Colombia todavía puede lograr
la paz
Este Artículo que quiere ser
un testimonio de un Colorado HUMANISTA y PACIFISTA frente a ciertos Medios Paraguayos
al respecto, que hablan de “Una lección a un mundo idiotizado” y, alborozados, dicen
textualmente que “con este resultado la paz se cierra para los
colombianos”(sic), es decir: “la paz se
cierra y se reabre la guerra”.
Por estrecho margen se impuso el NO
a los acuerdos de paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC EP. El
resultado del Plebiscito tiene varias lecturas simultáneas, que abordaremos a continuación:
1) Las víctimas votaron por el SI. En aquellos lugares donde más fuerte se ha sentido el conflicto armado que vive Colombia hace más de cinco décadas, el SI tuvo una destacada performance electoral. En Bojayá, Chocó, se impuso por 96% a 4%. En Caloto, Cauca, 73% a 27%. En San Vicente del Caguán, Caquetá, por 63% a 37%. En Miraflores, Guavire, 85% a 15%. Y así podríamos seguir enumerando. Los grandes centros urbanos, como Medellín y Bucaramanga, optaron por encabezar la votación del NO, que igualmente tuvo un resultado adverso en la capital Bogotá.
2) Uribe y Pastrana ganaron con una campaña de prejuicios y tergiversaciones. Una y otra vez venimos afirmando que la asimetría comunicacional a favor de los sectores Neoliberales es bien evidente en nuestras sociedades. Y en estos momentos se siente con más fuerza. El guerrerista Uribe ideó algunos eslóganes que, a fuerza de repetición, calaron hondo en un sector medio-urbano de la población colombiana: "No le entreguemos el país a las FARC" y "Colombia no puede convertirse en Venezuela". Inocularon miedo con el día después de la votación, amparados en un conglomerado mediático que permitió una divulgación transversal de esos preconceptos. El ex-Mandatario Uribe no pudo ganar la guerra y ahora está empeñado en no dejar hacer la paz.
3) La abstención favoreció al NO. Las reglas de la democracia liberal no lograron resolver un
conflicto político que dura más de seis décadas. Solo un 18% de la población
habilitada para votar decidió el destino de esta disputa: 6.430.911 personas
votaron NO de un total de 34.899.945. La mayoría de la población no fue a
votar: el 63% del pueblo colombiano no acudió a las urnas. Algo que no
es de extrañar en la reciente historia política del país. En el año 2014, en la
cita Presidencial pasada, la abstención fue del 60%; en el año 2010, del 56%;
en los años 2002 y 2006 cuando fue electo y reelecto Álvaro Uribe, el dato fue muy parecido: casi 60%. En la pasada
convocatoria a la Asamblea Constituyente de 1991, la abstención llegó hasta el
78%. Con datos en la mano, la baja participación electoral es una constante en
Colombia. A más de la mitad de la población no le interesa ir a votar. En
Colombia, la exclusión histórica ha sido de tal magnitud que excluyó a las
mayorías de la vida política. Dejaron de creer en las urnas como juego para
resolver los problemas. Las encuestas de las últimas semanas, a
diferencia de las aparecidas meses atrás, hablaban de un voto mayoritario a
favor del SI. Es de presuponer, entonces, que un sector que manifestaba su apoyo
al acuerdo no fue a votar pensando que el resultado ya estaba encaminado,
consolidado. Cierto triunfalismo prematuro, visto y considerando los extensos
apoyos internacionales al acuerdo de paz, que daba sentado que era evidente que
el SI se impondría. Los sectores Conservadores-Neoliberales, en cambio,
movilizaron todas sus estructuras a la hora de la votación, especialmente en
los grandes centros urbanos. Ahí estuvo la diferencia: la Derecha capitalizó la abstención, que en términos estadísticos
no fue diferente a la media en elecciones Presidenciales.
4) Pese al NO, madurez política en las declaraciones tanto de Santos como de
las FARC EP. Si Uribe esperaba
que, tras los resultados adversos, alguno de los principales promotores del SI
comience una escalada discursiva, se equivocó. "Al pueblo colombiano
que sueña con la paz, que cuente con nosotros", sintetizaron las FARC en un comunicado leído por
Timochenko desde La Habana. Juan Manuel
Santos, amén de convocar a todos los sectores políticos del país al palacio
de Nariño, envió a Cuba a sus jefes negociadores y sentenció que "no nos
vamos a rendir. Vamos a seguir buscando la paz. Y la vamos a conseguir con más
fortaleza". Ambos ratificaron que el cese bilateral al fuego sigue
vigente.
5) ¿Asamblea Nacional Constituyente? El rechazo al acuerdo abre paso a otra vía que nunca fue descartada por las FARC EP: la Asamblea Nacional Constituyente. La defensora de DD.HH. y exSenadora colombiana, Piedad Córdoba Ruiz, la pidió al conocer los resultados. A Santos le vendría a tono con su idea de convocar a un gran diálogo nacional tras la elección. ¿Qué dirá el “Uribismo” al respecto? ¿Aceptará la idea de una Constituyente en caso de que también se integre allí la discusión sobre la Justicia, eje exigido por ese sector? .
El NO en Colombia deja diversas inquietudes, pero también algunas certezas. La madurez política de los actores implicados en el acuerdo de paz es una luz en medio de la oscuridad, que incluso hace que el propio Uribe no pueda salir exultante ante el veredicto de las urnas. Los próximos días (y semanas) serán claves para ver cómo se encarrila la búsqueda de poner fin al conflicto armado más largo que aún tiene nuestro continente. Colombia todavía puede lograr la paz.-
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