Crisis Griega (II)
El pueblo
de Grecia derrotó al Bangsters
financiero.
Pero su Gobierno se entregó
¿Qué hacer
ahora?
Consideraciones desde el Nacionalismo Republicano.
“La soberanía y dignidad no son comercio de trueque ni objeto de soborno” (Dr. Bader Rachid Lichi).
Este Artículo está basado en gran parte
en las opiniones de Carlos Santa Maria,
Analista internacional, Ph.D. en Ciencias de la Educación por la Universidad de
Barcelona (España), Trabajador Social de la Universidad Católica de Valparaíso
(Chile), Psicólogo social por la UNAD (Colombia), especialista en estudios
Latino Americanos, Educación e Investigación por la Universidad de Nariño.
Columnista, Profesor universitario, Conferencista internacional, ha publicado
quince libros en el campo político, humano y Académico.
Después de someter a Grecia a
un terrorismo económico, financiero, mediático, especulativo, social, por parte
de la Troika asociada a la Banca Internacional y los Medios de
Comunicación Multinacionales, es decir, con todo el Poder mundial falsificando
y manipulando la realidad, el pueblo griego ha optado en su gran mayoría por la
soberanía y la dignidad. “Oxi” (No)
ha ganado el referéndum por amplia mayoría en un triunfo histórico.
Lo anterior conduce a tres
preguntas que deben ser respondidas: una, ¿cuáles son las formas en
que la Banca Internacional y Líderes ultraneoliberales
mienten, manipulan o aterrorizan a los pueblos?; dos, ¿es legítima la
deuda que tiene Grecia o ya ha sido cancelada con creces?; tres, ¿qué
ocurrirá ahora con nuevas condiciones efectivas?
Terrorismo mediático y Troika autoritaria
La necesidad de hacer un acto
reflexivo científico y exponer quienes fueron los que endeudaron al país y que
ganó éste, deja clara la realidad. Si se descontextualiza, típico de medios
propagandísticos interesados en ocultar la verdad, se puede atemorizar haciendo
de la ignorancia un utensilio peligroso. Por ello, es importante preguntarse si
la Unión Europea implementa un
sistema de Dictadura implacable.
La U.E. en términos formales
es la unidad de 28 países ubicados en un territorio delimitado compartiendo un
Estatuto común y una moneda transitada en varios de éstos. En la práctica es
una Estructura de las grandes Transnacionales
Corporativas a través de sus organizaciones de Poder, sin instancias de
legitimidad democrática comprobables pues, como un solo ejemplo, el Presidente
de la Comisión Europea, brazo
ejecutivo del bloque, no es elegido por sus pares sino que es nombrado por el Consejo Europeo, conformado por los
Gobiernos vigentes. El poder de decisión final hoy lo posee Alemania. Esta institución es la
que ha indicado al mundo lo que pasaría si triunfase el No: seguirían sufriendo la deuda impagada e impagable y
por esa razón nadie invertiría en ese País, afectándose con alta inflación y
devaluación de la moneda, con mercado negro de euros y dólares, soportando una
estructura de deterioro progresivo y sin camino de regreso. Incluso, de modo
despectivo, se ha sugerido que tendrían que vender su patrimonio histórico.
Según los acreedores el referéndum es un acto populista al negarse a realizar
las Reformas previstas:
privatización del país, desregulación, descenso del presupuesto social,
reducción de salarios y pensiones junto a una disminución del gasto público en
salud y educación, apertura, endeudamiento colectivo, todo debido a la “falta de disciplina de los griegos y
sus altísimos salarios o modo de vida ostentoso”.
Apoyando este diagnóstico implacable, el Ministro alemán
de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha sugerido que Grecia
podría salir temporalmente del euro asegurando que el resto de
la Unión Europea está protegida y que, por lo tanto, el riesgo de
contagio de esta crisis es "bastante bajo". Rajoy, el Presidente Español, ha afirmado que la consulta fue
convocada "como instrumento de extorsión en lugar de un referéndum como
elemento de clarificación política”. El Presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, dijo que el “no”
debilita a Grecia. El Ministro austríaco de Finanzas, Hans Jörg Schelling, afirmó que el voto negativo provocaría
"dificultades para llegar a un acuerdo". El Presidente del Eurogrupo,
Jeroen Dijsselbloem, confirmó que la
derrota del “sí” no llevaría a preguntarse si la Nación saldría del euro
definitivamente.
En síntesis, es una “ruleta
rusa” que conduciría a la huida de capitales humanos, financieros, comerciales,
produciendo una tragedia mayor que “apretarse el cinturón”.
Sin embargo, los resultados han demostrado que la Troika no es tan poderosa ni la gente se amedrenta fácilmente ya
que la conciencia de los pueblos es superior puesto que se tiene claro que el
terrorismo no sólo fue mediático, como lo aseguró el Ministro Varufakis, sino que obligó a
cerrar los Bancos para asustar a la gente, provocar desesperación y votar
a favor del “orden”. Atrás han
quedado las cifras dadas por la manipulación informativa que hablaban de una
cerrada batalla a favor del sí. Toda esta estructura mediática y concreta de
ataque no pudo con la conciencia griega de soberanía y dignidad.
La verdad sobre la supuesta deuda griega
Al respecto, cabe mencionar
que los “préstamos” no fueron para el pueblo griego, es decir, para subir
salarios, mejorar pensiones, aumentar los gastos sociales, etc., sino
entregados a la Banca utilizando al País como fiador, o sea, un simple acto de
hipoteca con un carácter macro en este caso pues se dejó en prenda no sólo el
territorio sino la soberanía. Como se conoce hoy, Grecia adeuda principalmente
a Bancos alemanes y franceses 360.000 millones de euros en un plan de rescate
que se prolongaría hasta el año 2054. La posible cesación de pagos, tras la
decisión de no cancelar una cuota de 1.500 millones de euros que vencía el
pasado 30 de junio, fue uno de los detonantes que ha llevado a
plantear la posible salida del país helénico de la zona euro.
El problema de Grecia,
entonces, radica en el préstamo indiscriminado de fondos que fue facilitado por
los beneficios de pertenecer a la U.E., cuyo trato consistía en que si Grecia
no pagaba en el tiempo acordado, Alemania la cancelaba y Grecia luego pagaba a
Alemania… hasta que la deuda fue tan alta que fue insuficiente para continuar
absorbiéndola, lo que crea un efecto dominó en la Banca Internacional al
afectar a toda la estrategia financiera y mercados internacionales.
La explicación es nítida para determinar el origen: los sucesivos Gobiernos de Derecha endeudaron al país
obteniendo beneficios personales, prueba de las denuncias actuales en este
campo, endeudándose especialmente en rubros innecesarios al convertirse en el
mayor importador de armas convencionales de Europa y ocupar incluso el quinto
lugar del mundo después de China, India, los Emiratos Árabes Unidos y Corea del
Sur, siendo su gasto militar el más alto de la Unión Europea en porcentaje
respecto al producto interior bruto. Basta confirmar que en 2010 cuando Grecia
era gobernada por Partidos Conservadores, la UE y el FMI concedieron al país un
paquete de “rescate” de más de 240.000 millones de euros para solventar su
economía, lo que significó la aplicación de recortes sociales que ahogaron a
los griegos y sólo rescató a los Bancos franceses y alemanes, tal y como lo
demostró el Informe Preliminar del “Comité
de la verdad sobre la deuda pública en Grecia” presentado por el Parlamento
de ese país, que la calificó como “ilegal, ilegítima, abominable e
insostenible”.
Por tanto, pese a la retórica de la deuda legal, la única salida que
tiene un deudor acosado por negocios de anteriores negociantes no es claudicar
sino establecer la legitimidad de ésta y, si es del caso, concertar
condiciones. No hay que olvidar lo que ocurrió con Argentina en 2001, en Islandia
en 2008, en Chipre en 2013. Como
decía el premio nobel de Economía, Joseph
Stiglitz, el rescate es para los Bancos Alemanes, no a Grecia.
Las opciones son variadas:
frente a esta deuda no solicitada por el pueblo griego y de la cual ya se ha
beneficiado la Banca, debería auditarse por una Comisión Oficial y luego
reestructurarla. Éticamente basta recordar que según determinados informes Suiza guarda 80.000 millones de
defraudadores y evasores griegos, lo que podría implicar que el FMI reclame a Suiza el dinero que
Grecia no puede pagar.
¿Qué hacer? ¿Qué sucederá?
La respuesta se puede dar de
modo relativo aunque como tendencia en la medida en que se sumen
dialécticamente algunos factores importantes de considerar, entre ellos, los
siguientes: la Banca Internacional
no puede actuar ahora como lo hace con sus acreedores pequeños que los arruina
y los expulsa de sus casas pues hay una decisión mayoritaria de un pueblo y eso
pesa; la vinculación de Grecia con Rusia significa un “peligro” para la Alianza
Occidental; salir de la zona euro es un “mal ejemplo” para los denominados
peyorativamente PIGS (PIGS es un acrónimo peyorativo en inglés
que también significa “Cerdos” con
el que Medios Financieros Anglosajones se refieren al grupo de países de la Unión
Europea conformado
por Portugal, Italia, Grecia y España
[Spain], donde se requiere incidir
en los problemas de déficit y balanza
de pagos de
dichos países); existe una opinión pública internacional que ve a los grupos
financieros como un enemigo de las Naciones lo que redunda en el
debilitamiento de la Banca Transnacional, ante lo cual debe actuar con
principios del negocio pues su cliente puede “fugarse” y no pagar
definitivamente si la coacción es total;
la intervención por sobre la legalidad nacional (extraterritorialidad) puede
conducir a una crisis de proporciones si los castigos exceden la resistencia de
Grecia y la condena a un genocidio.
Estos elementos complementados con la nueva realidad geopolítica, puede
incidir en lo siguiente: I, la Troika se ve condicionada a aceptar
la propuesta griega pues mantiene el negocio intacto aunque a mayor tiempo y no
le impide continuar con su rentabilidad lucrativa; II, las amenazas
continúan y se obliga a Grecia a aceptar condiciones lesivas, aunque no
enormes. En ambos casos el país no tiene ninguna posibilidad de pagar
sustantivamente y es factible finalizar en el caos en tiempo próximo. Una
tercera opción era la negociación con nuevas condiciones que no
implique devaluar la soberanía y ofrezca garantía de iniciar un camino de
desarrollo nacional minimizando el papel privatizador y acentuando el rol del
Estado como garante de derechos. La
cuarta era que en una decisión suicida los “Banksters” negasen toda opción a Tsipras y lo condicionaran a un todo o nada. Algunos creían que
ésta podía ser la única oportunidad integral de iniciar el camino de Argentina que ha logrado salir de su
deuda eterna-externa e iniciar el tránsito paulatino –con obvias
contradicciones– hacia una sociedad de ciudadanos de primera.
Lo cierto es que ésta no era una decisión Económica simplemente sino Política esencialmente ya que la Banca
podría asumir parte de las pérdidas pues posee una reserva inverosímil. La “Corporatocracia Financiera”, pese a que recuerda que Grecia no
apoyó las sanciones a Rusia, tampoco desea perder el negocio ya que está
hipotecado un país y es una buena garantía. Por tanto, era factible un
acuerdo cerrado aunque con oportunidades.
Consideraciones fundamentales
La primera discusión es si los
Estados y sus Gobiernos deben someterse a Instituciones que se han puesto sobre
la Legislación Internacional y aplican Leyes extraterritoriales
desestabilizando Naciones, condenando a la pobreza a su población o avalando
intervenciones violentas para apoderarse de las riquezas naturales de éstas.
Debe quedar claro que el pueblo no aceptará ese chantaje ni la violación de la
soberanía condenándolos a una vida de miseria. También Italia, España,
Portugal, pueden estar en la mira definitivamente.
El Primer Ministro Griego
debió haber optado por la diplomacia de la transparencia soberana pues
lo acechaban interlocutores amenazantes –sin desmayar en el mandato del pueblo–
especialmente las recientes declaraciones de personajes que blindan la “Corporatocracia” y que así lo han constatado. El Presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, había planteado que Grecia debía presentar una nueva
propuesta ya que no estaba ahora "en una mejor posición para
negociar" después del Referéndum, alimentado por el Vicecanciller alemán Sigmar
Gabriel, quien ha sentenciado que Tsipras ha roto los últimos puentes que Grecia y Europa podrían
haber cruzado para llegar a un compromiso.
Respecto a la deuda, la coyuntura trae
aparejada las respuestas: por una
parte, no se puede desconocer los préstamos aceptados por Gobiernos deshonestos
que ampararon a la Banca y no al país; sin embargo, por otra deben estudiarse
claramente los datos existentes y una “Comisión
Gubernamental” tiene la obligación
ética de analizar paso a paso si la deuda es impagable, cuánto han ganado la
Instituciones prestamistas y si lo recaudado ya es suficiente. Además, está
vigente el reclamo millonario a Alemania que debe una reparación inmensa por
los daños causados en la II Guerra Mundial.
¿Es posible vivir sin la
Troika?
Con absoluta certeza sí y además con un
camino soberano para crecer social y económicamente. Es una gran
oportunidad con desafíos no sólo para Grecia sino también para la Unión Europea
pues sus pérdidas pueden ser cuantiosas integralmente. En el mundo comienza a
instalarse con mayor fuerza la idea de una gobernanza soberana que supere el
verdadero poder político y económico en el viejo continente manejado por la
Troika lo que redundará en la apertura socializadora al progreso en equidad.
Tal vez sea hora de hacer
tronar las palabras de Alexis Tsipras
nuevamente: “En estas horas
cruciales, debemos recordar que Europa es la casa común de sus gentes. En
Europa no hay dueños ni esclavos. Grecia es una parte indispensable de Europa y
Europa una parte indispensable de Grecia. Pero Grecia sin democracia es una
Europa sin dignidad ni dirección. Os llamo a tomar una decisión a la altura
de nuestra dignidad, de nosotros. Por nosotros, por las generaciones futuras,
por la historia de Grecia. Por la soberanía y la dignidad de nuestro pueblo”.
Pero, ¿qué
pasó? Seamos realistas: ¿Se podía aplicar a Grecia la experiencia Argentina de
impago?
La
crisis económica que sufrió Argentina a inicios del siglo XXI se parece en
numerosos aspectos a la que afronta actualmente Grecia, opinan varios Economistas.
¿Podía la solución que encontró el País Latinoamericano ser también una
'receta' para los problemas de la deuda griega?
Desde la llegada al poder de Fernando
de la Rúa (1999-2001), su Gobierno siguió la política de Menen-Cavallo convirtiendo a Argentina
en uno de los mejores alumnos de EE.UU.
y el Fondo Monetario Internacional (FMI),
recuerda en un nuevo artículo el
Periodista especializado en Economía y Profesor de la Universidad de
Buenos Aires Fernando Krakowiak: “El
Político Liberal-Conservador aplicaba todos los recortes que le exigían los
acreedores pero la situación económica del País Latinoamericano seguía siendo
desastrosa. Un panorama muy similar al que se vive actualmente en Grecia”.
Para el año 2001 la deuda argentina alcanzaba los 100.000 millones
de dólares mientras que el desempleo y el índice de pobreza se habían ubicado en
los niveles más altos de la historia. El 3 de diciembre de 2001 el Gobierno
decretó un corralito Bancario (parecido a los que ha impuesto el Gobierno griego) de 90 días con
restricciones a la extracción de efectivo mientras que las
negociaciones con los acreedores se convirtieron en un callejón sin
salida.
Al mismo tiempo, en el Estado latinoamericano empeoró gravemente la
situación social: los saqueos de
comercios y las múltiples protestas contra De la Rúa obligaron al Presidente a presentar
su renuncia el 19 de Diciembre. Argentina declaró el mayor impago de
su historia y el 2 de enero de 2002 devaluó su moneda y puso fin
al tipo de cambio fijo, lo que inicialmente agudizó la crisis pero acabó siendo
el inicio de la recuperación económica en los siguientes años pese a desoír las
recomendaciones del FMI.
Caso Argentino, ¿una “receta” para Grecia 2015? La experiencia Argentina
llevó a algunos expertos mundialmente reconocidos, como el Nobel de Economía Paul
Krugman, a recomendar al Gobierno Griego seguir el camino Argentino,
declarar un impago, salir de la zona euro y adoptar las reformas necesarias sin
recomendaciones de sus acreedores. ¿Pero salvaría este escenario a Atenas del
caos económico? Para el ex-ministro de Finanzas griego Yanis Varufakis, la
respuesta es “no” debido a tres
grandes diferencias entre la situación en Argentina y en el País Heleno: Primero, el PIB Argentino
creció un promedio de un 8% entre 2003 y 2008 estimulado por dólares
provenientes de la cosecha de soja, de trigo y la exportación de carne. Sin
embargo, los griegos no disponen ni de soja ni de ningún otro tipo de
producto agrícola-ganadero que se pudiera exportar en semejante escala. Grecia sólo tiene “el mar y el sol” para el
turismo y tiene que importar todo. Segundo, por otra parte,
Grecia no tiene un régimen de convertibilidad con el euro (ya que usa esta
divisa) como tenía el país latinoamericano con el dólar. En el caso de una posible
salida de la eurozona, el País Heleno tardaría meses en introducir una
nueva moneda y régimen cambiario. Por último, el impacto que les generó Argentina a sus
socios comerciales al salir de la convertibilidad no fue significativo mientras
que Grecia, al salir del euro, perdería
subsidios a la agricultura, fondos para el desarrollo y, en general, la
cooperación económica con otros Países Europeos empeoraría,
sostiene Varufakis.
Pero, nuestro citado Fernando
Krakowiak asegura que independientemente de si el caso Argentino pudiera o
no servir de ejemplo para Atenas, el
País Latinoamericano demuestra qué se puede lograr si se renegocia la deuda y se
toman distancias de las políticas de ajuste impuestas por el FMI.
¿Y cuáles son las consecuencias de esta decisión del Gobierno de
Tsipras?
“Europa tiene
ahora una neocolonia en el Mar Egeo” escribe el rotativo belga “Le Vif”. El Periódico sostiene que Berlín obliga a Atenas a
renunciar a sus últimos restos de autodeterminación. “El Estado de Derecho prácticamente ha dejado de existir: todas las decisiones del País Heleno
deben primero recibir el visto bueno de la Comisión
Europea, el Banco Central Europeo
y el FMI, y solo luego se presentan a su propio Parlamento y al
público”. “Cualquier política autónoma desde ahora no está permitida sin la
aprobación de Alemania”, señala.
Además, el Diario destaca que
el pequeño país en el mar Egeo debería vender todo lo que pueda interesar a las
grandes Multinacionales: agua,
electricidad, puertos, infraestructura y vías férreas. Esto le aportaría un
total de 50.000 millones de euros, que no serían suficientes, lo que obligaría
a Grecia a vender más tarde algunas de sus islas. “Sin embargo, el dinero no se puede utilizar para las
inversiones. La mitad se destinará a pagar la deuda externa y la otra para
recapitalizar los Bancos”, explica Le Vif, “de este modo, Grecia recibe
ahora una suerte de nuevo status de neocolonia,
en una Unión Europea que en otra
oportunidad era vendida como un proyecto de paz, progreso y solidaridad”, afirma la edición belga.
¿Y
ahora qué?
. Ya avalado el acuerdo político financiero con el Eurogrupo por una amplia mayoría en el Parlamento griego, es
definitivo aclarar el fundamento sostenido por Alexis Tsipras para solicitar el voto aprobatorio. Lo que ha planteado es que Alemania
se opuso rotundamente a este proyecto, que no pudo concretar debido a que
fracasó en la pugna donde se definió levemente la aceptación. Lo que no
manifestó, y que los analistas comprendieron, es que Merkel pretendía sacar a Grecia de Europa y ponerla en tal
situación que la Dictadura Militar o un Gobierno reaccionario implacable fuese
la única forma posible para controlar el caos que sobrevendría. Bien pensado
desde una perversa mirada. Según su
exposición, las tres posibilidades
eran: 1) aceptar el ultimátum o chantaje (aunque Tsipras así no lo dijo), con el fin de dar aire, liquidez y
respiro, implicando una drástica recesión al pueblo; 2) provocar la destrucción
del Estado de Derecho de tal modo que la anarquía o la fuerza derrotase la
democracia avalada por una Nación; 3)
salir de la zona euro devaluando
toda la riqueza nacional, quedando en iliquidez absoluta, haciendo del heroísmo
un absurdo y propiciando un caos inimaginable. Por ello, propuso la primera
opción sabiendo el riesgo que significaba por ser realmente la única
oportunidad posible.
Lo que no disertó con
absoluta claridad es que Grecia queda obligada a entregar su soberanía a los
acreedores internacionales, entre ellos, la Troika (Banco Central
Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional), más el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (¡!), al que debe
131.000 millones de euros del total de la deuda (312.000 millones),
quienes decidirán sobre la aceptación de las Leyes de la República pues, en la
medida que vayan contra el “acuerdo”, no podrán ser presentadas al
Parlamento. Esto implica una renuncia impresentable en pleno siglo XXI y
demuestra que el chantaje sí existe de modo nítido.
Igualmente no comentó con
precisión meridiana que otra exigencia es que la riqueza nacional,
hidrocarburos, telecomunicaciones o electricidad, por ejemplo, pase de lo
público a lo privado, con el fin de financiar más de 50.000 millones de
deuda. De modo similar que las medidas anti-Pensionales y anti-Laborales
deberán ser implementadas rápidamente, tales como el debilitamiento de la
Libertad Sindical y de su Organización,
el papel de los Empresarios en el despido, etc., propias del Neoliberalismo extremo. Entre otras “ideas” no menos lesivas.
Lo cierto es que numerosos Periódicos
europeos estudiaron el proyecto catalogándolo como una imposición, Golpe de
Estado, venganza, revancha, humillación, la nueva neocolonia, que dieron como
conclusión una versión propia del mito, aunque real en su expresión: “Drácula
se ha apoderado de la otrora Nación insigne pues el vampirismo ejecutará hasta
el final el desangramiento de ese pueblo, de su gente, de la niñez y la
ancianidad incluida, como un maligno ente diabólico”, lo dijo, atinadamente, el
prestigioso comentarista Carlos Santa María
(locus
citato e passim).
Y las cifras indican que el "rescate" de 86.000 millones de
euros será invertido en el más alto porcentaje para el pago de deudas a la Banca
y solo un 25% para inversión, lo que deja las arcas vacías y próximas a una
nueva solicitud de sangre fresca para ser exprimida, tal como lo manifestaron
aquellos que se opusieron en el Parlamento.
Hay que recordar que antes de Septiembre debe ser cancelado, de lo “prestado”, cerca de 10.000 millones de euros en intereses y “capital” adeudado. Lo concluyente es que el mismo FMI ha considerado la deuda helena impagable.
Sin embargo, hay tres alternativas que estudiar
desde ahora y todas llevan a independizarse paulatinamente de la eurozona
y convertirse en un País desarrollado, libre y no sujeto a imposiciones
sobre su identidad soberana, en la medida que lo agudo de la situación no
conduzca a un camino complejo. Primera,
en la medida que transcurra este difícil momento y una vez recibido el dinero
pactado, el Gobierno deberá implementar una sólida política de autodesarrollo
industrial y comercial incrementando significativamente el rol del Estado con Leyes
antimonopolio y Reforma Fiscal hacia las grandes fortunas. Segunda, iniciar un acercamiento
reservado con el BRICS, el Banco Asiático u otras Organizaciones
que puedan proveer préstamos a largo plazo que le permitan recuperarse y volver
sustentable su economía. “Esto es
factible ya que el criterio despiadado ha sido desplazado por la inteligencia
solidaria donde la ganancia no está ligada al exterminio del otro, como
lo ha hecho la Troika: extraer toda
la sangre de quien se oponga y quedarse con la carne hecha territorio y riqueza
natural”(ibídem). Tercera, insistir con valentía en que esta situación muestra con
claridad el papel de Alemania y sus
aliados avasallando a fuego y dinero a todo aquel que tenga un pensamiento
libertario. “Hitler ha sido superado en este nuevo siglo por el neonazismo
liberal que no solo extermina ejércitos sino que exprime hasta su
último aliento a miles de millones en el mundo, amparado en las leyes del poder” (Carlos
Santa María: ibídem).
Lo importante para el mundo es comprender, aunque medios parcializados
no lo explicitan, que la Banca Occidental Neoliberal jamás
condona a ningún deudor como política esencial, intransable, sin la cual
desaparecen; que esta toma todo lo que puede –camas, habitaciones, sueldos,
casas, herramientas… y Naciones enteras– con el fin de autosaciarse; y que las
lágrimas, suicidios, razones y vidas humanas son secundarias ante la
avaricia. “Por tanto, es un
peligro para la humanidad pues su principio existencial es: quien controla la deuda… controla el país” (Ibídem).
“La hipótesis no puede ya ser ocultada: Merkel desea que la Germania sea nueva potencia imperial en el
mundo financiero, cueste lo que cueste, y por ello la debacle próxima en
España, Portugal, Italia, Chipre, Francia, dejaría una Europa con Hitler
nuevamente renacido. Todo en la oscuridad, tal como lo sentenciaba alguien
invitando a recordar a Drácula, sediento de líquido, oscuro y próximo a
desangrar totalmente al Pueblo Griego”(C. Santa María: ibídem).
Sin embargo, nosotros, los Nacionalistas Republicanos, abrigamos la esperanza de que Grecia logrará superar este trance, que
es fundamental, puesto que, de hacerse efectivo todo el paquete político
crediticio, le costaría más de tres generaciones de semiesclavos, propiciado
sin arrepentimiento por “una Unión
Europea que ha impedido la
libertad de palabra y pensamiento, aún menos de acción, a todo aquel que ose
discutir su supremacía, guiado sin remordimiento por los teutones” (ibídem).
Lo bello de este proceso es que
Syriza se ha opuesto con el Pueblo Griego,
en un Referéndum, a aceptar sin pensar una imposición extrema; que haya sido obligado por el Poder
déspota es otra decisión que marca a las Dictaduras implacables. A Alexis Tsipras le queda en estos
tiempos la posibilidad de demostrar que nada es imposible y que acceder a una
orden absoluta es un compromiso ineludible, sin renunciar a reflexionar en
la búsqueda de nuevos aliados, nuevos caminos, coherencias ideológicas, nueva
liquidez, con un rostro altivo y la oportunidad de comenzar la auténtica
historia para esta moderna Grecia. O en su defecto, mostrará que la retórica fue
un simpe discurso emocional sin corazón de guerrero real.
Seguramente en este caso, que se espera que no ocurra jamás, el Pueblo Griego
pasaría factura y tendría razones. “En
este proceso no se puede servir a Drácula y cuestionarlo. Abandonar su castillo
es la única posibilidad, incluso siendo perseguido. Sin embargo, los andares
se hacen más fuertes cuando los principios de Soberanía se convierten en
estandartes” (C.
Santa María: ibídem).
Finalmente, la lección de Grecia no es un
ejemplo a seguir por otros Países en situación similar en tanto coaccionada y
casi sin salidas en la coyuntura, sino para pensar desde ahora en nuevas formas
que permitan emigrar de una domesticación Europea que denigra el trabajo de los
trabajadores, que convierte la labor en un castigo y que como un dios
autoproclamado cree que la avaricia es la reina de la verdad. Lo que puede ocurrir internamente en
Grecia después del No en el
referéndum, contrastando con la aprobación Parlamentaria, es incierto:
es posible que despierte el día con la
angustia y conciencia activa expresada en la calle.
Afortunadamente en la teoría
del Geopoder, donde lo humano
determina los caminos y sus fuentes, se indica que la compensación existe en el
mundo y así como se comportan los Estados, sus Gobiernos, las Instituciones,
expresión de sus acciones, de igual modo fluye su retorno.--
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