Rusia en las elecciones Norteamericanas
No ha causado extrañeza la línea de los Medios Occidentales insistiendo en
dos ideas bastante especiales:
calificar a Donald Trump como agente
del Presidente Vladímir Putin y
determinar que Rusia influirá en las
elecciones Estadounidenses definiendo el virtual Presidente, según lo expresado
públicamente por Obama. En el
segundo caso, se ha insinuado que hackers rusos están conspirando en este
proceso eleccionario como lo dijo Hillary
Clinton en el primer debate del lunes 26 de Septiembre.
La razón fundamental de estas
acusaciones, sin prueba alguna, tiene que ver con una estrategia
combinada: atemorizar a la ciudadanía con un aspirante que entregaría el país a
la “amenaza soviética”, debilitar la campaña de Trump debido a su proyecto de Política Exterior que no contempla a
las guerras como su principal prioridad, ocultar la posibilidad que Clinton no sea elegida e inocular odio
contra una Nación que podría decidir supuestamente quien será el ganador en las
elecciones. En este sentido, las manifestaciones de Barack Obama acusando a Rusia se conjuga con el apoyo a la ex Secretaria
de Estado, Hillary Clinton, indicando
que ésta seguirá el modelo Neoliberal-Militar impuesto el cual ha causado la
destrucción de puestos de trabajo en dicha Nación, el empobrecimiento de
millones de personas, la intervención guerrera en diversos continentes, aunado
al sostén dado al terrorismo internacional representado en Daesh-Estado Islámico. Así, el Gobierno en una clara
intervención en las elecciones pese a su obligación constitucional de mantener
la neutralidad, ha amparado a través del FBI a Clinton ya que,
dado el grave delito cometido con los correos institucionales, debía haber sido
juzgada inmediatamente por arriesgar y comprometer la seguridad nacional.
También ha intervenido violando la imparcialidad debida a la Constitución
al acompañar la Candidatura de la aspirante Demócrata proporcionando al país
cifras falsas con el fin de forzar a la ciudadanía a votar por ésta. Los
guarismos desmienten su exposición pues la opinión pública se ha mostrado muy
crítica al establecer que el Presidente describe a un País de fantasía pues la
supuesta salud social está minada por el narcotráfico destrozando a su juventud
y ha sido considerado el país más violento y brutal del mundo. Es falsa la
imagen de una comunidad virtuosa cuando el blanqueo de capitales, el tráfico de
órganos, la protección a delincuentes internacionales, el asesinato
indiscriminado de afroamericanos y latinos, la tipología de asesinos seriales
más “especializada” junto a una intervención constante en el orbe, la proyecta
como una Nación en grave crisis. Ahora bien, cabe destacar la oralidad
del Mandatario especialmente al crear mundos imaginarios como la
“excepcionalidad americana”, el estado sano de la economía con un 20% de
desempleo nacional y el ficticio ideal de la democracia, avasallando Estados
con todo su poder destructor.
La exacerbación de cualidades al
caracterizarla a Hillary como una
persona que conoce la mecánica de la Casa Blanca pues únicamente ella ha tomado
parte en decisiones geoestratégicas, confirma de modo explícito su compromiso
con las guerras de destrucción en Afganistán,
Libia, Irak, Siria, Yemen, cuando menos. Preocupa la posible obstrucción a
la Justicia ya que ha obstaculizado al máximo las investigaciones sobre las
denuncias a la aspirante y, en especial, la última sobre fraude debido
a la publicación de unos 20 mil correos por WikiLeaks, que revela cómo el Partido
Demócrata perjudicó al Senador
Sanders para que perdiera las Primarias. Esto es un reflejo de la
naturaleza antidemocrática del sistema electoral de EE.UU.
La denuncia de Clinton sobre los
jóvenes negros como súper depredadores (ley contra el crimen de Bill Clinton en
1996), la destrucción del Programa de Bienestar conocido como “Ayuda a
Familias con Hijos Dependientes” y la Ley Efectiva de Pena de Muerte y
Antiterrorismo, que limita las apelaciones de Hábeas Corpus para los
prisioneros condenados a muerte, desmitifica el carácter progresista del Partido Demócrata: la derogación
la Ley Glass-Steagall (promulgada en la Gran Depresión para establecer algunas
regulaciones a Wall Street), clarifica a quien sirve realmente.
Es imprescindible recordar que pese a los
llamamientos de Hillary Clinton a
fomentar la amistad con Venezuela, Wikileaks
reveló sus esfuerzos como Secretaria de Estado para sabotear a este País entre
2009-2013, ordenando “tirar de las riendas a Chávez”. La financiación otorgada
por esta funcionaria a la BBG,
oficina encargada de supervisar todas las transmisiones de radio y televisión
no militares del Gobierno Federal para luchar contra los supuestos
enemigos de América, específicamente Irán, Venezuela, Rusia y China,
corrobora la desestabilización e injerencia indebida.
Al respecto, la primera
conclusión es que Obama evita
mostrar al mundo las intervenciones de Washington; la segunda, creer que
todo el mundo actúa de modo similar a su mandato, es decir, atacando pueblos inermes
y manipulando elecciones; tercera, que es imposible manejar un País
desde lo externo a no ser que las clases dominantes lo acepten, como es el caso
de nuestro Paraguay y varios países
Latinoamericanos. La experticia Estadounidense ha sido probada en golpes
militares, bloqueo económico, quiebre de infraestructura, sometimiento total de
una Nación, por lo cual son técnicos en condicionar elecciones a través de
inversión millonaria y proyecto común con las élites.
En esencia, Obama es el Presidente
menos autorizado para expresar que Rusia “intervendrá” en Estados Unidos puesto
que él sí ha coaccionado a los Demócratas
a no votar a Bernie Sanders,
infiltración demostrada públicamente y que permitió a Clinton ganar aunque no holgadamente como se suponía. Al
manifestar que la Candidata Demócrata a la Casa Blanca es quien acabará el
trabajo que queda por hacer en Siria e Irak, lo que realmente dijo fue que mantendrá en la medida de lo
posible a Daesh (Estado Islámico)
como actor del caos controlado. Todo ello es intervención real y queda en
entredicho su ética política. Ahora que Edward
Snowden ha develado las pruebas que inculpan a Estados Unidos y
al Reino Unido como orquestadores de los violentos disturbios post-electorales
de 2009 en Irán, usando un supuesto
fraude electoral como excusa para incitar al pueblo al desorden cívico y luego
derrocar al sistema revolucionario de Irán, se reconfirma su historia
intervencionista. Así, ya todo está dicho.
Finalmente, la verdad es que Rusia no
decidirá el próximo Administrador de EE.UU. Será su PUEBLO el que en una elección no
siempre democrática de modo integral, seleccionará quien desea que lo rija por
un periodo de tiempo donde se verá el destino de la supuesta excepcionalidad
pese a que el deseo de grandes sectores es que se decante por una opción
alternativa que pacifique los espíritus de dicha Nación y dé aire de serenidad
al mundo dejando de intervenir como policía del temor. Trump comete una metedura de pata tras otra, según dicen sus oponentes, en algunas
de sus declaraciones. Sin embargo, muchos electores (y no solo el
activo del Partido Republicano) oyen
en su discurso lo que quieren oír. El mensaje de Donald Trump sugiere una actitud antiburocrática, nacionalista,
contraria a la inmigración, a favor de un camino y de un futuro económico
propios, y el rechazo a que el pueblo sea gobernado desde el extranjero.
No hay duda que Trump incluirá estas reclamaciones en su Programa pues son parte
central de su discurso.
El Ex-Presidente de la Cámara de Representantes Estadounidense Newt Gingrich ha admitido en una
declaración pública que a Hillary Clinton
no le ayudarán ni su experiencia ni las afirmaciones de que tendría una actitud
más firme ante una crisis. Tiene currículum, pero le falta ser una Candidata
"reinventada", señaló Gingrich.
Tal vez la mejor frase que refleja la realidad es la que ha propuesto el
portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov: “Eso
me recuerda a una campaña en la que se cuentan historias de terror y luego
empiezan a asustarse de sus propias historias”.-
Intereses tras los
Candidatos Presidenciales en EE.UU.
Tras el primer debate entre los aspirantes Presidenciales de EE.UU. haremos
un examen de la opinión de Analistas Internacionales.
Basem Tajeldine, venezolano, experto en temas internacionales cree que se
trata de una cuestión de intereses contrapuestos dentro de Estados Unidos. "Existen
sectores económicos de ese país que se ven afectados con los Tratados de Libre
Comercio impulsados por sus gobiernos. Trump,
por ejemplo, expresa el punto de vista de muchos de esos Empresarios que ven en
la ampliación de los intereses imperiales un peligro para la propia
economía".
Explicó que varios intelectuales de ese país
critican los alcances de la Globalización, ya que si bien crecen los capitales,
también es cierto que se "ha destruido la propia economía interna y ese
país no puede depender de productos que se producen fuera de sus fronteras aunque
se comercialicen dentro". Agrega Tajeldine que Trump ha expresado su
intención de que las industrias "vuelvan a casa". También de revisar
los tratados de libre comercio porque desde su óptica, merman la economía
"'in door' (puertas adentro). Además recordemos que el capital no tiene
patria".
El discurso de Donald Trump se vale de los temores infundados en
aquella población y por eso apela al mensaje fácil de "cerrar las
fronteras a los mexicanos que vienen a robar puestos de trabajo. Eso lo digiere
mejor el pueblo estadounidense antes que una crítica al sistema", opina
Basem Tajeldine.
Los Candidatos
"En realidad no es así", que el Candidato Republicano sea una
especie de actor, estima Mariano Vázquez periodista argentino, que conduce un
programa de análisis internacional en la televisión boliviana. Para él, "Hillary Clinton hubiese perdido ese
debate con cualquier otro Candidato Republicano como Jeb Bush o Ted Cruz. Y Donald Trump, por su parte, hubiese salido
peor parado con cualquier Candidato Demócrata desde Bernie Sanders a Joe Biden.
Lo mejor que le pasó a Donald Trump es que sea Hillary la única Candidata con
la pueda medirse, ya que ella tiene muchos flancos oscuros".
Entender
Tras el debate, el analista español José Antonio Egido, entrevistado por RT
explica que "así no se entiende la política estadounidense". En ese
país, "la Élite del Poder Político se limita a cumplir con la función que
le determina el Grupo del Poder Económico al cual se deben". Para él
"resulta más interesante, estudiar los monopolios que operan detrás de
cada Partido, así se sabrá más fácilmente sus intereses".
El Partido Demócrata, por
ejemplo, tiene una fuerte vinculación con el Grupo Rockefeller, "entonces con la petrolera Exxon y con el Chase
Manhattan Bank", apunta Egido.
Otro ejemplo que vale la pena señalar,
para hacerse una idea del manejo del Poder en Estados Unidos, dijo, es el caso
de Dick Cheney, Vicepresidente de George W. Bush. Cheney, hasta que
fue llamado por Bush para el sector público, era desde 1995 el Presidente Ejecutivo
por Halliburton Company, "la Empresa que recibió muchos favores del
Gobierno en la llamada reconstrucción de Irak", recuerda.
Egido finaliza asegurando que para él, "la llamada 'alta política' de
Estados Unidos es sumamente aburrida. Unos y otros responden a Grupos Económicos
que son los que, en verdad, definen las políticas de ese país por medios de sus
'Think Tank'". Así se mueven los hilos del Poder, señala
Elecciones en EE.UU.: ¿la inmoralidad como tema fundamental?
En las Elecciones Presidenciales Estadounidenses se juega en gran parte el
destino del planeta, por lo cual la selección del próximo Mandatario es crucial
y su proceso requiere un análisis muy serio.
Como se ha develado, Donald Trump ofrece un proyecto encaminado a desarrollar
a EE.UU. desde su interior, concentrando los esfuerzos en la creación de
empleo, limitación de inmigrantes, desarrollo de la empresa y negocios, evitando los
conflictos militares, pues son un desangre presupuestario. Hillary Clinton ha planteado su compromiso con los sectores más
poderosos del país, junto a los cuales realizará un nuevo despegue económico y
político a través de la inversión y la guerra.
Sin embargo, los programas completos de ambos Candidatos no son el eje
central de la campaña, puesto que se ha convertido en un 'show' mediático donde
se ha apelado a sentimientos y emociones, junto con denuncias, como fuente.
Al respecto, existen tres consideraciones que se deben analizar.
Una: los Candidatos son rechazados por más de la mitad de la población
estadounidense.
Y la razón fundamental es que no representan al Estadista en tanto figura
política que comprende y dirige una Nación con seriedad, sino que se han
convertido en personajes banales inmersos en una pelea de barrio donde los
insultos y las recriminaciones están por encima de la discusión sopesada de
proyectos sociales, económicos, espirituales y humanos, que son los que requiere
entender una Nación.
Dos: el tema moral ha reemplazado a la
investigación para definir Candidaturas.
Ante la falta de profundidad en el estudio de las propuestas a la Primera Magistratura
se ha puesto en primer orden el comportamiento humano como criterio de
selección, magnificando conductas que en otro momento serían propias de la vida
cotidiana.
El hecho de que Trump se haya
referido a mujeres que aceptan todo cuando se trata de famosos es verdadero,
pues en el plano de artes como el cine, al igual que en el área empresarial o
política, los favores sexuales o la coacción son parte integrante de dichos
sectores: negarlo es parte de una
cultura hipócrita. Sin ir más lejos, Bill
Clinton representa exactamente lo que dijo el magnate aspirante. Además,
¿quién es el “macho” que no ha hecho bromas groseras sobre las mujeres en una
conversación íntima entre hombres?
No obstante, la opositora ha empleado este
motivo como fuente de su ataque:
todas las mujeres han sido señaladas como prostitutas potenciales, lo cual es
una exacerbación absurda y desconoce el valor de la mujer como persona en su
integridad real. De igual modo, los correos
filtrados por WikiLeaks han demostrado que Hillary posee una conducta moral
reprobable pues, además de burlarse de inmigrantes, latinos y personas de
sectores bajos, posee una perspectiva clasista que aborrece a quienes no
están en su círculo íntimo. Cohonestar la infidelidad, como ella hizo con su
esposo, puede ser más "amoral" que decir la verdad y, en esa
dirección, el género femenino queda en entredicho.
Tres: el ciudadano elector estadounidense
no posee una información confiable de lo que ocurre realmente en este proceso
pues, decididamente, los Medios de Comunicación y Wall Street se han aliado con
Clinton para detener a un Candidato que dice lo que desea ya que no está atado
a un sistema donde los favores se pagan luego de obtener la Presidencia del
país. Trump se opone al “Establisment”. En este sentido, independientemente de la
estatura ética, las posiciones que se enmarquen en el respeto a las soberanías
y lo innecesario de fomentar conflictos bélicos en otros continentes es
rechazado por las organizaciones para las cuales la guerra es la fuente de su
riqueza. En síntesis, la elección se ha configurado como un problema moral
y no esencial donde parece más peligrosa la sexualidad lasciva por sobre las
actividades criminales de intervención, genocidio y tortura. Es arriesgado,
aunque necesario, proponer una predicción que va más allá de la selección de Trump o Clinton. Así, este período de la Nación Norteamericana parece
proveer las condiciones para una crisis interna que se puede traducir en
secesiones regionales, incremento de la violencia social, aumento de la pobreza
y la indigencia en salud, manejo cuestionado de los Medios de Comunicación,
avance de la crítica política antisistema, fuerte represión y control
gubernamental que, entre otros, pueden crear una situación de "desarmonía
social funcional".
El pronóstico más serio va ligado a que la selección de una Mandataria
como Hillary Clinton puede conducir
a una espiral belicista de incalculables consecuencias, ya iniciado por un “Premio Nobel de la Guerra” como lo ha sido Barack Obama quien, ante su incapacidad para enfrentarse y derrotar
al terrorismo de Daesh y Al Qaeda, opta por la amenaza de la disuasión atómica.
Pese a ello, su terror a bases militares alternativas en América Latina provee
un grado de disuasión a la confrontación en mayor escala, aunque siempre existe
la posibilidad de una bandera falsa a través de ataques nunca reconocidos o
"por error".
Finalmente, utilizando la misma técnica empleada en España con el tema
Venezuela, el hecho que Donald Trump
realice un elogio de Vladimir Putin
como Estadista reconocido mundialmente, se ha manipulado aprovechando toda la
propaganda anti rusa realizada por décadas en el cine, la televisión y la
prensa belicista, apelando al inconsciente colectivo que no comprende que su
principal enemigo es aquel que ha conducido a Estados Unidos a una contradicción
interna muy fuerte y, posiblemente, a su debacle por una guerra nuclear
producto de las ambiciones anti ciudadanas de Wall Street. Todo indica que la Tercera Guerra Mundial ya
está en curso. El planeta sabrá a qué atenerse muy pronto.
FUENTES: Analista Carlos Santamaría; WikiLeaks; The National Interest.