uruguayo en diferentes tramos de sus respectivos Gobiernos. Este retroceso en curules es la primera derrota electoral representativa del Chavismo, visto y considerando que el anterior revés fue a raíz de la propuesta de Reforma Constitucional impulsada por Chávez en 2007. Es un hecho concreto: buena parte de los procesos de cambio en América Latina ya han tenido que gobernar con una mayoría opositora en el Legislativo. Han perdido diversas elecciones Legislativas, y luego retomaron la senda victoriosa en las Presidenciales. Si bien esta nueva correlación tendrá determinadas consecuencias (la compleja aprobación de los Presupuestos anuales es un ejemplo de ello) no puede condicionar la totalidad de acciones del Gobierno. Se trata de la segunda derrota electoral en veinte contiendas de parte de las fuerzas chavistas.
      2. La diferencia entre el PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) y la MUD fue de 12%, arribando a un 54% a 42%, una distancia incluso menor a la que vaticinaban diversas Encuestas meses atrás, que mencionaban más de 30% de diferencia para la Derecha. Ocurre que, por las Circunscripciones Electorales, la MUD duplica al PSUV en curules (tema circuital que la Oposición había criticado en 2010, cuando perdiendo por 1% quedó 33 curules abajo). Maduro fue claro en este punto durante la conferencia de prensa que brindó en el Palacio de Miraflores tras la derrota: anunció que, por la “guerra económica”, viró la correlación de fuerzas históricas (en general, más afincada en un 60% a 40% para el Chavismo, de acuerdo a un rápido promedio de las diferentes elecciones), pero que no era momento de sentirse derrotados sino de comenzar a construir en un nuevo escenario político. Y vaya si sabe el Chavismo de eso: soportó el Golpe de Estado de 2002, el paro petrolero de 2003-2004, la derrota electoral en 2007, la muerte del propio Chávez en 2013, y las guarimbas en 2014. Se construyó también sobre la base de adversidades (allí tiene algo de similitud con el Peronismo argentino) de las que, con el paso del tiempo, logró salir con iniciativa.
       3. La Economía es uno de los puntos centrales que definieron la elección. El escenario de desabastecimiento inducido –que el Gobierno no fue capaz de resolver– imperante en el País desde hace ya dos años fue “la gota que colmó la copa” para aproximadamente un 10% de electores que, en general, había elegido al Chavismo en ocasiones anteriores y que en esta elección votó a la MUD. Uno de los desafíos del Gobierno de Maduro en los próximos meses será el de desbaratar el complejo entramado que, desde circuitos Empresariales, favorece al desabastecimiento y la especulación, y golpea a sectores populares. También el PSUV deberá retomar la “construcción barrial” que supo hacerlo uno de los Movimientos más organizados del continente. “Vamos a recuperar la confianza de los incomodados” dijo Roy Chaderton (Ministro de Relaciones Exteriores 2002-2004; Embajador de Venezuela en la OEA 2008-2015; Diputado al Parlamento Latinoamericano actualmente en el Cargo) en una rueda de prensa horas después, para luego afirmar que “hoy es el primer día de nuestra recuperación”. Veremos si el “Equipo Gubernamental” cambia su incapaz Dirigencia actual por gente más acorde con las circunstancias del momento; de lo contrario la debacle seguirá.
        4. El triunfo de la MUD en Venezuela, apenas semanas atrás de la victoriosa elección de Mauricio Macri en la Argentina, nos muestra un convulsionado escenario político en la región. La derrota chavista es una mala noticia para la Presidenta brasileña Dilma Rousseff, que enfrenta un pedido de impeachment de parte de la Oposición conservadora en su país. También para Evo Morales, quien en febrero próximo disputará la posibilidad -vía referéndum- para poder presentarse a un nuevo mandato constitucional. La“restauración conservadora” de la que hablaba el Presidente de Ecuador Rafael Correa parece estar en curso en el continente, aunque la “Nueva Derecha” se presenta en este momento con un discurso de más moderación que el que supo ostentar con anterioridad.
        5. La MUD (Mesa de Unidad Democrática) deberá unificar posiciones a su interior. Ahora tendrá la posibilidad de conducir nada menos que un Poder del Estado Venezolano, con todo lo que ello implica. Y apenas terminada la elección ya existieron diferencias: Henry Ramos Allup (Secretario General del Partido socialdemócrata Acción Democrática) amenazó con cerrar el Canal de TV de la Asamblea Nacional, dando a entender que comenzaba un período de revancha contra el Chavismo: “Yo he venido diciendo que el Sistema Nacional de Medios Públicos, incluyendo a Venezolana de Televisión (VTV), YVKE (Mundial) y ANTV son Medios de Comunicación puestos al servicio de una causa política”, embistió el Dirigente adeco; mientras otros Dirigentes buscaron mostrarse más contenidos, con un perfil más bajo, a sabiendas que tienen enfrente a un poderoso Movimiento Político y Social aún vigente. La MUD está conformada por 21 Partidos y Movimientos incluso rivales entre sí e indudablemente se dará la lucha por el Poder pues, como lo dice un viejo aforismo de la Ciencia Política, históricamente comprobado: “el Poder no se comparte”, y podemos poner como ejemplo que Octavio no lo compartió con Marco Antonio, Stalin no lo compartió con Trotsky, Hitler no lo compartió con Ernst Röhm, ni Stroessner con Mendez Fleytas (como anécdota contamos que cuando a Stroessner se le preguntó porque se deshizo tan pronto de Mendez Fleytas contestó: “Mocoi yaguareté ndicatúi oicó pêteí jaula pe”).
        Entre las personalidades relevantes en la Oposición Venezolana descuellan indudablemente Henrique Capriles y Leopoldo López. Su principal diferencia en los últimos tiempos ha sido la manera de abordar la difícil situación del país y la forma de hacer frente al régimen de Nicolás Maduro. Mientras López, junto a otros políticos como María Corina Machado, ha llamado a protestar en las calles y manifestar el descontento popular, Capriles –que denunció trampas en las Elecciones Presidenciales que perdió en abril de 2013 por el 1%– ha apostado por «unir» a los venezolanos para ganar las elecciones,  y denunciar reiteradamente los abusos del Gobierno, pero sin incentivar la protesta callejera violenta.
        Capriles tiene una brillante trayectoria como Abogado y Político. Se desempeñó como Funcionario público en el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT),Ente encargado de la recaudación tributaria del Estado, y en el área privada en diversas Firmas jurídicas en Caracas. A los 25 años de edad fue electo Diputado al Congreso de la República  por el Estado de Zulia, posteriormente nombrado por consenso Vicepresidente del Congreso y Presidente de la Cámara de Diputados entre 1999 y 2000, convirtiéndose en el venezolano más joven en ejercer esos cargos en la historia democrática del país, hasta la entrada en vigencia de la unicameral Asamblea Nacional.
       Fue electo Alcalde del Municipio Baruta del  Distrito Metropolitano de Caracas el 30 de julio de 2000 con el 63 % de los sufragios, reelecto en 2004 con el 79 %. Posteriormente se postuló con el apoyo de todos los Partidos Políticos de oposición a las Elecciones Regionales de 2008 al Cargo de Gobernador del Estado de Miranda, venciendo el 23 de Noviembre de 2008 al Oficialista Diosdado Cabello (hoy Presidente dela Asamblea Nacional) con el 53,11 % de los votos. Fue reelecto al Cargo para el período inmediato a finales de 2012 con el 52 %. Gobernador actual del Estado de Miranda por dos periodos y dos veces Candidato a Presidente de la Rca., primero contra Chávez y luego contra Maduro ante quien perdió dudosamente por el 1% de los votos; se ha manifestado como Nacionalista de Centro-Izquierda durante sus campañas electorales a la Presidencia.
        En cambio Leopoldo López tiene una dudosa trayectoria jalonada de escándalos, como haber desviado fondos petroleros de PDVSA cuando su madre era Gerente de la misma. Leopoldo López participó en las movilizaciones de calle de la Oposición venezolana que dieron lugar al posterior Golpe de Estado de abril de 2002 y participó como autoridad de facto en el arresto ilegal e inconstitucional del entonces Ministro de Interior y Justicia Ramón Rodríguez Chacín y en la “investidura” del Empresario Pedro Carmona como Presidente-Dictador estando presente durante la lectura del Decreto que había cerrado el Congreso, anulado el Poder Judicial y dotado de Poderes Constituyentes a Carmona. La causa que se seguía a López por este último hecho fue sobreseída el 31 de diciembre del 2007 debido a la amnistía otorgada por el Presidente Hugo Chávez.
        De acuerdo con la Contraloría General de la República, cuando López se desempeñaba como Analista de Entorno Nacional en la Oficina del Economista Jefe de Petróleos de Venezuela (PDVSA), la ONG “Primero Justicia” (presidida por López) obtuvo una donación a través de su madre, Antonieta Mendoza de López, que entonces ocupaba el cargo de Gerente de Asuntos Públicos de la División de Servicios de PDVSA Petróleo y Gas S.A., algo completamente ilegal por lo que fue privado de postularse a Cargos Públicos. También se le imputó  haber recibido dinero del Gobierno de los EE.UU. según se publicó en cables de Wikileaks; es de ultra-Derecha Neoliberal y pertenece a una familia de la rancia oligarquía aristocrática de Venezuela.
        ¿Buscará la MUD el “Referéndum Revocatorio” para intentar derrocar a Nicolás Maduro en 2016, visto y considerando que su período constitucional termina recién en 2019? Habrá que ver. Saben que una cosa son las Elecciones Legislativas –conocidas como de medio término, y, generalmente, más favorables a la Oposición que al Oficialismo en buena parte del mundo– y otras las Elecciones Presidenciales o los Referéndums Revocatorios, que en Venezuela han sido inequívocamente favorables a las fuerzas del Chavismo. Además no olvidemos que los Movimientos Populares tienen una gran capacidad de movilización y confrontación, como lo demostró el Peronismo con Raúl Alfonsín a quien le obligaron a renunciar antes del final de su mandato, y con Fernando de la Rúa casi al principio del mismo. Indudablemente que el Chavismo dará una dura batalla para mantenerse en el Poder y sabemos que es un Movimiento aguerrido. La Oposición y sus simpatizantes ahora eufóricos no deben cantar victoria antes de tiempo, el “consumatum est” aún no está dado.
        En definitiva, la correlación de fuerzas de la Asamblea Nacional ha cambiado fuertemente, y hay un mensaje que quedó en las urnas. Veremos si el Gobierno Bolivariano puede reinterpretarlo para salir adelante, como muestra su currículum durante la última década y media. Tiene una ventaja: perdió una Legislativa, y no la Presidencial, pero el panorama se presenta sombrío.--


FUENTES: Juan Manuel Krag: Opinión; Diario ABC de Madrid del 5-Mayo-2015; The Guardian; Cambio 16; Le Monde Diplomatique.-