LA VERDAD SOBRE CHILE
Mucho se habla y se escribe sobre el “Milagro Económico Chileno” que
siempre nos ponen de ejemplo para Latinoamérica; por eso queremos
dilucidar algo de la verdad del supuesto “Milagro” y también del “ejemplo” para
ver si más allá de los números macroeconómicos, el pueblo chileno se ha
beneficiado realmente de ese crecimiento, pues según Tomás Hirsch,
Candidato de la Izquierda no “alineada”, tan solo “el 20% de la población se ha
beneficiado de dicho crecimiento desde el fin de la dictadura de Pinochet, y
antes de ella, mucho menos”.
Contexto económico, político y social.
La economía chilena, aunque es muy
abierta, demostró su resistencia ante la
crisis internacional, en el contexto de la crisis de los años 2007-2008 (-1,5%
del PIB en 2009), y su resistencia ante el impacto del terremoto de 2010, cuyo
costo total ha sido estimado en cerca de 30 mil millones de USD. A pesar del
reajuste de la política monetaria y las incertidumbres en el plano
internacional, el repunte del crecimiento ha alcanzado cerca de 6% entre 2010 y
2012, sobre todo gracias al vigor de la demanda interna. En 2013, el crecimiento
fue de 4,4%. En 2013, Chile ha sufrido las consecuencias del enfriamiento de la
economía China, la baja del precio del cobre y un aflojamiento de las
inversiones.
Chile
dispone de la economía con mejores resultados de Latinoamérica y su índice de
crecimiento, uno de los más fuertes de la OCDE desde 2010, debiera permanecer
saludable en 2014. El país es considerado por los inversionistas extranjeros
como un modelo de estabilidad económica. Chile, que se ha integrado a la OCDE
en enero de 2010, sin embargo sigue expuesto a las fluctuaciones del cobre (el
país es el principal productor y exportador mundial de cobre). Como
consecuencia del sismo que golpeó al país en 2010, el Gobierno ha seguido
concentrando sus esfuerzos en la rehabilitación y la reconstrucción, con
medidas fiscales y gastos adaptados a la situación. Las autoridades se han
fijado como objetivo la reducción del déficit estructural del Gobierno central
a 1% del PIB de aquí a 2014. En 2013, la inflación fue controlada. A pesar del
vigor de la demanda interna, la inflación debiera seguir siendo moderada
gracias al impacto favorable de la firmeza del peso y la estabilización valor
del petróleo en los precios de los productos importados. El nivel de deuda
pública es muy bajo. Gracias a los ingresos del cobre, Chile dispone de un
fondo soberano de 15 mil millones de euros. Más a largo plazo, Chile debiera mejorar
su productividad, dejar atrás su dependencia del cobre (la mitad de sus
exportaciones, cerca de un quinto del PIB) y desarrollar su producción
alimenticia. La tasa de desempleo ha bajado, implicando a 5,5% de la población,
principalmente los jóvenes. Aunque Chile tiene uno de los PIB/habitante más
altos de Latinoamérica, la extrema pobreza
concierne todavía a cerca del 25% de la población, y la desigualdad sigue
siendo fuerte (es uno de los países más desiguales de la OCDE).
Dentro del modelo Neoliberal, el Gobierno
no pudo hacer mucho para mejorar la distribución
desigual del ingreso que es el mayor de América Latina junto con Brasil. La
socialista Michelle Bachelet fue electa Presidenta en Diciembre de 2013 con una
amplía mayoría, y cumple un año de gestión el 14 de Marzo próximo. Debiera
estar a la escucha de las protestas por una mayor igualdad, y las reivindicaciones
de los estudiantes que piden una educación
gratuita (que no existe en Chile). Además, prometió elaborar una nueva
Constitución (en reemplazo de la de Pinochet) e impulsar una Reforma
Tributaria para una mejor distribución de la riqueza; pero los Asesores de Bachelet todavía
no han sido capaces de explicar la Reforma
Tributaria: hasta ahora el cambio en los impuestos que pretende Michelle,
sólo beneficia a los grandes sueldos, es decir, a los que ganan de 7 millones
mensuales hacia arriba. Y las PYMES serán las más perjudicadas con la eliminación
del 14 bis (que es un beneficio tributario que pueden utilizar los
contribuyentes obligados a declarar renta efectiva según contabilidad completa
por las rentas, del artículo 20 de la Ley de la Renta, y cuyos ingresos anuales
por ventas, servicios u otras actividades de su giro, no hayan excedido un
promedio anual de 3.000 unidades
tributarias mensuales en los tres últimos ejercicios. Nota del Autor) y la subida del Impuesto a la Renta
del 20% al 25%, porque las pequeñas empresas se descapitalizarán pues tendrán
menos circulante para trabajar. En lugar de eso debiera aplicarse el “Impuesto
a la Riqueza”. Por último, si al gran
retail
(el detal o venta al detalle [en inglés retail] es un sector económico que
engloba a las Empresas especializadas en la comercialización masiva de productos o servicios uniformes a
grandes cantidades de clientes; es el sector industrial que entrega
productos al consumidor final. Nota del Autor) y a las Grandes
Empresas le suben los impuestos, éstos despiden gente o traspasan los
mayores tributos al consumidor, el resto es música. Ningún asesor de
Bachelet fue capaz de explicar claramente donde está el beneficio de la Reforma
Tributaria. También ha prometido
Reforma
Agraria: La Reforma Agraria se inició bajo el Gobierno de Jorge
Alessandri, con la promulgación de la ley 15.020 de 1962. Durante el Gobierno de Eduardo
Frei Montalva se impulsó una reforma más amplia y
operativa, capaz de hacer más expedito el proceso de las expropiaciones. Durante el Gobierno de Salvador Allende el proceso de expropiaciones se aceleró bruscamente,
debido a la presión de las Organizaciones Campesinas. Al producirse el Golpe
de Estado del 11 de septiembre de 1973, la Unidad Popular había expropiado cerca de 4.400 predios agrícolas, que
sumaban más de 6,4 millones de hectáreas. El viejo orden Latifundista,
que había prevalecido por más de 400 años, había llegado a su fin. Sin
embargo, “en las dos décadas siguientes
el modelo Neoliberal
instaurado por el Gobierno militar de Augusto Pinochet, irrumpió en el mundo rural, produciéndose el traspaso
de la tierra a los antiguos (y nuevos) propietarios, quienes modernizaron como
Empresa Capitalista la producción agrícola y convirtieron en proletariado
a los campesinos”
(“Memoria Chilena”; Biblioteca
Nacional Digital de Chile). Y está pendiente la Reforma
del Código Laboral de Pinochet: durante la
tiranía de Augusto Pinochet (1973-90), los
trabajadores sufrieron una economía abierta al mercado doméstico e
internacional. Padecieron los efectos de un nuevo
Reglamento Laboral, el que
contemplaba restricciones severas sobre sus organizaciones y acciones en una Dictadura
represiva, sin la participación de sus compañeros políticos. Sólo al
restaurarse la Democracia gozaron de muy poco más justicia social, pero ello aún en una economía neoliberal y globalizada. Así,
y si bien todavía no ocurre un restablecimiento de las Leyes fundamentales que
reinaban hasta 1973 y les falta recuperar su capacidad organizacional,
lograron algunas regulaciones favorables en el ámbito legal. En esa realidad, el Sindicalismo actúa con mucha más
libertad, pero con Partidos Políticos
menos capaces o dispuestos a defender sus causas. En Chile aún no se
ha reformado el Reglamento Laboral de Pinochet de 1979,
no hay estabilidad laboral y está muy restringida la formación y
acción de los Sindicatos. Si bien algunos trabajadores se beneficiaron del contexto
económico general en esta década, no recibieron
tratamiento especial de la Concertación. Tampoco recibieron muchas mejoras en la Legislación Laboral.
No obstante algunas modificaciones útiles,
la lógica férrea del sistema de relaciones
laborales no se rompió desde 1979 hasta ahora. Dado el plan de la economía, la debilidad
del Sindicalismo, la intransigencia de la Derecha y la cautela de la
Concertación, no pasaron reformas
rotundas. La Derecha económica y política defendió
las reglas laborales que favorecen a los Empresarios,
una demostración del Poder gigantesco de los Capitalistas dentro del modelo económico impuesto por Pinochet y el poder
exagerado de los Partidos Conservadores dentro del modelo político impuesto por
éste. Al mismo tiempo, la Concertación aceptó el concepto de la necesidad de la flexibilidad del mercado
laboral sin mucha intervención del Estado en
las relaciones entre Trabajadores y Empresarios. En el fondo, no quería
molestar la propiedad privada. Para sostener el modelo económico, la
Concertación tuvo que prestar más atención a la satisfacción de los Empresarios en vez de
los Trabajadores. Frente a la presencia
lejana del Estado y la hostilidad de los Empleadores,
los Trabajadores necesitan Sindicatos fuertes para aprovecharse de las
oportunidades en el mercado; y
reformar el Reglamento Laboral.
Todo lo señalado Michelle Bachelet ya prometió y no cumplió en su anterior
período Presidencial (2006-2010). Veremos
ahora si el temor a las FF.AA. y la Derecha se lo permiten. Por último, los
pueblos indígenas siguen reclamando sus tierras ancestrales.
En Chile hay todavía algo ofensivo para
la misma concepción ideológica de la “Economía Social de Mercado”, como lo
señaló, en oportunidad de su visita a nuestro país, el entonces Presidente de la Internacional Liberal,
Conde Otto Lambsdorff: “…El
capitalismo que proponemos desde Alemania, en base a nuestra experiencia, es la
Economía Social de Mercado, con su fuerte componente de justicia social y
cuidado del medio ambiente… hoy por hoy, nuestra sociedad tiene la cadena más
extensa de servicios sociales que expande el bienestar a una gran mayoría de
los ciudadanos”; y refiriéndose a Chile,el ejemplo sudamericano, señaló:“…Chile es una maravilla desde el punto de vista macroeconómico.
Los números son correctos, el crecimiento es ideal, la moneda fuerte, la
inflación baja o casi controlada. Pero se toma un automóvil y ni bien se sale
de los suburbios residenciales de Santiago, uno se encuentra con barriadas
pobres sin luz ni agua, sin infraestructura escolar. Y esto es ofensivo…” (Diario ABC Color; Julio de 2008).
En Chile,
las FF.AA. se reservaron el Poder
real y la autonomía de su esfera interior, “para
evitar casos extremos y el saqueo del país”
–desde 1982, en que el “crash” económico hizo que el Gobierno de las FF.AA.
determinase el cambio de rumbo hacia una economía de mercado racional en vez
del Neoliberalismo capitalista liso, llano y brutal que se estaba aplicando,
excluyendo además de la dirección económica a los “Chicago Boys” y los
“Barones” que intentaban monopolizarla– regulando el proceso; y los resultados están a la vista:
transparencia, bastante honestidad en el manejo de la cosa pública (a pesar del
escándalo de la nuera de Bachelet a cuya Empresa se le concedió un préstamo
multimillonario en forma muy irregular) y un sostenido crecimiento económico
alabado por propios y extraños, pero
con un solo grupo económico dominante (“la Derecha”), que aumentando
cada año su inversión en gastos sociales, desde la llegada al poder de la Oposición
civil, está queriendo caminar hacia la verdadera Economía Social de Mercado
que, reiteramos, significa: “crecimiento
económico, con equidad, avance social, concertación entre los diferentes
actores sociales (Estado, Sindicatos, Patrones, Consumidores y Fuerzas Armadas)
y equilibrio ecológico, todo en democracia”,
que aún no se da porque Chile es una Democracia tutelada por la
Derecha y las FF.AA. y sigue siendo un país de pobres manejado por un puñado de
super-ricos. La “Lección” de Augusto Pinochet todavía sigue intimidando a los “Socialistas” chilenos. Pero al menos las FF.AA. chilenas han abandonado al
equipo de asesinos de Pinochet y conservan su monolitismo institucional
profesional y autónomo hasta nuestros días.
Respecto a ese temor reverencial del Gobierno Chileno a las Fuerzas Armadas
apuntemos como anécdota que a la muerte del feroz asesino y torturador, el ex
Jefe de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) de la época de Pinochet: Gral. Manuel Contreras –condenado
a más de 200 años de prisión en
cuarenta juicios por violaciones de los derechos humanos– el 3 de Septiembre de 2014, el Ministro de Defensa, Jorge Burgos, se presentó en
el velatorio para expresar al Ejército las condolencias correspondientes en
representación de la Presidenta de la República Michelle Bachelet .
La “renovación” Socialista.
Carlos Altamirano Orrego
(nacido en 1922) fue Diputado y Senador del Partido Socialista entre 1965 y
1973. En 1971 fue elegido Secretario General de ese Partido en representación
de su ala más izquierdista. Logró eludir la persecución y salir del país
clandestinamente tras el golpe de Estado pinochetista para establecerse en la
RDA, y luego en Francia. Conservó su cargo de líder del PS hasta 1979 y
encabezó –junto con Jorge Arrate y otros Dirigentes en el exilio– la llamada “renovación” que llevó ahora al PS a
adoptar posiciones Neoliberales, lo que a la fecha de hoy sigue defendiendo
pero con críticas fuertes a lo último, a pesar de su separación de la política
activa. .
Carlos Altamirano recuerda que en 1990 envió una carta al Partido Socialista “a efectos de que hiciéramos una reflexión profunda que nos condujera a la refundación del Partido, siempre bajo la inspiración del Socialismo. Estaba inspirada, en parte, en el proceso abierto por los Comunistas italianos. Pensaba que no podíamos vivir del pasado, como tampoco de la aceptación llana del presente. Creo que es valedera la frase que escribió Víctor Hugo, cuando dijo que ‘hay hombres que por conservar su pasado pierden su futuro’. Eso es lo que le puede pasar a nuestro Partido Socialista. En realidad, lo más grave es que ni siquiera hemos conservado el pasado. Habría sido más legítimo conservar el pasado que sumarse a las posiciones Neoliberales”. En cuanto a la situación actual de la Izquierda, Altamirano dijo al historiador Gabriel Salazar: “Sin lugar a dudas, la Concertación, en Chile, no ha sido hasta hoy una fuerza sociocultural transformadora. Al revés: ha sido una fuerza ‘conservadora’, en el sentido de que ha preservado y estilizado el modelo neoliberal de Pinochet (tanto como para que, en un eventual gobierno de la Derecha, ésta se juegue por continuar esa línea). Peor aún: ha extendido la infección Capitalista y Derechista al extremo de reducir su propia base electoral en beneficio de la Derecha. Y en este plano, el Partido Socialista se ha sumado con entusiasmo a ese conservadurismo y se ha jugado por él, abdicando de su clásica condición de vanguardia ideológica, popular, política. Está amarrado al Modelo en cuerpo y alma. Y ha tratado de sostener sobre sus espaldas, con fe de carbonero, el Modelo Neoliberal y la Globalización completa… en una actitud de servilismo verdaderamente titánico… Mi amigo Jorge Arrate, en cambio, está tratando de hacer algo, por dentro y por fuera, pero con pocas posibilidades de cambiar esa obcecación… Sin Izquierda verdadera (e incluso, sin una verdadera centro-izquierda), el campo político queda propicio para el triunfal aterrizaje de vivarachos y pillastrines (...) Hoy todo está revuelto, todo. Hay correligionarios que dirigen transnacionales, como si nada. Se mueven a lo largo de esos hilos semi-invisibles que unen el Estado y el Mercado. Todos usan de los mismos hilos para pasarse de un lado a otro. Por eso es que, fuera del hemiciclo, son todos amigos. Los más inteligentes van por esos hilos yendo y viniendo, tejiendo y destejiendo, como arañas virtuales. Hasta que de repente se bajan por ahí y aparecen como millonarios, vestidos con trajes Armani, viajando por el mundo, almorzando en Borde Río, veraneando en Cachagua…” (por ejemplo, y esto es nuestro, tenemos que la pareja de la muy publicitada Camila Vallejo –líder del movimiento estudiantil por la gratuidad de la educación, que causó un gran desorden en 2011, ahora Diputada por el Partido Comunista aliado a Michelle Bachelet– Julio Sarmiento, cubano llegado a Chile a los 19 años en 2002 para estudiar Medicina, hoy, a los 32 años, ha sido nombrado por la Administración Bachelet Subsecretario (Vice-Ministro) del Ministerio de Salud de Chile y Asesor especial del Gobierno. Es evidente que no sólo aquí en Paraguay “se cuecen habas”...). Como continúa diciendo Altamirano: “De repente, la ausencia de fronteras en lo ideológico y en la comunidad global de los grandes intereses, se refleja también en el eclipse de otra clase de fronteras… A las cuales no quiero referirme… Varios de ellos fueron seminaristas… Los Partidos de la “Concertación” se han convertido en cardúmenes de anguilas, que se deslizan por las redes amistosas con una habilidad simiesca, arreglándoselas para flotar siempre en la red superior…” Así es como el Partido Comunista, del que cabía esperar cierto extremismo, es parte del sistema de la Concertación de Michelle Bachelet “Nueva Mayoría” –es decir de los Partidos tolerados por el Régimen de “Democracia controlada”– y su más ferviente defensor, al punto que sus críticos lo denominan con ironía “Ministerio de Oposición Roja”.
Carlos Altamirano recuerda que en 1990 envió una carta al Partido Socialista “a efectos de que hiciéramos una reflexión profunda que nos condujera a la refundación del Partido, siempre bajo la inspiración del Socialismo. Estaba inspirada, en parte, en el proceso abierto por los Comunistas italianos. Pensaba que no podíamos vivir del pasado, como tampoco de la aceptación llana del presente. Creo que es valedera la frase que escribió Víctor Hugo, cuando dijo que ‘hay hombres que por conservar su pasado pierden su futuro’. Eso es lo que le puede pasar a nuestro Partido Socialista. En realidad, lo más grave es que ni siquiera hemos conservado el pasado. Habría sido más legítimo conservar el pasado que sumarse a las posiciones Neoliberales”. En cuanto a la situación actual de la Izquierda, Altamirano dijo al historiador Gabriel Salazar: “Sin lugar a dudas, la Concertación, en Chile, no ha sido hasta hoy una fuerza sociocultural transformadora. Al revés: ha sido una fuerza ‘conservadora’, en el sentido de que ha preservado y estilizado el modelo neoliberal de Pinochet (tanto como para que, en un eventual gobierno de la Derecha, ésta se juegue por continuar esa línea). Peor aún: ha extendido la infección Capitalista y Derechista al extremo de reducir su propia base electoral en beneficio de la Derecha. Y en este plano, el Partido Socialista se ha sumado con entusiasmo a ese conservadurismo y se ha jugado por él, abdicando de su clásica condición de vanguardia ideológica, popular, política. Está amarrado al Modelo en cuerpo y alma. Y ha tratado de sostener sobre sus espaldas, con fe de carbonero, el Modelo Neoliberal y la Globalización completa… en una actitud de servilismo verdaderamente titánico… Mi amigo Jorge Arrate, en cambio, está tratando de hacer algo, por dentro y por fuera, pero con pocas posibilidades de cambiar esa obcecación… Sin Izquierda verdadera (e incluso, sin una verdadera centro-izquierda), el campo político queda propicio para el triunfal aterrizaje de vivarachos y pillastrines (...) Hoy todo está revuelto, todo. Hay correligionarios que dirigen transnacionales, como si nada. Se mueven a lo largo de esos hilos semi-invisibles que unen el Estado y el Mercado. Todos usan de los mismos hilos para pasarse de un lado a otro. Por eso es que, fuera del hemiciclo, son todos amigos. Los más inteligentes van por esos hilos yendo y viniendo, tejiendo y destejiendo, como arañas virtuales. Hasta que de repente se bajan por ahí y aparecen como millonarios, vestidos con trajes Armani, viajando por el mundo, almorzando en Borde Río, veraneando en Cachagua…” (por ejemplo, y esto es nuestro, tenemos que la pareja de la muy publicitada Camila Vallejo –líder del movimiento estudiantil por la gratuidad de la educación, que causó un gran desorden en 2011, ahora Diputada por el Partido Comunista aliado a Michelle Bachelet– Julio Sarmiento, cubano llegado a Chile a los 19 años en 2002 para estudiar Medicina, hoy, a los 32 años, ha sido nombrado por la Administración Bachelet Subsecretario (Vice-Ministro) del Ministerio de Salud de Chile y Asesor especial del Gobierno. Es evidente que no sólo aquí en Paraguay “se cuecen habas”...). Como continúa diciendo Altamirano: “De repente, la ausencia de fronteras en lo ideológico y en la comunidad global de los grandes intereses, se refleja también en el eclipse de otra clase de fronteras… A las cuales no quiero referirme… Varios de ellos fueron seminaristas… Los Partidos de la “Concertación” se han convertido en cardúmenes de anguilas, que se deslizan por las redes amistosas con una habilidad simiesca, arreglándoselas para flotar siempre en la red superior…” Así es como el Partido Comunista, del que cabía esperar cierto extremismo, es parte del sistema de la Concertación de Michelle Bachelet “Nueva Mayoría” –es decir de los Partidos tolerados por el Régimen de “Democracia controlada”– y su más ferviente defensor, al punto que sus críticos lo denominan con ironía “Ministerio de Oposición Roja”.
En recientes declaraciones, Altamirano señaló que en la década de los ‘70
las fuerzas políticas críticas estaban divididas por la bipolaridad mundial, “donde lamentablemente la DC y el PS quedaron en bandos distintos”. Para el ex Dirigente “El ejercicio del Poder ha llevado al Partido Socialista actualmente a un
estancamiento histórico y a una paralización
de la voluntad transformadora,
característica esencial de esa colectividad.
Pienso que un Partido de Izquierda, y el Socialista concretamente, no
debe declararse anticapitalista; ni es el momento de
declararnos antiimperialistas. No porque el PS o el Socialismo histórico hayan cambiado,
sino porque el mundo cambió”, dice, hoy en día, ya nonagenario, el otrora ultra-revolucionario
Carlos Altamirano.-
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