EURASISMO: 2ª
PARTE
SITUACIÓN ACTUAL DEL EURASISMO.
Guerras y Revoluciones se suceden en todas
partes actualmente: Malí, Siria,
Irak, Palestina, Levante, Ucrania…
¿Qué piensa el Geopolítico, Filósofo e Ideólogo Aleksandr Dugin acerca de la situación en el Magreb/Oriente Medio?
¿Terminará en un baño de sangre y con otros 10 años de guerra? Dugin es categórico, dice que NO, nunca va a terminar: “Es
el proyecto caótico patrocinado por el Occidente que está perdiendo su Poder
para controlar las sociedades no occidentales por otros medios. La sangre será
derramada más y más. Sólo cuando todos los Musulmanes apunten sus armas contra
los Occidentales y se unan a la batalla Eurasianista final contra la hegemonía
ésta se detendrá. El Imperio sigue dividiendo, pero ya no puede controlar todo
efectivamente. Así que empieza a dividir y eso es todo. No puede gobernar, solo
matar. Así que tenemos que devolver el golpe”.
En
cuanto a su opinión sobre el Islam e
Irán, Dugin afirma que admira a Irán y admira al Chiísmo
y el Sufismo. “Es una tradición espiritual que lucha en contra de la modernidad
apuntando a su centro”. En realidad,
nosotros podemos agregar que hay muchos tipos de Islam: está el Islam Tradicional y está la versión Wahabista
que Dugin considera una versión modernista y universalista del Islam, que
además parece funcionar acorde a los intereses de Estados Unidos como una especie de unidad sub-imperialista. Así que
él apoya el Tradicionalismo en todas
las religiones. Sin embargo, a Irán y la Tradición Chií “los amo de todo corazón”(sic).
¿Qué
mundo futuro (cercano y lejano) nos gustaría ver? ¿Cuál es esa visión?, porque en la situación actual los pueblos
están desprovistos de futuro entendiendo el futuro existencialmente como el
horizonte de la auténtica existencia del Dasein,
como Ereignis (acontecimiento/ser
parte de), la llegada del último Dios (letzte Gott). Pero este futuro es
incompatible con el Logos en descomposición de la historia Occidental. El Occidente
actual (Estados Unidos y parte de Europa) ¿debe ser aniquilado –como quiere
Dugin– y la humanidad debe ser reconstruida en un terreno diferente? ¿Estamos
en frente de la cara de la Muerte y el Abismo? Nosotros entendemos con Dugin
que debe haber “un nuevo comienzo de la Filosofía o... nada de nada”. La misma
nada como ahora, no se percibe más como tal. Así que el futuro no vendrá por
sí mismo, tenemos que hacerlo. Pero antes hay que destruir lo que es o
parece ser. Como puede verse en Facebook y páginas de Internet, hay un montón
de gente dispuesta a algún cambio revolucionario del paradigma de su mente, e
incluso quizás para revoluciones físicas. ¿Son cambios reales que vienen a
nuestro mundo? ¿Se podría predecir cuándo y cómo? Sin lugar a dudas el Cambio de Paradigma es absolutamente necesario; no se ven suficientes hombres y mujeres dispuestos a cambiarse a
sí mismos y al mundo que les rodea,
sin embargo se nota algo: es
demasiado pequeño para la esperanza, pero demasiado grande para la
desesperación, pero se necesitan medidas más decididas y concretas; es
bueno que algunos comiencen a despertar. Dugin opina que “el odio a Occidente, la Globalización, el consumismo, a los Medios
de comunicación, las mentiras democráticas, la basura de los derechos humanos,
la dictadura del Capitalismo, la llamada “sociedad civil” y la dominación Estadounidense
es cada vez mayor. Así que debemos ir más allá. La vigilia significa la
revolución y la guerra. Es poco probable que comience ahora. Pero debería
comenzar ahora mismo, porque mañana será demasiado tarde”(sic). Es decir, su ideario es
simple: hay que combatir el Imperialismo Estadounidense, el Mundo
Unipolar, el Universalismo de los valores Liberales, del Mercado
y de la Tecnocracia. Como Alternativa
propone una Organización del Mundo
Multipolar como conjunto de Grandes Espacios, cada uno con su sistema de
valores propios, sin ningún prejuicio. Para realizar este proyecto es necesario
crear el Proyecto Euroasiático común para Europa y Rusia pero con
alianzas estratégicas con otras fuerzas y culturas que rechazan el Mundialismo
Estadounidense y la Dictadura Liberal planetaria. El “Eurasismo” que defiende es el del pluralismo absoluto de valores.
Ahora bien, Rusia parece salir de una larga hibernación con la pretensión de
prepararse a ser un Actor de Primer Plano; pero, ¿el País tiene los medios para
sobreponer los desafíos en curso? (demografía, sanidad, provocaciones militares
occidentales, fuertes inmigraciones, etc.) ¿Cómo podemos juzgar la situación
rusa en relación a la crisis financiera mundial? Indudablemente, la historia
está abierta; nadie conoce el futuro; pero Rusia
va a entrar en un período crucial de su historia. La crisis va a tener un gran
impacto sobre la economía rusa que sigue siendo liberal; ello puede dañar
las ilusiones de Poder en cuanto a eficacia bajo los preceptos liberales.
También el “unilateralismo” totalitario decretado en 1991 por
Estados Unidos parece haber llegado a su término. Asistimos a una suerte de
renacimiento de los espacios autárquicos en Asia (China, India), en el mundo
musulmán (Turquía, Unión PanAfricana), en Eurasia (Rusia), en América del Sur
(Brasil, Venezuela que esperamos supere el “Chavismo” pero sin caer nuevamente
en la Derecha Oligárquica), ¿es posible que estos fenómenos sean motivos para
volver a estar entusiasmado políticamente? Puede que sea así, pero aún es muy temprano para que los
“anti Occidentales” puedan festejar ninguna victoria. Algún día los Estados Unidos caerán, pero no ahora; sin embargo No creemos
que ellos quieren iniciar una guerra –una Tercera Guerra Mundial pura y dura–
que causará inmensas penas a la humanidad y puede destruirla por completo. Los
Estados Unidos no pueden más gobernar el mundo, eso es seguro, pero tampoco
pueden resignarse, eso sería para ellos una catástrofe. Su única solución sería
intentar transplantar sus problemas a otros; ello significaría conflictos por
todas partes sin un fin previsible.
Ahora,
Europa parece totalmente ausente de
este “Renacimiento Geopolítico”, tal es su sumisión bajo el “paraguas americano”, ¿qué está pasando con la Unión Europea y el lugar que debería
tener Europa en el mundo junto a Rusia? Según
el criterio Eurasista hay dos Europas:
La Europa Continental
(Franco-Alemana) y la Europa Atlantista (incluida la Nueva Europa);
estas dos Europas son geopolíticamente opuestas en todo, pero con Hollande y
Merkel la posición de las fuerzas continentales devino más débil, entonces no
hay que elucubrar ninguna receta para Europa, es problema de los europeos qué
elegir. Aunque para muchos Franceses,
Rusia es un modelo por su capacidad de proponer un “contra modelo civilizatorio”, diferente al modelo Liberal Anglosajón y Capitalista. Ello sobrepasa la división
Derecha-Izquierda, y reúne tanto a Comunistas como a Gaullistas históricos o incluso a Nacionalistas. Diferentes voces se levantan a favor de una Francia
integrada a la Organización de
Cooperación de Shanghai y de salir de la OTAN. Sin embargo, al mismo tiempo, la Administración de Hollande parece jugar dos puntas: el reblandecimiento con Rusia ¡integrando
al mismo tiempo el mando armado de la OTAN! ¿Podemos juzgar esta doble
orientación creíble, y cuál es el sentido profundo? Indudablemente es poco creíble y contradictoria. En cuanto a Rusia, sería un poco inocente creer
que su economía funciona bien. Le falta todavía el sector real, productivo,
y el desarrollo de las nuevas tecnologías. Rusia
necesita a Europa como Europa necesita a Rusia para tener economías
garantizadas mutuamente por los recursos necesarios y el acceso a las nuevas
tecnologías.
Los Eurasistas analizan también que para
los europeos, las grandes inquietudes del futuro son el posible liderazgo
económico Chino y la explosión
demográfica de las poblaciones
musulmanas al interior de Europa. ¿Cómo estiman la compatibilidad e incompatibilidad de estos
dos elementos? porque parece que el asunto del Islam, o las relaciones con
China, por ejemplo, no son abordados de la misma manera en Europa que en Rusia:
tienen las mismas preocupaciones pero distintos
tiempos para jerarquizar los peligros. Para el Eurasismo, Primero deben liberarse de Estados Unidos y la dictadura del
Pensamiento Único, y sólo luego
ocuparse de los Chinos y los Musulmanes. Piensan que se debe proponer a los
musulmanes el modelo de integración dentro de la cultura Europea, pero para
ello es necesario proteger, a veces salvar, aquella cultura. En cuanto a los
chinos, podemos decir que los consideran parte del “Proyecto Eurasia”. Pero para controlar este asunto del
control de las olas migratorias es, de nuevo, necesario liberarse de los
Mundialistas, de los Liberales y de los Atlantistas. Este círculo vicioso sólo
puede romperse comenzando la lucha contra Estados Unidos. Los Musulmanes y los Chinos son desafíos secundarios. Se aplica
esto tanto para Europa como para Rusia.
El Gobierno de Obama parece querer hacer
la paz con el mundo entero. Sin embargo cuando se observan sus declaraciones políticas
se cae en la cuenta de que son más ofensivas que las del “Tea Party”; entonces ¿qué cambios podremos esperar en la relación
con Rusia? La explicación de los Eurasistas
es que Obama depende del “Consorcio Político y Geopolítico
Americano”. Entonces, no está libre
para hacer lo que quiera. “Va a
hacer guerras locales e intervenciones militares de la misma manera que lo
hubiese hecho Bush. Es la lógica de
las Leyes Geopolíticas y no las opiniones personales las que cuentan” afirman con convicción.
Pasemos ahora a analizar la interesante “Unión Euroasiática”: un Ente que abarca a ex-Naciones Soviéticas. Su eje está en Moscú y debería entrar en
funcionamiento el 2015. Este Organismo Regional, promovido por Rusia con el respaldo de Bielorrusia
y Kazajstán, tiene fundamentos ideológicos diametralmente opuestos a los de la Unión Europea. Es, según el historiador
Británico Timothy Snyder, profundamente
antidemocrático y no mira bien al libre mercado ni a los derechos humanos.
La “Unión Euroasiática” es, a diferencia de su contraparte europea
–según el historiador de Yale– “una organización jerárquica que por su
naturaleza no parece admitir a miembros que sean democráticos ni tiene simpatía
por el imperio de la ley ni los derechos humanos. Cualquier democracia dentro
de la Unión Euroasiática podría ser un peligro para el poder de Putin en
Rusia”.
Según Snyder, este organismo regional fue fundado alrededor del
2001 bajo la inspiración del politólogo ruso Aleksandr Dugin, cuya
figura pesa en acontecimientos determinantes para el mundo como el de Ucrania. De acuerdo a la visión del
historiador Snyder, Dugin es el ideólogo del llamado “Nacional Bolchevismo” cuya esencia filosófica se halla en su libro
“Los
Fundamentos de la Geopolítica”, publicado en 1997. “Sigue muy de cerca el marco teórico de Carl Shmitt, inspirador del nazismo alemán”, sostiene Snyder.
Dugin
nació en 1962 y es considerado un “tradicionalista”. Se lo mira como uno de los
ideólogos del Imperio Euroasiático. Aunque es crítico de Putin por haber sido
permisivo con Ucrania, tiene muchos
contactos en el Kremlin y entre los militares rusos. En su obra magna sobre la Geopolítica
toma el concepto del geógrafo y político inglés Halford John Mackinder: “de la
oposición geopolítica entre las Potencias Terrestres y las Marítimas”. (La Geopolítica es la rama de la Política que trata de
cómo el medio geográfico influye en los acontecimientos políticos e históricos). Dugin
sostiene que estas potencias son culturalmente antagónicas y que representan el
choque entre tierra y mar, lo que para él corresponde a la
división entre Oriente y Occidente. “Las sociedades basadas en la tierra (Telurocráticas)
–teoriza Dugin– están atraídas por
sistemas de valores absolutos y tradiciones, mientras que las sociedades
marítimas (Talasocráticas) son liberales”.
Talasocracia
o dominio de los mares (en griego θάλασσα = thalassa:
«mar», y κρατος = kratos: «poder») es un concepto geoestratégico que
denota al Estado cuyos
dominios son principalmente marítimos, y
Talasocracias son Imperios
marítimos en los que su fuerza depende del control del mar. Surgen a partir de
países que por su naturaleza geográfica tienen necesariamente vocación
marítima; es decir, países que son islas y penínsulas. Ejemplos de Talasocracias
fueron el imperio español, el portugués, el británico y el japonés durante la
2ª Guerra Mundial, y lo es en la actualidad EE.UU.
El término Telurocracia (del latín tardío telluricus , y éste de tellus: 'tierra', en última instancia
del protoindoeuropeo tel: 'suelo',
'piso', y κρατος = kratos:'gobierno') llamada también en inglés como land power, designa a un concepto
geopolítico y geoestratégico que denota al Estado cuyos dominios son principalmente terrestres,yTelurocracias son Imperios continentales
en los que su fuerza depende del control del territorio. Surgen de países que
por su naturaleza geográfica tienen necesariamente vocación terrestre; es
decir, países con mucho territorio continental. Ejemplos de Telurocracias
fueron la Francia de Napoleón, la Alemania nacionalsocialista, la URSS y China.
Características: La vocación marítima
de las Talasocracias les da un
carácter más orientado al comercio y la economía, más universalista, y nos atreveríamos
a decir que más libertario, mientras que las Telurocracias tienen un
carácter más político, más territorial, menos universalista y menos libertario.
La Teoría del Heartland,
también llamada “Teoría de la Región Cardial”, “Teoría del Corazón
Continental”, “Área Pivote” o “Isla
Mundial”, fue desarrollada también por el geopolítico inglés Sir Halford John Mackinder (1861-1947)
y posteriormente por Sir James
Fairgrieve, y la cual postula que el dominio de un área concreta del mundo
permitiría dominar a éste. Esa área pivote o región cardial es representada por
Asia Central y Europa Oriental, y está rodeada de una
franja intermedia donde se encuentran los ámbitos terrestre y marítimo. La teoría
establece que en esa zona el poder terrestre tendría una mayor ventaja frente
al dominio marítimo por su inaccesibilidad por mar, el aprovechamiento de los
rápidos medios de comunicación terrestres y por la explotación de los recursos
del área. Se afirma que la Nación que lograra conquistarla se transformaría en
una Potencia Mundial. En más detalle y según Mackinder, la superficie de la
Tierra se puede dividir en:
* La Isla-Mundial, que comprende los continentes de Europa,
Asia, y África, siendo el más grande, más poblado, y más rico de la tierra, de
todas las combinaciones posibles.
*
Creciente interior o marginal, en el que se incluyen las Islas Británicas y las
islas de Japón.
*
Tierras del Creciente exterior o insular, donde forman parte los continentes de
América del Norte, América del Sur, y Australia.
El Heartland o Área pivote se
encuentra en el centro de la Isla-Mundial, se extiende desde el río Volga hasta
el Yangtze y desde el Himalaya hasta el Océano Ártico.
El Heartland de Mackinder fue la zona gobernada por el Imperio
Ruso y después por la Unión Soviética, menos el área alrededor de Vladivostok. En el año 1919 Mackinder
resumió esta teoría con esta frase: “Quien
gobierne en Europa del Este dominará el Heartland; quien gobierne
el Heartland dominará la Isla-Mundial; quien gobierne
la Isla-Mundial controlará el mundo”. Cualquier Poder que controlase la Isla-Mundial controlaría
más del 50% de los recursos del mundo; el tamaño del Heartland y
su posición central, le convierte en la clave para controlar la Isla Mundial,
según pensaba Mackinder. Esta teoría se desarrolló al amparo de la fascinación
que tenía Mackinder por el crecimiento del Poder Ruso.
“En principio, Eurasia y nuestro espacio, el corazón de Rusia, es
el área de una Revolución antiburguesa, antiamericana… El nuevo Imperio
Euroasiático será construido sobre el principio fundamental del enemigo común: el ‘atlanticismo’, el
control estratégico de EE.UU., y la negativa a los valores Liberales”, dice Dugin en su Libro. Alexander Dugin es un hombre
prolífico y artículos suyos aparecen en muchas publicaciones. Basta leer
algunos de ellos para entender su perfil ideológico. Se lo acusa de fascista,
pero en sus Ensayos critica al Fascismo
en ciertas cosas y aplaude de él otras.
“El Fascismo se equivocó al ayudar a
los Liberales y luchar contra los Comunistas” –sostiene– “pero hizo lo correcto al luchar
contra el Capitalismo, al ser
antimaterialista y oponerse al modernismo”.
Quizá
uno de los artículos que con
mayor lucidez retrata esa ideología lo escribió Charles Clover en “Foreign
Affairs”, en 1999. Según Clover hay dos versiones del Euroasianismo: La versión más moderada
sostiene que “Rusia es excepcional y
no debe Occidentalizarse para
progresar”. Pero en su línea más dura,
añade Clover, “el Euroasianismo avizora
al territorio de Eurasia como la plataforma para un Movimiento Global
antioccidental, cuyo último objetivo es la expulsión del “Atlanticismo” y el Liberalismo de Eurasia”. Según Clover, este Movimiento tiene entre sus adeptos a
miembros de la ultraizquierda y de la ultraderecha. “El Euroasianismo ha triunfado al reconciliar al Comunismo, la
Ortodoxia Religiosa y al Fundamentalismo Nacionalista” dice.
Dugin plantea la necesidad de
llegar a una alianza antioccidental con el Islamismo,
lo cual lo diferencia de los Nacionalistas rusos. Eso sí, ubica entre sus
enemigos a grupos judíos, por considerarlos parte de la élite financiera
responsable de la caída de la Unión Soviética. En otro artículo suyo define
bien a quienes considera como aliados o rivales de su proyecto. “Los aliados son” –sostiene– “aquellos
de la Derecha o de la Izquierda que se rehúsan a la hegemonía Estadounidense, al ultra-Liberalismo, el ‘Atlanticismo’ radical, al dominio de
las Oligarquías y de las Élites Financieras cosmopolitas, a la Antropología Individualista y a la idea de los Derechos
Humanos, así como al típico racismo occidental en las esferas, ya sean
culturales, económicas biológicas o éticas, y a todos los que estén listos en
cooperar con las fuerzas Euroasiáticas en defender el Multipolarismo, el
pluralismo socio-económico y el diálogo entre civilizaciones”. Y los rivales de
su proyecto, según Dugin, son “aquellos
que desde la Derecha defienden a los EE.UU.,
al racismo blanco en contra del Tercer Mundo, a aquellos que son antisocialistas
y proliberales y quienes están prestos a defender a los ‘Atlantistas’. Igual a aquellos que desde la Izquierda atacan la tradición, los
valores orgánicos de la religión y la familia y a quienes promueven otros tipos
de desviaciones sociales”.
Cuál será el papel de
Rusia en la organización de las fuerzas anti-modernas: Hay diferentes niveles –según Dugin– involucrados en la creación del anti-globalismo, o más bien
anti-occidentalismo; Movimientos y
corrientes de todo el mundo. La idea básica es la de unir a las personas que
están luchando contra el statu quo. Así ¿cuál es el statu quo? Se trata de una
serie de fenómenos relacionados provocando un cambio importante de la
modernidad a la posmodernidad. Está formado por un cambio desde el Mundo Unipolar, representado
principalmente por la influencia de los Estados Unidos y Europa Occidental,
hacia la así llamada No-Polaridad
como es ejemplificado por la hegemonía implícita actual y aquellas revoluciones
que han sido orquestadas a través de ella, como por ejemplo las diferentes
revoluciones Naranjas. El objetivo básico de esta estrategia es para Occidente el eventual control del
planeta, no sólo a través de la intervención directa, sino también a través de
la Universalización de su conjunto
de valores, normas y ética.
El statu quo de la hegemonía liberal de
Occidente se ha vuelto global. Se trata de una occidentalización de toda la
humanidad. Esto significa que sus normas, tales como el libre mercado, el
libre comercio, el liberalismo, la democracia parlamentaria, los derechos humanos
y el absoluto individualismo se han convertido en universales. Este conjunto de
normas se interpreta de manera diferente en las distintas regiones del mundo,
pero Occidente considera su interpretación específica como evidente y su
universalización como inevitable. Esto es nada menos que una colonización del
espíritu y de la mente. Se trata de un nuevo tipo de Colonialismo, un
nuevo tipo de Poder, y un nuevo tipo de control que se pone en práctica a
través de una red. Todo el mundo que esté conectado a la red global se
convierte en objeto de su código. Es parte de lo posmoderno occidental, y se
está convirtiendo rápidamente en global. El precio que una Nación o un pueblo
tienen que pagar para ser conectados a la red de la globalización de Occidente
es la aceptación de estas normas. Es la nueva hegemonía de Occidente. Se trata
de una migración desde la abierta hegemonía de Occidente, representada por el Colonialismo
y el Imperialismo absoluto del pasado, a una versión implícita, más sutil.
“Para luchar contra esta amenaza global
para la humanidad, es importante unir a todas las diversas fuerzas que, en
épocas anteriores, han sido llamadas anti-imperialistas. En esta época, se debe
entender mejor a nuestro enemigo. El enemigo de hoy está oculto. Actúa mediante
la explotación de las normas y valores de la ruta occidental de desarrollo y
haciendo caso omiso de la pluralidad representada por otras culturas y
civilizaciones. Hoy en día, invitamos a todos los que insisten en el valor de
los valores específicos de las civilizaciones no occidentales, y donde existen
otras formas de valores, para desafiar este intento de universalización global
y de hegemonía oculta”(A Dugin; op.
cit.).
Esta es una
lucha cultural, filosófica, ontológica y escatológica, porque en la situación
actual el Eurasismo identifica la esencia de la Edad Oscura, o el Gran Paradigma.
Pero también cree que se debe pasar de una postura puramente teórica a la práctica,
a un nivel Geopolítico; y en este nivel Geopolítico, Rusia conserva los
recursos potenciales, y la inclinación para hacer frente a este reto, porque la
historia de Rusia ha estado durante mucho tiempo intuitivamente orientada
contra el mismo horizonte. “Rusia es una gran Potencia donde hay
una aguda conciencia de lo que está pasando en el mundo, en términos
históricos, y una profunda conciencia de su propia misión escatológica. Por lo
tanto, es natural que Rusia deba jugar un papel central en esta coalición
anti-statu quo”(ibídem). Rusia defendió
su identidad contra el Catolicismo, el Protestantismo y el Occidente moderno
durante el tiempo de los Zares; a
continuación, contra el Capitalismo Liberal durante la Época Soviética. Ahora hay una tercera oleada de esta
lucha: la lucha contra la posmodernidad,
el ultra-liberalismo y la globalización. Pero esta vez, Rusia
ya no es capaz de confiar en sus propios recursos. No se puede luchar
únicamente bajo la bandera del Cristianismo Ortodoxo. Ni reintroducir o confiar
en la Doctrina Marxista como una opción viable, ya que “el Marxismo es en sí mismo una raíz principal de las ideas
destructivas que constituyen la posmodernidad”. Rusia es ahora uno de
los muchos participantes en esta lucha global, y no puede enfrentar esta lucha
sola. Se tiene que unir a todas las fuerzas que se oponen a las normas
occidentales y a su sistema económico. Así que hay que hacer alianzas con
todos los Movimientos Sociales y Políticos de Izquierda que cuestionan el status quo del Capitalismo Liberal. “Nosotros
también debemos aliarnos con todas las fuerzas identitarias que en cualquier
cultura rechazan la Globalización por razones culturales”(sic). Desde esta
perspectiva, los movimientos Islámicos, los movimientos Hindúes o los
movimientos Nacionalistas de todo el mundo también deben ser considerados como
aliados. Hindúes, Budistas, Cristianos, y Paganos Identitarios de Europa, América
o América
Latina, u otros tipos de culturas, todos deben formar un frente común.
La idea es unir a todos ellos, contra el enemigo singular y el mal singular,
con una multiplicidad de conceptos de lo que es bueno.
“Aquello en lo que estamos en contra
nos une, mientras que lo que somos nos divide. Por lo tanto, debemos hacer
hincapié en aquello a lo que nos oponemos. El enemigo común nos une, mientras
que los valores positivos que cada uno de nosotros estamos defendiendo
realmente nos dividen. Por lo tanto, debemos crear alianzas estratégicas para derrocar
el orden actual de las cosas, cuyo núcleo podría ser descrito como los derechos
humanos, la lucha contra la jerarquía y la corrupción política: todo lo que es el rostro de la
Bestia, el Anticristo o, en otros términos, el Kali-Yuga”( A. Dugin: ibídem).
Donde encaja la
Espiritualidad Tradicionalista en la agenda de Eurasia: Hay culturas secularizadas, pero en el
centro de todas ellas, el espíritu de la Tradición sigue siendo, religioso o de
otro tipo. Al defender la multiplicidad, la pluralidad y el policentrismo de
las culturas, el Eurasismo está haciendo un llamamiento a los principios de sus
esencias, que sólo se pueden encontrar en las tradiciones espirituales. Pero
tratan de vincular esta actitud a la necesidad de la justicia social y la
libertad de las diferentes sociedades, con la esperanza de mejores regímenes
políticos. La idea es unir el espíritu de la Tradición con el deseo de
Justicia Social. Y no quieren que se opongan, porque esa es la principal estrategia
del poder hegemónico: para dividir
Izquierda y Derecha, para dividir las culturas, para dividir a los grupos
étnicos, a Oriente y Occidente, a los Musulmanes y los Cristianos. Los Eurasistas invitan a Derecha e
Izquierda a unirse, y no oponer Tradicionalismo y Espiritualidad, Justicia
social y Dinamismo social. Por lo tanto, no están en la derecha o en la
izquierda. Están en contra de la posmodernidad liberal. Su idea es
unir todos los frentes y no dejar que los dividan. Dice Dugin: “Cuando permanecemos divididos, nos
pueden gobernar con seguridad. Si estamos unidos, su Gobierno terminará de
inmediato. Esa es nuestra estrategia global. Y cuando tratamos de unir la Tradición espiritual con la Justicia
social, hay un pánico inmediato entre los Liberales. Temen mucho esto”.-
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