lunes, 17 de marzo de 2014

EL SALARIO MÍNIMO



EL SALARIO MÍNIMO DE LA CLASE OBRERA DEBE SER DE G. 2.700.000.= MENSUALES.

UN ESTUDIO CIENTÍFICO DEL INSTITUTO PARA LA NUEVA REPÚBLICA BASADO EN LA TEORÍA DE LA UTILIZACIÓN PROGRESIVA Y PROGRESISTA” (PROUT).

          A lo largo de la historia, la clase del trabajador físico ha sido la explotada al máximo. Este fue el caso en todas las civilizaciones en el pasado y es cierto en todos los países en la actualidad. La razón es, y fue, que de todos los trabajadores, los trabajadores físicos tienen las habilidades menos comercializables. Sin embargo, su trabajo es indispensable para la supervivencia de la sociedad. Realizan trabajos considerados de baja categoría y ofensivo por otros. Ellos realmente necesitan y merecen una mano de ayuda del Estado. El gobierno debería fijar un salario mínimo suficientemente alto para que los trabajadores relativamente poco cualificados puedan satisfacer sus necesidades mínimas. Hay leyes de salario mínimo en todos los países democráticos. Pero esos mínimos son demasiado bajos para hacer mucha mella en la pobreza de los trabajadores obreros. El salario mínimo de PROUT, sin embargo, sería lo suficientemente alto para asegurar que todo el mundo se encuentre con sus necesidades básicas satisfechas.
          Un simple ejemplo ilustrará este principio de la distribución. Considere una economía en la que el trabajo es el único factor de la producción. Supongamos que hay cinco personas en la Fuerza Laboral (L),  por lo que    L = 5. Sus ingresos mensuales medidos en Guaraníes actuales equivalen a 300.000, 600.000, 900.000, 3.000.000 y 4.500.000.- Entonces el Producto Nacional Neto (PNN) = 9.300.000.- Supongamos que las necesidades mínimas exigen un salario de 1.500.000.- Luego, tres personas subsisten con ingresos por debajo del nivel de vida mínimo , mientras que dos están disfrutando de los niveles de vida exuberantes –una situación no muy alejada de la actual– la realidad diaria en la mayoría de países en los que una pequeña minoría consume una desproporcionadamente grande porción de los ingresos . Si el sistema económico es dejado  a sí mismo sin control,  lo más probable es que la mayoría de estas cinco personas esté condenada a vivir debajo de los estándares para siempre. Pero PROUT garantizaría a cada persona por lo menos un ingreso de 1.500.000.= guaraníes por mes, y el excedente se distribuye entre los mejores dos asalariados de acuerdo con su productividad.
          Esta es una ilustración de la justicia distributiva de PROUT. Como puede verse claramente, esta distribución de los ingresos no es del todo igual, pero tampoco es tendenciosa y extremadamente inclinada hacia una de las partes, como sería  el caso si el cuerpo colectivo, representado por el Estado, no interviniese en la economía. Por lo tanto, el sistema de PROUT reduce la desigualdad, pero no destruye el incentivo para trabajar duro.
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                     2.- SALARIO MÍNIMO Y MÁXIMO            .                              
     Al examinar un sistema de distribución de los ingresos, se tiene que hacer frente a una cuestión espinosa. ¿Cuál es el nivel óptimo de desigualdad en la sociedad? La pregunta da por sentado que la igualdad completa de los ingresos no es ni justa, ni posible. Se supone, además, que en ausencia de la intervención estatal, la distribución del ingreso es, y ha sido a lo largo de la historia, muy inicua y explotadora de, al menos, la Clase Obrera. En la economía, hoy en día, del Paraguay, hay una necesidad clara de los conceptos de salario mínimo y salario máximo. Los dos deben estar relacionados entre sí para preservar una apariencia de justicia social. Este camino de ingresos desiguales  nunca puede exceder los límites de la justicia. Bajo esta política, si el salario máximo aumenta, también lo será el salario mínimo, y las desigualdades nunca crecerán fuera de la vista. En Suecia se los llama “Salarios Solidarios”.               .
          ¿Cómo se deben relacionar el salario mínimo y el máximo? Dicho de otro modo, cuánta desigualdad debería permitir la sociedad? Es más fácil plantear esta cuestión que responder a ella. Muchos estudiosos de hoy creen en el concepto de la desigualdad “óptima” o "creativa”. Pero la elaboración de una fórmula matemática para ello es extremadamente difícil, si no imposible. Para considerar lo formidable de esta tarea: Un Economista diría que la desigualdad óptima es aquella que fomenta la eficiencia productiva y el crecimiento. Un Sociólogo diría que debería ser justo y moral. Un “Luchador por la Libertad” (NEOLIBERAL del “Consenso de Washington”) diría que no debería implicar una intervención gubernamental excesiva en los asuntos económicos y sociales. Otros dirían que no debe impedir la asunción de riesgos, el ahorro y los incentivos. Dado que el concepto de igualdad completa de ingresos es un objetivo fácil de atacar, y desde que una fórmula de desigualdad creativa hasta el momento no se ha ideado, los apologistas de la propiedad privada ilimitada insisten en que el sistema económico debe ser dejado a que resuelva todo por sí mismo, sin interferencia Estatal.  Pero la pregunta es: ¿Por qué necesitamos una fórmula rigurosa? ¿O podemos darnos el lujo de esperar  hasta el día en que una fórmula de este tipo llegue? En vista de las desigualdades de renta horrendas que impregnan el Paraguay de hoy, la respuesta es no. Todo lo que necesitamos es una guía práctica para hacer un nuevo comienzo. 
          La escala decimal sugiere que el salario máximo debe ser de no más de diez veces y no menos de dos veces que el salario mínimo (así es en Suecia). He aquí entonces una regla práctica para la desigualdad de ingresos. He aquí una regla para el sistema Proutista de reparto racional.                                   .
          La completa igualdad de salarios para todas las ocupaciones es deseable solamente cuando hay excedente que queda después de cumplir con los requisitos mínimos de todos. La desigualdad de ingresos ideales por razones éticas es uno donde el salario máximo es de no más de dos veces el nivel del salario mínimo. Cualquier cosa menos que esta disparidad podría infringir nuestro sentido de la justicia y de los incentivos. En nuestro Paraguay, el Salario Mínimo Vital para los requisitos mínimos a precios actuales se fijó en aproximadamente 1.800.000.= Guaraníes al mes. (Pero las Centrales Sindicales consideran mucho más elevada esa cifra). Esto significa que el Salario Máximo debe ser de no más de 18.000.000.= Guaraníes al mes. Del mismo modo, nadie debería tener un salario de menos de 1.800.000.= Guaraníes por mes, independientemente de su vocación. Cada trabajador rural debe recibir un ingreso mensual de por lo menos 1.800.000.= Guaraníes, y un trabajador urbano, al menos, 2.700.000.= Guaraníes. El salario máximo no debe exceder de 18.000.000.= de Guaraníes al mes. Veamos ahora si las reformas propugnadas más arriba son factibles. Algunos economistas consultados indican que las medidas destinadas a reducir las desigualdades de ingresos causan una disminución del ahorro y por lo tanto de la tasa de crecimiento de la economía. Otros opinan que un salario mínimo nacional de esta laya no debe ser introducido en el Paraguay, o que debe ser lo suficientemente bajo para que sea compatible con la capacidad de las industrias privadas de pagarlo. En seguida vamos a demostrar que las reformas proutistas presentadas anteriormente no sólo son factibles sino también reducirán la miseria social y estimularán el crecimiento económico.
          Actualmente, el gobierno debería nombrar un “Grupo de Estudio” sobre Salarios, Ingresos y Precios, que presente su informe en el curso de este año 2014. Después de examinar todos los pros y los contras, el “Grupo de Estudio” (“Things tank”)  debe hacer un llamamiento para la fijación de un Salario Mínimo Nacional que incluya a los Agricultores, que sea igual –de inmediato– a por lo menos 2.700.000.= Guaraníes (1.800.000.= para los agricultores) y se tenga que empezar a ejecutar el Sistema Proutista implentándolo progresivamente en cinco años.(Ver: “La Solución del Subdesarrollo” en federiconarvaezarza.blogspot.com”).
       El “Grupo de Estudio” debe moverse en la dirección correcta. La estructura salarial actual es indefendible por todos los motivos imaginables, y nuestra propia investigación (del Instituto para la Nueva República) señala que La estructura salarial abunda en las desigualdades, las distorsiones y anomalías entre el Gobierno, los sectores productivos y los trabajadores. Pero mientras que el concepto de un Salario Mínimo a nivel nacional uniforme tiene su mérito, las grandes diferencias entre las zonas rurales y urbanas no pueden ser ignoradas”. El argumento de nuestros propios investigadores (del “Instituto para la Nueva República”)  sobre   el trabajo en cada zona es bastante convincente en este sentido. A su juicio "un salario mínimo nacional en el sentido de una remuneración monetaria mínima uniforme para el país en su conjunto no es ni factible ni deseable. Si uno se fija, los peligros son que habrá zonas que no pueden pagar el mínimo, si el mínimo es elaborado con cierto optimismo. Y si se permite que los cálculos sean influenciados por lo que una región más pobre o industria puede pagar, no valdrá la pena hacer cumplir el Mínimo Nacional".                                 . .
     En vista de los méritos intrínsecos del Salario Mínimo y grandes disparidades regionales en el costo de vida, nosotros hemos optado por un sistema de “Salario Mínimo dual”, con un salario a aplicar en las zonas rurales y el otro en las zonas urbanas . En el sector rural, recomendamos un salario mínimo actual de 1.800.000.= Guaraníes al mes para un trabajador de 18 años o más. Se trata de aplicarlo a un empleo permanente. Para el trabajo del día a día, el salario mínimo rural debería ser de Gs.15.000.= por día de ocho horas, conforme al principio de que el trabajo a tiempo completo por lo general requiere trabajar 25 días al mes. Esto entonces producirá un ingreso mensual de Gs.1.800.000.=
     En el sector urbano, el salario mínimo debe ser de 2.700.000.= Guaraníes al mes o Gs.21.600.= por día de ocho horas. Hay que recordar que estos son los salarios mínimos sólo para el trabajo no calificado. Para el trabajo calificado, los salarios deben ser más altos, dependiendo de su productividad. Permítasenos ahora comparar nuestro sistema de doble salario con el recomendado por Otro Grupo de Investigación que recomienda un Salario Mínimo Nacional uniforme de 1.650.000.= Guaraníes en el primer año, pero con el aumento en su equivalente en términos reales a lo largo de siete años.                                           
     En primer lugar, este Otro Grupo de Investigación pasa por alto todos los argumentos válidos contra un salario mínimo uniforme en el Paraguay. En segundo lugar, el salario mínimo que propone es una broma, está muy por debajo de la subsistencia. En una entrevista reciente con un Economista muy capacitado, éste argumentó que el Salario Mínimo basado en las necesidades de hoy es de unos 2.700.000.= Guaraníes al mes, y que es lo que nos ha recomendado para las zonas urbanas. Sin embargo, el mismo salario mínimo basado en las necesidades de las zonas rurales se aproxima a 1.800.000.= Guaraníes. Y el Otro Grupo de Investigación, ya citado, recomienda 10% menos de esta cantidad en el primer año en ambos: pueblos y ciudades.               
     Para este Otro Grupo de Investigación, un Salario Mínimo por encima de 1.600.000.= Guaraníes causaría grandes dislocaciones en la industria. Nosotros decimos que si una industria no puede ni siquiera pagar el salario basado en las necesidades de todos, entonces debe de estar pagando salarios excesivos y que no merecen a sus trabajadores de cuello blanco y ejecutivos. Para ser viable, el Salario Mínimo se debe combinar con el Salario Máximo. Sobre la base de la escala decimal de las condiciones de oferta y demanda. Pero en ningún caso deben ser inferiores al salario mínimo.
         Vamos a ver si esta estructura salarial igualitaria es factible. De ahora en adelante, nos hacemos las siguientes suposiciones para nuestro análisis.                      
     (1) El 5 por ciento de los hogares consumen aproximadamente el 30 por ciento de la renta nacional en el Paraguay.                                 .
     (2) En cada hogar, en promedio, hay una familia de seis personas, incluidos los niños y otras personas dependientes.
     (3) En el 20 por ciento de los hogares se consume un 4 por ciento de la renta nacional.                              .
     Hemos hecho estas suposiciones sobre la base de estudios previos de tamaño de la familia y las desigualdades de ingresos. Los dos supuestos sobre la distribución de ingresos se derivan de la Curva de Lorenz dibujada por Rajinder Koshal y aplicada a nuestro trabajo. Los estudios sobre la distribución del ingreso en el Paraguay realizados por la CEPAL y el INCAE más o menos apoyan estas suposiciones que transmiten el hecho indiscutible de que el Paraguay sufre de disparidades de ingresos patéticos. El tamaño promedio de una familia de seis personas también absorbe parte del apoyo de la literatura existente. Los números que hemos elegido no pueden complacer a todos, pero el punto que hacemos a continuación es significativo: La Dirección General de Estadística y Censo ha publicado recientemente "estimaciones rápidas" de la renta nacional para el año 2012-2013. De acuerdo con estas estimaciones, el ingreso nacional en el año de que se trata se situó en muchos miles de millones de Guaraníes. Si el 30 por ciento de ese ingreso fue a los perceptores de ingresos en la Clase Superior del 5 por ciento de la población, entonces las personas más ricas ganan un porcentaje elevadísimo.                                 
           Según el resultado de un Organismo Internacional 165 multimillonarios acaparan el 19% de nuestro Producto Bruto Interno (PBI). Con una población estimada en cerca de 7 millones de habitantes y una familia de seis miembros, el 19% del PBI está en manos del 0,1,4% y la fortuna de las mejores familias, correspondiente al 5 por ciento de la población, es de millones de dólares. El ingreso promedio de las familias de los mejores 5 por ciento, se estima en alrededor de 500.000.000.= de Guaraníes al año. Este ingreso es más del doble del Salario Máximo anual de Gs. 216.000.000.= permitido por Prout. Si tal fuera el máximo que deba ejecutarse con una verdadera Reforma Impositiva, aproximadamente la mitad de los ingresos que va al 5 por ciento de la población de Clase Superior quedaría libre para otros usos. Digamos que la renta así liberada sería de 1.098.000 millones de Guaraníes.              .                       
            En el otro extremo de la escala de ingresos, el 20 por ciento de la población obtuvo un modesto 4 por ciento de los ingresos. Esto significa que, en 2012-2013: 1.400.000  habitantes ganaron 19.744.200.000 millones de Guaraníes, o un promedio de 14.103.000.= Guaraníes al año. Si se aplica el salario mínimo de Gs. 1.800.000.=, una familia promedio en el nivel más bajo de ingresos recibiría un extra de 7.500.000.= Guaraníes, o un total de Gs. 21.603.000.= al año, que sería fácilmente cubierto por los ingresos liberados por el “Impuesto a la Riqueza” de la Clase Superior del 5 por ciento incluido en esa Clase. Incluso si el Salario Mínimo para todos los trabajadores es de Gs. 2.700.000.= Guaraníes por mes, los ingresos adicionales de las personas más pobres  sumarán  sólo 384.300 millones, lo que está muy por debajo de los ingresos puestos en libertad de la Clase superior. Por lo tanto, está claro que nuestro concepto basado en la necesidad de un Salario Mínimo es fácilmente factible, siempre que el Salario Máximo se aplique al mismo tiempo.                                                
             La Estructura Salarial mini-maxi que nosotros hemos recomendado, al tiempo que  reducen algunas disparidades, aumentará el ahorro, promoviendo así el crecimiento. Y a medida que se produce el crecimiento, tanto el Salario Mínimo y Máximo se pueden elevar.    Así, la estructura de los “Salarios mini-maxique fluye de los principios proutistas no sólo reducirá la disparidad de ingresos, no solamente reducirá la miseria social a gran escala, sino que también promoverá el crecimiento económico saludable.-
 
     Asunción, Marzo de 2014.-


           INSTITUTO PARA LA NUEVA REPÚBLICA
             EDICIONES DE POLÍTICA ECONÓMICA

  NOTA: Quienes deseen comprender más y mejor este Artículo y el “Sistema Proutista”, deben leer el trabajo “la Solución del Subdesarrollo”; en el Blog: LA PÁGINA DE LOS INTELECTUALES”:
                                                                     federiconarvaezarza.blogspot.com


                                                 

domingo, 9 de marzo de 2014

BADER RACHID Y HORACIO CARTES.




                   BADER RACHID Y HORACIO CARTES.
             “TEORÍA DE POSIBILIDADES POLÍTICAS”.

                                            Introducción.

               Bader Rachid Lichi ha cruzado el Rubicón. Ha decidido dar la batalla por la Presidencia del Partido Colorado en las elecciones de 2015. Y esto conlleva el esfuerzo titánico por la modernización del Partido, su rearme moral y su dinámico funcionalismo para cumplir las tareas que le impone esta nueva etapa histórica abierta a su destino. Es que Bader al parecer ha comprendido que HA CONCLUÍDO UN TIEMPO Y CERRÁDOSE UN CICLO en la historia de nuestro país y de nuestro Partido, por el AGOTAMIENTO DE UN MODELO DE GESTIÓN POLÍTICA. Tiempo, ciclo y modelo que, en el ocaso de sus trayectorias, convocan hoy, por ley ineluctable de la historia, a una renovación profunda y radical, que permita instaurar UN TIEMPO NUEVO, UN MODERNO CICLO HISTÓRICO, y UN MODELO DE GESTIÓN POLÍTICA ORIGINAL; para lo cual es necesaria la elaboración de un PROYECTO IDEOLÓGICO, un PROGRAMA POLÍTICO para corto, mediano y largo plazo, y UNA PROPUESTA DE REORGANIZACIÓN de la estructura partidaria. Y esto debe ser fruto de un amplio debate sobre el tipo de Partido y de sociedad que queremos y el quehacer del Partido en esta etapa crítica de la vida nacional y partidaria.
               Nosotros pensamos que Bader Rachid puede llevar adelante este esfuerzo ciclópeo porque tiene un atributo especial que ha permitido a otros espíritus trascender un callejón sin salida en tantas crisis de la historia: la capacidad para contemplar un abismo con la indiferencia de un científico por una parte, y por la otra como un desafío a superar o en cuyo intento de superación hay que perecer. Y con su proverbial dinamismo ya ha puesto en marcha algo que se parece a una cruzada cuyo caudillo (Bader) pareciera escuchar a Don Miguel de Unamuno, en “El Sepulcro de Don Quijote”, de su “Vida de Don Quijote y Sancho”:
               “Me preguntas, mi buen amigo, si sé la manera de desencadenar un delirio, un vértigo, una locura cualquiera sobre estas pobres muchedumbres ordenadas y tranquilas que nacen, comen, duermen, se reproducen y mueren”.
             “¿Qué locura colectiva, qué delirio podríamos imbuir en estas pobres muchedumbres? Pues bien sí; creo que se puede intentar la santa cruzada de ir a rescatar el sepulcro de Don Quijote del poder de los bachilleres, curas, barberos, Duques y Canónigos que lo tienen ocupado. Creo que se puede intentar la Santa Cruzada de ir a rescatar el sepulcro del Caballero de la Locura del poder de los hidalgos de la razón”.
               “¡En marcha pues! Y echa del sagrado escuadrón a todos los que empiecen a estudiar el paso que habrá de llevarse en la marcha, su compás y su ritmo”. Esos que tratarían de convertir el escuadrón de marcha en cuadrilla de baile… Esos no van al sepulcro sino por curiosidad y por divertirse en el camino. ¡Fuera con ellos! Esos son los que con su indulgencia de bohemios contribuyen a mantener la cobardía y la mentira y las miserias todas que nos anonadan… Son incapaces de casarse con una grande y pura idea y criar familia de ella; no hacen sino amontonarse con las ideas. Las toman por queridas, menos aún, tal vez de compañeras de una noche. ¡Que se vayan al diablo!”.
               “Echa del escuadrón a todos los danzantes. Échalos antes de que se te vayan por un plato de lentejas. Son filósofos cínicos, indulgentes, buenos muchachos; de los que todo lo comprenden y todo lo perdonan. Y el que todo lo comprende no comprende nada, y el que todo lo perdona nada perdona. No tienen escrúpulos en venderse. Como viven en dos mundos, pueden guardar su libertad en el otro y esclavizarse en éste. Son a la vez Estetas y Perezistas o Lopezistas o Rodriguistas. Son de la baja vida humana, de la vida de tierra. Los danzantes no bailan sino por hambre de carne o por amor de carne también. Échalos de tu escuadrón…”
               “Te consume, mi pobre amigo, una fiebre incesante, una sed de océanos insondables y sin riberas, un hambre de universos y la morriña de la eternidad. Sufres de la razón. Ponte en marcha, solo. Todos los demás solitarios irán a tu lado, aunque no los veas. Cada cual creerá ir solo, pero formaréis batallón sagrado: el batallón de la santa e interminable Cruzada”.
               Es por eso que lo que a continuación queremos desarrollar es la teoría de posibilidades que se le abren para el futuro a Bader Rachid Lichi y, por ende, al Presidente Cartes, en el Partido Nacional Republicano y la política nacional, y el accionar que correspondería aplicar, para sobre esa base realizar la prospección del “Nuevo Rumbo” de la transición democrática paraguaya.

                                                     I

                                      Perturbaciones políticas.

               No es sorprendente que una transición tan plena de conflictos suspire con nostalgia por la época en que la actividad política llevaba consigo problemas menos drásticos en sus consecuencias, en que las “guerras” entre facciones eran limitadas y la catástrofe casi inconcebible. Tampoco es extraño que en éstas circunstancias actuales el logro de la paz partidaria y nacional se convierta en la mayor preocupación, ni que llegue a pensarse que la sola necesidad de la paz y la normalidad constituya el ímpetu de su búsqueda.
               Siempre que el orden político, tanto nacional como internacional, ha reconocido que ciertos principios no se pueden violar, ni siquiera en aras de la paz, la ley, el orden, o la normalidad y el progreso, la estabilidad basada en un equilibrio de fuerzas políticas ha sido por lo menos concebible. Y, así pues, la estabilidad suele ser el resultado de una legitimidad generalmente aceptada. Pero esa legitimidad, tal como aquí la exponemos, no debe confundirse con la justicia; porque no significa más que un acuerdo acerca de la naturaleza de los arreglos funcionales y acerca de los objetivos y métodos aceptables de la política y sus líderes. Pero si no se es capaz de llegar a ese acuerdo que signifique la legitimidad, el sistema político-institucional estará a merced del miembro más feroz de la comunidad.
               Y siempre, también, que exista un Líder, Partido o Movimiento político que considere opresivo el orden existente o la forma de su legitimación, sus relaciones con los otros sectores serán “perturbadoras”. En tales casos, no será el arreglo de las diferencias dentro del sistema sino el sistema mismo el que se pondrá en tela de juicio. Los arreglos son posibles, pero los mismos se concebirán como maniobras tácticas para consolidar posiciones con miras al enfrentamiento inevitable. Porque el rasgo definitivo de un Partido, Movimiento o Líder “perturbador” es que nada puede tranquilizarlo. Solamente la seguridad absoluta, o sea la neutralización total del oponente, se considera una garantía suficiente, y por lo tanto el deseo de una corriente política de contar con una seguridad absoluta significa la inseguridad absoluta para todas las demás.
               La Democracia, que es, entre otras cosas, el arte de restringir el ejercicio del poder, no puede funcionar en tal ambiente. Es un error suponer que la democracia puede siempre arreglar las disputas cuando hay “buena fe” y “deseos de llegar a un acuerdo”. En un orden democrático débil –como lo es todo período de transición– cada uno de los oponentes piensa que el otro carece precisamente de esas cualidades. Los Dirigentes pueden seguirse reuniendo, pero ya no pueden persuadir, porque han cesado de hablar el mismo idioma. Las posiciones se radicalizan y las posturas se vuelven inconciliables. Entonces las reuniones políticas “para buscar consenso” se convierten en escenarios teatrales complicados donde se trata de aliar a los no comprometidos con uno de los bandos en pugna.
               Está en la esencia de un Líder o Movimiento “perturbador” que posea el valor de sus convicciones, y que esté dispuesto –en realidad ansioso– a llevar sus principios hasta sus últimas consecuencias. Por lo tanto, independientemente de otros logros que pueda realizar, un Movimiento político de esa índole tiende a minar, si no la legitimidad del orden constitucional, por lo menos la restricción con que el mismo opera. La característica de un orden estable y normal es su espontaneidad; la esencia de un Movimiento o Líder perturbador es su decisión; y el “apaciguamiento”, cuando no es una estratagema para ganar tiempo, es el resultado de una incapacidad para enfrentarse a una política de objetivos ilimitados.

                                                        II

                El desplazamiento de las placas tectónicas no es súbito.

               Así como la geología nos enseña que el desplazamiento de las placas continentales es constante pero lenta hasta que en cierto momento eclosionan, así también no es dable esperar que un Gobierno legítimo, con todos los ribetes constitucionales, pueda ser desplazado súbitamente y menos aún violentamente por decisión de los “Poderes Fácticos Internacionales” o estallido interno. La potencia dominante (EE.UU.) no está dispuesta a hacer de “policía del mundo” en cuanto conflicto pequeño se suscite en cualquier rincón del planeta a menos que peligre sus intereses vitales (llámese petróleo, energía nuclear, narcotráfico, etc.) o se rompa abierta y violentamente con las formas “democráticas” tan caras al ethos americano y al “Nuevo Orden Mundial”. Además se considera que los cambios radicales de Gobiernos y políticas destruyen toda base aceptable para un desarrollo sostenible. Las potencias del Centro creen que ningún país puede tener éxito económico ni institucional si de súbito modifica su estrategia básica y sobre todo si esa modificación se hace en dirección substancialmente diferente como lo es el derrocamiento de un Gobierno nuevo y electo con todas las normas de la Ley.
               Nuestra  Oposición puede crear un consenso amplio, quizá el más amplio posible (como pasó para la destitución de Lugo), pero sus componentes –Liberales, Izquierdistas, Sindicalistas y etcéteras– unidos por lo que les disgusta, pueden divergir grandemente en cuanto a lo que deba reemplazarlo y eso influye en el curso de acción y la solidez de la alianza. Por otra parte, es evidente que la “Izquierda” y los Sindicatos (de Empleados, Obreros y Campesinos) no podrán organizar el país por la fuerza. Pero la alternativa no es tan clara. Estaba, desde hace tiempo, fuera de duda que en el Paraguay –¡todavía en transición!– había (y hay) nuevas fuerzas sueltas que clamaban por la participación popular en el Gobierno; pero parecía igualmente evidente que estas fuerzas serían responsables de disturbios y autoritarismos. Los Liberales siempre han sido contrarios a la Izquierda, revolucionaria o no; y sin embargo, para el 2008, llamaron precisamente a los representantes de esta corriente “para afirmar la democracia”. En estas circunstancias lo que sorprende es lo imperfecto del arreglo que surgió, su insensatez y lo reaccionario del acuerdo. Y todo eso minó su credibilidad, y ni qué decir su fuerza, tanto entre las masas populares como en el concierto internacional.

                                                      III

  Manipulación de factores versus enfrentamiento de voluntades.

                De lo apuntado en los ítems anteriores, se puede colegir que todo político que pretenda ser un rival de fuste ante la Oposición –y en el plano partidario ante el Pte. Cartes– debe poseer un estilo que se adapte mejor a la manipulación de factores que se tratan como dados antes que a un enfrentamiento de voluntades; mejor al logro mediante la proporción que mediante la escala, porque, como decía Clemens Von Metternich –el real vencedor de Napoleón– “La individualización de una idea conduce a conclusiones peligrosas, como si un individuo pudiese ser una causa; ésta es una concepción errónea, porque cuando se aplica es un indicio de que no existe una causa sino sólo en apariencia” (Memorias; p. 186, Vol. VIII). Esto quiere decir que a un “Líder perturbador” se lo debe combatir en forma anónima, por lo que es y está detrás, no por lo que dice y hace. Porque un “Líder perturbador” es la afirmación de la voluntad y el poder, pero la esencia de la democracia es la proporción, su expresión es la ley, y su mecanismo un equilibrio. Por estas razones un Estadista Conservador es un realista supremo y sus oponentes perturbadores o revolucionarios los “visionarios”. Y en el caso que nos ocupa, el “genio” de los Líderes perturbadores pareciera ser más instrumental que creador, sobresale en la manipulación, no en la construcción, lo cual puede facilitar la tarea del político Conservador que mira a largo plazo y que sabe que la construcción del Poder en equilibrio democrático depende de la paciente reunión de fuerzas y la decisión de utilizarlas en el momento oportuno. Cosa que no se nota en la Oposición ni en cierto “Cartismo” actual, donde solo existe una conspiración de mediocridades unidas por el terror a toda acción decisiva contra alguien que les produce ese terror pues la esencia de la mediocridad se encuentra en que prefiere la ventaja tangible a la ganancia intangible de posición (como por ej. Luis Castiglioni y “Tito” Saguier, cada cual por su lado).

                                                       IV

             No confundir la falta de provocación con la impotencia.

               No hay que olvidar que la conquista del Poder en un equilibrio democrático es el más difícil de lograr entre todos, particularmente en un período inestable de transición que surge a una Dictadura prolongada. Engañados por el recuerdo de la estabilidad anterior, los políticos tienden a buscar la seguridad en la inacción y a confundir la impotencia con la falta de provocación. Por eso en estos momentos debe apaciguarse al Líder avasallador, exitoso (Cartes), mediante la razón y quizá mediante la colaboración; en suma, mediante políticas que no puedan parecerle amenazas a su proyecto ni menos destructivas de su liderazgo, sin olvidar, sin embargo, que los políticos aislados solo existen como abstracciones pues en la sociedad de los políticos cada uno de ellos tiene intereses que lo conectan con los otros.
               Los grandes axiomas de la Ciencia Política derivan del reconocimiento de los intereses verdaderos de todos los políticos; la garantía de la existencia en la arena política debe encontrarse en los intereses generales, mientras que los intereses particulares –cuya protección se considera “sabiduría política” por parte de los inseguros y miopes (Lugo recién está empezando a comprenderlo)– sólo tienen una importancia secundaria. La historia política contemporánea demuestra la aplicación del principio de solidaridad y equilibrio y de los esfuerzos unificados de los grandes políticos contra la supremacía de un Sistema o un Líder autoritario, para obligar al restablecimiento del derecho común ¿Qué queda entonces de la política egoísta, de la política de la fantasía y de la ganancia miserable que están implementando algunos dirigentes “Colorados Cartistas” (Lilian, Velázquez y compañía) y de la Oposición Liberal-Izquierdista?
               La política debe planearse sobre la base de las capacidades del otro bando y no meramente de sus intenciones; porque todo arreglo político representa una etapa en un proceso por virtud del cual un Dirigente concilia su visión de sí mismo y de su Movimiento con la visión que de ellos tengan otros Dirigentes y Movimientos. Ante sí mismo, un Movimiento político aparece como expresión de justicia, y esto se aproxima más a la verdad entre más espontáneo sea su patrón de obligaciones sociales, porque el liderazgo político en función de Gobierno funciona eficazmente sólo cuando la mayoría de los ciudadanos obedece voluntariamente, y sólo lo hará en la medida que considere justas las exigencias de sus gobernantes y satisfechas sus aspiraciones sociales.
               En efecto, un Gobierno con orden, desarrollo económico, solución o al menos mitigación de los problemas sociales y respeto internacional, es la clave de la consolidación del Poder del “Coloradismo Cartista”: es así, y solo así que Cartes tendría la posibilidad de alcanzar su pretensión peculiar de legitimidad, la del gobierno carismático. Porque ahora el Nuevo Orden Internacional ya no puede aceptar un orden interno basado en estructuras interiores incompatibles con el ordenamiento mundial.
               Pero volviendo a   la    Izquierda Bolivariana –apuntalada por la mayoría de los Gobiernos Sudamericanos– su Líder: Fernando Lugo, es ahora el Lugo destituido y burlado del 22 de Junio de 2012, y el recuerdo de ello debe limitar su pretensión de Poder. Su ingreso al Senado, hoy, antes que el carácter de un triunfo tiene el de una protesta producida por la coalición contestataria y perturbadora típica de todos los descontentos. En ausencia de un Líder nacional carismático y contestatario, Lugo, que quiere ser el hombre de voluntad, puede convertir a su “Frente Guasú” en un símbolo, un principio para luchar contra el odiado relegamiento social y “los corruptos”, un término muy abarcativo y generalizante. Lugo ha probado, con su triunfo en el 2008 y sus últimas apariciones en escena, que aunque los hombres pueden conquistar las ideas, éstas duran más que los hombres. El descontento reclama lo suyo y la “Izquierda” solo puede “legitimarse” basando su discurso y accionar en un extremismo popular “Jacobino” y presionando para “ablandar” cualquier ajuste estructural y económico que conlleve duros sacrificios. También en el Partido Colorado puede surgir lo mismo. Es la cuadratura del círculo. Y si el Presidente Cartes y su equipo de “Técnicos” y Empresarios esperaban lograr que un Partido Colorado reconquistador reconociera los límites del Poder, sin embargo un Coloradismo que se fundamente a sí mismo en la rebelión interna y el descontento de las masas, puede llegar a ser, en el mediano plazo, un factor no aceptable en la balanza de equilibrio.

                                                      V

                Bader Rachid puede ser el Príncipe Metternich.

               Y esta afirmación no es un deseo de congraciarse ni una exageración. Simplemente surge de la observación de ciertas cualidades y otras características personales y de actuación pública. Cuando el destino de los pueblos –ya sea de un Partido Político, de un Estado o de un Imperio– está en juego, las convicciones de sus estadistas son el medio de supervivencia. Y el éxito depende de la correspondencia de estas convicciones con los requerimientos especiales del Partido o del Estado. Y el Conservador Metternich frente al perturbador revolucionario Napoleón muestra unos rasgos que deberían contemplar, si quieren observar agudamente el horizonte, los políticos emergentes o a emerger para un liderazgo en el futuro próximo.
               Metternich se describía a sí mismo como un Estadista-Filósofo pero sumamente realista: Soy un hombre de prosa, no de poesía. Mi punto de partida es la quieta contemplación de los asuntos de este mundo En el mundo social debemos actuar a sangre fría, con base en la observación y sin odios o prejuicios Yo nací para hacer historia, no para escribir novelas, y si adivino correctamente es porque sé. La invención es enemiga de la historia, que solo sabe de descubrimientos; y sólo puede descubrirse lo que existe(Memorias: p. 184, Vol. VIII). Era la descripción del Gobernante ideal por encima del plano donde gobiernan los sentimientos personales: frío, sereno, superior. La del Estadista era la ciencia de los intereses de los Estados sujeta a leyes análogas a las leyes del mundo físico y el Estadista era un filósofo que entendía estas máximas, solo responsable ante su conciencia y la historia.
               “Metternich prefería la maniobra sutil al ataque frontal, mientras que su racionalismo le hacía confundir a veces un manifiesto bien redactado con una acción ya lograda (Wilhelm Oncken: “Austria y Prusia en la guerra”, p. 88, Vol. II). Napoleón y sus demás enemigos decían de él que confundía la política con la intriga; y el enviado del Elector de Hanover en Viena escribió el análisis siguiente de los métodos diplomáticos y de poder de Metternich: Dotado de una gran opinión de la superioridad de la habilidad adora la finura en política y la considera esencial. Dado que no tiene fuerzas suficientes para movilizar los recursos de su país (nosotros diríamos de Bader: “de su Partido”), trata de sustituir con astucia la fuerza y el carácter…” Y su ayudante más cercano: No es un hombre de pasiones fuertes ni de medidas audaces; no es un genio, sino un gran talento; frío, tranquilo, imperturbable y calculador par excelence”. Y como remata Henry Kissinger: “doctrinario sutil realista y cauteloso; frío practicante del arte del estadista. Su cualidad característica era el tacto, la sensibilidad a lo imperceptible. Tal hombre podía haber dominado en el siglo XVIII, pero era formidable en cualquier época Un gran táctico; maestro de la batalla planteada cuando el marco de referencia estaba dado o los objetivos se imponían desde afuera (“A World Restored: The Politics of Conservatism in a Revolutionary Age”; p. 24. Tesis Doctoral en Harvard).
               Tal era el Estadista que enfrentó y derrotó finalmente a Napoleón Bonaparte, el hombre de voluntad, el caudillo perturbador del equilibrio de un mundo que buscaba restaurarlo; el que luego de una serie ininterrumpida de triunfos rimbombantes cayó víctima del Orden Internacional concertado y de sus propios errores productos de su ego superlativo. Este Napoleón que más allá del entusiasmo y admiración que suscita su saga, visto en perspectiva crítica y fríamente racional fue descripto por León Bloy como “un imbécil de genio”.

                                                       VI

                                     Conclusiones generales.

             1) En esta situación que hemos descripto,  Bader debe adoptar una política de aplazamiento mientras continúa organizando y haciendo crecer su influencia y su popularidad entre las Bases del Partido,  amén de procurar ocupar espacios de Poder. Debe tener presente lo que ese maestro de la conquista del Poder escribió sobre el político austríaco Karl Lüeger: “En su actividad política, Lüeger concedía la mayor importancia a conquistar a aquellas clases cuya existencia amenazada (en nuestro caso los Colorados de Base y Presidentes de Seccionales) tendía a estimular más bien que paralizar la voluntad de lucha de las mismas. Al mismo tiempo le preocupaba proveerse de cuantos instrumentos de autoridad tenía a su disposición y de poner de su parte las poderosas instituciones existentes para obtener de estas fuentes tradicionales de poder las mayores ventajas posibles para su propio Movimiento” (Adolph Hitler: “Mi Lucha”; p. 39).
               De esta forma Bader podrá explotar la única arma de negociación poderosa: el hecho de que el Gobierno y las Bases Seccionales –más aún si chocan– requerirán su aquiescencia para volver “legítimas” sus pretensiones. Para eso debe estar decidido a separar la cuestión “Bases Seccionales” de la de los “Técnicos” y “Parlamentarios colaboracionistas”, y ambas del Ejecutivo,  para poder derrotar a sus oponentes, que surjan, en detalle. Debe estar decidido también a utilizar la impaciencia de sus oponentes por lograr un arreglo, para hacerles dar un paso precipitado que lo provea (a Bader) de una base moral para la acción. En consecuencia, debe asumir lo que suele llamarse la posición más fuerte: la defensiva, que es la expresión de la ética de un político de statu quo. Como decía nuestro modelo Metternich: “Me refugio tras el tiempo y hago de la paciencia mi arma”.                                                          
             2) Mientras tanto, debe seguir cooperando activamente con el Presidente Cartes, tal como lo hiciera el Príncipe Metternich con Napoleón, según lo glosa muy bien Henry Kissinger: Cooperar sin perder la propia alma, ayudar sin sacrificar la propia identidad, trabajar por la liberación socapa de esclavitud y bajo un silencio obligado, ¿cabe más dura prueba de fortaleza moral? (“A World Restored”; p. 19).
               3) Bader  debe tener en cuenta que un Líder, Movimiento, Partido o Gobierno que se convierta en foco de irritación permanente no puede durar (tenemos el ejemplo de Lugo y de Cubas-Oviedo). Paradójicamente, la destrucción final de la estructura “perturbadora” existente (entiéndase una posible nueva coalición Izquierdista-Liberal y el incipiente pero subyacente y merodeador –en el Cartismo– de “Técnicos” y Empresarios Neoliberales) debe aumentar la confianza de Bader en el triunfo final, porque ya desde ahora es evidente la desproporción existente entre la base material de la Oposición y los neoliberales del “Cartismo” con su base moral (es decir la “idea-fuerza” que los empuja y sostiene). Cuando las posiciones intermedias hayan sido eliminadas, el tiempo de los éxitos ilimitados obtenidos con medios limitados merced a la oposición y cuestionamiento al sistema del PLRA y la Izquierda, así como el entusiasmo por las grandes promesas electorales del Gobierno, habrá terminado. De allí en adelante el éxito dependerá de la fuerza electoral nacional resultante del cumplimiento de aquellas promesas o la credibilidad de los cuestionamientos, cosa muy difícil. Entonces, el Factor de Poder (la Oposición con sus movilizaciones, huelgas y obstrucciones parlamentarias con amenazas de “Juicio Político”; y el Gobierno con imposiciones, premios y presiones políticas y económicas)  al no poder establecer un principio de obligación para conservar sus conquistas, encontrará minado su Poder por la necesidad constante de aplicar la fuerza.
               4) Por tanto Bader deberá seguir cabalgando al costado y ganando posiciones de Poder tanto en el Gobierno del Estado como entre los mandos medios y las bases del Partido. Pero no debe cometer los errores de Luis Castiglioni (por ejemplo) cuya naturaleza lo llevaba (y lo sigue llevando) a seguir una política de ventajas pequeñas buscando en la vacilación un sustituto de la acción. Pero tampoco dejarse influir por los acontecimientos –v.g. el actual conflicto en el Partido por los nombramientos de “Técnicos” antes que “Políticos”– porque un político que solo “espera los sucesos” tenderá a buscar remedio a una decisión que se reconoce como errónea adoptando su extremo opuesto, sin considerar la posibilidad de soluciones intermedias.
               5) En suma, Bader Rachid Lichi, que ahora se halla en el súmmum de su prestigio político y personal, debe también resistir la tentación de desarme político y unión total con el Gobierno (a no ser que Cartes rectifique totalmente rumbos), y  aprovechar ese prestigio para fortalecer aún más la cohesión interna de su corriente partidaria, y seguir ganando puntos ante la opinión pública. La Opinión Pública –ya escribía Metternich en 1808– es una de las armas más poderosas, que penetra como la religión a los rincones más escondidos donde las medidas administrativas pierden su influencia; el desprecio a la opinión pública es como el desprecio a los principios morales La Opinión Pública requiere un culto propio… La posteridad encontrará difícil creer que nosotros consideramos el silencio como un arma efectiva en éste que es el siglo de las palabras (Heinrich Von Srbik: “Metternich, el Estadista y el Hombre”; Vol. I, p. 129).
               6) Finalmente, nuestro ex-Presidente de la Junta de Gobierno del Partido Colorado y ex-Senador debe saber (y sabemos que lo sabe) que llegará el día, en que gracias a la sabiduría de sus pasos, él y sus amigos desempeñarán el papel principal en un Paraguay y una Latinoamérica de anarquía universal; presenciaremos uno de esos momentos que siguen siempre a las grandes usurpaciones. Nadie puede predecir la fecha, pero nada la demorará más que la actitud de un solo individuo (Cartes) si no  toma alguna medida para impedir el caos antes de ser inevitable. La fuerza de la oportunidad y de las promesas electorales puede conquistar un Estado y su Gobierno, pero no puede legitimarse a sí misma. Corresponderá a Políticos-Estadistas como Bader Rachid y sus amigos la conservación de su integridad como depositarios de todo lo que queda de los antiguos principios, de las formas democráticas aceptadas y del equilibrio en orden; y con el curso del tiempo esto les hará ganar, inevitablemente, aliados poderosos.-




domingo, 2 de marzo de 2014

RECORDANDO A STALINGRADO….



                                   RECORDANDO A STALINGRADO….

          El 31 de Enero ppdo. se cumplieron 71 años de la rendición del Mariscal de Campo Friedrich Von Paulus, Comandante del 6º Ejército Alemán en Stalingrado en 1943. Terminaba así la gran batalla comenzada el 17 de Julio de 1942. Otros quince Generales germanos se rindieron al mismo tiempo y a renglón seguido empezó la entrega de los combatientes de la Wehrmacht en masa. En Noviembre de 1942, 330.000 soldados alemanes habían quedado cercados, pero entre el 23 de ese mes y el 10 de Enero/43, 140.000 alemanes habían muerto en la lucha o bien de hambre y enfermedades. Al final de la liquidación total, 24 Generales además de otros 2.500 oficiales cayeron en poder ruso. El número final de prisioneros alcanzaba ahora los 91.000, lo que suponía la muerte de 100.000 hombres entre el 10 de Enero y el 2 de Febrero (en que se liquidó el último “bolsón”) y de unos 200.000 desde el comienzo del cerco en Noviembre.
          Esto fue el comienzo del fin de la ofensiva nazi-fascista contra la Unión Soviética y también de su derrota total. El 6º Ejército Alemán era la crema y nata”, la élite de la orgullosa Wehrmacht; era el que había conquistado Bélgica y los Países Bajos, había derrotado a Francia y entrado victorioso en París, sojuzgado Grecia, Yugoslavia y los Balcanes, y una buena parte de sus veteranos habían combatido en la Guerra Civil Española.
          Por eso, ahora que la Derecha cuasi-fascista está recrudeciendo en su accionar en la Unión Europea de la mano de la ultra conservadora y Derechista Ángela Merkel, y del “Socialista” rabanito (por parecerse al rábano: rojo por fuera y blanco por dentro) François Hollande, y también en muchas naciones de nuestra América, creemos necesaria la evocación de aquella gesta que simboliza el éxito de la resistencia de los pueblos contra el intento de dominación por supuestas élites superiores racialmente, económicamente o socialmente. Y lo hacemos publicando fragmentos del inmortal poema de Pablo Neruda, el poeta más grande de habla castellana de todos los tiempos, “Nuevo Canto de Amor a Stalingrado”.

                              Yo escribí sobre el tiempo y sobre el agua
                               describí el luto y su metal morado,
                               yo escribí sobre el cielo y la manzana,
                               ahora escribo sobre Stalingrado.

                               Ya la novia guardó con su pañuelo
                                el rayo de mi amor enamorado,
                                ahora mi corazón está en el suelo,
                                en el humo y la luz de Stalingrado.


                                 Mi voz estuvo con tus grandes muertos
                                 contra tus propios muros machacados,
                                 mi voz sonó como campana y viento
                                 mirándote morir, Stalingrado.

                                 Ahora americanos combatientes
                                 blancos y oscuros como los granados,
                                 matan en el desierto a la serpiente.
                                 Ya no estás sola, Stalingrado.
                                 
                                  Y los grandes leones de Inglaterra
                                   volando sobre el mar huracanado
                                   clavan las garras en la parda tierra.
                                   Ya no estás sola, Stalingrado.

                                   Hoy bajo tus montañas de escarmiento
                                   no sólo están los tuyos enterrados:
                                   temblando está la carne de los muertos
                                   que tocaron tu frente, Stalingrado.

                                   Deshechas van las invasoras manos,
                                   triturados los ojos del soldado,
                                   están llenos de sangre los zapatos
                                   que pisaron tu puerta, Stalingrado.

                                    Los que humillaron la curva del Arco
                                    y las aguas del Sena han taladrado
                                    con el consentimiento del esclavo,
                                    se detuvieron en Stalingrado.

                                    Los que Praga la Bella sobre lágrimas,
                                    sobre lo enmudecido y traicionado,
                                    pasaron pisoteando sus heridas,
                                    murieron en Stalingrado.

                                    Los que en Holanda, tulipanes y agua
                                    salpicaron de lodo ensangrentado
                                    y esparcieron el látigo y la espada,
                                    ahora duermen en Stalingrado.

                                  Los que en la noche blanca de Noruega
                                    con un aullido de chacal soltado
                                    quemaron esa helada primavera,
                                    enmudecieron en Stalingrado.

                                Los que en la gruta griega han escupido,
                                    la estalactita de cristal truncado
                                    y su clásico azul enrarecido,
                                    ¿ahora dónde están, Stalingrado?

                                  Los que España quemaron y rompieron
                                    dejando el corazón encadenado
                                    de esa madre de encinos y guerreros,
                                    se pudren a tus pies, Stalingrado.

                                  Guárdame un trozo de violenta espuma,
                                    guárdame un rifle, guárdame un arado,
                                    y que los pongan en mi sepultura
                                    con una espiga roja de tu estado,
                                    para que sepan, si hay alguna duda,
                       que he muerto amándote y que me has amado,
                                    y si no he combatido en tu cintura
                                    dejo en tu honor esta granada oscura,
                                    este canto de amor a Stalingrado.
                                    ……………………………………………….