HALFORD
MACKINDER, EL PIVOTE DEL MUNDO Y EL NACIONALISMO REPUBLICANO
El Filósofo y
Geopolítico ruso Aleksandr Dugin
nació en 1962 y es considerado un “tradicionalista”.
Se lo mira como uno de los ideólogos del Movimiento
Euroasiático. En su obra magna sobre la Geopolítica: Osnovy Geopolitiki (“Los Fundamentos de la Geopolítica”) toma
el concepto del Geógrafo y Político inglés Halford
John Mackinder: “de la oposición
geopolítica entre las Potencias Terrestres y las Marítimas” (La Geopolítica es la rama de la Política que trata de
cómo el medio geográfico influye en los acontecimientos políticos e históricos).
Dugin sostiene que estas Potencias son culturalmente antagónicas y que
representan el choque entre tierra y
mar, lo que para él corresponde a la
división entre Oriente y Occidente. “Las sociedades basadas en la tierra (Telurocráticas) -teoriza
Dugin- están atraídas por sistemas de
valores absolutos y tradiciones, mientras que las sociedades marítimas (Talasocráticas) son liberales”.
Talasocracia o dominio de los mares (en griego θάλασσα
= thalassa: «mar», y
κρατος = kratos: «poder») es
un concepto geoestratégico que
denota al Estado cuyos dominios son principalmente marítimos,
y Talasocracias son Imperios marítimos en los que su fuerza depende del control del
mar. Surgen a partir de países que por su naturaleza geográfica tienen
necesariamente vocación marítima; es decir, países que son islas y penínsulas.
Ejemplos de Talasocracias fueron el Imperio Español, el Portugués, el Británico
y el Japonés durante la 2ª Guerra Mundial, y lo es en la actualidad EE.UU.
El término Telurocracia (del latín tardío telluricus ,
y éste de tellus:
'tierra', en última instancia del protoindoeuropeo tel: 'suelo', 'piso', y
κρατος = kratos: “poder”)
llamada también en inglés como land power, designa a un concepto geopolítico y geoestratégico que denota al Estado cuyos dominios son
principalmente terrestres, y Telurocracias son Imperios
continentales en los que su fuerza depende del control del territorio. Surgen
de países que por su naturaleza geográfica tienen necesariamente vocación
terrestre; es decir, países con mucho territorio continental. Ejemplos de
Telurocracias fueron la Francia de Napoleón, la Alemania Nacionalsocialista, la
URSS y China.
Características: La
vocación marítima de las Talasocracias les da un carácter más orientado al comercio
y la economía, más universalista, y nos atreveríamos a decir que más
libertario, mientras que las Telurocracias tienen un carácter más
político, más territorial, menos universalista y menos libertario.
La Teoría del
Heartland, también llamada “Teoría de la Región Cardial”, “Teoría
del Corazón Continental”, “Área Pivote” o “Isla
Mundial”, fue desarrollada originalmente por el geopolítico
inglés Sir Halford John Mackinder y
posteriormente por Sir James
Fairgrieve, y la cual postula que el dominio de un área concreta del
mundo permitiría dominar a éste. Esa área
pivote o región cardial es
representada por Asia Central y Europa Oriental, y está rodeada de una
franja intermedia donde se encuentran los ámbitos terrestre y marítimo. La
teoría establece que en esa zona el poder terrestre tendría una mayor ventaja
frente al dominio marítimo por su inaccesibilidad por mar, el aprovechamiento
de los rápidos medios de comunicación terrestres y por la explotación de los
recursos del área. Se afirma que la Nación que lograra conquistarla se
transformaría en una Potencia Mundial. En más detalle y según Mackinder, la superficie de la Tierra
se puede dividir en:
* La
Isla-Mundial, que comprende los continentes de Europa, Asia, y África,
siendo el más grande, más poblado, y más rico de la tierra, de todas las
combinaciones posibles.
*
Creciente interior o marginal, en el
que se incluyen las Islas Británicas y las islas de Japón.
*
Tierras del Creciente exterior o insular,
donde forman parte los continentes de América del Norte, América del Sur, y
Australia.
El Heartland o Área
Pivote se encuentra en el centro de la Isla-Mundial que se extiende desde el río
Volga hasta el Yangtze y desde el Himalaya hasta
el Océano Ártico. El Heartland de
Mackinder fue la
zona gobernada por el Imperio Ruso y después por la Unión Soviética, menos el
área alrededor de Vladivostok. En el año 1919 Mackinder
resumió esta teoría con esta frase: “Quien gobierne en Europa del Este
dominará el Heartland;
quien gobierne el Heartland dominará
la Isla-Mundial; quien
gobierne la Isla-Mundial controlará
el mundo”. Cualquier Poder que controlase la Isla-Mundial controlaría
más del 50% de los recursos del mundo; el tamaño del Heartland y
su posición central, le convierte en la clave para controlar la Isla
Mundial, según pensaba Mackinder. Esta teoría se desarrolló al amparo de la
fascinación que tenía Mackinder por el crecimiento del Poder Ruso. .
"Quien controla Eurasia,
controla el mundo": Rusia y China acaban con el sueño geopolítico de
EE.UU. El punto clave de la estrategia Occidental parece haber fracasado
al enfrentarse con la integración asiática impulsada por Rusia y China. "Quien
controle Europa del Este, dominará el pivote del mundo (Eurasia). Quien controle el pivote del
mundo, dominará el mundo", resume el punto clave de la estrategia Occidental,
pronunciada por el geopolítico británico Halford John
Mackinder a principios del siglo pasado.
Halford
John Mackinder (1861-1947) fue un Geopolítico y Geógrafo inglés. Mackinder tenía una fuerte curiosidad acerca de los
fenómenos naturales, y una predilección especial sobre la historia, la
exploración, las relaciones internacionales y una verdadera pasión por la
cartografía. En 1904, con mucha visión del futuro, termina su Ensayo más provocativo The Geografical Pivot of History (El Pivote Geográfico de la Historia) conocido como Teoría del Heartland, en el que usa la historia para
ilustrar la importancia estratégica de la geografía. Escribe: “En
400 años los contornos del mundo han sido abarcados y cartografiados con
aproximada fidelidad [...] el mundo es, por primera vez un sistema
políticamente cerrado. Las Naciones del mundo no pueden ignorar sin temeridad
las incidencias que ocurren en cualquier punto del globo”. Poco después de la Primera Guerra Mundial escribe Democratic
Ideals And Reality (Ideales Democráticos y Realidad) el
trabajo más importante sobre Política Internacional jamás escrito por un
geógrafo, que es una expansión del Ensayo de 1904. «La guerra ha reafirmado mi
propio punto de vista» afirma Mackinder, para quien existe un gran continente:
«la Isla Mundo» dividida en 6 regiones Europa Costera (Oeste y Centro Europa), Asia Costera (India, China, Sudeste Asiático, Corea y Este de Siberia),
Arabia (Península Arábica), el Sáhara (Norte de África) el Sud-Centro del
Mundo (Sudáfrica)
y el más importante: el Centro del Mundo o «Heartland» (Eurasia) lo que denominó el Pivote del Mundo en su ensayo de 1904. «Quien controle Europa del Este dominará el Pivote del Mundo quien
controle el Pivote del Mundo
dominará la Isla Mundo quien domine la Isla Mundo dominará el mundo». Esa Área Pivote o Región Cardial
es representada por Asia
Central, Medio Oriente y
Europa Oriental, y está rodeada de una franja intermedia donde se encuentran
los ámbitos terrestre y marítimo. La teoría establece que en esa zona el Poder
terrestre tendría una mayor ventaja frente al Dominio marítimo por su
inaccesibilidad por mar, el aprovechamiento de los rápidos medios de
comunicación terrestres y por la explotación de los recursos del área. Se
afirma que la Nación que lograra conquistarla se transformaría en una Potencia
Mundial. Esto explica porqué EE.UU.
y Occidente tratan de penetrar en Europa Oriental a través del dominio de
Ucrania.
La idea de dominar el “Pivote
del Mundo” ('heartland', en inglés),
posteriormente fue rebautizada por el periodista estadounidense Nicholas
John Spykman, considerado como uno de los padres de la geopolítica
norteamericana. La estrategia actualizada por Spykman tuvo gran
importancia en la política exterior de la posguerra en Washington. Esta
idea fue expresada en la Doctrina Truman, que luego resultó en la expansión de
los bloques económicos, políticos y militares de EE.UU. alrededor de la Unión
Soviética.
Los Gobiernos del Imperio
ruso, la Unión Soviética y la Federación Rusa jamás tuvieron dudas de que
regiones importantes como los Urales o Siberia son tierras
inseparables que pertenecen a la Nación rusa, pero la Ciencia Geopolítica
Occidental las consideraba como unas áreas geográficas que podrían ser
disputadas.
No obstante, ni las Guerras Napoleónicas (en Rusia se denominan como la Guerra Patria),
ni el Frente Oriental de la Segunda Guerra Mundial (Gran Guerra Patria, en Rusia) ni tampoco la caída de la URSS resultaron en la privación a la Nación
rusa de sus tierras en el corazón del continente Euroasiático.
La Organización de Cooperación de Shanghái
(OCS) como nuevo centro de Poder en Eurasia
Tras el colapso de la URSS, la parte oriental de Eurasia se encontraba
débil y desestabilizada al perder un centro político tan fuerte como Moscú, que
dirigía el bloque oriental a lo largo de toda la época de posguerra. Nuevos
países de Asia Central se convirtieron en un punto frágil en el mapa
geopolítico. Rusia y China se vieron
en una situación de vecindad bastante amenazante con Estados jóvenes como
Kirguizistán, Tayikistán, Uzbekistán, Turkmenistán. Se trata de territorios, en
su mayoría, poblados por Musulmanes y situados cerca de Afganistán, un país
sumergido en el caos.
Esta nueva realidad geopolítica dejó claro tanto a Rusia como a China que
amenazas como el radicalismo islámico, difusión del terrorismo y separatismo
llegaron a sus fronteras y, por lo tanto, la futura integración de las fuerzas
políticas y económicas entre las dos Naciones se pintó como una necesidad.
En 1996-1997 Rusia, China, Kazajistán, Kirguistán y Tayikistán formaron el
grupo de los Cinco de Shanghái,
firmando acuerdos sobre la confianza mutua y reducción de las fuerzas militares
desplegadas en las fronteras entre los países. Esta iniciativa política lanzada
por Moscú y Pekín dio lugar a la primera piedra angular en el sistema de
seguridad surgido en la región. En 2001 los Cinco de Shanghái aceptaron a
Uzbekistán como nuevo miembro y la organización decidió cambiar de nombre. En Junio
de 2002 fue firmada la Declaración de los Estados miembros de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). El 1 de Enero
de 2004 la OCS empezó a funcionar a pleno rendimiento. En 2014 Irán, la India y Pakistán expresaron
su deseo de unirse a la OCS.
"Un nuevo significado, un nuevo
peso"
Durante la reciente cumbre de la OCS,
los Jefes de Estado presentes en la organización han firmado memorandos sobre
la incorporación de la India y Pakistán a la organización, un paso
que, según los participantes del evento, llevará a la OCS a un nuevo nivel. "Nos
hemos acercado a la incorporación de dos grandes países, la India y Pakistán;
quedan puras formalidades", declaró el Presidente ruso Vladímir Putin y agregó: "Con su adhesión, la
Organización, por supuesto, adquiere un nuevo significado, un nuevo peso. Esto
es casi la mitad de la población mundial".
Un día después de la cumbre de la OCS en
Uzbekistán, el Presidente Putin
llegó a China para reunirse con su homólogo chino Xi Jinping. Los Líderes de Moscú y Pekín firmaron múltiples acuerdos bilaterales importantes para el desarrollo de la economía,
política y seguridad: tanto a nivel
regional como global.
"Quien controla Eurasia, controla el mundo", reiteró el portal
Ruso 'Vzglyad', volviéndose a referir a la Estrategia Geopolítica Occidental y,
además, agregó: "Los países de la OCS
se acercan rápidamente a la situación que les permita, por sí mimos, controlar
la seguridad en el corazón de Eurasia".
No hay duda de que la lucha por el control del “Pivote Geográfico de la
Historia”, tal cual lo augurara MacKinder, ha comenzado y, aparte de Ucrania,
su llave es Siria, donde se está librando la “madre de todas las batallas”.
“En principio, Eurasia y
nuestro espacio, el corazón de Rusia, es el área de una Revolución antiburguesa,
antiamericana… El nuevo Movimiento Euroasiático será construido
sobre el principio fundamental del Nacionalismo
Multipolar y la oposición al enemigo común: el ‘Atlanticismo’, el
control estratégico de EE.UU. y la
negativa a los valores Liberales”,
dice Aleksandr Dugin en su Libro.
Quizá uno de los artículos que con mayor
lucidez retrata esa ideología lo escribió Charles
Clover en “Foreign Affairs”, en 1999. Según Clover hay dos
versiones del Euroasianismo: La versión más moderada sostiene que “Rusia
es excepcional y no debe Occidentalizarse para progresar”. Pero en su línea más dura,
añade Clover, “el Euroasianismo avizora
al territorio de Eurasia como la plataforma para un Movimiento Global
antioccidental, cuyo último objetivo es la expulsión del “Atlanticismo” y el Liberalismo de Eurasia”. Según Clover, este Movimiento tiene entre sus adeptos a
miembros de la ultraizquierda y de la ultraderecha. “El Euroasianismo ha triunfado al reconciliar al Comunismo, la
Ortodoxia Religiosa y al Fundamentalismo Nacionalista” dice.
Dugin
plantea la necesidad de llegar a una alianza anti-Occidental con el Islamismo, lo cual lo diferencia de los
Nacionalistas rusos. Esta es una lucha cultural, filosófica, ontológica y
escatológica, porque en la situación actual el Eurasismo identifica la esencia de la Edad Oscura, o el Gran
Paradigma. Pero también cree que se debe pasar de una postura puramente teórica
a la práctica, a un nivel Geopolítico;
y en este nivel Geopolítico, Rusia conserva los recursos potenciales, y la
inclinación para hacer frente a este reto, porque la historia de Rusia ha
estado durante mucho tiempo intuitivamente orientada contra el mismo horizonte. “Rusia
es una gran Potencia donde hay una aguda conciencia de lo que está pasando en
el mundo, en términos históricos, y una profunda conciencia de su propia misión
escatológica. Por lo tanto, es natural que Rusia deba jugar un papel central en
esta coalición anti-statu quo”(ibídem).
Rusia defendió su identidad contra el Catolicismo, el Protestantismo y el
Occidente moderno durante el tiempo de los Zares; a continuación, contra el Capitalismo Liberal durante la Época
Soviética. Ahora hay una tercera
oleada de esta lucha: la
lucha contra la posmodernidad, el ultra-liberalismo y la globalización.
Pero esta vez, Rusia ya no es capaz de confiar en sus propios recursos.
No se puede luchar únicamente bajo la bandera del Cristianismo Ortodoxo. Ni
reintroducir o confiar en la Doctrina Marxista como una opción viable, ya que “el Marxismo es en sí mismo una raíz
principal de las ideas destructivas que constituyen la posmodernidad”. Rusia
es ahora uno de los muchos participantes en esta lucha global, y no puede
enfrentar esta lucha sola. Se tiene que unir a todas las fuerzas que se
oponen a las normas Occidentales y a su sistema económico. Así que hay que
hacer alianzas con todos los Movimientos Sociales y Políticos de Izquierda que
cuestionan el statu quo del Capitalismo Liberal. “Nosotros también debemos aliarnos con
todas las fuerzas identitarias que en cualquier cultura rechazan la
Globalización por razones culturales”(sic). Desde esta perspectiva, los
movimientos Islámicos, los movimientos Hindúes o los movimientos Nacionalistas
de todo el mundo también deben ser considerados como aliados. Hindúes,
Budistas, Cristianos, y Paganos Identitarios de Europa, América o América
Latina, u
otros tipos de culturas, todos deben formar un frente común. La idea es unir a
todos ellos, contra el enemigo singular y el mal singular, con una
multiplicidad de conceptos de lo que es bueno.
CODA: Exceptuando el fuerte anti-Occidentalismo y la condena total a los EE.UU., notamos que la Ideología
del Eurasismo Nacionalista Multipolar,
tiene bastante concomitancia con la ideología del NACIONALISMO REPUBLICANO que
propugna el Coloradismo Paraguayo,
como ser: su origen en el Conservadurismo Ideológico, el
Nacionalismo a ultranza, el Republicanismo, la defensa irrestricta de la
Tradición, los valores Religiosos, el rechazo del dominio del mundo por una
sola Potencia (Paraguay fue víctima del Imperialismo Inglés y sus lacayos Liberales
Sudamericanos en 1870), la reivindicación y elevación de los valores del “Ser
Nacional”, la sociedad Policlasista, el rechazo al Marxismo y al Nazi/Fascismo,
y la histórica condena total al LIBERALISMO, con un apego a la “Tercera Vía” de
un “Estado Regulador” que escapa a la tesis Neo-Liberal “Mercadocéntrica, como
a la tesis de la extrema Izquierda “Estadocéntrica”; y otros más, como el amor entrañable al terruño, tal como lo expresara tan certeramente uno de
los Filósofos más importantes de todos los tiempos: Martín Heidegger en sus Conferencias de 1925 “El
actual combate por una visión del mundo histórica”, en las cuales
Heidegger afirmó que para interrogarse sobre "el carácter del ser" es
necesario un "suelo" (Boden) y que se requiere apropiarse
de un pasado, allí donde sea posible “encontrar
las raíces auténticas de nuestra existencia”.
Continúa con Ser y Tiempo donde
rechazó cualquier esclarecimiento de la existencia apoyado en culturas
extranjeras, pues conduce a la pérdida del “suelo” y consideró que la
existencia auténtica sólo se realiza como “destino
común” de un pueblo. En el curso del invierno de
1934-1935, sobre la Germania de Hölderlin, Heidegger exclamó
subrayando el texto editado: “La Patria es ‘el ser’ mismo” (Das
Vaterland ist ‘das Seyn’ selbst). Y
en la célebre Entrevista de 1966 a “Der Spiegel” declaró:
“Sé, por la experiencia e historia
humanas, que todo lo esencial y grande sólo ha podido surgir cuando el hombre
tenía una Patria y estaba arraigado en una Tradición”.-
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