viernes, 20 de noviembre de 2015

ELECCIONES MUNICIPALES

LAS ELECCIONES SE GANAN CON LOS   POLÍTICOS, NO CON LOS TÉCNICOS
       Esta es una lección que esperamos aprenda el Presidente Horacio Cartes de una vez por todas. La dura derrota en las elecciones Municipales hace temblar todo el armazón del Oficialismo y pone en peligro las posibilidades de triunfo del Partido Colorado en el 2018 además de poder darse el comienzo de la demolición del Aparato Partidario que costó edificar durante más de un siglo de vivencia y sacrificio constantes. Analicemos otras lecciones derivadas de ello y las causas del descalabro sufrido.
       La importancia del Partido Político en la consolidación del Poder, el mantenimiento del Orden y la Gobernabilidad: Condición indispensable en la edificación del Poder del Gobierno es la presencia y  actividad del Partido Político que lo sustenta; porque sin el apoyo masivo de un Partido, probado y templado en los combates y con una larga tradición detrás de sí, el Gobierno no podrá librarse del yugo de los intereses creados y establecer su propio poder político; y la importancia del Partido Político se eleva aún más después de conquistado el Poder Estatal.
       La historia enseña de muchos casos en que las Fuerzas Políticas después de conquistar el Poder, no sabían qué hacer con él, concluyendo de este modo a labrar su propia derrota. Entonces, el Partido que las apoya es el encargado de pertrecharle con este conocimiento. Después de la victoria, al Gobierno triunfante se le plantea la tarea de consolidar el Poder conquistado, y –en nuestro caso paraguayo actual– desplegar una labor encaminada a la transformación del régimen económico de la sociedad y, por último, organizar la creación de una nueva política y de una nueva cultura. Y sin un Partido férreamente organizado y templado en la lucha, sin un Partido que goce de la confianza de todo lo que haya de honrado en la ciudadanía, sin un Partido que sepa pulsar el estado de espíritu de las masas e influir sobre él, es imposible llevar a cabo esta tarea. Esto significa que también nuestro Partido Colorado debe ser transformado, modernizado, remozado y cultivado con nuevas costumbres que lo hagan distinto a lo que antes era y lo llevaron y pueden volver a llevarlo a la llanura. Y esto debe ser fruto de un amplio debate sobre el tipo de Partido y de sociedad que queremos y el quehacer del Partido en esta etapa crítica de la vida nacional, con la elaboración de un proyecto ideológico, un programa político para corto, mediano y largo plazo, y una propuesta de reorganización de la estructura partidaria.
       Debemos comprender que está concluyendo un tiempo y cerrándose un ciclo en la historia de nuestro país y de nuestro Partido, por el agotamiento de un modelo de gestión política. Tiempo, ciclo y modelo que, en el ocaso de sus trayectorias, convocan hoy, por ley ineluctable de la historia, a una renovación profunda y radical, que permita instaurar un tiempo nuevo, un moderno ciclo histórico, y un modelo de gestión política original. Esto es fundamental porque el Partido es el que debe infundir en las masas el espíritu de disciplina y de organización para cumplir con las directrices del Gobierno y servir de “correa de transmisión” para el mantenimiento de la Gobernabilidad, la Ley y el Orden, aglutinando a los diferentes estratos del pueblo en torno a un objetivo común y cumpliendo la función de fuerza dirigente y orientadora del mismo. El Partido Político cumple esta función en el sistema por medio de todo un conjunto de Organizaciones Estatales y Sociales que lo enlazan con las más extensas masas populares como las Seccionales, Sindicatos, las Cooperativas, la Juventud, las Mujeres, Profesionales, Campesinos, y otras organizaciones sociales. Por medio de estas organizaciones las capas populares más diversas expresan sus aspiraciones y su voluntad y el Partido debe apoyarse en ellas para llevar a cabo sus tareas evitando los brotes de rebeldía y manteniendo la paz y la seguridad. Porque la Dirección de un Partido sano, consciente de su destino histórico, garantiza la solución de todos los problemas nacionales en interés de todo el pueblo y no sirviendo los intereses particulares o de grupo. De ahí que todos los intentos de separar la actividad de tales o cuales órganos del Gobierno o Entes Administrativos Estatales y Paraestatales de la presencia del Partido, de sustraerlos a la influencia del mismo, son profundamente nocivos y se oponen a los intereses del pueblo. El zafarse del Partido conduce a fracasos en el trabajo y al divorcio respecto de las masas.
       Por todo lo apuntado no es raro que el Neoliberalismo reaccionario antinacionalista descargue sus golpes principales sobre nuestro Partido Nacional Republicano. Simultáneamente, a fin de minar al Partido por dentro y desprestigiarlo por fuera, la propaganda Neoliberal se esfuerza por hacer creer a la opinión pública que se puede prescindir perfectamente de él. Porque el Neoliberalismo proclama que lo económico es más importante que lo político: niega en absoluto la necesidad de toda organización política; afirma que las clases populares no han de preocuparse de la política y que les basta con un Gobierno de “Tecnócratas”. Con su negación de la política, el Neoliberalismo subordina de hecho a la clase trabajadora a la influencia de la clase dominante.
        El papel del Dirigente político en la historia: La activa participación de los afiliados del Partido en las labores del mismo no reduce sin embargo el significado de la Dirección, el papel de los Dirigentes capaces y en posesión de los necesarios conocimientos y experiencia. La historia de los Partidos Políticos de los distintos países demuestra que ellos pueden actuar con éxito cuando cuentan con grupos estables de Dirigentes expertos, prestigiosos e influyentes. Estos hombres y mujeres constituyen el núcleo Dirigente del Partido, nombrado por elección, que organiza prácticamente el cumplimiento de las resoluciones adoptadas y asegura el mantenimiento y transmisión de la experiencia y las tradiciones. La unidad de acción de los Dirigentes no significa en absoluto que no pueda existir diversidad de opiniones, discrepancias en cuestiones concretas (como ahora sobre los nombramientos en el Gabinete Ministerial y la Dirección de los Entes Administrativos) porque en caso contrario el Partido dejaría de ser algo vivo y se convertiría en un organismo muerto.
        El Príncipe Bismarck, el “Canciller de Hierro” que unió a los diferentes Principados y Estados alemanes bajo la hegemonía de Prusia para dar nacimiento al “Segundo Reich Alemán” decía que la política “es el arte de lo posible y la ciencia de lo provisorio”. Esto significa que la Dirección Política exige una gran capacidad y verdadero arte en la aplicación de la línea; caso contrario, la mejor línea política no servirá de nada. Por lo tanto, para la Dirección Política no es sólo saber sino ser capaz de hacer. ¿Cómo se adquiere esa capacidad, ese arte?: El mero estudio teórico, se comprende, no basta. Cada Dirigente únicamente puede dominar el arte de la dirección política sobre la base de una gran experiencia propia; no hay escuela capaz de cumplir las veces de la escuela que es la lucha práctica con todas sus vicisitudes y pruebas, con sus victorias y sus derrotas. ¿Y qué grandes esferas abarca el arte de la dirección política?: Lo primero de todo, la capacidad de trabajar entre las masas, porque los afiliados no escucharán jamás los consejos de los Dirigentes si no coinciden con lo que la experiencia de la propia vida les enseña. Otra parte importante de la dirección política es la capacidad para unir los esfuerzos propios a los esfuerzos de todos con quienes es posible llegar a la unidad de acción, sin excluir a los que mantienen discrepancias en cuestiones de fondo”. El arte de la Dirección Política comprende también la capacidad para elegir formas de lucha que correspondan a la situación, y de estar dispuestos a los cambios más rápidos e inesperados de estas formas. En fin, la ciencia y el arte de la Dirección Política se manifiestan asimismo en la capacidad para destacar las tareas principales en el cumplimiento de las cuales han de centrarse los esfuerzos.
        El Dirigente Político debe también tener una fuerte personalidad, no timorata, que le permita no dudar en defender los intereses de su Partido y su pueblo aunque fuere en la situación más difícil, arriesgando su posición y persona inclusive, y estar dotado de un buen nivel intelectual y cultura suficiente como lo demuestran los grandes políticos que registra la historia, por ejemplo: Winston Churchill, ganador del premio Pulitzer y el premio Nobel de Literatura; Charles De Gaulle, autor de varios libros entre los que destaca “Le Fil de la Epéeun formidable tratado de la historia militar de Francia desde la batalla de Azincourt en la Edad Media; Konrad Adenauer, Willy Brandt, Lenin, Stalin, Trotsky, Juan D. Perón y muchos más.
        Además de un superior razonamiento lógico y capacidad de análisis, tiene que ser muy intuitivo, dotado de una gran presciencia (esa intuición rayana en la adivinación) y lo que los alemanes llaman fingerspitzgefühl (“sensibilidad en la punta de los dedos”) que describe perfectamente el sentido de la oportunidad y de la cronometración de los acontecimientos. Por último, ser un gran psicólogo de masas que le permita conocer a la gente y verla como realmente es y no como él quisiera que fuese. Y, por supuesto con un gran idealismo y total devoción por su causa  con total convencimiento ideológico. Pues el gran Dirigente no lleva tras de sí a las masas caprichosamente sino que intuye hacia dónde se dirigen y se les pone delante. NO, NO SE PUEDE PRESCINDIR DEL POLÍTICO.
        Como en el Partido existe un gran descontento –a raíz de los nombramientos en Cargos Ministeriales y Dirección de Entes Públicos– sobre si es mejor gobernar con “Técnicos” antes que con “Políticos”,  es interesante recordar lo que expresaba, ya en 1689 –después de consumada la Revolución Inglesa de 1688-89    llamada La Gloriosa”– George Savile, Marqués de Halifax, “Lord del Sello Privado” del Gobierno del nuevo Rey Guillermo III y el más notable e influyente de ese Gobierno, respecto a la diferencia entre un  “político culto” y un “técnico”: que la diferencia entre ambos es que el Político tiene “la capacidad de ver el momento y la parte, a la luz de lo perdurable y el todo” “con la amplitud y la precisión de un filósofo político y el rigor incisivo de un Estadista práctico. Es decir, que el Político (si está intelectualmente bien dotado) puede “volar más alto que un Técnico pedestremente apegado sólo a las querellas cotidianas que su estrecha y limitada función le presenta”; porque el “Técnico” no tiene la “muñeca política” que le permita comprender y “manejar” a la gente. Y Halifax nunca se contentó con ser enteramente un “hombre de Gobierno”: “El Gobierno del mundo –escribió, en el sentido de gobierno de las naciones– es una gran cosa; pero es también algo muy tosco comparado con el conocimiento especulativo”. Comprendió perfectamente que la política tenía que manejar multitudes, lo que le alarmaba, diciendo: “Hay una crueldad acumulativa en un número de hombres, aunque ninguno de ellos sea naturalmente malo… El zumbido iracundo de una multitud es uno de los ruidos más sanguinarios del mundo” (El Carácter de un Conservador de Ajuste; Londres, 1689).
      Este Gobierno mantuvo la frialdad con el Partido Colorado cuyas bases, aunque no se manifestasen públicamente, mascullaban su descontento en voz baja y dieron ahora la espalda al Poder como pasó con Duarte Frutos en el 2008. El Gobierno debe aprender la lección y tiene que apoyarse más en el Partido que es el que mantiene la gobernabilidad y sirve de “correa de transmisión” con el pueblo. Eso será más eficiente y eficaz para levantar la imagen del Gobierno y ganar elecciones antes que consejos de “expertos” sin apego a la realidad nacional y partidaria.
   Es de capital importancia el Partido Político en la consolidación del Poder, el mantenimiento del Orden y la Gobernabilidad. Condición indispensable en la edificación del Poder del Gobierno es la presencia y  actividad del Partido Político que lo sustenta; y la importancia del Partido Político se eleva aún más después de conquistado el Poder Estatal.

La pobreza de nuestra actividad política se debe en gran parte a la ausencia del debate ideológico del cual saldrán las consignas que darán la “idea-fuerza” que genere el entusiasmo y apoyo del pueblo. A pesar de que nuestro Estatuto Partidario de 1992, en su Art. 74, obliga a la convocación de un CONGRESO DOCTRINARIO IDEOLÓGICO “cada diez años, o antes si la Junta de Gobierno lo estimase oportuno”(sic) esto ni siquiera se ha intentado hacerlo; la Junta de Gobierno del Partido Colorado no presta atención alguna a la difusión de la ideología del “Nacionalismo Republicano” de “El Estado Servidor del Hombre Libre” que profesa el Coloradismo y lo coloca en la “3a. vía”, opuesta tanto a la ideología Liberal “Mercadocéntrica” con un Estado meramente subsidiario, “mirón”; como a la ideología Socialista Izquierdista “Estadocéntrica” con el Estado omnívoro, “atrapatodo”, autoritario. El Coloradismo preconiza el “Estado Regulador”, director, que interviene para suplir las fallas y deficiencias del mercado y armoniza los intereses políticos con los económicos y que ha dado grandes resultados para mejorar el nivel de vida del pueblo; como ocurre en Suecia, Taiwán, Corea, Japón y lo fue en la Francia de Charles de Gaulle.
La polémica con el Presidente Cartes: Los nombramientos para cubrir las Carteras Ministeriales y la Dirección de los Entes Administrativos hechos por el Poder Ejecutivo, han desatado una grande y aguda controversia en el Partido Colorado y en la opinión pública en general. Algunos más recalcitrantes piensan que el Presidente de la República se ha embarcado en un Gobierno apoyado fundamentalmente en “Técnicos” –que  precisamente por no ser “Políticos” y no tener la visión de futuro ni interés electoral ni “clientela” que satisfacer como éstos, no pueden ofrecerle resistencia alguna– extraordinariamente obedientes a los dictados de aquél. Recordamos lo que Shakespeare hacía decir a Julio César en su obra homónima: “Yo prefiero a mi alrededor hombres gordos de cara lustrosa y que ronquen por la noche antes que a esos individuos magros, ojerosos, que pasan las noches en vela, activan mucho entre la gente y piensan demasiado: éstos son peligrosos e incómodos, los otros no causan problemas”.
        Otros más cautos creen todavía, sin embargo, que a consecuencia de esta derrota el Ejecutivo rectificará rumbos y no dejará de apoyarse en la Organización Partidaria porque su titular comprenderá perfectamente, tras este duro traspié, el peligro de quedar aislado de su base popular, “navegando” en las turbulentas aguas del “cambio”, que requiere el momento actual, recostado solamente en “Técnicos” obsecuentes (que aunque estén afiliados al Partido no han hecho nunca militancia política y no tienen experiencia de cómo llegar a la gente) y un Empresariado que exige una política de rápidos resultados para sus intereses.

        Así pues, nosotros pensamos que un Gobierno que quiera ser eficiente y eficaz, debe tener como Ministros y  Directores  de    Entes Públicos a Políticos intelectualmente capaces para comprender “el momento y la parte, a la luz de lo perdurable y el todo” y con gran sentido de organización para rodearse de excelentes Técnicos, como sucede en los Estados Europeos y en los EE.UU. Y esperemos que el Presidente Cartes más temprano que tarde así lo haga pues es lo bastante inteligente como para persistir en un grave error.
En su intento por construir su propio esquema de Poder el Ejecutivo abrió demasiados frentes de conflicto, tanto dentro como fuera del Partido; pero no se preocupó en generar apoyos: aliados firmes y permanentes que le ayudasen a gobernar. Siempre consideró que ese tipo de alianzas terminarían atando a toda la Administración. En la visión Empresarial de los colaboradores del Jefe de Estado “se está haciendo una administración impecable y quienes critican son solo adversarios que buscan obstaculizar al Gobierno”. No se cansan de repetir los buenos números de la macroeconomía; pero no ven el creciente malhumor social en que se desenvuelven. No comprenden que los buenos números no necesariamente están llegando a la gente y que en determinadas coyunturas no alcanzarán para amparar lo que podría ser una buena gestión. Esa concepción de la gestión de Gobierno no alcanza a entender que los acuerdos empresariales son insuficientes si no se logra consolidar paralelamente acuerdos políticos que permitan el desarrollo de los planes.
      Lo último y más importante: Un Estadista conservador del Poder debe ser un realista supremo y hacer ver a sus oponentes como perturbadores “visionarios”. Cosa que no se nota en el Gobierno actual, donde  –como decía el Gnóstico Basilidesel problema reside en que no se percibe que hay un problema”, y solo existe una conspiración de mediocridades unidas por el temor a toda acción decisiva contra todo lo que les produce ese temor… pues la esencia de la mediocridad se encuentra en que prefiere la ventaja tangible a la ganancia intangible de posición. Se debe tener en cuenta que un Líder, Movimiento, Partido o Gobierno que se convierta en foco de irritación permanente no puede durar (tenemos el ejemplo de Lugo y de Cubas-Oviedo).
     Recién a último momento, aunque sin tener conciencia de lo que se venía, el Presidente de la República comenzó a recurrir a los Caudillos, pero era tarde ya, porque el esquema estratégico y táctico falló, ya que en él no figuraron desde el principio los “Políticos de raza y experiencia”, la élite que domina la estructura partidaria generación tras generación y da continuidad a la historia de la sucesión del Poder. Así es como aparece patente la incapacidad de liderazgo de la Presidenta de la Junta de Gobierno, ésta sí política experimentada, parte de la élite partidaria, que no supo cumplir la misión de vincular a las bases, caudillos colorados, burócratas seccionaleros, élites parlamentarias, poderes fácticos y actores sociales, con el Despacho Presidencial que era el escenario donde, en definitiva, cobraban realidad las fórmulas “Partido de Gobierno” y “Gobierno Nacional”. Y ante este fracaso del esquema de Poder diseñado supuestamente para asegurar la continuidad del Poder del Partido Colorado en el Gobierno de la República hasta después del 2018, la ausencia de verdaderos Liderazgos Políticos que acompañasen el proyecto parece tener visos insolubles y fatalistas de tragedia griega… A no ser que aparezca en el escenario un evento o personalidad relevante que cambie todo el panorama y dé motivos para un nuevo y elevado esquema de Liderazgo Político y diseñe nuevos modos de acción para la “dinámica e masas”.
       Hace más de un año que estamos advirtiendo sobre la nulidad de los “Asesores Presidenciales” y esta vez volvieron a equivocarse al aconsejarle al Presidente salir a la palestra como un operador político más, convirtiendo estas elecciones en un plebiscito sobre su Gobierno, y hacerle pronunciar discursos agresivos, insultantes, cuando que la gente está cansada de ello y prefiere que se les dé esperanzas de solución a sus problemas y la posibilidad de una vida mejor. Mientras Cartes se pasó agrediendo, Mario Ferreiro se pasó prometiendo… y esto resultó. Además, en un momento que arrecian las protestas y denuncias contra la corrupción, el Presidente Cartes se exhibió, en vísperas de los comicios, ante los medios de comunicación, con el señalado por la Opinión Pública como el Paradigma de la Corrupción: Víctor Bogado. Son detalles que la gente no perdona.
       Los grandes perdedores de estas Elecciones Municipales son Horacio Cartes y Fernando Lugo, cada cual con su discurso extremista. El pueblo siempre es más conservador y centrista: los extremos dan miedo. Y la Centro-Izquierda moderada encabezada por Ferreiro demostró su atractivo en la Capital y Candidaturas afines triunfaron en los bastiones más emblemáticos de la República. Es de tener en cuenta esta fuerza, que de desarrollarse y hacer una buena gestión Municipal puede convertirse en una opción atractiva para el electorado y verdadero peligro para las chances del Coloradismo en 2018.
       El Oficialismo está desconcertado, se nota en su seno la ausencia de gente con capacidad de análisis: personeros como el Ministro de Defensa Diógenes Martínez y la Presidenta del Partido Lilian Samaniego, prorrumpieron en sendos disparates tratando de defender lo indefendible, conciliar lo inconciliable y explicar lo inexplicable: Diógenes diciendo que “El Partido Colorado ha aprobado un examen bastante difícil y ha salido airoso” y “felicitando al Partido por su éxito”. Agregando que “no conoce de otro sector político que haya llegado a la mitad de participación a la que llegaron los de la Asociación Nacional Republicana (ANR) este domingo”; cuando que la cantidad de votantes colorados fue inferior a la que votó en las Internas del 26 de Julio pasado. Y Lilian sosteniendo que se ganó en 142 distritos pero soslayando que se perdieron en los más importantes y emblemáticos y culpando a la celebración de las Internas en fecha muy cercana, con lo que lanzó un tiro por elevación al mismo Ejecutivo que fue el que propició dicho evento. También Marito Abdo quedó descolocado y desprestigiado atinando a decir otro disparate ofensivo para el pueblo colorado: que “la responsabilidad es de todos”.
       Con este descalabro electoral las posibilidades de “Reelección” del Presidente Cartes se han reducido a casi cero, si no rectifica la conducción del “Nuevo Rumbo”, dando un violento “golpe de timón” que produzca un “bandazo” en la política gubernamental, en ausencia del cual solo le queda renunciar a esa aspiración o intentar “la huida hacia adelante” prosiguiendo con ella contra viento y marea, intentando la Reforma Constitucional al comienzo de 2016. Pero aunque consiga esa Reforma, le aparecerán en el camino muchos aspirantes con serias posibilidades.

       Si queda todavía algo de honestidad y ausencia de cinismo en la Dirigencia Partidaria actual, se impone la aceptación de responsabilidades y el rodar de cabezas, como la renuncia de la Presidenta de la Junta de Gobierno y de los responsables de la conducción de la campaña electoral, así como una recomposición total del elenco gobernante, dando cumplimiento –ahora sí, más que nunca– a la promesa del Presidente de la República, electo por una masiva mayoría del Pueblo Colorado, de “teñir de rojo” las Intendencias (que no pudo ser) pero sí el elenco Ministerial y los puntos clave de la Administración Pública. Hay suficientes Colorados capaces y honrados con fidelidad republicana que con su gestión podrán levantar el ánimo y el entusiasmo por la suerte del Partido entre los hasta ahora desencantados Correligionarios.--  

domingo, 15 de noviembre de 2015

ALAIN de BENOIST y NDE

                                 (3)
ALAIN DE BENOIST Y LA “NUEVA DERECHA” EUROPEA EN LA “CUARTA IDEOLOGÍA”.
        La Nueva Derecha (Nouvelle Droite  en francés) es un Movimiento Ideológico de nacimiento reciente (a través de El Manifiesto: La Nueva Derecha del Año 2000 escrito por Alain de Benoist, muy citado en nuestro Artículo Nº 2). Ellos mismos exponen que no son ni la Derecha Tradicional ni la Izquierda.
       Con la denominación de “Nueva Derecha”, heredera directa de los autores de la llamada Revolución Conservadora, se hace referencia a un estilo ético y estético de pensamiento político dirigido al repudio de los dogmatismos, la formulación  anti-igualitaria, el doble rechazo de los modelos Capitalista y Comunista, la defensa de los particularismos étnicos y regionales, la consideración de Europa como unidad, la lucha contra la amenaza planetaria frente a la vida, la racionalización de la técnica, la primacía de los valores espirituales sobre los materiales. El eje central de la crítica al Sistema Político “Occidental” lo constituye la denuncia del Cristianismo dogmático, el Liberalismo y el Marxismo, como elementos niveladores e igualadores de una Civilización Europea, perdida y desarraigada, que busca, sin encontrarla, la salida al laberinto de la “identidad específica”. En el núcleo de esta civilización europea destaca la existencia del hombre europeo multidimensional”, tanto al nivel biológico, que en su concepción sociológica reafirma los valores innatos de la jerarquía y la territorialidad, como al específicamente humano, caracterizado por la cultura y la conciencia histórica. Constituye, en el fondo, una reivindicación de la “herencia” –tanto individual como comunitaria– fenómeno conformador de la historia evolutiva del hombre y de los pueblos, que demuestra la caducidad de las ideologías de la nivelación y la actualidad de la rica diversidad de la condición humana. Se comienza de nuevo intentando reconstruir los fundamentos ideológicos del Conservadurismo revolucionario sin caer en la “tentación totalitaria” y eludiendo cualquier “desviacionismo nacionalsocialista”.
      Ahora bien, hay dificultades de la “Nueva Derecha Europea” con el Neo-Conservadurismo Norteamericano y los Anglo-Sajones en general: La primera de estas dificultades es la falta general de interés por el debate intelectual en el mundo Anglosajón. Los Ingleses, y más aún los Estadounidenses, pretenden ser “pragmáticos”: En Filosofía, se adhieren mayoritariamente al Empirismo y al Positivismo, cuando no a una Filosofía puramente Analítica. En su ansia por los “hechos” se olvidan de que estos hechos no pueden disociarse de la hermenéutica, esto es, de un marco de interpretación. La famosa distinción de David Hume entre juicios de hecho y juicios de valor (el indicativo y el imperativo, lo que es y lo que debería ser) sólo puede tener un valor relativo. En cuanto a la Teoría Política, con algunas notables excepciones, a menudo se reduce a consideraciones prácticas que definen la agenda de la clase dominante. Esto explica por qué los Estadounidenses consideran indignos a los intelectuales, y por qué los intelectuales no han ocupado nunca el papel de árbitros morales, como sucede en otros países, especialmente en Francia.
      La expresión “Nueva Derecha” presenta además otras dificultades. Ya había “nuevas derechas” inglesa y americana pero, lejos de estar relacionadas con la Nueva Derecha Europea, representaban justo lo contrario. Combinando el fundamentalismo religioso, el Atlantismo occidental, la defensa del Capitalismo y el apoyo a la Ideología de Mercado, estas “nuevas derechas” representaban, de hecho, todo lo que la Nueva Derecha Europea (NDE) había criticado radicalmente. Simpatizantes de estas “nuevas derechas”, que podían haberse sentido intrigados por la “Nueva Derecha Europea”, sin duda deben haber sido decepcionados. En general, y a pesar de todos los malentendidos que pueden haber sido causados por una etiqueta, debe haber sido muy difícil encontrar un equivalente a la Nueva Derecha Europea al otro lado del Atlántico. En Estados Unidos, la “Derecha” en realidad se compone de dos grandes corrientes: una corriente principal, moderada y de clase media, que corresponde a los círculos “Conservadores” (ellos mismos divididos en numerosas camarillas), cuya Causa principal es el apoyo al Capitalismo: un sistema económico cuyo fundamento es la destrucción de todo lo que los Conservadores deberían conservar. Por otro lado, hay una minoría radical, representada por pequeños grupos extremistas que se hacen llamar “racistas”, cuya ideología se reduce a una mezcla de nacionalismo y xenofobia.
      No sólo la NDE no se identificó nunca con ninguna de estas camarillas derechistas anglosajonas, sino que ha luchado constantemente contra sus principios y presupuestos. Otras ambigüedades están relacionadas con el vocabulario. Vamos a dar sólo un ejemplo: en el ámbito de las ideas de la NDE se ha señalado consistentemente al Liberalismo como uno de sus principales adversarios. Sin embargo, la palabra “Liberal” tiene significados radicalmente diferentes en Europa Occidental y en los Estados Unidos. En Estados Unidos un “liberal” es un hombre inclinado al centro-izquierda que aboga por un Estado redistributivo; también es tolerante en cuanto a las costumbres sociales y tiende a ser un gran defensor de la ideología de los Derechos Humanos; en Francia se lo llama “Progresista. Por el contrario, en Europa, un “Liberal” es, ante todo, un defensor del individualismo y el libre comercio, un opositor al Estado y también un partidario de Norteamérica. Si se pregunta a un francés que nombre a un político liberal conocido, Reagan y Thatcher les vienen a la mente de inmediato. En otras palabras, lo que llamamos “Liberal” se corresponde en gran medida a lo que los americanos llaman “Conservador” y, por tanto, lo contrario de un “Liberal”. Esta diferencia tiene orígenes históricos: los Estadounidenses han conservado el significado original de la palabra “liberalismo” que, cuando apareció por primera vez en el siglo XVIII, era realmente una corriente “izquierdista” de pensamiento, siendo el principal heredero de la filosofía de la Ilustración. En Europa, por el contrario, los Liberales fueron empujados gradualmente hacia la Derecha por el ascenso del Socialismo y del Comunismo, hasta el punto de que, a finales del siglo XIX, comenzó a identificarse con la Burguesía Conservadora. Uno puede ver inmediatamente los desprecios –y los falsos amigos– que un Libro que representa una corriente “anti-liberal” podía tener en América.
      Finalmente, la crítica a los Estados Unidos y la americanización global, que resulta de la afirmación progresiva de la hegemonía estadounidense, ha sido un tema estándar en la NDE. Esto difícilmente podría atraer a los Estadounidenses, que conciben a su País como la “Tierra Prometida”, la encarnación de la  mejor  sociedad   posible   y –por esa misma razón– como un modelo que merece ser exportado a todo el mundo. Es muy significativo que muy pocos textos de autores de la NDE hayan sido traducidos al inglés, a pesar de que hayan sido traducidos a otros quince idiomas. La NDE, como una emanación de la “Vieja Europa” (o del “resto del mundo” que los Estadounidenses no alcanzan a comprender a menos que esté totalmente americanizado), sigue siendo una “terra incógnita” para la gran mayoría de los Americanos.
      Nosotros añadiríamos que la crítica a los Estados Unidos por parte de la NDE nunca ha derivado en americanofobia”; todo lo contrario: la NDE ha acogido a una serie de escritores y pensadores de los países de habla inglesa. Son pocos en número, pero no sin importancia, como los teóricos del Comunitarismo, como Michael Sandel, el canadiense Charles Taylor, el inglés Alasdair McIntyre y, especialmente, Cristopher Lasch, un teórico del “socialismo populista”, una expresión que nos trae a la memoria al gran George Orwell, cuyas ideas también se han popularizado.
        Alain de Benoist:
        Alain de Benoist de Gentissard es un Académico francés. Líder e ideólogo principal del think-thank de la Nueva Derecha y del grupo GRECE. Edita desde 1968 el periódico Nouvelle Ecole y desde 1988 Krisis”. En 1978 recibió el Gran Premio de Ensayo de la Academia Francesa. Célebre intelectual que se formó en la Sorbona, habiendo estudiado Derecho, Filosofía, Sociología e Historia de las Religiones, de Benoist es poco conocido fuera de su país aunque sus obras han sido muy influyentes en el pensamiento de la Derecha Europea. En sus textos ataca y critica el fenómeno de la Globalización, la inmigración descontrolada y el Liberalismo considerándolos como contraproducentes con el concepto de Estado-Nación. Se muestra esperanzado en que dentro de los límites de la Democracia, las consecuencias negativas de estos fenómenos generen un intenso debate social que acabe reflejándose en el mismo sistema. Se adhiere a la teoría del marxista Antonio Gramsci de que antes de producirse un cambio político, es necesario conseguir la hegemonía cultural, esto es, conseguir que las ideas a implantar sean aceptadas por los ciudadanos.
        Ahora que tenemos la publicación en español del Libro de Tomislac Sunic “Contra la democracia y la igualdad. La Nueva Derecha Europea”(Editorial Fides), ofrecemos a nuestros lectores el Prefacio que Alain de Benoist escribió para la Edición Inglesa de 2009. Interesante recorrido por los principales temas de debate de la Escuela de Pensamiento Europea conocida como “Nouvelle Droite”, escrita precisamente por su Líder intelectual e ideológico:    
    ---Hay que destacar, sin embargo, que la Nueva Derecha Europea nunca ha sido hostil a la democracia y la igualdad. Por supuesto, ha sido crítica con el Igualitarismo y ha puesto de relieve los límites del Liberalismo y de la Democracia, pero eso es un asunto muy diferente.
       Entre la igualdad y el igualitarismo existe más o menos la misma diferencia que entre la libertad y el liberalismo, o lo universal y el universalismo, o el bien común y el comunismo. El Igualitarismo tiene como objetivo introducir la igualdad donde no tiene lugar y no se corresponde con la realidad, como la idea de que todas las personas tienen las mismas habilidades y dones. Pero, sobre todo, el Igualitarismo entiende la igualdad como "igualdad total”, es decir, lo contrario de la diversidad. Sin embargo, lo contrario de la igualdad es la desigualdad, no la diversidad. La igualdad de hombres y mujeres, por ejemplo, no borra la realidad de la diferencia entre los dos sexos. Del mismo modo, la igualdad de derechos políticos en la democracia no debe presuponer que todos los ciudadanos son iguales, ni tienen los mismos talentos, sino que todos deben disfrutar de los mismos derechos políticos, ya que, en sus relaciones políticas, se considera a todos los ciudadanos por igual, en virtud de la pertenencia al mismo sistema de Gobierno”.
      La Nueva Derecha Europea siempre ha denunciado lo que yo llamo la ideología de la igualdad, es decir, la ideología universalista que, en sus formas religiosas o profanas, busca reducir la diversidad del mundo –es decir, la diversidad de las culturas, los sistemas de valores y las formas arraigadas de la vida– a un modelo uniforme. La implementación de la ideología de la “mismidad” conduce a la reducción y erradicación de las diferencias; siendo básicamente etnocéntrica, a pesar de sus pretensiones universalistas, legitima sin cesar todas las formas de Imperialismo. En el pasado, fue exportada por los misioneros que querían convertir al planeta entero al único Dios; a continuación, en el mismo sentido, por los colonizadores que, en nombre del sentido de la historia y el culto del progreso’, quisieron imponer su forma de vida a los pueblos indígenas. Hoy, en el nombre del Sistema Capitalista, la ideología de lo mismo reduce todo a los precios del mercado y transforma el mundo en un vasto y homogéneo mercado, lugar donde todos los hombres –reducidos al papel de productores y consumidores para luego convertirse ellos mismos en productos básicos– deben adoptar la mentalidad del homo económicus. En la medida en que trata de reducir la diversidad, que es la única verdadera riqueza de la humanidad, la ideología de la mismidad es en sí misma una caricatura de la igualdad. De hecho, se crean desigualdades del tipo más insoportable. Por el contrario, la igualdad, que debe ser defendida siempre que sea necesario, es harina de otro costal.
       En cuanto a la Democracia: a la Nueva Derecha Europea nunca le gustó el despotismo o la dictadura, y mucho menos el totalitarismo. La Democracia, cuyo principio fundamental es la igualdad de los derechos políticos, no puede ser el mejor régimen posible, pero es el que mejor satisface las necesidades de nuestros tiempos. Pero primero debemos entender su significado exacto”.
        La Democracia es el Régimen en el que la soberanía reside en el pueblo. Pero para ser verdaderamente soberano, el pueblo debe ser capaz de expresarse libremente, y aquellos a los que designa como sus Representantes deben actuar de acuerdo con sus deseos. Es por ello que la verdadera Democracia es la Democracia Participativa, es decir, la Democracia que permite a las personas ejercer su soberanía lo antes posible y de forma permanente, y no sólo durante las elecciones. En este sentido, el sufragio universal es sólo un medio técnico para evaluar el grado de acuerdo o consentimiento entre gobernantes y gobernados. Tal como se entendía por los antiguos Griegos, la Democracia, en su análisis definitivo, es un sistema que permite a todos los ciudadanos participar activamente en los asuntos públicos. Esto significa que la libertad en la democracia se define principalmente como la posibilidad de participar activamente en la esfera pública, sin duda como la libertad para convertirse en algo ajeno a la esfera pública o de retirarse a la esfera privada”.
        Una Democracia puramente Representativa es, como mucho, una democracia imperfecta. En última instancia, el poder político debe ejercerse en todos los niveles, y no sólo en la parte superior, gracias al principio de subsidiariedad (o de competencia suficiente), lo que significa que las propias personas puedan tomar decisiones sobre lo que se relaciona con ellos tanto como sea posible, delegando sólo aquellas decisiones que interesan a las Comunidades más grandes para que se adopten en un nivel superior. En momentos en que los Representantes están cada vez más aislados de la gente, cuando los Funcionarios no electos tienen cada vez más Poder que los elegidos, cuando los Políticos se ven ellos mismos desposeídos de sus prerrogativas por un sistema Burocrático de ‘expertos Técnicos’, que los sueños del Gobierno sobre los hombres adoptan los modelos de gestión de la Empresa o de una Administración de las cosas, la prioridad esencial es la renovación de la Democracia Participativa –la  democracia de base, la democracia directa– y el renacimiento de una esfera pública activa, que es la única capaz de mantener el vínculo social y garantizar el ejercicio de los valores compartidos(Alain de Benoist).
    “Con la crisis ha muerto la Dictadura de los Mercados”.
       Cuando la actual debacle financiera, que empezó en 2008, hizo estremecer a los pobres comentaristas Liberales que no sabían donde ponerse, Alain de Benoist realizó un Análisis que resultó extraordinariamente premonitorio y sirve de base para nuestra reflexión. En efecto,  cuando el entonces Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, hablaba de refundar el Capitalismo o declaraba que "la ideología de la Dictadura de los Mercados ha muerto con la crisis financiera"; cuando tan extraordinarias cosas sucedían, bueno era, y es, escuchar a Alain de Benoist, alguien que sí sabe donde ponerse: ahí donde siempre estuvo, rechazando el Socialismo, denunciando los desmanes del Capitalismo y previendo su actual Crisis Estructural. 
        En efecto, consideremos una cifra que resume la amplitud de la actual Crisis Financiera que se arrastra desde entonces. Desde el principio de aquél año, las grandes plazas bursátiles internacionales han visto como se esfumaba cerca de la mitad de su capitalización: 25 billones de dólares, o sea unas dos veces el producto interior bruto (PIB) de los Estados Unidos.
        “La Ideología de la Dictadura de los Mercados y de la Impotencia Pública murió con la crisis financiera”, declaraba Nicolás Sarkozy el 23 de octubre de 2008, al mismo tiempo que anunciaba la creación de “fondos soberanos” destinados a readquirir las acciones de las Grandes Empresas Industriales de importancia “estratégica”. Fue ello un giro radical que ha sido acogido pésimamente en Alemania: “una idea descabellada”, declaraba el Financial Times Deutschland.                        .

        La nueva Política Francesa marcaba, en efecto, una indiscutible vuelta al protagonismo económico del Estado. Se hablaba hasta entonces de libre comercio, de competencia abierta, de mercados financieros independientes. Se habla hoy –a siete años de distancia– de volver al Proteccionismo, al Intervencionismo y al Capitalismo de Estado; en suma, a una “Política Económica Europea”. Este giro es muy bien acogido en Francia y en España, donde todos los sondeos ponen de manifiesto que los ciudadanos adhieren sumamente a la idea de que el Estado regule los Bancos, los Fondos de Inversión y los de Pensiones. En cambio, este giro suscita fuertes reticencias en los Estados miembros que, empezando por Alemania, desconfían del Estatismo, sobre todo de origen Francés.
        Frente a la amplitud de la crisis, ¿cabe, sin embargo, hacer otra cosa? Se trata de una Crisis Estructural, de la crisis del Modelo Neoliberal de crecimiento o de acumulación que se ha establecido a partir de los años ochenta. En un clima de desregulación generalizada de las operaciones Bancarias y de las inversiones Financieras, este modelo se ha caracterizado por la captura casi total de las ganancias de productividad por parte de los beneficios en detrimento de los salarios, ya que la riqueza ha dejado de provenir principalmente de las rentas del trabajo, derivándose en cambio de los patrimonios financieros (Predominio del Capital Financiero, efecto directo del Neo-Liberalismo). Esta deflación salarial, que amenaza al compromiso social de la posguerra, ha tenido efectos negativos que no se han podido compensar mediante el endeudamiento. Es este Régimen el que hoy ha quedado roto. Las grandes crisis financieras son como los terremotos: después de la fuerte convulsión inicial, cabe esperar réplicas escalonadas temporalmente. Dicho más claramente: tras la fase de impacto, se asiste a un proceso en espiral, cuyos efectos acumulativos pueden conducir a situaciones de caosdice A. de Benoist.
        No cabe ninguna duda de que las Economías de Europa Occidental y de América del Norte seguirán experimentando una recesión profunda y de larga duración, que tendrá por efecto un aumento del desempleo. Ello debería de originar un descenso importante de los beneficios, que repercutirá inevitablemente en los mercados y las cotizaciones bursátiles. El vínculo entre la economía especulativa y la real es en efecto indudable, pues las Empresas dependen sumamente del Sistema Bancario, aunque solo sea por el crédito que necesitan para sus inversiones. Ahora bien, la crisis hace que los Bancos reduzcan ahora brutalmente sus créditos (es el credit-crunch). Es probable que esta contracción del crédito se produzca no sólo junto con una vertiginosa caída de las acciones y de los bienes inmuebles (como pasa en los EE.UU.), sino también con una fuerte devaluación del capital de los Fondos de Pensiones que cubren las Jubilaciones.
       En la zona del euro, la recesión ya es especialmente grave en España y en Inglaterra. Pero también Francia y Alemania podrían entrar en recesión desde finales de este año. Para evitar que la recesión se transforme en depresión, las Economías Occidentales van a verse obligadas a aceptar un fuerte aumento de la inflación (adoptando la “flexibilidad cuantitativa”), al mismo tiempo que el regreso del Estado como agente económico principal (como sucede en Rusia, China o Brasil). El fenómeno ya se observa en el sector Bancario, donde los Gobiernos se han hecho fiadores de los Bancos y Compañías de Seguros. El próximo paso podría consistir en restablecer las Protecciones Arancelarias,  reglamentar los Flujos Financieros Internacionales (que, por ej., en Sudamérica Argentina ha hecho), regresar a “políticas industriales” activas, o incluso que se acabara el dogma de la independencia de los Bancos Centrales y se transformara el Estatuto del Fondo Monetario Internacional (FMI). No cabe excluir tampoco una crisis del euro, y por tanto de las Instituciones Europeas.
        “Si hay un hecho decisivo que surge de esta crisis –declaró también en su momento Nicolás Sarkozy– es la vuelta de la política”. Pero ¿disponía verdaderamente de medios para ello? ¿No significaba ello ignorar la naturaleza propia del Capitalismo? “El Capital siente cualquier límite como un obstáculo”, decía ya Karl Marx, y Sarkozy pagó con su cabeza el precio de su sinceridad. La lógica de la acumulación del capital es la ilimitación, el rechazo de cualquier límite, el arrasamiento del Mundo por parte de la Razón Mercantil, la transformación de todos los valores en mercancías, el Gestell de que hablaba Heidegger. Ante la irresistible potencia del “turbocapitalismo” en cuanto a liberarse de cualquier límite, los esfuerzos de Nicolás Sarkozy, como vemos, resultaron vanos y hoy está fuera del Poder. El pensamiento de la Nueva Derecha Europea no deja, pues, de ser interesante y bien vale su análisis.--

                 

sábado, 7 de noviembre de 2015

LA OTRA AMÉRICA

(2)                                        La Cuarta Ideología y la “Otra América”
      Este Artículo, está basado en gran parte, adaptado a Latinoamérica, en las ideas de Natella Speranskaya, Filósofa. Coordinadora de los proyectos políticos y culturales de la Facultad de Sociología de la Universidad Estatal de Moscú.
Líneas de Investigación: Sociología, Antropología, Filosofía, Humanidades, Religión, Teoría Cultural, Ciencias Políticas, Estudios de Teatro: Antonin Artaud. Filósofos. Julios Evola, Alain de Benoist y 28 escritores más.
Directora de Planificación Estratégica del "Movimiento Internacional Euroasiático". LIBRO :Новой Метафизике  (Camino a la Nueva Metafísica).-                      .                                                                                              
       En su libro Carl Schmitt, Leo Strauss y El concepto de lo político” Heinrich Meier señaló que el mundo está tratando de abstenerse de identificar la diferencia entre un amigo y un enemigo, Schmitt muestra claramente al mundo la inevitabilidad de “este o” con el fin de intensificar la “toma de conciencia de una situación de emergencia” y volver a despertar la capacidad que se manifiesta cuando “el enemigo se revela así mismo con particular claridad”. De hecho, hoy se puede identificar sin lugar a dudas nuestro enemigo. El enemigo ideológico (y ontológico) es un Liberal, un partidario de la teoría política que derrotó a las dos ideologías del siglo XX, el Comunismo y el Fascismo/ Nacionalsocialismo. Hoy nos enfrentamos con el resultado de la victoria. Al decir “nosotros” no me refiero a alguna entidad política abstracta, más bien me refiero a los representantes de la tradición geopolítica de Latinoamérica o los enfoques de la geopolítica telurocrática,(potencia terrestre); por lo tanto, los enemigos están determinados por su participación en la geopolítica talasocrática, (potencia marítima). Al comentar la obra fundamental El concepto de lo político”, Leo Strauss señala que a pesar de toda crítica radical del Liberalismo incorporado en el mismo, Schmitt no lo sigue a través ya que su crítica se desarrolla y se mantiene dentro del alcance del Liberalismo.
       “Su tendencia anti-liberal”, dice Strauss, “queda limitada por la ‘sistemática del pensamiento liberal’ que no ha sido superado hasta el momento, el cual”, como el mismo Schmitt reconoce “a pesar de todas las fallas no es sustituido por ningún otro sistema en la Europa de hoy”. La crítica del Liberalismo es imposible dentro del ámbito de aplicación del liberalismo; sin superar definitivamente (o mejor dicho, “colapsar”) el discurso liberal no hay sustitución posible.
       Somos muy conscientes del hecho de que las tres grandes ideologías políticas del siglo pasado –el Liberalismo, el Comunismo y el Nazifascismo (las teorías políticas primera, segunda y tercera, respectivamente)– son el producto de la modernidad. Un cambio de paradigma a la posmodernidad implica necesariamente el nacimiento de una Teoría Política que está fuera del alcance de los últimas tres teorías (además, teniendo en cuenta las metamorfosis política del Liberalismo, que pueden reducirse a una sola definición:“Neoliberalismo”, la necesidad de una bien cimentada alternativa se vuelve esencial). Sólo después de conseguir liberarse de la esclavitud de la Doctrina Liberal es posible proceder a su crítica total.
       Dar un paso más allá de la modernidad no significa: a) las tentativas destinadas a la formación de otra doctrina comunista, b) la posibilidad de establecer una ideología neo-fascista capaz de sustituir una teoría política alternativa de la esencia contra-liberal. Tenemos que hacer una elección política que determinará el futuro del orden mundial estando ya en un punto de transición hacia la multipolaridad, constituida por cuatro polos, donde la presencia del polo eurasiático es esencial. Además, la misma elección política implica la aceptación consciente del concepto de la “Cuarta Teoría Política” permitiendo la crítica del (neo) liberalismo desde “arriba”.
       La otra América
       “Sólo unas pocas personas pueden argumentar en contra del hecho de que hoy, en medio de la aterradora sensación de crisis e inquietud que se ha apoderado de las mentes más agudas, toda la comunidad Europea apela al ideal supremo de la cultura mundial, la cultura, en la cual un nuevo principio se espera que una a los poderes y portadores de las dispersas tradiciones europeas”, dice el filósofo italiano Julius Evola en una introducción de su ensayo “Europa Unida, y lo mismo se puede aplicar a Latinoamérica: el requisito espiritual.
       Nosotros, los representantes de la filosofía política del Nacionalismo Republicano, estamos construyendo relaciones estratégicas con los últimos rebeldes de la resistencia de América: a los que incluso entre las ruinas mantienen el valor de defender los valores supremos, heroicos y tradicionales. Al reflexionar sobre las condiciones previas de la nueva unidad europea, Evola destaca una amenaza inminente proveniente a la vez de Rusia y los Estados Unidos. Este ensayo se enfrenta con el período histórico que se ha caracterizado por un sistema bipolar de orden mundial; el mismo modelo incorpora dos polos, las dos potencias hegemónicas: la URSS y los Estados Unidos. Hoy en día, nos enfrentamos a un Modelo Unipolar y una potencia hegemónica única, los Estados Unidos de América y, por lo tanto, nos encontramos dentro de un victorioso discurso Liberal que está pasando por metamorfosis apenas perceptibles.
       A pesar de todas las diferencias entre los dos períodos históricos, la crisis Latinoamericana no sólo sigue siendo un problema no resuelto sino que aumentó significativamente. Sin embargo, ¿qué tipo de Latinoamérica estamos discutiendo? Por ejemplo, en una de sus entrevistas el filósofo ruso Alexander Dugin señaló que hoy en día nos encontramos con “dos Europas”: Una Europa liberal (o “Europa-1”) que incorpora la idea de la “sociedad abierta”, los derechos humanos, el registro de matrimonios del mismo sexo, la legalización de la “familia sueca”(educación de los hijos en casa sin asistir a la escuela pública obligatoria); y la “otra Europa” (“Europa-2”)  políticamente comprometida, pensadora, intelectual, espiritual, la que considera el statu quo y la dominación del discurso Liberal como un verdadero desastre y una traición a la tradición europea. “Muchos años han pasado desde que Occidente se dio cuenta de lo que la “tradición” representa, en su sentido más elevado; el espíritu anti-tradicional se ha convertido en sinónimo con lo Occidental ya en la época del Renacimiento. “Tradición”, en su pleno sentido, es una sucesión de períodos llamados como “los tiempos heroicos” de Vico –donde era la única fuerza creativa con raíces metafísicas expresadas en las costumbres y la religión, el derecho, la mitología, las creaciones artísticas– en todas las áreas privadas de existencia”, dice Julius Evola. Como ellos, los últimos rebeldes de la resistencia de Latinoamérica son los representantes de la “Otra América”.
       En su obra Europa y la globalización” Alain de Benoist presta atención al hecho de que “Europa tiene todas las cartas de triunfo que le permitirían derrocar la hegemonía Estadounidense y convertirse en una gran potencia mundial sin ninguna duda”. Sin embargo, aquí, Latinoamérica se abstiene de hacer una decisión estratégica y permite que sea arrojada al abismo de la desesperanza y la extinción total por los Estados Unidos; la mayoría de los Latinoamericanos ha perdido su identidad, y sólo unos pocos representantes de la “Otra América” siguen siendo fieles a la herencia de la tradición nacional. El cuarto Nomos de la Tierra al que nos hemos acercado se caracteriza como “multipolar” o, más precisamente, como potencialmente multipolar ya que la única civilización, los Estados Unidos de América, es hegemónica en cinco grandes esferas de poder: política, tecnológica, económica, militar, psicosocial (medios de comunicación y cultura) como lo explica desde hace mucho tiempo en Paraguay el Dr. Bader Rachid Lichi. De Benoist destaca que los Estados Unidos tienen como objetivo retrasar la inevitable transformación del universum Occidental en un pluriversum planetario. Una ruptura radical de los EE.UU. podría llevar a Europa, y también a Latinoamérica,  a convertirse en soberana, para regresar a su verdadera identidad (nacional, cultural, etc) y, en consecuencia, contribuir al ocaso del status de EE.UU. como Líder mundial.
       Nos gustaría señalar la necesidad de identificar un principio capaz de asegurar la unidad, citado por Evola, que lo definimos como una Doctrina Política que represente una importante alternativa a la Ideología Liberal. La misma doctrina política, fundada por Alexander Dugin, ha sido titulada como La Cuarta Teoría Política. Hoy debemos reconsiderar el destino histórico de Latinoamérica, no como una parte de Norteamérica, sino que ambos como dos “grandes espacios” (Grossraum), dos civilizaciones: por un lado, dado el modelo multipolar del orden mundial que incorpora las civilizaciones mencionadas como actores, y por otro lado, teniendo en cuenta el análisis exhaustivo de las relaciones entre Latinoamérica y EE.UU. que está superando el paradigma liberal y nos ofrece una imagen completamente diferente.
       También destacamos que Latinoamérica, que se encuentra en el centro del Heartland americano, NO es EE.UU. quien pertenece más a la entidad Euroatlántica. Cabe señalar que el filósofo italiano Massimo Cacciari, ex-gobernador de Venecia y un antiguo miembro del Parlamento Europeo (sobre todo popular por su obra titulada “La Geofilosofía de Europa”) tenía un presentimiento acerca de la Cuarta Teoría, descrito en el Prólogo de su trabajo geofilosófico como: “…en lugar de un clásico régimen simplificado con dos polos –izquierda (marxistas) y derecha (anti-marxistas, conservadores)– y el centro en el medio, Cacciari aborda apropiadamente el régimen político que implica, por lo menos, cuatro distinciones “.
       «Imitación de la Historia»
       La Cuarta Teoría Política es enemiga del Liberalismo. Sin embargo, ¿Qué defiende el actual Liberalismo? Nuestro plan estratégico dirigido a la destrucción de la ideología hostil depende de la respuesta a esta pregunta. Hoy en día nos enfrentamos al “Neo-liberalismo” o “Post-liberalismo”, un Liberalismo no auténtico. En su libro “La Cuarta Teoría Política”, A. Dugin establece el cambio del status de la Ideología Liberal en la transición de la modernidad a la posmodernidad, y describe el “escenario (панораму) del grotesco Post-liberalismo”: el “individuum” del clásico liberalismo, la primera medida de todas las cosas, se convierte en un “post-individuum”: un hombre como poseedor de la propiedad privada –que prácticamente adquiere un estatus sagrado– será poseído por esta última; la Sociedad del Espectáculo (“La Société du spectacle” de Guy Debord ) se produce, el límite entre lo real y lo virtual se vuelve borroso: el mundo se convierte en un supermercado técnico; todas las formas de autoridad supra-individual se eliminan, el Estado es sustituido por la “sociedad civil”, el principio “la economía es nuestro destino” se sustituye por otro principio “el código digital es nuestro destino”, en otras palabras, todo se convierte a la virtualidad total.
       No hay nada más trágico que la incapacidad de entender el momento histórico en el que estamos atravesando actualmente”, señala Alain de Benoist, este es el momento de la globalización posmoderna”. A esta incapacidad se la llama “Imitación de la Historia”. El filósofo francés pone de relieve la importancia de la cuestión de un nuevo “Nomos de la Tierra” que es una forma de establecer relaciones internacionales. Entonces, ¿Cómo cree que será el cuarto Nomos?(«Nomos», del griego νόμος, en plural nómoi, νόμοι, del verbo némō νέμω="dispensar", "asignar" o "adjudicar", en el sentido de ley como forma de justicia que distribuye o retribuye): de Benoist analiza dos posibilidades: la transición al universum (o un mundo unipolar), que significa la dominación Estadounidense, y la transición al pluriversum (un mundo multi-polar) donde la diversidad cultural no se enfrentará a ninguna amenaza de absorción total y de “fusión”. En efecto, el cuarto Nomos de la Tierra se relaciona con la Cuarta Teoría Política. Alain de Benoist afirma que “similar a los tres grandes Nomos de la Tierra en  la modernidad, ha habido tres grandes Teorías Políticas”. En la era de la modernidad nos hemos encontrado con la sucesión del Liberalismo, el Socialismo y el Nazi-fascismo en los siglos 18, 19 y 20, respectivamente. Y estas tres ideologías desaparecieron en el orden inverso. Por lo tanto, la última de las ideologías fue la primera que desapareció. El cuarto Nomos de la Tierra requiere el surgimiento de la Cuarta Teoría Política. La Cuarta Teoría aún no se puede definir en detalle,  añade de Benoist; en efecto, será crítica de las teorías anteriores. Sin embargo, incorporará las ideas valiosas de las ideologías precedentes. Esta será una síntesis así como el Aufhebung (derogación, supresión) en su sentido Hegeliano. Y todo esto es muy importante de considerar y analizar para comprender nuestro común destino Latinoamericano.-


sábado, 31 de octubre de 2015

LA 4ª IDEOLOGÍA

                                          (1)
                                       “LA  CUARTA IDEOLOGÍA”
“LA CUARTA TEORÍA POLÍTICA” DE ALEKSANDR DUGIN   CONTRAPUESTA A “EL FIN DE LA HISTORIA” DE FRANCIS FUKUYAMA.
         Aleksandr Dugin es un eminente filósofo, politólogo,    geopolítico y sociólogo de la Universidad Estatal de Moscú, muy influyente con el Presidente Vladímir Putin, los políticos del entorno gubernamental y los militares rusos. Sus principales obras: “Los Fundamentos de la Geopolítica”(1997); “La Cuarta Teoría Política”(2013); “Contra el Imperio”; “Reflexiones Contemporáneas”; “Eurasia-Rusia” (2012); nos dan una idea de su concepción de una nueva Ideología que nos ayudará a comprender la filosofía y acción  política de la Rusia actual.
          De todas maneras, lo principal a discutir son las ideas de Aleksandr Dugin, bastantes interesantes y de importancia global a medida que el Mundo Occidental parece estar colapsando. ¿Lo está? El fin de la civilización Occidental se predijo bastante tiempo atrás. ¿Cuánto tiempo tenemos que esperar? ¿Hay algo que tiene que suceder? ¿La Tercera Guerra Mundial? ¿Revolución Mundial? ¿Nada, significando el colapso como un proceso natural? Dugin dice que más bien cree que a corto plazo no pasará nada, nada en absoluto. “Eso es algo que es realmente terrible. La eternidad es el momento perpetuo del aburrimiento”. Al respecto recordemos que Heidegger estudió en su obra “Die Grundbegriffen der Metaphysik” (“Los Conceptos Fundamentales de la Metafísica”) el fenómeno del aburrimiento profundo como la función existencial del Dasein (ser humano en la existencia) moderno. El Gnóstico Basilides describió “el mundo DESPUÉS del fin” como completamente equilibrado, el mundo sin ningún acontecimiento. Eso no quiere decir que no haya más eventos; significa más bien que no vivimos los acontecimientos como eventos. El colapso es bien analizado por el escritor inglés Alex Kurtagic (Señor; Iron Sky Publishing; Londres, 2009).
          El verdadero problema viene cuando nadie percibe que es un problema. Así que estamos aquí. Dugin piensa que el Occidente es el centro del aburrimiento. No explota, más bien implosiona cada vez más y más profundo. Dice en forma irónica Tal vez tengan razón los que dicen que durará para siempre. El fin del Mundo es la imposibilidad del Mundo a acabarse. El mundo sin fin ya no es más el mundo, es la suma de los fragmentos sin sentido del todo inexistente. Estamos viviendo en las hipótesis 6-9 de “Parménides” de Platón: hay multitudes (πολλα = polá), pero no hay ninguna unidad (εν = en). Tal mundo no puede existir según los Neoplatónicos. Dugin está bastante de acuerdo con ellos, no con los Medios de Comunicación y la cultura “prêt a porter” o con los intelectuales hegemónicos.
          Dugin es muy prolífico y publicó muchos libros. Recordamos el primero que se publicó en el exterior, en 1999, sobre Conspiralogía. Nosotros nos preguntábamos si él creía en una conspiración global seria como Bilderberg/Masones/Iluminati o cualquier otra que esté realmente pasando en este momento. Pero Dugin aclaró que la Conspiralogía es descrita por él como especie de sociología primitiva. Para la Sociología hay un punto muy importante: lo que la sociedad piensa sobre lo que está sucediendo a su alrededor es importante, no menos de lo que sucede realmente o lo que los expertos científicos piensan. Así que estudiando las Teorías de Conspiración estudiamos la mente de la gente, los mitos, la cultura, los miedos, las estructuras gnoseológicas y cognitivas. La gente cree en conspiraciones. Eso significa que “existen” o “subsisten” (de acuerdo a la ontología diferenciada de Alexius Meinong).
Se le considera como el padre del Eurasianismo                   (Eurasismo) y la Cuarta Teoría Política. Podemos explicar los fundamentos de sus ideas de la forma siguiente: el Eurasianismo no ve a Rusia como País sino como una Civilización. Por lo tanto, debe compararse no con países europeos o asiáticos, sino con Europa o el Islam o las civilizaciones Hindúes. Rusia-Eurasia consiste en elementos modernos y premodernos, de culturas y etnias europeas y orientales. Esta identidad particular debe ser reconocida y reafirmada en el marco de un nuevo proyecto de integración. El Eurasismo  niega la Universalidad de la Civilización Occidental y la Unidimensionalidad del Proceso Histórico (dirigida hacia el Liberalismo, la Democracia, los Derechos Humanos, la Economía de Mercado, y así sucesivamente). Hay diferentes culturas con diferentes antropologías, ontologías, valores, tiempos y espacios. El Occidente no es otra cosa que el mundo hipertrofiado e insolente con megalomanía”; es el caso más abyecto del hybris (ηυβρισ = impureza, injuria, arrogancia, orgullo). La humanidad debe luchar contra Occidente con el fin de poner sus pretensiones en sus límites legítimos. El mundo debe convertirse en lo que es –la Provincia, el caso aislado histórico, la elección– no el destino universal y normativo o el objetivo común.
     La Cuarta Teoría Política es la Teoría que afirma:
 1) Las tres principales Ideologías Políticas Modernas: (Liberalismo,Comunismo/Socialismo,Fascismo/Nacionalsocia- lismo) ya no son adecuadas. Así que tenemos que descartarlas a todas (lo que significa: no más Liberalismo, Socialismo/Comunis                         mo, Fascismo/Nacionalsocialismo).
2) Necesitamos construir la Cuarta Teoría Política más allá, descartando a las tres, y debe ser esta vez no-moderna (puede ser post-moderna, puede ser pre-moderna).
3) El Sujeto de la Cuarta Teoría Política es el Dasein que Heidegger ha descripto en sus Obras:la forma específica de ser que corresponde al hombre es el «ser-ahí» Dasein, en cuanto se halla en cada caso abocado al mundo, lo cual define al «ser-ahí» como «ser-en-el-mundo» o «estar-en-el-mundo» (no el Individuo como en el Liberalismo; ni la Clase como en el Marxismo; ni la Raza/Estado como en el Nacionalsocialismo/                    Fascismo). El Dasein debe ser liberado del modo inauténtico de la existencia.
4) El Dasein es plural y depende de la cultura, por lo que el mundo debe ser multipolar (cada cultura, etnia o religión tiene su propio Dasein; no son necesariamente contradictorios pero sí son diferentes).
5) Hace un llamado a la Revolución Mundial existencial de los Daseins. Daseins de las sociedades humanas unidas por la lucha contrahegemónica: en contra de la Globalización Occidental y el Universalismo Liberal, así como en contra de la dominación de Estados Unidos.
          Aunque la Unión Euroasiática se estableció hace varios años (a comienzos de la década de 1990), ahora parece que está en el limbo, aunque se puede ver que la parte Oriental del mundo (China, Irán, etc.) es cada vez más fuerte mientras la Occidental se debilita. ¿Sucede así? ¿Cuál es la situación actual con la Unión Euroasiática y cuál puede ser la predicción para el futuro? Para Dugin, la Unión Euroasiática es la idea de varios intelectuales, incluido él, tomada por los Burócratas de Putin. Cree que es la única manera de asegurar el futuro de Rusia y una condición indispensable para la Multipolaridad. Rusia debe estar en el lado de las Potencias no Occidentales. Reconoce que hay muchos problemas con la Unión Euroasiática, objetiva y subjetivamente: la hegemonía de EE.U. y la quinta columna en Rusia la sabotean activamente, y la ineficacia de la Burocracia rusa empeora la situación. No obstante, se llevará a cabo, porque debe hacerse(sic).
      En el Prefacio de su libro La Cuarta Teoría Política” (Ediciones Nueva República. Torredembarra-Tarragona;                 España,2013) afirma:[...] La Cuarta Teoría Política no es una invitación a un retorno a la sociedad tradicional, es decir, no es el Conservadurismo en el sentido convencional. Hay mu­chas características de nuestro pasado cronológico que son agradables y muchas que no lo son. Del mismo modo, las formas tradicionales de sociedad también son distintas unas de las otras. Por último, en las diferentes sociedades contemporá­neas, las matrices étnicas y sociológicas, así como los contextos, también son di­ferentes unos de los otros. Por lo tanto, la Cuarta Teoría Política no debería imponer nada a nadie. Los partidarios de la Cuarta Teoría Política deben actuar paso a paso: la primera y más importante etapa es sostener el Dasein como el su­jeto de nuestra teoría y la reversibilidad del tiempo. De esta manera, nos libera­ríamos para el desarrollo de los preconceptos. Nosotros podemos definir varios preconceptos con respecto a la reversibilidad del tiempo y del Dasein/Traiectum, por lo tanto podemos definir varios conceptos políticos del tiempo. Y cada uno de ellos puede situarse en un proyecto político actual, de acuerdo con los principios de la Cuarta Teoría Política. […]
          Nuestros análisis nos llevan a pensar que la actual crisis financiera mundial marca la conclusión de los daños causados por la ideología Liberal que, habiendo aparecido en la época de la Ilustración Occidental, ha dominado durante décadas la mayor parte del planeta. Las voces perturbadoras y las críticas comenzaron a finales del siglo pasado, con el surgimiento de fenómenos como la Globalización y el Unimundialismo. Estas críticas no sólo resonaban desde la oposición exterior –Conservadores,  Marxistas y pueblos indígenas– sino que comenzaron en el campo de la Comunidad Occidental. Los investigadores notaron que el impacto de la Globalización moderna es una consecuencia del Liberalismo universal, que se opone a cualquier manifestación de distinciones. El programa definitivo del Liberalismo es la aniquilación de toda distinción”. Por lo tanto, el Liberalismo socava no sólo los fenómenos culturales, sino también el propio organismo social. La lógica del Liberalismo Occidental contemporáneo es la del mercado universal desprovisto de cualquier otra cultura que no sea el proceso de producción y consumo (Gustav Massiah: “Quelle response a la Mondialisation(¿Qué repuesta tiene la Mundialización?): en Aprés-demain; p. 199; 4 de Mayo, 1996).
          La experiencia histórica ha demostrado que el “Mundo Liberal Occidental” ha tratado de imponer por la fuerza su voluntad sobre todos los demás. De acuerdo con esta idea, todos los sistemas públicos de la Tierra son variantes del sistema Liberal–Occidental como por ejemplo: la insistencia en que todos los Estados y pueblos deben adoptar el sistema Parlamentario Inglés de Westminster como modelo universal”; independientemente de las antiguas tradiciones, estructuras sociales y jerarquías; y sus características distintivas deberían desaparecer antes de que se aproxime la conclusión de esta época del mundo (Ibídem:“Les Droits de l’Homme et le Nouvel Occidentalisme”(Los Derechos del Hombre y el nuevo Occidentalismo): en L’Homme et la Societé: p. 9; número especial, 1987). Jean Baudrillard afirma también que este no es un choque de civilizaciones, sino una resistencia casi innata entre una cultura universal homogénea y los que se resisten a la Globalización, en su obra Power Inferno (Poder Infernal) (París; Galilée, 2002).
           Las ideologías universales: Aparte del Liberalismo dos ideologías más son conocidas por haber tratado de lograr la supremacía mundial: el Comunismo (es decir, el Marxismo en sus diversas vertientes) y el Fascismo/Nacionalsocialismo. Como Alexander Gelyevich Dugin ha observado justamente, el Fascismo ha surgido después de las otras dos ideologías y ha desaparecido antes que ellas. Después de la desintegración de la URSS, el Marxismo, que nació en el siglo XIX, ha sido definitivamente desacreditado también”(Leonid Savin: “Necesidad de la Cuarta Ideología”). “El Liberalismo, basado principalmente en el individualismo y en una sociedad atomizada, en los derechos humanos y en el Estado-Leviatán descrito por Hobbes, surgió debido a la bellum omnium contra omnes (La guerra de todos contra todos)  y se ha mantenido durante mucho tiempo(Ibídem).
          Aquí es necesario analizar la relación de las ideologías mencionadas en los contextos de los momentos temporales y los loci  (“propios de una cosa o un hecho”, del latín “loci a re”: como las causas, los efectos, el lugar, el momento... N.d.A.) de los cuales surgieron.
        Sabemos que el Marxismo era una idea un tanto futurista: el Marxismo profetizó la futura victoria del Comunismo en un momento en que no obstante seguía siendo incierta. En este sentido es una doctrina mesiánica, vista la inevitabilidad de su victoria que se plasmaría en la culminación y el final del proceso histórico. Pero Marx era un falso profeta y la victoria nunca llegó.
         El Nacionalsociaslismo y el Fascismo, por el contrario, trataron de recrear la abundancia de una mítica edad de oro, pero con una forma moderna. El Fascismo y el Nacionalsocialismo fueron tentativas para inaugurar un nuevo ciclo de tiempo, sentando las bases de una nueva civilización en las secuelas de lo que se consideraba como una decadencia cultural y la muerte de la Civilización Occidental (así probablemente la idea del Reich de los mil años). Esto fue abortado también.
         El Liberalismo (como el Marxismo) proclamó “el fin de la historia”, más convincentemente descrito por Francis Fukuyama en “El Fin de la Historia y El Último Hombre”. La tan publicitada Tesis Neohegeliana que plantea Fukuyama se basa en dos conceptos esenciales: el primero, que la historia puede ser unidireccional, es decir, secular, no únicamente cíclica; y el segundo, que la fuente del movimiento histórico puede ser ideacional, lo cual implica una determinación de su proceso desde arriba hacia abajo, o sea, que las ideas son las que configuran las estructuras, en especial las Instituciones, y luego éstas movilizan las masas y el progreso material. Entonces –según esta Escuela de pensamiento– para el proceso causativo es importante que la Democracia Liberal que ha sido patrón de conducta de los EE.UU. desde sus inicios hasta nuestros días, es la que ha triunfado en todo el mundo y si ya no existen otros conceptos mejores ni decisivos que puedan ser imaginados, ciertamente la Historia ha terminado puesto que se ha llegado al punto final de la evolución ideológica de la humanidad y la universalización de la Democracia Liberal de Occidente como la forma última del Gobierno humano. Y esto, por supuesto, implica el fin de las ideologías.   Tal fin, sin embargo, nunca ocurrió; y en su lugar tenemos un nomos (νόμος = lo convencional, la “ley”)  como “la sociedad de la información”, compuesta de individuos atomizados egoístas, que consumen ávidamente los frutos de la tecno-cultura. Además, enormes colapsos económicos tienen lugar en todo el mundo; se producen conflictos violentos (muchas revueltas locales, pero también guerras de larga duración a escala internacional); y así la decepción domina nuestro mundo en lugar de la universal utopía prometida en nombre del progreso” dice Clive Hamilton en Affluenza: When Too Much is Never Enough (Opulencia: Cuando demasiado mucho nunca es suficiente; NSW, Australia; Allen and Unwin, 2005). El célebre escritor iconoclasta norteamericano Henry Miller la describe más literariamente diciendo: Riqueza estadística, felicidad estadística; pero nunca he conocido un hombre verdaderamente rico ni auténticamente feliz… Hombres anglosajones estúpidos. Hombres inquietos, pero no aventureros: han recorrido todo el orbe pero nunca se atrevieron a abrir las puertas que dan al alma; porque nunca han comprendido que la única y verdadera aventura es interior… Danzando en la copa de la Nada… caminando por la frías calles de Nueva York, con dinero en el bolsillo, o sin dinero, o con mucho dinero o con poco dinero, arrullado por el dinero, embrutecido por el dinero, ensoberbecido por el dinero, humillado por el dinero, o más dinero o menos dinero, ¡pero siempre Dinero, y nunca bastante! (“Trópico de Capricornio”; p. 55; Santiago Rueda. Editor; Buenos Aires, 1969).
         Como el mismo Fukuyama lo reconoció, su tesis no era nueva y mucho antes grandes pensadores la habían expuesto, como Edward Shils y Seymour M. Lipset, y por supuesto, el primero: Hegel cuando afirmaba que en su sistema la opinión alcanzaba al final la condición de verdad y la Ideología se transformaba en Filosofía; y eso era el fin de la Historia porque en lo sucesivo resultaría imposible presentar una proposición filosófica que fuera al mismo tiempo verdadera y nueva, pues la Historia para Hegel puede ser entendida en el sentido más restringido de la historia de la ideología o la historia del pensamiento sobre principios primordiales. Por eso es bueno aclarar al lector no avisado en cuestiones filosóficas, que el Fin de la Historia no significa el fin de los sucesos del mundo, sino el fin de la evolución del pensamiento sobre esos principios primordiales. Pero Fukuyama  mismo, contestando a sus críticos, terminó aceptando que “existen aún fuentes de rivalidad ideológica contra el Liberalismo modernocomo lo son: los remanentes del Socialismo, el Fundamentalismo Islámico”, y los que considera como de mayor seriedad, “el Nacionalismo y el ‘Factor X’: alguna nueva Ideología que espera detrás del horizonte y de la cual aún no somos conscientes” (The National Interest; Núm. 18; N. York, 1989). Es lo que parece que ahora se ha dado con “La Cuarta ideología” y el Wahabismo enarbolado por el Estado Islámico (ISIS).
    La “Cuarta Teoría Política” y el contexto del tiempo:
          ¿Cómo deben los expertos de la nueva “Cuarta Teoría Política” enmarcar sus análisis en el contexto de épocas de tiempo históricas? Debería ser mediante la unión con la eternidad que el teórico revolucionario-conservador Arthur Moeller van der Brück propugnó en su libro “Das Dritte Reich” (El Tercer Imperio): Si los seres humanos se consideran ellos mismos y al pueblo al que pertenecen no como entidades momentáneas, temporales, sino con una “perspectiva de eternidad”, entonces se liberarán de las desastrosas consecuencias del enfoque Liberal de la vida humana, por el cual los seres humanos son considerados a partir de un punto de vista estrictamente temporal”. Si la premisa de A. Moeller van der Brück es alcanzada, tendremos una nueva Teoría Política cuyos frutos serán simultáneamente tanto conservadores como portadores de los nuevos valores que nuestro mundo necesita desesperadamente. Desde tal                      perspectiva histórica, es posible entender los vínculos entre el surgimiento de una Ideología dentro de una época histórica determinada, o lo que se ha llamado el zeitgeist o “espíritu de la época”.
          El Fascismo y el Nacionalsocialismo vieron los cimientos de la historia en el Estado (fascismo) o la Raza (nacional socialismo hitleriano). Para el Marxismo era la Clase Obrera y las relaciones económicas entre las clases. El Liberalismo, en cambio, ve la historia en términos del Individuo atomizado separado de un complejo de herencia cultural y de contacto y comunicación inter-social. Sin embargo, nadie consideró como sujeto de la historia el Pueblo como Ser, con toda la riqueza de los vínculos interculturales, las tradiciones, las características étnicas y la visión del mundo.
          Si tenemos en cuenta diversas alternativas, países incluso nominalmente Socialistas han adoptado mecanismos liberales y modelos que expusieron a regiones con un modo de vida tradicional a la transformación acelerada, al deterioro o a la destrucción total. La destrucción del campesinado, la religión y los vínculos familiares por el Marxismo fueron manifestaciones de este desbaratamiento de las sociedades tradicionales orgánicas, ya sea en la China maoísta o en la URSS bajo Lenin y Trotsky”(L. Savin: ibídem).
          Esta oposición fundamental a la Tradición, encarnada tanto por el Liberalismo como por el Marxismo, puede ser entendida por el método de análisis histórico considerado anteriormente: ambos, Marxismo y Liberalismo, surgieron del mismo  zeitgeist; en el caso de estas Doctrinas: del espíritu del dinero.
           Alternativas al Liberalismo:
          Varios intentos de crear alternativas al “Neo-liberalismo” son ahora visibles: el Socialismo Libanés de la Jamahiriya; el Chiísmo político en Irán, donde el objetivo principal del Estado es la aceleración de la llegada del Mahdi; y la revisión del Socialismo en América Latina (las reformas en Bolivia son especialmente indicativas). Estas respuestas anti-liberales, sin embargo, se limitan dentro de las fronteras correspondientes, en un único Estado.
          La antigua Grecia es la fuente de las Tres Teorías de la Filosofía Política. Es importante entender que al comienzo del pensamiento filosófico los griegos consideraban la cuestión primordial del Ser. Sin embargo, ellos se arriesgaron a ofuscarse en los matices de la más complicada relación entre ser y pensar, entre el Ser puro (Seyn) y su expresión en la existencia (Seiende), entre el ser humano (Dasein) y el ser en sí mismo (Sein) (Véase Martin Heidegger en estos términos). Por lo tanto, la renuncia al (neo) Liberalismo y la revisión de las viejas categorías y, tal vez, de la totalidad de la filosofía occidental, son necesarias. Debemos desarrollar una nueva Ideología Política que, según Alain de Benoist, será el nuevo (Cuarto) Nomos de la Tierra. El filósofo francés tiene razón al subrayar que la reconsideración positiva de la identidad colectiva es necesaria, porque nuestro enemigo no es el otro’, sino una Ideología que destruye todas las identidades (“Contra el Liberalismo”: pp. 14-15; San Petersburgo, 2009).
          Cabe señalar que tres oleadas de Globalización han sido los corolarios de las mencionadas Tres Teorías Políticas (Marxismo, Fascismo y Liberalismo). Como resultado, después de ello necesitamos una nueva Teoría Política, que generaría la Cuarta Oleada: el restablecimiento de (todos) los pueblos con sus valores eternos. Y por supuesto, después de la necesaria consideración filosófica, la acción política debe continuar”( Leonid Savin: op. cit. locus citato et passim. Dirigente del “Movimiento Internacional Euroasiático”, Editor en Jefe de la “Geopolítica del Postmodernismo”  Senior Expert en el Centro de Investigación Geopolítica, y Miembro del Centro de Estudios Clásicos de la Facultad de Sociología de la Universidad Estatal de Moscú).
          Según su fundador, la Cuarta Teoría Política es una construcción volitiva de la tradición basada en la deconstrucción de la modernidad. Principalmente maneja el rechazo total a los tres sujetos de las tres teorías del siglo XX: rechazo del Individuo, Clase, y Raza/Estado-Nación, en el Liberalismo, el Comunismo y el Nacionalsocialismo/Fascismo, respectivamente. El Dasein (en alemán“ser-ahí”) de Heidegger se convierte en el sujeto de la Cuarta Teoría Política haciendo de ella una «estructura ontológica fundamental desarrollada en el campo de la antropología existencial». Además, la Cuarta Teoría Política, enfocada en la multipolaridad, va aún más allá que Heidegger y afirma la pluralidad del Dasein.
         El Dasein-cultura-civilización-gran espacio-polo del mundo        multipolar, presenta un contexto absolutamente diferente del pensamiento político. No hay ningún individuo ya que es abolido por el Dasein: en lugar del individuo hay un problema de existencia auténtica o no auténtica, es una opción das Mann  o  Selbst (el “Hombre cosificado”  o  “Él mismo”,“incluso”=que está incluido) es decir: la opción entre el Hombre solitario, atomizado, desarraigado, cosificado, o el Hombre en sí mismo, incluido en su pueblo con sus tradiciones, su estructura cultural, que escapa tanto a la Anomia (desculturización) como a la Atomia (desestructurización); ese es el fundamento de la Cuarta Teoría Política. Una Clase y una Raza, así como un Estado (por lo menos, un Estado nacional burgués contemporáneo), constituyen construcciones antropológicas y ontológicas de la modernidad, versiones de Techne, Ge-Stell; y nosotros estamos diseñando una estructura política existencial dice Alexander Dugin.
        "Techne" es un término que, etimológicamente, deriva del griego τέχνη [griego antiguo:Tekne], que se traduce a  menudo como "artesanía" o "arte". Como actividad, Techne es concreto, variable y dependiente del contexto. Como un observador ha argumentado, Techne “no estaba preocupado con la necesidad y eternas a priori verdades de los cosmos, ni con las a posteriori contingencias y exigencias de la ética y la política. [...] Por otra parte, se trataba de un tipo de conocimiento asociado con personas que estaban atadas a la necesidad. Es decir, Techne era operativa, principalmente en el ámbito doméstico, en la agricultura y la esclavitud, y no en el reino libre de las “Polis” griegas. Ge-Stell” o “Gestell” es una palabra alemana usada por el Filósofo Martin Heidegger para describir lo que hay detrás o debajo de la moderna Tecnología. Este concepto se aplica a la exposición de Heidegger de la esencia de la tecnologíaLa conclusión sobre la esencia de la tecnología era que la tecnología está fundamentalmente en encuadre, formulación, construcción. En este sentido, la esencia de la Tecnología es Gestell. De hecho, “Gestell”, literalmente encuadrado (que en nuestro caso significa establecer o marcar los límites espaciales, temporales, culturales, económicos, políticos, legislativos, etc., que rodean algo o a alguien y determinan en parte sus características) es una visión exhaustiva de la Tecnología, no como un medio para un fin, sino un modo del ser humano en la existencia (Nota del Autor de este Artículo). 
        Por lo tanto, todos los intentos de nuestros adversarios Liberales tendientes a desacreditar la Cuarta Teoría Política como una nueva versión del Nacional-Socialismo no tienen fundamento, y representan sólo una reacción hostil debido a la aparición de un rival igual o superior y acciones estratégicas destinadas a eliminar el riesgo de colisión inminente con el enemigo. Una vez más, nos gustaría hacer hincapié en que la Cuarta Teoría Política está más allá del alcance de las tres ideologías políticas, y que “una resistencia rígida al Liberalismo puede ser considerada como la única característica que le acerca a la Segunda y Tercera Teoría”. (Natella Speranskaya, Directora de Planificación Estratégica del Movimiento Internacional Euroasiático”: La Cuarta Teoría Política y la “Otra Europa”; en “Autores”; Ediciones Nueva República; Tarragona, España, Abril de 2013).
CODA: Exceptuando el fuerte anti-Occidentalismo y la condena total a los EE.UU., notamos que la Cuarta Ideología del Eurasismo Nacionalista Multipolar, tiene bastante concomitancia con la ideología del NACIONALISMO REPUBLICANO que propugna el Coloradismo Paraguayo, como ser: su origen  en el Conservadurismo Ideológico, el Nacionalismo a ultranza, el Republicanismo, la defensa irrestricta de la Tradición, los valores Religiosos, el rechazo del dominio del mundo por una sola Potencia (Paraguay fue víctima del Imperialismo Inglés y sus lacayos Liberales Sudamericanos en 1870), la reivindicación y elevación de los valores del “Ser Nacional”, la sociedad Policlasista, el rechazo al Marxismo y al Nazi/Fascismo, y la histórica condena total al LIBERALISMO, con un apego a la “Tercera Vía” de un “Estado Regulador” que escapa a la tesis NeoLiberal “Mercadocéntrica, como a la tesis de la extrema Izquierda “Estadocéntrica”;  y otros más, como el amor entrañable al terruño,  tal como lo expresara tan certeramente uno de los Filósofos más importantes de todos los tiempos: Martín Heidegger en sus Conferencias de 1925 “El actual combate por una visión del mundo histórica”, en las cuales Heidegger afirmó que para interrogarse sobre "el carácter del ser" es necesario un "suelo" (Boden) y que se requiere apropiarse de un pasado, allí donde sea posible encontrar las raíces auténticas de nuestra existencia”. Continúa con  “Ser y Tiempo” donde rechazó cualquier esclarecimiento de la existencia apoyado en culturas extranjeras, pues conduce a la pérdida del suelo y consideró que la existencia auténtica sólo se realiza como destino común de un pueblo. En el curso del invierno de 1934-1935, sobre la Germania de Hölderlin, Heidegger exclamó subrayando el texto editado: “La Patria es ‘el ser’ mismo” (Das Vaterland ist ‘das Seyn’ selbst). Y en la célebre Entrevista de 1966 a “Der Spiegel” declaró:
      “Sé, por la experiencia e historia humanas, que todo lo esencial y grande sólo ha podido surgir cuando el hombre tenía una patria y estaba arraigado en una tradición”.--

          CONTENIDO DEL LIBRO                  .                                            “LA CUARTA TEORÍA POLÍTICA”          
Índice: PREFACIO a la edición en español...7. INTRODUCCIÓN de Alexander Dugin para la edición española…11. PREFACIO: LA CUARTA TEORÍA POLÍTICA: ¿SER O NO SER?...23. CAP.I: FINALES DEL SIGLO XX, EL FINAL DE LA ÉPOCA MODERNA…27. CAP.II: DASEIN COMO ACTOR...45. CAP.III: LA CRÍTICA DE LOS PROCESOS MONOTÓNICOS...73. CAP.IV: LA REVERSIBILIDAD DEL TIEMPO...87. CAP.V: TRANSICIÓN GLOBAL Y SUS ENEMIGOS …93.  CAP.VI: CONSERVADURISMO Y POSTMODERNI          DAD...107. CAP.VII: CIVILIZACIÓN COMO UN CONCEPTO IDEOLÓGICO...129. CAP.VIII: LA TRANSFORMACIÓN DE LA IZQUIERDA EN EL SIGLO XXI...153. CAP. IX: EL LIBERALISMO Y SUS METAMORFOSIS…173.  CAP.X:LA ONTOLOGÌA DEL FUTURO …195. CAP.XI: LA NUEVA ANTROPOLOGÍA POLÍTICA: EL HOMBRE POLÍTICO Y SUS MUTACIONES…211. CAP.XII: CUARTA PRÁCTICA POLÍTICA…221. CAP.XIII: EL GÉNERO EN LA CUARTA TEORÍA POLÍTICA...231. CAP.XIV: CONTRA EL MUNDO POST               MODERNO...241. Apéndice: PROYECTO PARA UNA GRAN EUROPA.-