martes, 23 de junio de 2015

CALÉ GALAVERNA Y EL PODER

              CALÉ GALAVERNA Y LA EMBIAGUEZ DEL PODER
        (Por qué ha tomado partido contra el Pte. Cartes)
        Toda la vida política es un Juego de Poder. El objetivo del juego es bastante sencillo: saber lo que se quiere y alcanzarlo. En contraste, los movimientos del juego son infinitos y complejos pero por lo general implican la manipulación de personas y situaciones en beneficio propio. En cuanto a las reglas, sólo se descubren si el juego se sigue hasta el final. Heinrich von Treitscheke, el filósofo alemán del Poder, escribió: Aunque tu vecino te considere su aliado natural contra un Poder ajeno al que ambos teméis, siempre está dispuesto a beneficiarse a tus expensas en la primera oportunidad que se le presente, en cuanto pueda hacerlo sin riesgo personal... Quien no aumenta su Poder, inevitablemente lo disminuye cuando otros lo incrementan” (Citado por Frederick Meinecke, en Die Idée Der Staatsräzon[La idea de la Razón de Estado]; Munich, 1924). Sería muy difícil resumir de otra forma sucinta la posición del hombre político: el análisis que hace von Treitscheke de la condición humana, a pesar de que en una primera lectura podría parecer un rasgo característico de la depresión y la paranoia alemanas, de hecho es aplicable a infinidad de situaciones y representa especialmente para el Político una forma de vida. Y debemos reconocer que el instinto de Poder es inherente a hombres y mujeres como observó Friedrich Nietzche en “La Voluntad de Poderío”: Siempre que encuentro a un ser vivo descubro una voluntad de Poder”.
        Para jugar “el juego del Poder” es necesario, en primer lugar, descubrir por sí mismo qué es el Poder. Los maestros del Poder juegan el “Juego” las veinticuatro horas del día, tratando instintivamente de dominar toda situación que enfrentan y de ejercer la mayor coerción posible sobre las otras personas, utilizando tácticas como la resistencia bajo presión, la vacilación fingida, la capacidad de protesta y hasta la transigencia. Los jugadores más logrados del juego del Poder pueden hacer todas esas cosas y no les moleta parecer tontos o débiles cuando les resulta conveniente… pues consideran que cierta dosis de destrucción del YO no es del todo mala para alcanzar sus designios.
        Un caso paradigmático es el de Juan Carlos “Calé” Galaverna: surgido de los más bajos estratos de la sociedad paraguaya, con el instinto acomodaticio del paria –que se ve obligado desde muy joven a habérselas solo– supo, sin embargo,  llegar a los más altos círculos del Poder, para lo cual ha utilizado, sin intimidarse,  todas las armas a su alcance: mentira, trapacería, descoco, sacrificio completo de su amor propio… él se atrevió a todo, él lo aceptó todo. El amor por el Poder es para Galaverna un sacrificio ofrendado a una fuerza más poderosa que él mismo. Se sacrificó, y no dudó en sacrificar a sus amigos (por ejemplo, a González Casabianca que lo encumbró como Diputado por el MOPOCO, abriéndole las puertas del Poder), porque el vínculo que une a “Calé” con sus compañeros ocasionales de ruta es el mismo que une al policía con su prisionero. Pero a lo apuntado hay que reconocerle una gran capacidad política, una oratoria de “barricada” superlativa y una buena cultura intelectual autodidacta; a lo cual hay que agregar un innegable atractivo personal y ser un estudioso de las debilidades humanas cuya especialidad es aprovecharlas.
        Después del “Marzo Paraguayo” Galaverna se halló en el pináculo de su prestigio y Poder, lo que lo llevó a la Presidencia del Congreso, ocupando varias veces el cargo de Presidente de la Rca. en Ejercicio y ser el “Poder detrás del trono” dominando completamente la situación ante el débil y “bueno” González Macchi. Pero pasemos a lo pintoresco: era realmente triste y risible a la vez observar cómo se arrastraban tanto Liberales como Encuentristas y Argañistas, a los pies de Galaverna, quien habría exclamado que  “se sentía embriagado con el Poder”, sin considerar que la vida es una rueda  ni recordar el proverbio chino: “cuanto más alto es el Bambú más bajo se inclina“. Basta leer en los “Diarios de Sesiones” la “Sesión Extraordinaria” del 30 de Marzo de 1999 y  la “Sesión Preparatoria” del 24 de Junio de 1999 de la Cámara de Senadores para reírse o lagrimear. Así, por ejemplo, en esta última, al apoyar la elección para Presidente de la Cámara del Senador Juan Carlos Galaverna, el Senador Francisco José de Vargas dijo: “creo necesaria la presencia al frente del Congreso Nacional de un político que no nada en dos aguas, que no tiene dobles discursos’, que es claro en su discurso y coherente en su postura” ( sic )… y la Senadora Elba Recalde: “…en honor a una persona que es capaz de actuar de frente y decir lo que siente sin andarse en vueltas o ‘meneos extraños’ al concepto final de la política… por esa coherencia y por esa postura… apoyo la candidatura…”; pero la palma de la adulonería se la llevó el locuaz Senador Euclides Acevedo:      “… hablar de las cualidades de Juan Carlos Galaverna puede resultar la ‘solemnización de lo obvio’… conviene recordar que ‘desde los tiempos de Hernandarias o de las conspiraciones de Antequera’, no ha surgido una espada parlamentaria más filosa y más brillante que DON JUAN CARLOS GALAVERNA. Muchos dicen que es tribuno, otros dicen que es gladiador, pero tanto como tribuno o gladiador, ‘es temible para pícaros y para incautos’. Es un alfarero de la palabra, la acaricia, la besa, la fatiga pero no la abandona porque no se fuga del pensamiento; al contrario, el pensamiento lo persigue obstinadamente…. Todas estas cualidades hacen que ‘sea motivo de temor y admiración su presencia y sobre todo su palabra’…; profundamente paraguayo, como diría Juan Sinforiano Bogarín…. Es un hombre que, aunque busque la paz, ésta le aburre, al contrario, crece y se agranda en la crisis…. ‘Si hubiera estado en la guerra el Cnel. Franco lo hubiera contratado como fusilero de su Cuerpo de Ejército’…. Pedimos por una necesidad histórica…. La armonía y la ingeniería política exigen que Don Juan Carlos Galaverna continúe al frente del Congreso”.
        Hay muchos más ditirambos laudatorios, pero con esto es suficiente para ilustrar el carácter de los “chupamedias”.
        Ahora cabe preguntarnos ¿qué lo mueve a Galaverna para tomar decidido partido contra el Pte. Cartes, después de ser hasta hace poco su fiel escudero, y apoyar la Candidatura de Marito Abdo Benítez y formar parte de los rebeldes Senadores del          “G-15”? ¿Qué se cuece detrás de esa posición?  
        Pueden aventurarse algunas hipótesis: 1) La más simple es que Galaverna ha pedido algo que Cartes le ha denegado y por eso su reacción; pudiendo, de conseguirlo, volver de nuevo al redil “Cartista”. 2) Que “Calé” no olvida las humillaciones sufridas durante el periplo pre-electoral, cuando quiso ser Presidente de la Convención que consagró a Cartes como Candidato, y que tuvo que “tragarse” para seguir teniendo una posición de Poder, así como que HC no lo puso en la “Lista Oficialista” para Senadores. 3) Que la estrategia del “G-15” apoyado por la Oposición Liberal-Izquierdista es la de hacer elegir a Marito Abdo Benítez Presidente del Senado (como ocurrió) y por ende del Congreso, para luego forzar el “Juicio Político” y, de conseguirlo, forzar también la renuncia del Vice-Presidente Afara, a quien consideran “débil” –tal como lo hiciera en 1991 Borís Yeltsin con el débil y timorato Mikhaíl Gorbachov, a quien forzó a renunciar a la Presidencia de la URSS– quedando Marito de Presidente de la Rca. y Calé en la misma posición de Poder omnímodo que tuvo con “Lucho” González Macchi. Y de no darse esto último, “manejar” al sucesor constitucional Juan Afara, tal como lo hiciera en la ocasión ya citada prevaleciéndose de su mayoría en el Congreso.
        Pero, ¿es esto posible? Y ¿qué fuerzas poderosas los respaldan? No olvidemos que la fuerza gravitante que sostiene ahora al Pte. Cartes, ante el deterioro de su prestigio político que ha sufrido en casi dos años de Gobierno, es el DINERO, haciéndonos recordar lo expresado por nuestro conocido en otros trabajos, el inglés LORD HALIFAX: “Hay hombres que manejan hombres que sólo manejan cosas, pero el que maneja el dinero lo maneja todo”. Y Cartes tiene suficiente dinero para comprar los votos suficientes en la Cámara de Diputados como ahora parece que está sucediendo.
        Hay que aprender a ver las cosas que están detrás de las cosas ha dicho George Bernard Shaw, y por eso vamos a aventurar una cuarta hipótesis que a primera vista puede parecer “fabulesca” o un “pensamiento mágico” al estilo Rubín. Y es que detrás de la “osada” postura del “G-15” y su aún más “osada” alianza con la Oposición Liberal-Izquierdista puede estar una fuerte lucha de Poder de poderosos intereses sectoriales nacionales como internacionales. Es ley natural que toda acción tiene su reacción, y aunque Cartes está aplicando una política que le suscita el apoyo de ciertos sectores Empresariales, sin embargo, no puede satisfacer a todos y siempre queda un tendal de “heridos” por el camino; y éstos pueden reaccionar ante su preterición de la peor forma posible y “Calé” Galaverna es sólo su “mascarón de proa” a quien seduce la posibilidad de volver a  ser “primus inter pares”, la felicidad del Poder: ofrecerse a la admiración pública, darse cuenta de que uno es más que los demás, poder decidir el destino de las personas, con plena soberanía, sin responsabilidad, sin rendir cuentas a nadie por lo que uno ha podido hacer a uno, a dos o a ciento. Quizá también esto sea felicidad: levantar a alguien y después pisotearlo; pisotear a alguien y luego levantarlo; levantar a uno y pisotear a otro. ¿Gustan todas estas cosas? ¿Dan satisfacción?”(Ladislav Mnacko: “Cómo gusta el Poder”;     pág. 266; Plaza y Janés S.A. Editores; Barcelona, 1967).
        En cuanto a los Factores Internacionales, debemos empezar diciendo que en esta era de la Globalidad ya no existen países insignificantes a los que no se debe prestar atención; toda acción política en cualquier lugar del planeta tiene su “resonancia cósmica”. Y el Paraguay dista mucho de ser un país insignificante, aunque así lo crean quienes tienen un “complejo de inferioridad que todavía supervive desde la hecatombe del ’70. Paraguay es un país estratégico situado en el corazón (heartland o región cardial) de América del Sur; es la mayor potencia energética de energía “limpia” del mundo; está situado en la región más feraz: la Cuenca del Plata, destinada, según el célebre Geopolítico Halford Mackinder a resolver el problema que acuciará al planeta en este siglo XXI, el hambre. Tiene el “Acuífero Guaraní; con una población homogénea, fácilmente controlable, sin problemas raciales ni localismos autonómicos; y, además, aún no explotados yacimientos de minerales valiosos como el uranio, el oro y petróleo. Y es el último “trebejo” valioso que no ha caído en poder de la “Izquierda Bolivariana” contestataria a los EE.UU., en este “Juego” de Poder Mundial entre las potencias “Telurocráticas” y “Talasocráticas”.
       El Filósofo y Geopolítico ruso Aleksandr Dugin nació en 1962 y es considerado un “tradicionalista”. Se lo mira como uno de los ideólogos del Movimiento Euroasiático y es un Consejero importante del Pte. Putin, con mucha influencia en las Fuerzas Armadas. En su obra magna sobre la Geopolítica (“Los Fundamentos de la Geopolítica”) toma el concepto del Geógrafo y Político inglés Halford John Mackinder: “de la oposición geopolítica entre las Potencias Terrestres y las Marítimas” (La Geopolítica es la rama de la Política que trata de cómo el medio geográfico influye en los acontecimientos políticos e históricos). Dugin sostiene que estas potencias son culturalmente antagónicas y que representan el choque entre tierra y mar, lo que para él corresponde a la división entre Oriente y Occidente. Las sociedades basadas en la Tierra (Telurocráticas) –teoriza Dugin–  están atraídas por sistemas de valores absolutos y tradiciones, mientras que las sociedades Marítimas (Talasocráticas) son liberales”.
        Talasocracia o dominio de los mares (en griego θάλασσα =  thalassa: «mar», y κρατος = kratos: «poder») es un concepto  geoestratégico que denota al  Estado  cuyos dominios son principalmente marítimos, y Talasocracias son Imperios Marítimos en los que su fuerza depende del control del mar. Surgen a partir de países que por su naturaleza geográfica tienen necesariamente vocación marítima; es decir, países que son islas y penínsulas. Ejemplos de Talasocracias fueron el Imperio Español, el Portugués, el Británico y el Japonés durante la 2ª Guerra Mundial, y lo es en la actualidad EE.UU.
       El término Telurocracia (del latín tardío telluricus , y éste de tellus: 'tierra', en última instancia del protoindoeuropeo tel: 'suelo', 'piso', y κρατος = kratos: “poder”) llamada también en inglés como land power, designa a un concepto geopolítico  y geoestratégico  que denota al Estado cuyos dominios son principalmente terrestres, y Telurocracias son Imperios Continentales en los que su fuerza depende del control del territorio. Surgen de países que por su naturaleza geográfica tienen necesariamente vocación terrestre; es decir, países con mucho territorio continental. Ejemplos de Telurocracias fueron la Francia de Napoleón, la Alemania nacionalsocialista, la URSS y China. Ahora Rusia y China.
       Características: La vocación marítima de las Talasocracias  les da un carácter más orientado al comercio y la economía, más universalista, y nos atreveríamos a decir que más libertario, mientras que las Telurocracias tienen un carácter más político, más territorial, menos universalista y menos libertario.
       La Teoría del Heartland, también llamada “Teoría de la Región Cardial”, “Teoría del Corazón Continental”, “Área Pivote” o “Isla Mundial”, fue desarrollada también por el geopolítico inglés Sir Halford John Mackinder  (1861-1947) y posteriormente por Sir James Fairgrieve, y la cual postula que el dominio de un área concreta del mundo permitiría dominar a éste.
       En su libro más importante, “Osnovy Geopolitiki” (Fundamentos de la Geopolítica; Ediciones Nueva República. Torredembarra-Tarragona; España,2013), Dugin sienta las bases de la aversión geopolítica del Neo-Eurasianismo hacia los EE.UU. y el mundo Anglosajón en general. De acuerdo con sus teorías geopolíticas, el planeta se divide a grandes rasgos en tres grandes espacios: la Isla Mundial (principalmente los EE.UU. y el Reino Unido y la Europa Atlántica), Eurasia (Europa predominantemente Central, Rusia y Asia y el Medio Oriente), y el Rimland, área periférica, (los Estados entre la Isla Mundial y Eurasia).
       De acuerdo con la Doctrina Neo-Eurasianista, hay una confrontación perenne irresoluble entre el “poder del mar” asociado al “Nuevo Orden Mundial” homogeneizador de los EE.UU. y el “poder de la tierra” del “Nuevo Orden Eurasiático” dirigido por Rusia, que se resiste a la Globalización y a la universalización etnocultural. En la tradición maniquea clásica, Dugin demoniza a los EE.UU. y a toda la Atlantista “Isla Mundial” como un “reinado del Anticristo”.
       Entonces la lucha por la supremacía mundial está dada, y Sudamérica con su gran territorio continental es una pieza muy importante del Ajedrez que se juega entre las grandes potencias “Telurocráticas” (Rusia y China) y las “Talasocráticas” (EE.UU., Reino Unido, Alemania, Francia y demás naciones “atlánticas”). Y para ganar ese “juego” no trepidan en movilizar grandes recursos de toda índole, y ni qué decir del Económico: el DINERO, que fluye a raudales y que en Paraguay está destinado a la Izquierda y sus aliados. Y en lo Político, ya tuvimos una prueba cuando la furibunda y unificada reacción ante la destitución de Lugo.
      No podemos desechar el “pensamiento mágico” de que estos inmensos recursos pueden estar detrás del “empuje” que manifiesta el “G-15” en su “guerra” a Cartes, cuya fortuna puede ser contrabalanceada y contrarrestada si las circunstancias lo requieren. Y ya vemos que se ha cumplido perfectamente la primera parte del esquema aliancista”: el Colorado Mario Abdo Benítez, Presidente del Congreso; el Izquierdista Carlos Filizzola, Vice-Presidente 1º; y el Liberal Carlos Amarilla, uno de los Líderes del sector izquierdista del PLRA, Vice-Presidente Segundo.
        Es que la ambición de Poder no tiene límites y ya lo ha definido Napoleón Bonaparte como “La más poderosa de las amantes” y Henry Kissinger como “El supremo afrodisíaco”.--
                                                                  

No hay comentarios:

Publicar un comentario