martes, 24 de marzo de 2015

LUIS MARÍA ARGAÑA

              LUIS MARÍA ARGAÑA
        Magistrado, Catedrático y Político. Nació en Asunción el 9 de octubre de 1932, hijo de Luis A. Argaña y Felicita Ferraro. Desde joven se dedicó a la política como integrante de la Asociación Nacional Republicana, formando parte, a los 14 años de edad, del Batallón Blas Garay”, durante la Revolución de 1947. Integró la Junta de Gobierno entre 1966 y 1983, y la presidió entre el 16 de Abril de 1990 y el 17 de junio de 1992, así como desde el 26 de Abril de 1996 hasta el 15 de Agosto de 1998.
       Estudió Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad Nacional, doctorándose en 1958. Ejerció la cátedra universitaria. Como político, durante cinco períodos consecutivos, fue Diputado Nacional y ejerció el Liderazgo de la bancada de su partido en la Cámara de Diputados. Fue Magistrado Judicial y Presidente de la Corte Suprema de Justicia, durante el Gobierno del Presidente Stroessner, entre los años 1983 y 1988.
       El doctor Argaña fue convencional por su partido en la Convención Nacional Constituyente que redactó la Constitución de 1967. Fue además miembro del Consejo de Administración del Ente Binacional Itaipú.
Publicó numerosas obras, entre las que se destacan “El Amparo. Estudio de la Garantía Constitucional”; “Fulgencio R. Moreno, Abogado del Chaco; “El General Caballero, Genio y Autor del Renacimiento Patrio”; “Reflexiones Republicanas, Difusión y Doctrina del Partido Colorado”; “Perfiles Políticos”; “Luis Alberto de Herrera, el Vengador, 1976 (Discurso del Dr. Argaña); “Un Modelo de Gobierno Democrático para el Siglo XXI”(Conferencias); “Historia de las Ideas Políticas en el Paraguay”(1983). Luego del Golpe de Estado que derrocó al Régimen stronista fue designado Ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno del General Andrés Rodríguez.
       En 1992 se presentó como precandidato de la ANR a la Presidencia de la República, pero el triunfo le fue arrebatado “manu militari” escandalosamente, adjudicándoselo al Ing. Juan Carlos  Wasmosy, quien resultó electo Presidente de la República.
       En 1997 se presentó nuevamente como precandidato a la Presidencia, pero fue derrotado esta vez por la fórmula Oviedo-Cubas. Poco después, a raíz de la separación judicial de Oviedo, ganador de la Candidatura Presidencial, fue designado Candidato a Vicepresidente de la República por el período 1998-2003, integrando la fórmula Cubas-Argaña, que resultó ganadora en las elecciones presidenciales de 1998.
       Estaba casado con María Teresa Contreras, con quien tuvo nueve hijos: Félix, Luis Andrés, José Emilio, Ricardo, Nelson, María Teresa, Jesús María, Anastasio y Betharram.
       El 23 de marzo de 1999 falleció víctima de un magnicidio, que conmocionó la vida política del país.
       La carrera política del Dr. Luis María Argaña realmente tomó auge con el advenimiento al Poder del Gral. Alfredo Stroessner por lo que es necesario decir algo sobre esto:
       En el Régimen Stronista pueden distinguirse dos períodos de entre 15 a 20 años cada uno: el primer período –de 1954 a 1974 aproximadamente– fue de lo que podríamos llamar una Dictadura. El segundo período –de 1974 a 1989– ya constituyó una Tiranía.
Durante el primer período del Stronismo, se logró la tan ansiada paz y orden, se ejecutaron importantes obras materiales, se ensanchó la frontera agrícola y empezó la construcción de la represa de Itaipú; y en lo político, cierta libertad de acción y opinión –muy controlada– a la Oposición.
       La personalidad de Stroessner reflejaba una serenidad asombrosa en el Gobernante de un país desquiciado, en total desorden cuando él tomó el Poder, pocos de cuyos ciudadanos adultos podían recordar un pasado político reciente del que pudieran enorgullecerse. Y la serenidad era la característica más necesaria en un Gobernante cuya misión era dar a su país el valor necesario para enfrentarse a un futuro incierto. Cuando Stroessner llegó al Poder, a la edad de 41 años, pareció que toda su vida había sido una preparación para la responsabilidad de devolver el respeto y orden a su sociedad desordenada, desmoralizada y dividida.     
       El sentido de seguridad interna de Stroessner se debía más a la fe que al análisis: era un lector asiduo y estudioso de la historia y todo el tiempo que tuvo antes del Poder lo dedicó a la reflexión; había pasado por la escuela de las convulsiones de su Patria y tenía una intuición extraordinaria de las corrientes de la época. También poseía una penetrante comprensión de la psicología de sus contemporáneos, y especialmente de sus flaquezas. Stroessner se esforzó por superar las turbulentas pasiones del Paraguay y por dar a su País –con su historia de extremismo y su inclinación al fanatismo– una reputación de confiabilidad.
       La respuesta de Stroessner al caos paraguayo de la post Guerra Civil, fue que un país dividido y en desorden, con sus raíces históricas en entredicho, requería una política firme si deseaba recuperar algún dominio sobre su futuro. Y se negó a dejarse desviar de este curso por simple nostalgia del pasado, ni por la tradicional relación paraguaya de amor-odio con sus vecinos. Optó incondicionalmente por el Occidente Anticomunista aun al precio de transgredir principios democráticos. Debemos recordar que se estaba en la “hora de las espadas” en que, luego de la Revolución Cubana, declarada Socialista-Marxista, se produjo en Sudamérica una trepidante sucesión de Golpes de Estado Militares, quedando para la década del ’70 solamente Colombia y Venezuela con Regímenes Civiles. Lo demás, el período de decadencia y descomposición del stronismo son muy conocidos de modo que diremos poco al respecto. Pero debemos destacar que hubo muchos jóvenes que acompañaron a Stroessner, mas sin la sumisión al personalismo de aquellos días, sino en función de “hombres de Partido”, como “Carlín” Romero Pereira, Bader Rachid y el Dr. Luis María Argaña, y en general la que luego fue la corriente “Tradicionalista”. Carlos Romero-Pereira en su discurso en Loma Grande, su Carta a la H. Junta de Gobierno (1985), Ética Política (1985), y su libro Una Propuesta Ética (1987), documentos que ya son parte de la historia, denunció claramente que el resorte principal en la etapa terminal del Stronismo era la defensa del privilegio, que era lo único ya –sobre todo en la última década– que daba cierta unidad a todos los aspectos de la política de Stroessner en su creciente degradación del Partido Colorado. Y Argaña también analizó la composición de los Grupos Administrativos, del Aparato del Partido, de los Altos Empleados Públicos, del Equipo Gobernante, que sumaban un estrato masivamente poderoso, extraordinariamente reaccionario a causa de los privilegios de que disfrutaba y empeñado en mantener a cualquier precio el “statu quo”.
       Pero el equilibrio social, policlasista, del Partido Colorado         –consideraba Argaña– era inestable: A la larga debía prevalecer uno de los dos elementos, el democrático o el autoritario personalista. Y Stroessner, al estimular la voracidad de su Burocracia, estaba socavando inconscientemente no solo su propio Régimen, sino todas las conquistas del Coloradismo. Tan inminente le parecía este peligro a Argaña, que no vaciló en afirmar, después de 1984, que se estaban creando las premisas políticas del vitaliciado autoritario hereditario” y consideró sin ambages a la Burocracia Militante-Stronista como el agente potencial y directo de la defenestración del Partido Colorado y su reemplazo por el Partido Personal Stronista. Por eso fue célebre su frase: “Siempre habrá un trece de Eneroque causó la eclosión que habría de terminar en la caída de Stroessner.
        Argaña era un intelectual a la vez que “hombre de acción”; muy estudioso y de una cultura exquisita que se refleja en sus Libros y en sus Discursos: de una fidelidad extrema a los principios, la doctrina y la ideología del Coloradismo, de la cual sólo daremos algunos ejemplos: este “Último Caudillo Colorado del siglo XX”, el 10 de Septiembre de 1993, en el local central del Movimiento de Reconciliación Colorada”, donde se realizó un acto recordatorio de la fundación del Partido Colorado, expresó con palabras que no podrán borrarse de la historia: “Para quienes sostienen que el Partido Colorado es una rama del Liberalismo impuesto al Paraguay por la horrenda ‘cruzada libertadora’ de la Triple Alianza, el Manifiesto del 11 de Septiembre de 1887 constituye una valla insalvable. No hay manera de concertar los espejismos de la Doctrina Liberal con los postulados que, desde aquella fecha lejana, orientan la vida y el desenvolvimiento de nuestra poderosa Asociación Política… El Manifiesto de 1887 es una realidad objetivada por las circunstancias y si bien nacido en el apogeo de las ideologías liberales tiene el valor y el mérito de serle rotundamente antagónico”. Y decía en su “Memoria Política” dirigida a los Convencionales de la “Convención Ordinaria” del Partido Colorado, el 19 de Septiembre de 1998: “Este es el momento propicio para aclarar que doctrinariamente el Partido no es el Gobierno, ni el Gobierno es el Partido. Aunque en el pasado se dio tal confusión, como resultado de largos años de alineación grosera, es bueno aclarar hoy que el Partido Colorado ya no puede conceder cheques en blanco a quienes administran el país”.
      “Que los Gobernantes de turno pertenezcan a las filas de la Asociación Nacional Republicana no implica que la Junta de Gobierno y el pueblo colorado tengan que permanecer indiferentes y cómplices ante la desviación de los principios o la inobservancia de los programas del Partido Colorado. Al contrario, es en estas circunstancias en que debe acrecentarse nuestra responsabilidad de vigilante y contralor del cumplimiento de la Doctrina Política y Social de nuestra organización partidaria. El pueblo es amparo y reparo del Gobierno.
      “En estas circunstancias, reiteramos, los Colorados nos reservamos el derecho de condicionar el apoyo al Gobierno conforme respete y desarrolle o no los ejes doctrinarios que dieron origen y sustentación al Partido Colorado”.
      “Tengo fe en que el Gobierno habrá de optar, finalmente, por los mejores hombres para manejar la cosa pública, suprimiendo la aberrante práctica de anteponer la obsecuencia a la capacidad y a la honestidad”.
       En cuanto a su pensamiento sobre el programa económico del Coloradismo, era de una clarividente visión. Recordemos que en época tan temprana, en 1990, cuando El Neo-Liberalismo tenía un auge arrollador el Dr. Argaña afirmó que era un “fracaso total” y contrario a la ideología republicana. Así, en aquella memorable Convención de 1998 decía: Ante el auge galopante del Neoliberalismo Capitalista, de rotundo fracaso en la mayoría de los países Latinoamericanos por su elevado costo social, la Junta de Gobierno ha dejado constancia, en reiteradas oportunidades, de su absoluto rechazo a este modelo económico y la idea de Estado que él engendra”.
       En esta cruzada contra la idolatría y exaltación del Mercado a una altura casi divina, hacemos nuestras las palabras de Juan Pablo II, cuando en su visita a La Habana, reprobó este modelo que condiciona el desarrollo a las fuerzas ciegas del Mercado propiciando el enriquecimiento exagerado de unos pocos a costa del empobrecimiento creciente de muchos, de forma que los ricos son cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres’.
       En el afán de interpretar el Ideario Partidario desde una perspectiva filosófica y económica, y sugerir directrices en dichos campos del saber y del accionar humano, la Junta de Gobierno creyó pertinente la creación de la Comisión Permanente de Asuntos Económicos y Sociales (Resolución Nº 20 del 2 de Julio de 1998). “La ideología del Partido Colorado condena tanto al Estado ausente como al Estado complaciente, como el que ha facilitado el descalabro financiero y económico cuyas secuelas sufrimos hasta el presente. El Partido concibe un Estado con mayores atribuciones sociales y, por ello, con un mayor número de controles”.
      “La regulación y participación del Estado, en este contexto, es crucial para que exista el justo y humano equilibrio entre el capital y el Trabajo. A los que alegan que no hay desarrollo sin el Mercado, les respondemos que no habrá equidad social sin el Estado. No debemos cambiar un Monopolio del Estado por un Monopolio Privado”.  Éste era el pensamiento económico y social del Dr. Luis María Argaña.
       En éste punto queremos establecer un paralelismo entre el asesinato de Luis María Argaña y aquel Candidato Presidencial Mexicano Luis Donaldo Colosio, porque ambos buscaban la reforma de su Partido y de las Instituciones y la Política de su país, lo que amenazaba a poderosas fuerzas oscuras económicas y políticas. Y en ambos casos, su muerte violenta frustró esos cambios. Y ambos eran contrarios al Neoliberalismo corrupto impuesto desde arriba.
    El asesinato de  Luis Donaldo Colosio (1950-1994), Candidato a la Presidencia de la República  por el  Partido Revolucionario Institucional (PRI), ocurrió el 23 de marzo de 1994. La muerte de Colosio se considera el primer magnicidio cometido en México desde el asesinato de Álvaro Obregón en 1928. Por el enrarecido ambiente político en el que sucedió, además de los errores, omisiones y desatinos que se cometieron en el curso de la investigación, este caso generó grandes sospechas e incredulidad entre la población, igual que aquí.
       La opinión popular que prevalece es que se trató de un complot orquestado y dirigido en el seno del propio PRI, ordenado directamente por el entonces Presidente de México, Carlos Salinas de Gortari, a través de su jefe de asesores, José María Córdoba Montoya.  Colosio y su equipo decidieron relanzar la campaña Presidencial en la ceremonia del 6 de marzo, en un evento de masas en el Monumento a la Revolución. Numerosos analistas políticos afirman, que el discurso que leyó ese domingo significó un punto de ruptura de Colosio con Salinas de Gortari, como una suerte de separación padre-hijo; los más suspicaces, que fue su sentencia de muerte.
       Con un componente emotivo inspirado en el Yo tengo un sueño de Martin Luther King, ideológicamente el discurso  se alejó de las tesis del liberalismo social  esgrimidas por el “Salinismo” desde 1988, enfatizando valores como democracia económica, reforma política, nuevo federalismo, nacionalismo y soberanía. Lo políticamente significativo fue que propuso un distanciamiento del PRI con el Gobierno, estableciendo límites constitucionales al Presidencialismo dándole más facultades al Congreso, lo que significaba una reforma profunda al sistema político e implícitamente criticaba y representaba un rompimiento de Colosio con el Régimen que lo había encumbrado.
      Aunque es creencia popular que ese discurso le costó la vida, en el pasado Colosio, como Argaña, ya había criticado al Presidente. En 1990, cuando era dirigente nacional del PRI, durante un evento multitudinario realizado en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México, llamó a poner punto final a la perversión política de las decisiones cupulares y centralizadas, la imposición y la antidemocracia”. En el marco de la 14 Asamblea Nacional de PRI, expresó su deseo de “transformar nuestro Partido para que prevalezcan los métodos democráticos, se desechen el autoritarismo, la política burocrática, los dogmatismos y la arbitrariedad”. Como se puede apreciar, hay un gran parecido con los discursos y accionar de Argaña. Las fuerzas oscuras antinacionales y antidemocráticas, contrarias al cambio para el progreso y la justicia social, truncaron su existencia. Y notarán los lectores, cómo está la situación de México y del Paraguay, hoy.
      VICTORIA EN LA DERROTA: En toda la historia del Partido Colorado después de la Revolución de 1947, ningún período ha sido tan difícil como los años de la “transición democrática” luego del derrocamiento de Stroessner. Esta fue una época en que, parafraseando a Marx, “la idea empujaba hacia la realidad”, pero como la realidad no tendía hacia la idea se creó un abismo entre una y otra, un abismo más estrecho, pero más profundo que nunca. El mundo de la política estaba plagado de contradicciones extraordinarias. Nunca había estado el Partido Colorado tan cerca de la catástrofe durante las crisis y presiones de esos años y nunca había mostrado una capacidad de resistencia tan brutal hasta que sobrevino lo del 2008, y continúa ahora. Y tal vez nunca antes había vivido ningún hombre en una comunión tan íntima con los sufrimientos y los empeños de su pueblo y en una soledad tan absoluta como la que vivió Argaña.
       ¿Cuál fue la significación de su obra y la lección de su aparente derrota y su muerte? Toda respuesta debe ser tentativa, pues aún carecemos de suficiente perspectiva histórica y nuestra apreciación de Argaña se deriva fundamentalmente de nuestro juicio sobre la “Transición Democrática” y el Partido Colorado. Si optáramos por pensar que todo lo que los Colorados luchaban por alcanzar: la libertad y democracia con desarrollo y justicia social, no era más que una fatamorgana (espejismo que se ve desde el aire), que el Coloradismo sólo sustituyó una forma de explotación Liberal por otra y que no podía hacer otra cosa, entonces Argaña aparecería  como “el gran Sacerdote de un Dios condenado a fracasar”, como el servidor de una utopía mortalmente atrapado en sus sueños y sus ilusiones. Aun entonces se ganaría el respeto y la simpatía que merecen los grandes utopistas y visionarios, y sobresaldría entre éstos como uno de los más grandes. Aun cuando fuera cierto que el destino del Hombre consiste en ir dando tumbos de derrota en derrota en medio del dolor y la sangre, y en sacudirse un yugo sólo para inclinar la cerviz bajo el peso de otro, aun entonces los anhelos de un destino diferente por parte del Hombre seguirían despejando, como columnas de fuego, la oscuridad y las sombras del interminable desierto a través del cual ha errado sin que al término de éste exista una tierra de promisión. Y nadie en esta época de nuestra tierra ha expresado esos anhelos tan vívida y sacrificadamente como Luis María Argaña.
       Aún así, la creencia de Argaña de que algún día todos los errores del Coloradismo serían vistos tan sólo como un retroceso episódico, puede resultar ofensiva para la sensibilidad del presente. Pero él aplicaba la gran escala histórica a los acontecimientos y a su propio destino, y decía: Cuando se trata de los cambios más profundos en los sistemas económicos, políticos y culturales, treinta y cinco años pesan menos que una hora en la vida de un hombre”. El comprendió y denunció la perversión stronista del Coloradismo tan apasionadamente porque nunca perdió de vista el panorama de un futuro Colorado verdaderamente rico, justo, libre y humano; porque a través de la modernización forzosa de la estructura de la sociedad, el Stronismo había avanzado hacia su propia destrucción y había preparado el terreno para el retorno al Coloradismo clásico. Así la aparente “victoria” de los que derrotaron y eliminaron a Argaña, ocultaba un poderoso elemento de derrota, en tanto que la “derrota” y muerte de Argaña, estaba preñada de victoria. Hoy, las ideas y la memoria de Argaña están cada día más presentes en el seno de las masas Coloradas y de sus auténticos Dirigentes totalmente entregados al ideal Republicano, y eso se verá en el futuro próximo cuando “el Coloradismo eterno” resurja depurado de excrecencias bárbaras. En ese Coloradismo el Pueblo tendrá que reconocer por fin su propia creación y su propia visión del destino del Pueblo Paraguayo. Y así la Historia completará su círculo “cuando la Esperanza haya creado, desde su propia ruina, aquello que contempla”.-
      

       

domingo, 15 de marzo de 2015

NUEVO MODELO DE PARTIDO...

        UN NUEVO MODELO DE PARTIDO
       PARA LA ÉPOCA DE GLOBALIZACIÓN.

   1.- REFLEXIONES SOBRE UNA PROPUESTA IDEOLÓGICA PARA EL  PARTIDO NACIONAL REPUBLICANO.

         Ahora que el Presidente de la República ha encauzado la nave del Estado hacia el “Nuevo Rumbo”, es llegada la hora de prestar especial atención al Partido Colorado que lo respalda, más aún por las elecciones anunciadas para el mes de Julio próximo.
          La intención primordial del Pte. Cartes en este momento debe ser la de convocar a Líderes históricos e intelectuales del Partido Colorado como Juan Afara, Bader Rachid Lichi, , Osvaldo Bergonzi, Leandro Prieto Yegros, Aníbal Saucedo Rodas,  Atilio R. Fernández, Carlos Romero-Pereira, Diógenes Martínez, Nelson Argaña, Juan Carlos Galaverna,  entre otros, para impulsar un amplio debate sobre la situación del Paraguay en un mundo cada vez más interdependiente, la dirección del proceso de transición democrática, el tipo de sociedad que queremos y el quehacer del Partido en esta etapa crítica de la vida nacional, apuntando a la necesidad de un próximo CONGRESO IDEOLÓGICO Y DOCTRINARIO,  que según el Art. 74º. de los Estatutos aprobados por la Convención Extraordinaria del 11 de Septiembre de 1992, debía realizarse “cada diez años o antes si la Junta de Gobierno lo estimase oportuno y mediando el voto afirmativo de los dos tercios de sus miembros o a petición de un quinto de las Comisiones Seccionales con la finalidad de: a) Revisar el ideario del Partido; b) Actualizar el Programa Partidario de acuerdo a la evolución del País; y c) Definir la DOCTRINA PARTIDARIA con relación a los problemas ideológicos que se planteen” (en el Nacionalismo Republicano), y que pueda redefinir la modernización del perfil de nuestro Partido, con la elaboración de un PROYECTO IDEOLÓGICO en una visión histórica y sociológica, un PROGRAMA POLÍTICO para corto, mediano y largo plazo, y una PROPUESTA DE REORGANIZACIÓN de la estructura partidaria.
      Pensamos que las propuestas que han de surgir deben ser el producto de una participación interna sin precedentes en la historia del Partido y del más intenso y variado esfuerzo de reflexión, elaboración y discusión en torno a las finalidades históricas, propósitos políticos, dirección ideológica y medios organizativos del Partido Colorado.
        Porque, la estrategia de cambio profundo que se deriva, tanto de la crítica situación coyuntural del país todavía en transición, como de la aspiración estructural e histórica de construir una sociedad más democrática, reclama visiones y políticas que, no solo resuelvan la coyuntura, sino, además, la trasciendan y garanticen, gracias a su aliento de largo alcance, su permanencia y su continuidad de gestión, en la perspectiva de las soluciones de mediano y largo plazo.
        Y la tarea para producir la renovación y el cambio necesarios para superar la crisis, comienza con la discusión para elaborar plenamente nuestro programa político, como proceso global de transformaciones muy definidas y aceleradas en el seno de la sociedad y del Estado, y para eso hace falta ACCIÓN CONSTANTE Y EDUCACIÓN PERMANENTE DEL PUEBLO.
         En este sentido, queremos compartir con los correligionarios, la profunda convicción que tenemos de que no nos equivocamos cuando decidimos apuntar a la conquista del futuro y comenzar a transitar nuestra estrategia de renovación, sobre la base del amplio proceso de indagación y apertura a perspectivas y respuestas nuevas.
         Porque el Partido en su totalidad, que, a través del tiempo, ya demostró una profunda fe en sus raíces, no debe abrigar complejos por algunos errores y reveses del pasado, ni mucho menos tenerle miedo a los desafíos del futuro. Por eso, debemos expresar claramente, en nuestra condición de colorados, el legítimo orgullo que nos embarga por la tarea histórica cumplida por nuestro Partido en sus ciento veintiséis años de lucha a favor de la democracia y el desarrollo paraguayo; pero, también debemos recoger el sentimiento de insatisfacción crítica que nace de la conciencia de lo mucho que nos falta por hacer y de las falencias de una democracia incipiente y todavía imperfecta que es necesario corregir.
        Y para terminar esta reflexión introductoria, antes de pasar a exponer el tema que presentamos, queremos señalar la importancia de la intuición colectiva que ciertos visionarios Dirigentes Republicanos enfrentados con el desviacionismo ideológico, tuvieron hace ya dos décadas, de que ESTABA CONCLUYENDO UN TIEMPO Y CERRÁNDOSE UN CICLO en la historia de nuestro país y de nuestro Partido, por el AGOTAMIENTO DE UN MODELO DE GESTIÓN POLÍTICA. Tiempo, ciclo y modelo que, en el ocaso de sus trayectorias, convocan hoy, por ley ineluctable de la historia, a una renovación profunda y radical, que permita instaurar, UN TIEMPO NUEVO, UN MODERNO CICLO HISTÓRICO, Y UN MODELO DE GESTIÓN POLÍTICA ORIGINAL.

                                      2.- PARAGUAY Y EL MUNDO.

        Estamos inmersos en un mundo cada vez más interdependiente, donde vamos confluyendo hacia un Estado Mundial, de Poder Planetario, supranacional, en que todas las decisiones nacionales, por más particulares que puedan parecer, tienen su impacto, su resonancia y su reacción en el seno de la comunidad internacional. En este nuevo orden internacional, es necesario pues, redefinir el papel de los Estados nacionales, el concepto de soberanía absoluta, la ideología del nacionalismo, los alcances y límites de la integración, la política cultural, la reforma del Gobierno y del Estado, las nuevas formas de organización económica, la relación Estado-Sociedad, el papel del individuo y del pueblo como creador y hacedor de la historia; es decir, la trascendencia, la dirección y el destino de nuestro “elan vital”.
        Se trata de contemplar, a la luz de una ideología enriquecida por el aporte de la historia, la existencia de situaciones de crisis que es necesario resolver, como lo son:
El armamentismo y el rol y relacionamiento de las FF.AA. en la sociedad civil; la pobreza crítica y sus secuelas: el terrorismo, la degradación ciudadana, el narcotráfico y otras formas supranacionales del delito organizado; el efecto del avance de las comunicaciones y la información con la fragmentación de la solidaridad social y familiar y la masificación del ser humano; la destrucción paulatina del equilibrio ecológico; el nuevo tipo de conflicto mundial que depara el futuro: Estados pobres contra Estados ricos, antagonismo Norte-Sur, retraso de la producción de alimentos frente al incremento no planeado y malthusiano de la población mundial; el saqueo y agotamiento progresivo de los recursos naturales del “tercer mundo”; el escamoteo de los recursos nergéticos; el mito del “libre comercio” cada vez menos equivalente que lleva al “desarrollo en tijera” de los países dependientes con respecto a las naciones Centrales, y otros problemas que harían nuestra enumeración demasiado larga.
        Nos podrán decir que este cuadro que hemos pintado no es ninguna novedad, que todos lo sabemos, y es verdad; pero la peculiaridad consistirá en la originalidad de las ideas que podamos aportar para su solución, creando un modelo nuevo, un Estado renovado y un distinto modo de ejercer la acción política; para que el Paraguay pueda resolver sus problemas locales y aportar, en el marco de la globalidad, su “grano de arena”, ya que el destino lo ha situado en el centro de la zona más feraz del planeta, cuya importancia mundial será cada día más acentuada: la CUENCA DEL PLATA, destinada a resolver –como lo apuntó el geopolítico MacKinder– en este siglo XXI, el problema crucial que atenazará a la humanidad: el hambre.
        Porque, queremos repetir: ninguna crisis es ya meramente local sino planetaria, ni es meramente coyuntural sino estructural; y su resolución implica siempre enfrentamiento de proyectos de las distintas corrientes políticas y movimientos sociales; y en tal sentido, si – como ahora – la crisis tiene causas de tipo económico y político, al final se expresa siempre, como CRISIS DE VALORES IDEOLÓGICOS, que nos debe impeler a la creación de nuevos modelos políticos-culturales para formular las acciones colectivas en la construcción de nuevos caminos.

                                  3.- UN POCO DE HISTORIA.

        ¿Qué pasó en América y el mundo en estos casi 70 años transcurridos desde la finalización de la 2ª. Guerra Mundial? Durante la década del ’50, mientras Europa se reconstruía e iniciaba su expansión económica, su “milagro económico”, igual que Japón y más tarde los “Dragones Asiáticos”, en Latinoamérica el valor ordenador era el desarrollo económico y la modernización social sobre la base de los populismos desarrollistas, embriagado nuestro continente por la utópica esperanza de la industrialización acelerada, el autoabastecimiento, el aislamiento, y un nacionalismo mal entendido y peor implementado, dejándose llevar por la equivocada y peregrina teoría diseñada por la CEPAL de la sustitución de importaciones con el “proteccionismo a las industrias nacionales”, que no disminuyó la pobreza pero creó grandes millonarios “industriales nacionales”.
         Hacia mediados de los ’60, estallan en los EE.UU. y Europa, movimientos sociales, políticos y culturales de ruptura con el modelo excesivamente competitivo, predatorio y decadente de la sociedad de consumo capitalista que ya llevaba dos décadas de ininterrumpida  y acelerada expansión. En Latinoamérica, por contrapartida, surge vigorosamente la “teoría de la dependencia” con movimientos políticos que cuestionaban la relación de dependencia establecida con los centros hemisféricos de poder, generalizados con la nomenclatura del “IMPELIALISMO YANQUI”, jalonados por cruentos acontecimientos de lucha social y nacional.
        Por la década del ’70, la crisis se cierne sobre los países desarrollados con la “estanflación” (estancamiento e inflación), el desempleo, el déficit presupuestario y la violencia social, que ponen en entredicho al “Welfare State” (Estado de bienestar) cuya decadencia señalan Milton Friedman y otros ideólogos liberales, en tanto que en Latinoamérica, al terrorismo de la guerrilla urbana y las acciones paramilitares de la guerrilla rural, la respuesta es el autoritarismo militar y el “terrorismo de Estado” con el agravante del desmantelamiento de las escasas conquistas económicas y sociales de nuestros pueblos por ese “fascismo de mercado” que señalara el reputado Paul Samuelson.
        En los ’80, las naciones del “1er. Mundo” ya estaban superando su estancamiento por la aceleración de la “REVOLUCIÓN CIENTÍFICO-TECNOLÓGICA” que modificó radicalmente la producción, el modo de realizarla y su cantidad y calidad, cambiando incluso las relaciones de producción, a la vez que conlleva paralelamente una auténtica revolución cultural y da comienzo a una nueva etapa para el hombre, que algunos pensadores consideran ya “una mutación civilatoria”. Y en Latinoamérica se da el proceso de transiciones de las Dictaduras hacia la Democracia, mientras en lo económico se la denomina la “década perdida” por el retroceso del PBI, el problema insoluble de la deuda externa, la caída aún más de los términos de intercambio, la crisis total del Estado prebendarlo carterial y el estancamiento tecnológico, “frutos” del fracaso de la aplicación del modelo Neoliberal aplicado a rajatabla tras el “Consenso de Washington”.
        Ya en los ’90, tenemos cambiado el escenario, como nunca lo pensamos; las sociedades capitalistas desarrolladas tienen toda la iniciativa y lo que se está enterrando es el llamado “Sistema Socialista”; con un poder mundial “unipolar” que bajo el liderazgo de los EE.UU. proyecta un “nuevo orden internacional”. Mientras que para nosotros, la década del ’90 plantea a nuestras débiles democracias el tremendo desafío de superar su propia crisis y tomar la decisión de cómo integrarse a un mundo que se recompone.
        Y en esta primera década del siglo XXI las sorpresas no faltan: el impresionante crecimiento económico y social de China –que ya ha sobrepasado a Japón como 2ª. potencia económica mundial y se estima que será la 1ª. potencia entre el 2016 al 2030 –  el continuado éxito de los Tigres del Asia  con su “proteccionismo competitivo” (activa intervención del Estado para regular la competencia interior y poca apertura a las importaciones), que está siendo seguida por la Argentina Kirchneriana con un importante como impresionante crecimiento del 9% anual y buena distribución popular del ingreso hasta hace pocos años, se opone el fracaso del Neoliberalismo en la Eurozona (del Sur) con su secuela de déficits presupuestarios, desempleo estruendoso, Estados prácticamente en quiebra, entredicho del Euro como moneda y retroceso de productividad entre otras cosas, salvándose de los problemas solamente los modelos del Socialismo Nórdico (Suecia, Noruega, Finlandia, Dinamarca) y Alemania, mientras en los EE.UU. el desempleo se acentúa, el déficit estatal es monstruoso (la economía más endeudada del mundo), las exportaciones decaen, una crisis inmobiliaria sin precedentes y el gasto público por las nubes, mientras suenan tambores de guerra sin cesar, Latinoamérica – excepto Colombia, Perú y Chile con muchos problemas – asiste al nacimiento de una nueva actitud ideológica: el SOCIALISMO DEL SIGLO XXI prohijado por Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua con una agresiva arenga contra los EE.UU. y la proposición de un nuevo modelo porque “el planeta no aguantará el modelo de desarrollo capitalista”(sic).
        Todas estas cuestiones son decisivas para la imaginación de un Partido Nacionalista Republicano que ahora debe postularse como alternativa entre la ofensiva del Neoliberalismo inhumano, y el desprestigio, por su inviabilidad, del Socialismo izquierdista Estatal. Y creemos que debemos expresarnos en estos términos, porque, ¿cómo pensar ya, que una sociedad semiperiférica puede quedar, y menos desarrollarse, al margen de este proceso planetario de internacionalización?.

                                4.- LA CUESTIÓN IDEOLÓGICA.

         ¿Cómo iniciar un debate sobre la renovación necesaria para instaurar un nuevo método de acción política de masas, sin formular algunas premisas respecto al desarrollo y “aggiornamento” de la Ideología Republicana y Nacionalista, a la luz de los aportes recibidos en el curso de la historia? Por ello, lanzamos a la discusión abierta algunas ideas generales y necesariamente esquemáticas que, si bien no agotarán los problemas cruciales, pueden llevarnos al camino correcto para plantear la solución de nuestra crisis.
         Lo primero es reconocer que nuestra crítica situación exige una reconversión de valores porque ya no se solucionará, ni se mitigará, ni siquiera disimulará, con retornos al pasado o con fugas hacia adelante. Y el discurso clásico del coloradismo forma parte de esa situación crítica y debe ser reformulado. Pues muchos valores ideológicos que nos han legado han perdido se sentido original y ya no responden a una época en que la ciudadanía se vuelve cada día más participativa y exige profundizar sus roles.
         Uno de esos valores que debemos reexaminar es el que consideraba al Estado como el principal gestor y agente central de las transformaciones económicas y sociales, en un rol central de dirección e iniciativas que hoy ya no se compadece con la realidad. Y es en este marco, en que ciertas realidades indiscutibles están siendo monopolizadas en su examen y difusión por el Neo-Liberalismo, que el pensamiento Republicano, democrático y nacionalista, debe librar una de sus batallas más cruciales, ofreciendo nuevas fórmulas, originales, capaces de renovar esquemas que han quedado superados, buscando recuperar un espacio  que ha sido invadido política e ideológicamente por un Neoliberalismo deshumanizado, sin volver a caer en anacronismos ideológicos como aquél “Coloradismo eterno” aislacionista, con un “único Líder” o “Tendotá”, Estatizante, “Corporativista”, que fomentó un Capitalismo de Estado prebendario, con un discurso populista o sectorial que enfatizaba demagógicamente el Agrarismo –sin resolver el problema– que debemos redefinir, o el “indigenismo americano”. Debemos volver a beber en las fuentes del PARTIDO NACIONAL REPUBLICANO de Bernardino Caballero, pero enriqueciéndolo con los aportes modernos, propios de un Partido policlasista capaz de aglutinar las aspiraciones de todos los cuerpos sociales; “…el Partido del orden de la democracia, para la libertad y la justicia social, capaz de realizar una profunda revolución dentro de la doctrina del poder constituyente de la Nación. Lo mismo que después del ’70, auspiciamos una revolución fundadora, de reconstrucción nacional. Reconstrucción política, jurídica, social y económica. Pero en el Gobierno de la Ley y no de la arbitrariedad de los hombres circunstancialmente encumbrados al Poder”. Estos conceptos de aquel Patriarca de la democracia colorada, Don Federico Chaves(1), rescatados conservan toda su validez, pero, pongámonos a analizar por separado los diversos asuntos que atañen a la cuestión ideológica.

                                 5.- EL PAPEL DEL ESTADO.

         Es indudable que la “Reforma del Estado” es uno de los puntos fundamentales que está sobre el tapete. Y creemos que estamos de acuerdo en que sin modificar la estructura del Estado y la manera en que ha obrado hasta ahora, no hay posibilidad de transformaciones profundas. Hasta aquí podemos coincidir con la idea de modernización neoliberal; pero desde este punto inicial, necesariamente aparecen las diferencias. Es que hasta ahora hemos asistido al hecho de un “Capitalismo de Estado” prebendarlo y un “capitalismo privado” de amigos, ayudado y protegido, que constituyen una misma cara de la moneda de crisis en la que estamos sumergidos; nuestra experiencia nos muestra a un capitalismo nacional enclenque, con “industrias” obsoletas, que ha vivido, salvo honrosas excepciones, sin riesgos, a costas del privilegio –y que vive aún así pese a la retórica actual– mientras que el verdadero empresariado y el consumo popular se descalabran, y también a las oligarquías “intocables”: financiera e importadora, ligada al contrabando, por un lado, y por el otro latifundista y agroexportadora, para quienes la industrialización es un peligro para sus intereses. En este contexto, las formas erróneas de intervención generaron ese capitalismo de Estado en que se socializan los costos y riesgos absorbidos por éste, pero se privatizan los beneficios, lo que ha dado lugar a la instauración de poderosísimas “carteras” de corporaciones empresariales privadas ligadas a nombres y apellidos familiares.
        Así, pues, la solución mágica ya no se halla en la simple absorción de los problemas por parte del Estado; ya no hay cómo financiar el voluntarismo autocrático  que condujo a decisiones centralizadoras, el Gobierno apenas puede administrar sus prioridades; sin subsidios los gastos sociales se vuelven caros, se enfrentan presiones terribles para equilibrar las funciones que se han priorizado con las que no lo han sido; nos enfrentamos a una Administración Pública mediocre que ha perdido su profesionalidad  por el clientelismo político y perdió su unidad decisional fragmentándose en “cuotitas de poder” que solo el árbitro supremo podía resolver; los organismos del sector público se fueron ligando, por la corrupción, a las “corporaciones” empresariales que influían directamente en decisiones específicas; con adjudicaciones, demandas, precios, insumos o financiamientos otorgados y garantizados convenientemente, las “corporaciones” de privilegiados consiguieron a una velocidad asombrosa la capacidad de acumular capital a través de un intercambio espurio con los recursos del Estado. De esta manera, señalada muy esquemáticamente, lo público se confundió con lo privado, lo principal con lo secundario, y el Estado pasó a encarnar la crisis de toda nuestra sociedad.
        Hay que reformar el Estado y reformular su papel; pero el camino de la modernización Neoliberal con su ajuste hambreador y reaccionario no es el único posible; frente a la “Reforma” Neoliberal, ultralibertaria y reaccionaria, de una parte, y del inviable populismo, desarrollismo o “socialismo” estatizante de la Izquierda, por la otra, o del desenlace del caos, no imposible, nosotros proponemos la “MODERNIZACIÓN TRANSFORMADORA” de las estructuras, que será una profunda “Revolución transformadora” democrática, en un Estado Republicano, social, participativo y pluralista.
         En este nuevo modelo proponemos una reducción, pero, a la vez, el fortalecimiento del Estado, lo cual significa reducir la cantidad de sus actividades para aumentar la calidad de su intervención, dejando las áreas no imprescindibles estratégicamente a los sectores privados y sociales, a fin de poder concentrar sus actividades en el ejercicio de la política de bienestar social, de dirección nacional e internacional y de vigilancia y ordenamiento de los núcleos vitales de producción con la regulación de la distribución de los ingresos en beneficio del pueblo y el planeamiento de una más efectiva y eficiente política económica en acuerdo con los estamentos productivos. Es decir, un Estado más pequeño, y hasta tacaño, que reparta justicia social y estimule un desarrollo sostenido con equitativa redistribución de los ingresos de la renta nacional. Una de las propuestas centrales de nuestra “Revolución Transformadora” significa un asalto frontal contra el Estado prebendarista, sobredimensionado, empresario y autoritario”; nuestra visión descansa en la confianza que tenemos en el vigor y la capacidad productiva de los paraguayos libres en unos mercados libres, pero con equidad distributiva.
        En esta tarea de modernizar el Estado, no debemos retroceder históricamente hacia el sistema de principios de siglo, como pretende el Neoliberalismo reaccionario, que quiere dar al Estado un carácter meramente subsidiario, mediante la privatización indiscriminada de áreas estratégicas, con el criterio de “rentabilidad social” suplantado por el de “rentabilidad privada” y el concepto de que la causa de todos los males  es la intervención “per se” del Estado en la actividad económica; falsa premisa porque desconoce que, en un país en desarrollo, donde existen profundas desigualdades sociales y económicas, el uso exclusivo y excluyente de solo el mecanismo del mercado puede incentivar y acentuar la concentración del poder económico, y porque el verdadero “quid” de la cuestión no es la intervención del Estado en sí misma, sino CÓMO SE CONCIBE EL ROL DEL ESTADO, CON QUE FINES Y EN BENEFICIO DE QUIENES SE UTILIZAN LOS INSTRUMENTOS PÚBLICOS. El Estado, en nuestra concepción Republicana, debe planear el futuro, dar cierta dirección a la renovación económica y social incentivando los procesos positivos y detener los que hayan fallado, lo que implica un ajuste regulador, ordenador de los objetivos políticos con los económicos.
         Nuestra Revolución Transformadora propone un Estado regulador fuerte y ordenador consecuente para la puesta en práctica de políticas activas, pero sin volver a caer en la tesis “estadocéntrica” ni reemplazarla por la tesis liberal “mercadocéntrica” y “dejar nomás” hacer todo al mercado, por lo cual nuestro razonamiento va más allá de  la simple “lógica de Mercado” y escapa a la estrecha “lógica de Estado”, porque consideramos que no puede plantearse un modelo de modernización transformadora que no contemple la solidaridad social y la lucha contra la desigualdad y la explotación. En esto nos diferenciamos del Neoliberalismo libertario y del ajuste reaccionario: nosotros insistimos – en el debate sobre la reforma del Estado – sobre la cuestión de quiénes son los que deben pagar esa reconversión y cómo y cuánto deben pagarla,pues para la concepción republicana NINGUNA TRNSFORMACIÓN NI DESARROLLO VALDRÁ, SI SU COSTO CAERÁ EXCLUSIVAMENTE SOBRE LAS CLASES MÁS DÉBILES DE LA SOCIEDAD. Así, a los nostálgicos Estatistas “ancien régime” que pretenden no ver la crisis deficitaria que los subsidios acarrean; como a los  que idolatran solamente al “Mercado” porque quieren que el precio del desarrollo lo paguen los sectores más desprotegidos, nosotros debemos oponer un discurso ético y pragmático a la vez, en que la defensa de la causa popular vaya acompañada de los instrumentos prácticos para lograr una transformación y desarrollo acelerados en justicia y libertad.
         Por eso, la ETICA con mayúsculas, es tema fundamental de nuestra acción política; entre la crisis del finalismo ideológico y una concepción más abierta, pero indefinida, como la democracia, hoy se abre el espacio de la reflexión ética, porque el ocultar los conflictos puede ser útil para amansar las tensiones, pero produce opacidad, llegando inclusive a negar los objetivos de la democracia que deben llevarnos a la transparencia, al diálogo, al crecimiento propositivo. Lo difícil es concretar la ética, hacerla operativa; y ésta debería ser la misión suprema de la política, que hoy por hoy parece incapaz de hacer una “selección de demandas” para convertirlas en valores compartidos basados en un posible interés colectivo. Y éste es, sin duda, el conflicto de nuestros Partidos Políticos, con frecuencia incapaces de desvincularse de los pequeños intereses o, por el contrario, sojuzgados por los grandes intereses, cuando que la intocabilidad y la invisibilidad de los privilegios son, tradicionalmente, los enemigos más temibles de la democracia.
         Desde esta inflexión ética debemos recuperar la confianza en la posibilidad de organizar y movilizar a la sociedad para discutir desde un plano distinto que el del Liberalismo individualista, los planes de descentralización, reforma del Estado y privatización de empresas no estratégicas. Debe transferirse el poder del “Estado omnívoro” a la Sociedad Nacional antes que a pequeños grupos más concentrados (como pasó en la Argentina de Menem-Cavallo), democratizando hasta la participación de los trabajadores y usuarios que es uno de los pilares de la auténtica “Economía Social de Mercado” y es la base de una política que superará la falsa dicotomía entre lo privado y lo público, entre Estado y Mercado.
         Pero debemos contemplar que esta democratización profunda del Estado y la Sociedad conlleva una disputa sobre la cuestión del Poder respecto a las distintas variantes de gestión tanto en las empresas como en instituciones públicas. No debemos perder de vista, que, junto a un  empresariado progresista, coexiste otro tipo de empresario muy reacio a promover el protagonismo de los trabajadores; para ellos, la democracia se detiene en las puertas de sus fábricas. Este tipo de capitalistas neoliberales reaccionarios, montan estrategias de acumulación donde la mano de obra debe ser tan productiva como la de un  país del “primer mundo”, pero seguir tan explotada como la de un país subdesarrollado.
        Nosotros debemos estimular el surgimiento y expansión de un empresariado “Schumpeteriano”(2) que ha hecho grandes a las naciones occidentales, y no caer en las redes de aquel “seudo-empresariado” que ha crecido y medrado al amparo del Gobierno por el conocido camino  de la explotación y la ganancia fácil con garantía y subsidio estatal. Estas son realidades que un Gobierno Republicano debe afrontar porque si no las afronta, la ciudadanía terminará volviéndole la espalda por su incapacidad de tomar decisiones.-
                                                       N O T A S.

(1) Federico Chaves: Ex–Presidente de la República, Colorado, durante los años 1949–1954, en que fue derrocado por el golpe militar del Gral. Alfredo Stroessner. Citado por Epifanio Méndez en “El Orden para la Libertad”; p. 152; Editorial Cultura, 1951; Asunción.-
(2) “Schumpeteriano”: Por Joseph Schumpeter; gran economista de la mitad del siglo pasado, que ayudó a la concepción de la “Economía Social de Mercado” con un empresariado más concesivo al bienestar y elevación del nivel de vida de los trabajadores, que fue uno de los pilares de la reconstrucción de la Europa Occidental luego de la 2ª. Guerra Mundial Su obra fundamental y más conocida es “Capitalismo, Socialismo y Democracia” aparecida en 1942.-                         



miércoles, 11 de marzo de 2015

GLÁNDULA PINEAL (II)

EL ARTÍCULO DEL PROFESOR MASTER                 .         OSVALDO GIMÉNEZ SANTACRUZ
      “Todos los problemas del Ser Humano en general provienen del ‘Rencor’ que uno tiene contra otra persona o ‘rabia’ contra alguien; y eso trae desánimo para seguir viviendo.  Eso viene porque le deseamos todo lo malo a las personas de nuestro entorno, sea familias o lugar de trabajo, o con quien nos relacionamos sea el lugar que fuere; de todo esto proviene  y se materializa en la persona el estrés y el estrés crónico. Pero con el Sistema de Entrenamiento Muscular “Nivel de lo Alto”, al recibir las señales el cerebro o la mente, distensiona el corazón y trabaja con menos intensidad, teniendo el cerebro el control; también los pulmones bajan su esfuerzo de intensidad. Con ello todo el cuerpo tiene la tranquilidad y bienestar general y uno se cura del estrés y del estrés crónico –y la persona se cura de todos sus problemas– porque Dios puede sanar toda clase de enfermedades. Con este Sistema todo es posible, porque trabaja con el Alma y el Espíritu del Ser Humano(Job:12-10)
      “¿Cuánto vale tener paz interior y exterior? Todas las personas buscan tener paz en su hogar, en su trabajo o en toda sociedad. A consecuencia de no tener paz viene lo Malo como el estrés y los problemas psicológicos y espirituales; y uno se pregunta cuánto vale la paz para cada Ser Humano, que siempre buscó. En la antigüedad como en el presente, “la paz con uno mismo” y con los demás. Con el Sistema de Entrenamiento Muscular y Psíquico “Nivel de lo Alto” se obtiene una paz que solamente uno obtiene después de un tratamiento largo, que puede tardar meses o años. Al activar la Glándula Pineal con este Sistema, se obtiene la paz tan anhelada aquí en nuestro País como también en todo el Mundo, y la pregunta es: ¿cuánto te cuesta estar en paz contigo o con tu ambiente que te rodea, sea tu trabajo, tu familia o tu entorno o donde te encuentres?”
      “La Glándula Pineal existe desde la creación, desde el comienzo de la humanidad y está localizada en el “Hemisferio Central” del cerebro. Al estimularla con el Sistema “Nivel de lo Alto” la persona se “abre” y todo a su alrededor se abre. Con eso uno tiene un bienestar que nunca ha experimentado, que es un sentimiento de Amor, un amor puro, para con las demás personas, los animales y las plantas y a toda cosa creada por nuestro Creador. Tenemos sensación de paz en el ambiente en que nos desplazamos, también tenemos armonía, y no tenemos limitaciones; podemos alcanzar lo que humanamente no podíamos hacer: cosas imposibles y maravillosas, pues al activar la Glándula Pineal sucede lo que uno no pensaría alcanzar, sea en el deporte que practica; en su profesión que fuese; va a sobresalir en todo”.
      “Observación: Cuando se activa la Glándula Pineal uno tiene paz interior y eso se refleja en paz exterior. Cuando la persona tiene conflicto interior  trae aparejado conflicto exterior (problemas externos). En síntesis: conflicto interior trae conflicto exterior”.
      “El Hombre ha buscado a través de la historia el Poder que pueda rejuvenecer, curar enfermedades y sentirse bien en todo tiempo y lugar. Hasta hoy está buscando el Hombre el Poder, tratando de edificar y trazar su propio Poder, en vez de abrazar el Poder más grande y verdadero que existe (que es el Dios viviente). Con el Entrenamiento Muscular y Psíquico “Nivel de lo Alto” se obtiene el Poder de Dios sobre todo hombre. Es una terapia única en el mundo por la que Dios demuestra su sabiduría y su conocimiento del Género Humano".-  



domingo, 8 de marzo de 2015

MAC KINDER

HALFORD MACKINDER Y LA IDEOLOGÍA DEL EURASISMO NACIONALISTA

       El Filósofo y Geopolítico ruso Aleksandr Dugin nació en 1962 y es considerado un “tradicionalista”. Se lo mira como uno de los ideólogos del Movimiento Euroasiático. En su obra magna sobre la Geopolítica (“Los Fundamentos de la Geopolítica”) toma el concepto del Geógrafo y Político inglés Halford John Mackinder: “de la oposición geopolítica entre las Potencias Terrestres y las Marítimas” (La Geopolítica es la rama de la Política que trata de cómo el medio geográfico influye en los acontecimientos políticos e históricos). Dugin sostiene que estas potencias son culturalmente antagónicas y que representan el choque entre tierra y mar, lo que para él corresponde a la división entre Oriente y Occidente. Las sociedades basadas en la tierra (Telurocráticas) –teoriza Dugin–  están atraídas por sistemas de valores absolutos y tradiciones, mientras que las sociedades marítimas (Talasocráticas) son liberales”.
       Talasocracia o dominio de los mares (en griego θάλασσα =  thalassa: «mar», y κρατος = kratos: «poder») es un concepto  geoestratégico que denota al  Estado  cuyos dominios son principalmente marítimos, y  Talasocracias son Imperios marítimos en los que su fuerza depende del control del mar. Surgen a partir de países que por su naturaleza geográfica tienen necesariamente vocación marítima; es decir, países que son islas y penínsulas. Ejemplos de Talasocracias fueron el Imperio Español, el Portugués, el Británico y el Japonés durante la 2ª Guerra Mundial, y lo es en la actualidad EE.UU.
       El término Telurocracia (del latín tardío telluricus , y éste de tellus: 'tierra', en última instancia del protoindoeuropeo tel: 'suelo', 'piso', y κρατος = kratos:'gobierno') llamada también en inglés como land power, designa a un concepto geopolítico  y geoestratégico  que denota al Estado cuyos dominios son principalmente terrestres,yTelurocracias son Imperios continentales en los que su fuerza depende del control del territorio. Surgen de países que por su naturaleza geográfica tienen necesariamente vocación terrestre; es decir, países con mucho territorio continental. Ejemplos de Telurocracias fueron la Francia de Napoleón, la Alemania nacionalsocialista, la URSS y China.
       Características: La vocación marítima de las Talasocracias  les da un carácter más orientado al comercio y la economía, más universalista, y nos atreveríamos a decir que más libertario, mientras que las Telurocracias tienen un carácter más político, más territorial, menos universalista y menos libertario.
       La Teoría del Heartland, también llamada “Teoría de la Región Cardial”, “Teoría del Corazón Continental”, “Área Pivote” o “Isla Mundial”, fue desarrollada también por el geopolítico inglés Sir Halford John Mackinder  (1861-1947) y posteriormente por Sir James Fairgrieve, y la cual postula que el dominio de un área concreta del mundo permitiría dominar a éste. Esa área pivote o región cardial es representada por Asia Central y Europa Oriental, y está rodeada de una franja intermedia donde se encuentran los ámbitos terrestre y marítimo. La teoría establece que en esa zona el poder terrestre tendría una mayor ventaja frente al dominio marítimo por su inaccesibilidad por mar, el aprovechamiento de los rápidos medios de comunicación terrestres y por la explotación de los recursos del área. Se afirma que la Nación que lograra conquistarla se transformaría en una Potencia Mundial. En más detalle y según Mackinder, la superficie de la Tierra se puede dividir en:
 * La Isla-Mundial, que comprende los continentes de Europa, Asia, y África, siendo el más grande, más poblado, y más rico de la tierra, de todas las combinaciones posibles.
 * Creciente interior o marginal, en el que se incluyen las Islas Británicas y las islas de Japón.
 * Tierras del Creciente exterior o insular, donde forman parte los continentes de América del Norte, América del Sur, y Australia.
     El Heartland o Área pivote se encuentra en el centro de la Isla-Mundial, se extiende desde el río Volga hasta el Yangtze y desde el  Himalaya hasta el Océano Ártico. El Heartland de Mackinder fue la zona gobernada por el Imperio Ruso y después por la Unión Soviética, menos el área alrededor de Vladivostok. En el año 1919 Mackinder resumió esta teoría con esta frase: “Quien gobierne en Europa del Este dominará el Heartland; quien gobierne el Heartland dominará la Isla-Mundial; quien gobierne la Isla-Mundial controlará el mundo”. Cualquier Poder que controlase la Isla-Mundial controlaría más del 50% de los recursos del mundo; el tamaño del Heartland y su posición central, le convierte en la clave para controlar la Isla Mundial, según pensaba Mackinder. Esta teoría se desarrolló al amparo de la fascinación que tenía Mackinder por el crecimiento del Poder Ruso.
      “En principio, Eurasia y nuestro espacio, el corazón de Rusia, es el área de una Revolución antiburguesa, antiamericana  El nuevo Movimiento Euroasiático será construido sobre el principio fundamental del Nacionalismo Multipolar y la oposición al enemigo común: el atlanticismo’, el control estratégico de EE.UU. y la negativa a los valores Liberales”, dice Dugin en su Libro.
      Quizá uno de los artículos que con mayor lucidez retrata esa ideología lo escribió Charles Clover en Foreign Affairs”, en 1999. Según Clover hay dos versiones del Euroasianismo: La versión más moderada sostiene que “Rusia es excepcional y no debe Occidentalizarse para progresar. Pero en su línea más dura, añade Clover, “el Euroasianismo avizora al territorio de Eurasia como la plataforma para un Movimiento Global antioccidental, cuyo último objetivo es la expulsión del “Atlanticismo” y el Liberalismo de Eurasia”. Según Clover, este Movimiento tiene entre sus adeptos a miembros de la ultraizquierda y de la ultraderecha. El Euroasianismo ha triunfado al reconciliar al Comunismo, la Ortodoxia Religiosa y al Fundamentalismo Nacionalista dice.
      Dugin plantea la necesidad de llegar a una alianza antioccidental con el Islamismo, lo cual lo diferencia de los Nacionalistas rusos. Esta es una lucha cultural, filosófica, ontológica y escatológica, porque en la situación actual el Eurasismo identifica la esencia de la Edad Oscura, o el Gran Paradigma. Pero también cree que se debe pasar de una postura puramente teórica a la práctica, a un nivel Geopolítico; y en este nivel Geopolítico, Rusia conserva los recursos potenciales, y la inclinación para hacer frente a este reto, porque la historia de Rusia ha estado durante mucho tiempo intuitivamente orientada contra el mismo horizonte. Rusia es una gran Potencia donde hay una aguda conciencia de lo que está pasando en el mundo, en términos históricos, y una profunda conciencia de su propia misión escatológica. Por lo tanto, es natural que Rusia deba jugar un papel central en esta coalición anti-statu quo”(ibídem). Rusia defendió su identidad contra el Catolicismo, el Protestantismo y el Occidente moderno durante el tiempo de los Zares; a continuación, contra el Capitalismo Liberal durante la Época Soviética. Ahora hay una tercera oleada de esta lucha: la lucha contra la posmodernidad, el ultra-liberalismo y la globalización. Pero esta vez, Rusia ya no es capaz de confiar en sus propios recursos. No se puede luchar únicamente bajo la bandera del Cristianismo Ortodoxo. Ni reintroducir o confiar en la Doctrina Marxista como una opción viable, ya que el Marxismo es en sí mismo una raíz principal de las ideas destructivas que constituyen la posmodernidad. Rusia es ahora uno de los muchos participantes en esta lucha global, y no puede enfrentar esta lucha sola. Se tiene que unir a todas las fuerzas que se oponen a las normas occidentales y a su sistema económico. Así que hay que hacer alianzas con todos los Movimientos Sociales y Políticos de Izquierda que cuestionan el statu quo del Capitalismo Liberal. Nosotros también debemos aliarnos con todas las fuerzas identitarias que en cualquier cultura rechazan la Globalización por razones culturales”(sic). Desde esta perspectiva, los movimientos Islámicos, los movimientos Hindúes o los movimientos Nacionalistas de todo el mundo también deben ser considerados como aliados. Hindúes, Budistas, Cristianos, y Paganos Identitarios de Europa, América o América Latina, u otros tipos de culturas, todos deben formar un frente común. La idea es unir a todos ellos, contra el enemigo singular y el mal singular, con una multiplicidad de conceptos de lo que es bueno.
CODA: Exceptuando el fuerte anti-Occidentalismo y la condena total a los EE.UU., notamos que la Ideología del Eurasismo Nacionalista Multipolar, tiene bastante concomitancia con la ideología del NACIONALISMO REPUBLICANO que propugna el Coloradismo Paraguayo, como ser: su origen  en el Conservadurismo Ideológico, el Nacionalismo a ultranza, el Republicanismo, la defensa irrestricta de la Tradición, los valores Religiosos, el rechazo del dominio del mundo por una sola Potencia (Paraguay fue víctima del Imperialismo Inglés y sus lacayos Liberales Sudamericanos en 1870), la reivindicación y elevación de los valores del “Ser Nacional”, la sociedad Policlasista, el rechazo al Marxismo y al Nazi/Fascismo, y la histórica condena total al LIBERALISMO, con un apego a la “Tercera Vía” de un “Estado Regulador” que escapa a la tesis NeoLiberal “Mercadocéntrica, como a la tesis de la extrema Izquierda “Estadocéntrica”,  y otros más, como el amor entrañable al terruño,  tal como lo expresara tan certeramente uno de los Filósofos más importantes de todos los tiempos: Martín Heidegger en sus Conferencias de 1925 “El actual combate por una visión del mundo histórica”, en las cuales Heidegger afirmó que para interrogarse sobre "el carácter del ser" es necesario un "suelo" (Boden) y que se requiere apropiarse de un pasado, allí donde sea posible encontrar las raíces auténticas de nuestra existencia”. Continúa con  Ser y Tiempo  donde rechazó cualquier esclarecimiento de la existencia apoyado en culturas extranjeras, pues conduce a la pérdida del suelo y consideró que la existencia auténtica sólo se realiza como destino común de un pueblo. En el curso del invierno de 1934-1935, sobre la Germania de Hölderlin, Heidegger exclamó subrayando el texto editado: “La Patria es ‘el ser’ mismo” (Das Vaterland ist ‘das Seyn’ selbst). Y en la célebre Entrevista de 1966 a “Der Spiegel” declaró:
      “Sé, por la experiencia e historia humanas, que todo lo esencial y grande sólo ha podido surgir cuando el hombre tenía una patria y estaba arraigado en una tradición”.-