sábado, 18 de junio de 2016

CHILE

                  LA  VERDAD  SOBRE  CHILE
     Mucho se habla y se escribe sobre el “Milagro Económico Chileno” que siempre nos ponen de ejemplo para Latinoamérica; por eso queremos dilucidar algo de la verdad del supuesto “Milagro” y también del “ejemplo” para ver si más allá de los números macroeconómicos, el pueblo chileno se ha beneficiado realmente de ese crecimiento, pues según Tomás Hirsch, Candidato de la Izquierda no “alineada”, tan solo “el 20% de la población se ha beneficiado de dicho crecimiento desde el fin de la dictadura de Pinochet, y antes de ella, mucho menos”.
        Contexto económico, político  y social.
       La economía chilena, aunque es muy abierta, demostró su resistencia ante la crisis internacional, en el contexto de la crisis de los años 2007-2008 (-1,5% del PIB en 2009), y su resistencia ante el impacto del terremoto de 2010, cuyo costo total ha sido estimado en cerca de 30 mil millones de USD. A pesar del reajuste de la política monetaria y las incertidumbres en el plano internacional, el repunte del crecimiento ha alcanzado cerca de 6% entre 2010 y 2012, sobre todo gracias al vigor de la demanda interna. En 2013, el crecimiento fue de 4,4%. En 2013, Chile ha sufrido las consecuencias del enfriamiento de la economía China, la baja del precio del cobre y un aflojamiento de las inversiones.
       Chile dispone de la economía con mejores resultados de Latinoamérica y su índice de crecimiento, uno de los más fuertes de la OCDE desde 2010, debiera permanecer saludable en 2014. El país es considerado por los inversionistas extranjeros como un modelo de estabilidad económica. Chile, que se ha integrado a la OCDE en enero de 2010, sin embargo sigue expuesto a las fluctuaciones del cobre (el país es el principal productor y exportador mundial de cobre). Como consecuencia del sismo que golpeó al país en 2010, el Gobierno ha seguido concentrando sus esfuerzos en la rehabilitación y la reconstrucción, con medidas fiscales y gastos adaptados a la situación. Las autoridades se han fijado como objetivo la reducción del déficit estructural del Gobierno central a 1% del PIB de aquí a 2014. En 2013, la inflación fue controlada. A pesar del vigor de la demanda interna, la inflación debiera seguir siendo moderada gracias al impacto favorable de la firmeza del peso y la estabilización valor del petróleo en los precios de los productos importados. El nivel de deuda pública es muy bajo. Gracias a los ingresos del cobre, Chile dispone de un fondo soberano de 15 mil millones de euros. Más a largo plazo, Chile debiera mejorar su productividad, dejar atrás su dependencia del cobre (la mitad de sus exportaciones, cerca de un quinto del PIB) y desarrollar su producción alimenticia. La tasa de desempleo ha bajado, implicando a 5,5% de la población, principalmente los jóvenes. Aunque Chile tiene uno de los PIB/habitante más altos de Latinoamérica, la extrema pobreza concierne todavía a cerca del 25% de la población, y la desigualdad sigue siendo fuerte (es uno de los países más desiguales de la OCDE). Dentro del modelo Neoliberal, el Gobierno no pudo hacer mucho para mejorar la distribución desigual del ingreso que es el mayor de América Latina junto con Brasil. La socialista Michelle Bachelet fue reelecta Presidenta en Diciembre de 2013 con una amplía mayoría, y cumplió dos años de gestión el 14 de Marzo último. Debiera estar a la escucha de las protestas por una mayor igualdad, y las reivindicaciones de los estudiantes que piden una educación gratuita (que no existe en Chile). Además, prometió elaborar una nueva Constitución (en reemplazo de la de Pinochet) e impulsar una Reforma Tributaria para una mejor distribución de la riqueza; pero los Asesores de Bachelet todavía no han sido capaces de explicar la Reforma Tributaria: hasta ahora el cambio en los impuestos que pretende Michelle, sólo beneficia a los grandes sueldos, es decir, a los que ganan de 7 millones mensuales hacia arriba. Y las PYMES serán las más perjudicadas con la eliminación del 14 bis (que es un beneficio tributario que pueden utilizar los contribuyentes obligados a declarar renta efectiva según contabilidad completa por las rentas, del artículo 20 de la Ley de la Renta, y cuyos ingresos anuales por ventas, servicios u otras actividades de su giro, no hayan excedido un promedio anual de 3.000 unidades tributarias mensuales en los tres últimos ejercicios. Nota del Autor) y la subida del Impuesto a la Renta del 20% al 25%, porque las pequeñas empresas se descapitalizarán pues tendrán menos circulante para trabajar. En lugar de eso debiera aplicarse el “Impuesto a la Riqueza”. Por último, si al gran retail (el detal  o venta al detalle [en inglés retail] es un sector económico que engloba a las Empresas especializadas en la comercialización masiva de productos o servicios uniformes a grandes cantidades de clientes; es el sector industrial que entrega productos al consumidor final. Nota del Autor) y a las Grandes Empresas le suben los impuestos, éstos despiden gente o traspasan los mayores tributos al consumidor, el resto es música. Ningún asesor de Bachelet fue capaz de explicar claramente donde está el beneficio de la Reforma Tributaria. También ha prometido Reforma Agraria: La Reforma Agraria se inició bajo el Gobierno de  Jorge Alessandri, con la promulgación de la ley 15.020 de 1962. Durante el Gobierno de Eduardo Frei Montalva se impulsó una reforma más amplia y operativa, capaz de hacer más expedito el proceso de las expropiaciones. Durante el Gobierno de Salvador Allende el proceso de expropiaciones se aceleró bruscamente, debido a la presión de las Organizaciones Campesinas. Al producirse el Golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, la Unidad Popular había expropiado cerca de 4.400 predios agrícolas, que sumaban más de 6,4 millones de hectáreas. El viejo orden Latifundista, que había prevalecido por más de 400 años, había llegado a su fin. Sin embargo, en las dos décadas siguientes el modelo Neoliberal  instaurado por el Gobierno militar de Augusto Pinochet, irrumpió en el mundo rural, produciéndose el traspaso de la tierra a los antiguos (y nuevos) propietarios, quienes modernizaron como Empresa Capitalista la producción agrícola y convirtieron en  proletariado  a los campesinos (“Memoria Chilena”; Biblioteca Nacional Digital de Chile). Y está pendiente la Reforma del Código Laboral de Pinochet: durante la tiranía de Augusto Pinochet (1973-90), los trabajadores sufrieron una economía abierta al mercado doméstico e internacional. Padecieron los efectos de un nuevo Reglamento Laboral, el que contemplaba restricciones severas sobre sus organizaciones y acciones en una Dictadura represiva, sin la participación de sus compañeros políticos. Sólo al restaurarse la Democracia gozaron de muy poco más justicia social, pero ello aún en una economía neoliberal y globalizada. Así, y si bien todavía no ocurre un restablecimiento de las Leyes fundamentales que reinaban hasta 1973 y les falta recuperar su capacidad organizacional, lograron algunas regulaciones favorables en el ámbito legal. En esa realidad, el Sindicalismo actúa con mucha más libertad, pero con Partidos Políticos menos capaces o dispuestos a defender sus causas. En Chile aún no se ha reformado el Reglamento Laboral de Pinochet de 1979, no hay estabilidad laboral y está muy restringida la formación y acción de los Sindicatos. Si bien algunos trabajadores se beneficiaron del contexto económico general en esta década, no recibieron tratamiento especial de la Concertación. Tampoco recibieron muchas mejoras en la Legislación Laboral. No obstante algunas modificaciones útiles, la lógica férrea del sistema de relaciones laborales no se rompió desde 1979 hasta ahora. Dado el plan de la economía, la debilidad del Sindicalismo, la intransigencia de la Derecha y la cautela de la Concertación, no pasaron reformas rotundas. La Derecha económica y política defendió las reglas laborales que favorecen a los Empresarios, una demostración del Poder gigantesco de los Capitalistas dentro del modelo económico impuesto por Pinochet y el poder exagerado de los Partidos Conservadores dentro del modelo político impuesto por éste. Al mismo tiempo, la Concertación aceptó el concepto de la necesidad de la flexibilidad del mercado laboral sin mucha intervención del Estado en las relaciones entre Trabajadores y Empresarios. En el fondo, no quería molestar la propiedad privada. Para sostener el modelo económico, la Concertación tuvo que prestar más atención a la satisfacción de los Empresarios en vez de los Trabajadores. Frente a la presencia lejana del Estado y la hostilidad de los Empleadores, los Trabajadores necesitan Sindicatos fuertes para aprovecharse de las oportunidades en el mercado; y reformar el Reglamento Laboral.
      Todo lo señalado Michelle Bachelet  ya prometió y no cumplió en su anterior período Presidencial (2006-2010). Veremos ahora si el temor a las FF.AA. y la Derecha se lo permiten. Por último, los pueblos indígenas siguen reclamando sus tierras ancestrales.
       En Chile hay todavía algo ofensivo para la misma concepción ideológica de la “Economía Social de Mercado”, como lo señaló, en oportunidad de su visita a nuestro país, el entonces Presidente de la Internacional Liberal, Conde Otto Lambsdorff: “…El capitalismo que proponemos desde Alemania, en base a nuestra experiencia, es la Economía Social de Mercado, con su fuerte componente de justicia social y cuidado del medio ambiente… hoy por hoy, nuestra sociedad tiene la cadena más extensa de servicios sociales que expande el bienestar a una gran mayoría de los ciudadanos”; y refiriéndose a Chile,el ejemplo sudamericano,                    señaló:“…Chile es una maravilla desde el punto de vista macroeconómico. Los números son correctos, el crecimiento es ideal, la moneda fuerte, la inflación baja o casi controlada. Pero se toma un automóvil y ni bien se sale de los suburbios residenciales de Santiago, uno se encuentra con barriadas pobres sin luz ni agua, sin infraestructura escolar. Y esto es ofensivo…” (Diario ABC Color; Julio de 2008).
       En Chile, las FF.AA. se reservaron el Poder real y la autonomía de su esfera interior, para evitar casos extremos y el saqueo del país –desde 1982, en que el “crash” económico hizo que el Gobierno de las FF.AA. determinase el cambio de rumbo hacia una economía de mercado racional en vez del Neoliberalismo capitalista liso, llano y brutal que se estaba aplicando, excluyendo además de la dirección económica a los “Chicago Boys” y los “Barones” que intentaban monopolizarla– regulando el proceso; y los resultados están a la vista: transparencia, bastante honestidad en el manejo de la cosa pública (a pesar del escándalo de la nuera de Bachelet a cuya Empresa se le concedió un préstamo multimillonario en forma muy irregular) y un sostenido crecimiento económico alabado por propios y extraños –pero con un solo grupo económico dominante (“la Derecha”)– que aumentando cada año su inversión en gastos sociales, desde la llegada al poder de la Oposición civil, está queriendo caminar hacia la verdadera Economía Social de Mercado que, reiteramos, significa: “crecimiento económico, con equidad, avance social, concertación entre los diferentes actores sociales (Estado, Sindicatos, Patrones, Consumidores y Fuerzas Armadas) y equilibrio ecológico, todo en democracia”, que aún no se da porque Chile es una Democracia tutelada por la Derecha y las FF.AA. y sigue siendo un país de pobres manejado por un puñado de super-ricos. La Lección de Augusto Pinochet todavía sigue intimidando a los Socialistas chilenos. Pero al menos las FF.AA. chilenas han abandonado al equipo de asesinos de Pinochet y conservan su monolitismo institucional profesional y autónomo hasta nuestros días. Respecto a ese temor reverencial del Gobierno Chileno a las Fuerzas Armadas apuntemos como anécdota que a la muerte del feroz asesino y torturador, el ex Jefe de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) de la época de Pinochet: Gral. Manuel Contreras –condenado a más de 200 años de prisión en cuarenta juicios por violaciones de los derechos humanos– el 3 de Septiembre de 2014,  el Ministro de Defensa, Jorge Burgos, se presentó en el velatorio para expresar al Ejército las condolencias correspondientes en representación de la Presidenta de la República Michelle Bachelet .                
      La “renovación” Socialista.
      Carlos Altamirano Orrego (nacido en 1922) fue Diputado y Senador del Partido Socialista entre 1965 y 1973. En 1971 fue elegido Secretario General de ese Partido en representación de su ala más izquierdista. Logró eludir la persecución y salir del país clandestinamente tras el golpe de Estado pinochetista para establecerse en la RDA, y luego en Francia. Conservó su cargo de líder del PS hasta 1979 y encabezó –junto con Jorge Arrate y otros Dirigentes en el exilio– la llamada “renovación” que llevó ahora al PS a adoptar posiciones Neoliberales, lo que a la fecha de hoy sigue defendiendo pero con críticas fuertes a lo último, a pesar de su separación de la política activa.                           .
      Carlos Altamirano recuerda que en 1990 envió una carta al Partido Socialista “a efectos de que hiciéramos una reflexión profunda que nos condujera a la refundación del Partido, siempre bajo la inspiración del Socialismo. Estaba inspirada, en parte, en el proceso abierto por los Comunistas italianos. Pensaba que no podíamos vivir del pasado, como tampoco de la aceptación llana del presente. Creo que es valedera la frase que escribió Víctor Hugo, cuando dijo que ‘hay hombres que por conservar su pasado pierden su futuro’. Eso es lo que le puede pasar a nuestro Partido Socialista. En realidad, lo más grave es que ni siquiera hemos conservado el pasado. Habría sido más legítimo conservar el pasado que sumarse a las posiciones Neoliberales”. En cuanto a la situación actual de la Izquierda, Altamirano dijo al historiador Gabriel Salazar: Sin lugar a dudas, la Concertación, en Chile, no ha sido hasta hoy una fuerza sociocultural transformadora. Al revés: ha sido una fuerza ‘conservadora’, en el sentido de que ha preservado y estilizado el modelo neoliberal de Pinochet (tanto como para que, en un eventual gobierno de la Derecha, ésta se juegue por continuar esa línea). Peor aún: ha extendido la infección Capitalista y Derechista al extremo de reducir su propia base electoral en beneficio de la Derecha. Y en este plano, el Partido Socialista se ha sumado con entusiasmo a ese conservadurismo y se ha jugado por él, abdicando de su clásica condición de vanguardia ideológica, popular, política. Está amarrado al Modelo en cuerpo y alma. Y ha tratado de sostener sobre sus espaldas, con fe de carbonero, el Modelo Neoliberal y la Globalización completa en una actitud de servilismo verdaderamente titánico Mi amigo Jorge Arrate, en cambio, está tratando de hacer algo, por dentro y por fuera, pero con pocas posibilidades de cambiar esa obcecación Sin Izquierda verdadera (e incluso, sin una verdadera centro-izquierda), el campo político queda propicio para el triunfal aterrizaje de vivarachos y pillastrines (...) Hoy todo está revuelto, todo. Hay correligionarios que dirigen transnacionales, como si nada. Se mueven a lo largo de esos hilos semi-invisibles que unen el Estado y el Mercado. Todos usan de los mismos hilos para pasarse de un lado a otro. Por eso es que, fuera del hemiciclo, son todos amigos. Los más inteligentes van por esos hilos yendo y viniendo, tejiendo y destejiendo, como arañas virtuales. Hasta que de repente se bajan por ahí y aparecen como millonarios, vestidos con trajes Armani, viajando por el mundo, almorzando en Borde Río, veraneando en Cachagua…”  (por ejemplo, y esto es nuestro, tenemos que la pareja de la muy publicitada Camila Vallejo –líder  del movimiento estudiantil por la gratuidad de la educación, que causó un gran desorden en 2011, ahora Diputada por el Partido Comunista aliado a Michelle Bachelet– Julio Sarmiento, cubano llegado a Chile a los 19 años en 2002 para estudiar Medicina, hoy, a los 32 años, ha sido nombrado por la Administración Bachelet Subsecretario (Vice-Ministro) del Ministerio de Salud de Chile y Asesor especial del Gobierno. Es evidente que no sólo aquí en Paraguay “se cuecen habas”...). Como continúa diciendo Altamirano: De repente, la ausencia de fronteras en lo ideológico y en la comunidad global de los grandes intereses, se refleja también en el eclipse de otra clase de fronteras… A las cuales no quiero referirme… Varios de ellos fueron seminaristas… Los Partidos de la Concertación se han convertido en cardúmenes de anguilas, que se deslizan por las redes amistosas con una habilidad simiesca, arreglándoselas para flotar siempre en la red superior…” Así es como el Partido Comunista, del que cabía esperar cierto extremismo, es parte del sistema de la Concertación de Michelle Bachelet “Nueva Mayoría” –es decir de los Partidos tolerados por el Régimen de “Democracia controlada”– y su más ferviente defensor, al punto que sus críticos lo denominan con ironía Ministerio de Oposición Roja”. 
       En recientes declaraciones, Altamirano señaló que en la década de los ‘70 las fuerzas políticas críticas estaban divididas por la bipolaridad mundial, donde lamentablemente la DC y el PS quedaron en bandos distintos”. Para el ex Dirigente El ejercicio del Poder ha llevado al Partido Socialista actualmente a un estancamiento histórico y a una paralización de la voluntad transformadora, característica esencial de esa colectividad. Pienso que un Partido de Izquierda, y el Socialista concretamente, no debe declararse anticapitalista; ni es el momento de declararnos antiimperialistas. No porque el Partido Socialista o el Socialismo histórico hayan cambiado, sino porque el mundo cambió”, dice, hoy en día, ya nonagenario, el otrora  ultra-revolucionario Carlos Altamirano.-

                La verdad sobre Chile (II)  

         CHILE, EJEMPLO DE LA ORTODOXIA
              El Estatismo Neoliberal
       Grupos Conservadores argentinos señalan la experiencia económica Chilena como el sendero a transitar. En ese consejo no mencionan que una porción importante de la renta minera por la explotación del cobre está en manos del Estado.
       Habitualmente en cualquier discurso de política económica, se toma como ejemplo el caso de países dónde queda demostrado en forma “evidente” lo que se quiere explicar. Los economistas ortodoxos viven citando el caso de “países serios”. Últimamente se abusa de los ejemplos referidos a los “países serios de la región”. Para estigmatizar a las tendencias populistas o heterodoxas en economía se cita, inevitablemente y siempre, a Venezuela. Para ensalzar las políticas Neoliberales (“serias”) hay que imitar a Perú o a Chile. Dejando de lado el hecho de que nunca se expone como modelos serios neoliberales a Haití y Panamá o dentro de los populistas a Bolivia; un caso reiterativo es Chile, que aparece como un caso exitoso.
       Al respecto una de nuestras fuentes dice: “Soy mendocino, por lo tanto he viajado a Chile casi toda mi vida. No sólo he visitado Las Condes o Vitacura, barrios de clase alta y media alta de Santiago, sino que también he conocido ciudades como Coquimbo, Valparaíso, Ovalle, Ventana o Iquique donde hay vastos sectores marginales y pobres. Sin embargo, es evidentemente el mejoramiento paulatino, aunque desigual y concentrado, del nivel de vida”.
      ¿Pero en qué se basa la económica chilena?
      Un reciente libro titulado Radiografía Crítica del Modelo Chileno, compilado por el destacado Político y Economista Gonzalo Martner Fanta y que incluye entre sus autores a buena parte de lo mejor del pensamiento progresista chileno como José Gabriel Palma, Carlos Ominami, Jorge Leiva, Raúl Requena o Jaime Ruiz-Tagle entre muchos otros, da buenas pistas a la explicación del “Modelo Chileno” y, al mismo tiempo, permite inferir la errónea percepción que del mismo tiene la ortodoxia argentina.
       Lo que se desprende de una lectura atenta de ese texto es que el tan publicitado Modelo Chileno, se sustenta en ¡una exitosa y eficiente estatización de una parte sustantiva de su economía! Parece increíble por su fachada Neoliberal (comercial, cultural, de relaciones exteriores), pero es así.
       Chile es el primer productor y exportador de cobre del mundo. Tiene alrededor del 30 por ciento de las reservas mundiales, y este metal explica más de la mitad del total de sus exportaciones (Pablo Neruda decía que el cobre “es el sueldo de Chile”), pero lo más importante es que el 47 por ciento del total del cobre exportable corresponden a la Empresa Estatal Codelco (Corporación Nacional del Cobre de Chile). A pesar de que el peso estatal chileno en la producción de cobre ha disminuido desde aquel inicial 75 por ciento en épocas de Allende, luego al 60 por ciento en la década del ‘80, hasta el actual 47 por ciento, aumentando la participación de empresas privadas (aunque es de destacar que, las Empresas Privadas tributan un impuesto adicional del 20 por ciento sobre dividendos), el cobre sigue siendo la fuente principal de financiamiento público.
       Codelco es la mayor minera cuprífera del mundo y debe transferir al Gobierno el 100 por ciento de sus utilidades (después de impuestos). Las fluctuaciones anuales de las transferencias financieras de Codelco al Gobierno están relacionadas a las variaciones observadas en el precio mundial del cobre. Ello ha hecho que el brillante economista chileno de la Universidad de Cambridge, José Gabriel Palma, dijera que, por la dependencia del cobre, la economía chilena padece la “enfermedad holandesa” (pérdida de competitividad internacional de una economía producida por la apreciación de la moneda en función del alza de un bien exportable).
       El fuerte ingreso de divisas producto del aumento casi constante del valor del cobre en el mercado de metales de Londres, permite que el Estado, a fin de no apreciar en exceso su moneda, realice fuertes inversiones en obra pública, abra totalmente las importaciones, disminuya impuestos y ejecute algunos programas sociales. Ello ha permitido que Chile aumente los niveles de empleo, mejore el índice de Gini* y ensanche su raquítica clase media. Claro que se debe aclarar, que el propietario de Codelco, el Estado chileno, ha estado casi siempre en manos del bloque dominante. A excepción del fugaz período Allendista, Chile no ha tenido movimientos populares de base obrera o campesina que pusieran en riesgo el dominio del Estado por parte del bloque dominante. Probablemente, por la falta endémica de un proceso de industrialización, obstruido por el propio bloque dominante local y extranjero.
       El cobre ocupa el 56 por ciento del total de las exportaciones de Chile, seguido por los alimentos (principalmente pescado) que son el 19 por ciento del total, luego los forestales un 8 por ciento y el resto de todo lo exportable suma un 17 por ciento. Es decir, si de ese 56 por ciento, el 47 por ciento son de Codelco, el cobre estatal es el 30,72 por ciento del total. Sólo para comparar, en Argentina el 24 por ciento del total de sus exportaciones son materias primas agropecuarias, el 34 por ciento manufacturas de origen agropecuario, 36 por ciento de manufacturas de origen industrial y un 7 por ciento de energía. Para igualar el peso del Estado al que tiene en la economía chilena, el Gobierno argentino debería expropiar casi todo el sistema productor de commodities agropecuarios, dejando menos de un 4 por ciento en manos de privados. Si la ortodoxia argentina quisiera imitar en serio el modelo chileno, debería hacerlo. Claro, probablemente por ello dejarían de ser conocidos como Neoliberales para ser llamados Bolcheviques.--
* El índice de Gini mide hasta qué punto la distribución del ingreso (o, en algunos casos, el gasto de consumo) entre individuos u hogares dentro de una economía se aleja de una distribución perfectamente equitativa. Una curva de Lorenz muestra los porcentajes acumulados de ingreso recibido total contra la cantidad acumulada de receptores, empezando a partir de la persona o el hogar más pobre. El índice de Gini mide la superficie entre la curva de Lorenz y una línea hipotética de equidad absoluta, expresada como porcentaje de la superficie máxima debajo de la línea. Así, un índice de Gini de 0 representa una equidad perfecta, mientras que un índice de 100 representa una inequidad perfecta.

FUENTES: Además de los citados en el Artículo;  Javier Ozollo  Docente e investigador de la Universidad Nacional de Cuyo; CIPER (Centro de Investigación Periodística).-

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