PORQUÉ FUE
DERROCADA LA IZQUIERDA EN PARAGUAY
UN ANÁLISIS CRÍTICO. (Edición corregida).
Hoy has dormido mucho. Al despertar, tu vieja sangre ha bullido.
Esto también ha significado algo.
La muchacha que te despertó,
te tocó la frente y te llamó Señor. Tú sonreíste,
alzaste una mano trémula. Pero
ella ya se había ido,
como se van las estaciones, como una flor nocturna se cierra
durante el día,
como un halcón vuela hacia el sol
o como corre el leopardo;
como se detiene el ciervo, salpicado de sol en
la alta hierba,
pero no permanece. Como tu Poder.
Ahmed Gaffur: “Poema
Musulmán-Hindú”.
………………………………………………………………….
El 22 de Junio de 2012 con la
destitución, vía Juicio Político, del Presidente de la República Fernando Lugo, cayó del Poder la
Izquierda Paraguaya abandonada por sus aliados del Partido Liberal Radical Auténtico –que
le daba sustento político y Parlamentario–
con una votación casi unánime del Senado paraguayo. Queremos puntualizar
algunas cosas al respecto.
Lo que sorprende en los
izquierdistas paraguayos es su oquedad intelectual: en cuatro años de Poder no han producido un solo libro, ni
siquiera un folleto, ni ha aparecido algún intelectual o ideólogo que explique
y sitúe su posición ideológica. Pero de los discursos y acciones de sus Dirigentes
se desprende un sectarismo, dogmatismo e ingenuidad, que Lenin calificó en su momento de “infantilismo” o “enfermedad infantil”; veamos algo al respecto: el sectarismo, que se presenta como
muy revolucionario e “izquierdista”, debilita más bien a su partido. El
“izquierdismo” se basa en un criterio dogmático hacia determinadas tesis y
fórmulas teóricas, en las que se quiere encontrar solución a toda clase de
problemas de la vida política. En vez de estudiar la vida tal cual es, los
dogmáticos izquierdistas parten de un esquema, y si los hechos no se acomodan a
él, prescinden de los hechos. El dogmatismo izquierdista significa el divorcio
de la realidad, y su Partido (en nuestro caso sus Partidos), si no lo combate,
se convierte en una secta apartada de la vida.
Los deseos de aferrarse al día
de ayer, a una política y a unas formas orgánicas que no responden a las nuevas
condiciones, significan de hecho como Lenin
dijo, “una política de inacción
revolucionaria…”(1). Por su parte el
sectarismo se manifestó en Rusia en la resistencia a utilizar las posibilidades
legales que, a pesar de su derrota, había arrancado la primera revolución rusa,
de 1905, al zarismo. Los miembros del Partido que se consideraban “más
revolucionarios” que el mismo Partido, pedían la abstención en la Duma del Estado y en el
trabajo dentro de los Sindicatos y Cajas de Seguros. Al difícil trabajo entre
las masas preferían la orgullosa espera de una nueva crisis revolucionaria.
Lenin calificó entonces esto de “Izquierdismo, enfermedad infantil del Comunismo”. Lo principal en
él es el divorcio que se establece con las masas, el desprecio de las
posibilidades existentes para el trabajo revolucionario, la tendencia a rehuir
los problemas candentes que la vida presenta. El cargo de “infantilismo” y
“puerilidad” iba a ser tópico corriente de Lenin al atacar a quienes sostenían
esa posición. Lo utilizó otra vez en el título de un artículo publicado en Pravda, en mayo de 1918, y dirigido
contra Bukharin y los “comunistas de izquierda”; en 1920 intensificó su
monopolio del criterio maduro y adulto cuando tituló la crítica que hacía de
los comunistas europeos de táctica inflexible, El comunismo “de izquierda”: un
trastorno infantil. También Stalin había acusado de izquierdista, en 1928, a la oposición “por
desear una industrialización demasiado rápida”.
Pero veamos, para terminar con este tópico,
lo que decía Lenin en su Artículo “Acerca
del infantilismo ‘izquierdista’ y del espíritu Pequeñoburgués”, publicado
los días 8, 9, 10, y 11 de Mayo de 1918 en los núms. 88, 89, 90 y 91 de “Pravda”: “Pasamos a las desventuras de
nuestros comunistas de Izquierda en el terreno de la política interior.
Es difícil leer sin una sonrisa frases como las siguientes en las tesis sobre
el momento actual: ‘…El
aprovechamiento armónico de los medios de producción que han quedado es
concebible sólo con la socialización más decidida… no capitular ante la burguesía
y los intelectuales pequeñoburgueses secuaces suyos, sino rematar a la
burguesía y acabar definitivamente con el sabotaje…”
“¡Simpáticos ‘comunistas
de izquierda!’ ¡Cuánta decisión
tienen… y qué poca reflexión! ¿Qué
significa ‘la socialización más
decidida’? Se puede ser decidido o
indeciso en el problema de la nacionalización, de la confiscación. Pero la
clave está en que la mayor “decisión” del mundo es insuficiente para pasar de
la nacionalización y la confiscación a la
socialización. La desgracia de
nuestros ‘izquierdistas’ consiste, precisamente, en que con
ese ingenuo e infantil juego de palabras, ‘la
socialización más decidida’, revelan
su más plena incomprensión de la
clave del problema, de la clave del momento “actual”.
“La desventura de los ‘izquierdistas’
está en que no han observado la propia esencia del “momento actual”, del paso
de las confiscaciones (durante cuya realización la cualidad principal del
político es la decisión) a la socialización (para cuya realización se requiere
del revolucionario otra cualidad)”. “En primer lugar, los ‘comunistas de
izquierda’ no han comprendido cuál es precisamente la transición del capitalismo al socialismo… En segundo lugar, revelan su espíritu pequeñoburgués precisamente
en que no ven el elemento
pequeñoburgués como enemigo principal del
socialismo… Eso es un hecho de la
realidad absolutamente inapelable, en cuya incomprensión está la raíz del error
económico de los ‘comunistas de
izquierda’. El especulador, el
merodeador del comercio, el saboteador del monopolio: ése es nuestro principal enemigo interior… “Así
son nuestros
‘comunistas de izquierda’, quienes de palabra, son enemigos implacables
de la pequeña burguesía; pero de hecho, no hacen más que ayudarla, no hacen más
que servirla”… “De otra parte, sería un error evidente dar rienda suelta a los
chillones y palabreros, que se dejan arrastrar por el “brillante”
revolucionarismo, pero que son incapaces de efectuar una labor revolucionaria firme, reflexiva y sopesada,
que tenga en cuenta también las dificilísimas transiciones”.
Pero nuestros izquierdistas paraguayos no leen, ni
escriben (¿no piensan?) como si desconocieran lo que los clásicos del marxismo
repetían una y otra vez: la
importancia de aunar la teoría a la praxis la que a su vez genera teoría y ésta
una nueva praxis. Nunca habrán
hojeado el escrito de Mao Zedong “Sobre la Práctica”, ni
conocerán de nombre siquiera el libro filosófico fundamental de Lenin contra el Machismo(2): Materialismo y Empirocriticismo; Notas
críticas relativas a una filosofía reaccionaria. Y por eso, por la
falta de formación intelectual, cometieron errores tras errores que al fin les
costaron el poder. No tuvieron (en especial su Líder: el incapaz Lugo) la
“muñeca política” suficiente para evitar malquistarse con su poderoso aliado: el PLRA y con los “factores de presión” además de la opinión pública
general.
Lo que se puede colegir de lo que
dicen y hacen los izquierdistas paraguayos es que se inclinan –y admiran– al
“chavismo” venezolano, y al Régimen Cubano, de “Colectivismo Burocrático” éste
último y que se derrumbó en La
Unión Soviética,
mientras que Venezuela no debiera caminar hacia lo mismo, sino hacia el sistema
de la Rusia de
Pútin o del Socialismo Nórdico con ese magnífico y eficaz igualitarismo Sueco.
El Socialismo del siglo XXI: Aunque varios intelectuales
venezolanos han tratado de explicarlo –como los ideólogos Haiman Al-Troudi y Heinz
Dieterich Steffan– sin embargo no han formulado una ideología coherente de
lo pregonado por el Presidente Hugo
Chávez, sobre todo en cuanto a “Ideología Política” se refiere y
según la definió Zbigniew Brzezinski, aquél célebre profesor de Harvard y Asesor
del Consejo de Seguridad Nacional de la Administración Carter, que pergeñó los
lineamientos de la “Comisión Trilateral” y fue un ideólogo adelantado de la
Revolución Científico-Tecnológica, para quien la Ideología Política “denota una doctrina del poder político en
la cual, en forma simultánea, se definen los objetivos, se describen los
métodos adecuados para alcanzarlos y se moviliza el apoyo que estos requieren”
y agrega que está formada por tres componentes: supuestos filosóficos, conceptos doctrinarios y un programa de acción
que dimana de la doctrina y está basado en los supuestos filosóficos(3). Y la ideología se expresa en la “teoría” entendiéndose como “buena teoría” –según la politóloga
Margot Light– “aquella que puede ser
adaptada o expandida a fin de que se reflejen en ella las nuevas circunstancias,
de modo que permita explicar el pasado, sirva de modelo para el presente, y
tenga cierto valor de predicción para el futuro”(4).
Haiman Al-Troudi afirma que
“el enemigo son las Empresas y el Capital” (al que denomina “capital no productivo”),
y asegura que “en la transición al Socialismo no se podrá evitar la presencia
de la empresa privada”, pero su objetivo pareciera ser la estatalización total
del país. Se declara abiertamente favorable a la autarquía, asegurando que
habrá que ir “reduciendo las importaciones y subsidiar tanto como se pueda la
producción agrícola e industrial nacional”. Por otra parte pretende montar
Cooperativas fuertemente ideologizadas y cambiar la estructura territorial de
Venezuela creando Comunas y federaciones de Ciudades. “Las Democracias
Liberales y Capitalistas son el enemigo” enfatiza. Por su parte, para Heinz Dieterich Steffan (que ahora se ha vuelto muy crítico del Pte. Nicolás Maduro) el “Socialismo
del Siglo XXI” supone que “es necesario un reforzamiento radical del Poder
Estatal democráticamente controlado por la sociedad para avanzar el desarrollo”,
y se sustenta en cuatro bases: “el
desarrollismo democrático regional, la economía de equivalencias, la democracia
participativa protagónica y las organizaciones de Base”. Habla del “Nuevo Proyecto Histórico” cuyos pilares
son: el “Bloque Regional del Poder”
(BRP) que correspondería a la integración económica y política de los “Estados
Progresistas” de la región, y el “Bloque Regional de Poder Popular” (BRPP) que
sería la coordinación continental de los “Movimientos Sociales” que apoyen la
implementación del Socialismo del Siglo XXI. Propone un modelo económico que no
esté basado en los precios del mercado, “fundamento de la Economía de Mercado y
del Capitalismo”, a los que considera fuentes de las asimetrías sociales y de
la sobre-explotación de recursos naturales.
Aquí debemos hacer la salvedad de que probablemente estemos “tocando de oído”
pues nos llegan muy pocas informaciones de primera mano sobre esto; debiendo la
Embajada Venezolana ofrecernos más
material al respecto, pues la Izquierda
Paraguaya no lo hace.
Según el criterio predominante en Paraguay –que ni el “Frente Guazú” ni “Avanza País” han intentado siquiera desvirtuar– el “Socialismo
del Siglo XXI” o, simplemente, “Chavismo”, es una mezcolanza de marxismo, (pero
quiere declararse “cristiano”), nacionalismo y mesianismo bolivariano. Si
bien ha dado pasos importantes hacia Reformas para el cambio hacia un Estado de
bienestar, nacionalizando empresas estratégicas y revisando acuerdos leoninos,
así como creando “Comunas de Poder
Popular” para dar voz e influencia a los sectores más bajos de la sociedad,
y reducido el nivel de pobreza desde el 53% (en 1998) al 19% (en 2012) sin embargo, la Clase Política y los Intelectuales Paraguayos
en su mayoría creen que paralelamente avanza hacia un caudillaje autoritario
del Ejecutivo, que está jaqueando los bolsones de democracia y libertad que aún
quedan, buscando eternizarse en el Poder, siendo ya en la práctica, una
“Democracia Tutelar” (que ya hemos definido: Ver Nota Nº 3 de este mismo
Capítulo), aunque esto puede deberse
a lo “jaqueada” y atacada sin cesar por el Imperio y la Derecha que está la Revolución
Bolivariana. También se piensa que el Gobierno Venezolano está demostrando un
Nacionalismo “chauvinista” de expansión de su doctrina e inmiscusión en los asuntos internos de otras naciones que
lo vuelven hasta cierto punto “imperialista” (que justamente ese gobierno
condena), y se agrega un componente de “mesianismo bolivariano” basado en el libertador
Simón Bolívar. Al respecto, debemos
tener en cuenta, que Bolívar, el Prócer,
tampoco era un “santo inmaculado”;
era un hombre duro, autoritario, prepotente y mesiánico, esto último se nota en
su juramento hecho en Roma el 15 de Agosto de 1805 de liberar América del poder
español, y lo demás en sus cartas y proclamas como por ejemplo, la comunicación
al Comandante de La Guaira
el 8 de Febrero de 1814, donde textualmente dice: “…ordeno a US. que inmediatamente se pasen por las armas todos los
españoles presos en esas bóvedas y en el hospital, sin excepción alguna”(5), lo que significó la muerte de
miles de personas; a ello se agrega
el fusilamiento de un héroe de la independencia, el General Manuel Carlos Piar en 1817, luego de
enviarle una carta amistosa el 19 de Junio de 1817, publicada en la “Gaceta de
Caracas” Nº 184, el 22 de Abril de 1818 en la que, entre otras cosas decía
respecto al Gral. Arismendi:”He
cometido, es verdad, una injusticia atroz en dejarle con vida: es un malvado y ha debido morir… porque no siendo mi carácter ni débil
ni pusilánime, ningún temor tengo para castigar los delitos”(6). Pero también intervino indirectamente en el Paraguay, con una carta amenazante
desde Lima, Perú, al Dr. Francia, en 1823, pidiendo la salida del Dr. Amado
Bompland, aunque “en sus
dificultades con el Dr. Francia se limitará a quejarse de que no existe la
soberanía del pueblo paraguayo… Por
ello Bolívar intervino para derrocar a Iturbide (en México), y dejó gobernar,
con tristeza pero libremente, al Dr. Francia…”(7).
De ahí venía la inspiración de Hugo Chávez Frías, pero no deben
olvidar los epígonos del fallecido Presidente de la Venezuela Bolivariana
y sus simpatizantes, cómo terminó Bolívar –quien quería liberar y unir a toda Sudamérica
aunque bajo su mando– solo, abandonado, sin partidarios, clamando que “había
arado en el mar”.
En cuanto a la situación
política de la Izquierda Paraguaya, hasta hace casi dos años confusa, se
fue clarificando desde la “defenestración”
de Lugo (Defenestración: del
francés “dès fenêtres=desde las
ventanas”. Alusión a la insurrección
de Praga en 1618, cuando los Protestantes arrojaron desde las ventanas del
Castillo Hradschim a los Gobernadores Imperiales, y que dio comienzo a la
“Guerra de los Treinta Años”. En nuestro léxico paraguayo equivaldría a “echar
a patadas”). Demos un vistazo a esa
situación.
La
Izquierda
“Luguista” está bastante desmoralizada y fragmentada en 20 “partiditos” que
se agruparon en dos Movimientos electorales –el “Frente Guazú” y “Avanza País”–
para las elecciones del 21 de Abril del 2013, y ya no encontró otro “Lugo”
capaz de engatusar a la gente ni otro aliado poderoso como el PLRA. No fue
cifra importante en dichas Elecciones Generales, y si no activa su desarrollo
ideológico y el trabajo de base a profundidad con las
masas más la propaganda mediática, no lo será a corto ni mediano plazo,
aunque Mario Ferreiro se autoafirmó
de “Centro-Izquierda” lo que le da a “Avanza
País” mayor campo de acción y más amplias perspectivas; además la presencia de Adolfo
Ferreiro será un factor de equilibrio y moderación del extremismo
izquierdista. Por su parte el
“Luguismo” del Frente Guazú hace
autobombo señalándose como “tercera fuerza” por haber logrado cinco escaños en
el Senado, pero eso es un autoengaño porque los electores no votaron al “Frente
Guazú” sino a Fernando Lugo, todavía aureolado con el relumbrón por su victoria
en 2008 y haber sido Presidente de la
Rca., y los otros cuatro entraron detrás suyo por la “lista
sábana”; de tal manera que donde no estuvo Lugo esta extrema izquierda sólo
obtuvo un raquítico 3% para Presidente y un Diputado Nacional y otro para el
Parlasur (Ricardo Canese quien fue
votado por su propia popularidad), y
eso no es ninguna “fuerza”. Además el “relumbrón” de Lugo se irá apagando
durante este quinquenio hasta desaparecer para el 2018, ya que el Presidente
Cartes al firmar el “Acuerdo por Paraguay” con el Partido Liberal, Avanza País, UNACE y Encuentro
Nacional, evitó otorgar posiciones de poder e influencia –que le hubiera
permitido crecer y afirmarse– a la extrema izquierda del “Frente Guazú”. Por eso, éste (el Frente Guazú) debería trabajar
para procurarse una sólida base ideológica, e institucionalizarse y organizarse
evitando depender exclusivamente de la figura de Lugo –que ha demostrado total incapacidad como Gobernante y falta
de dedicación a su “Causa”, prefiriendo los placeres, de todo tipo, que
proporciona el Poder y dejando el manejo del Gobierno a sus aláteres sin
capacidad de Estadistas– para no caer en el funesto “culto a la personalidad”.
En realidad, si quieren a toda costa un “Liderazgo Personal” creemos que el
Secretario General: Ricardo Canese es el más indicado por su gran prestigio
político, profesional y social. Pero si el Gobierno Cartes se embarca en una
decidida política “Neoliberal” que provoque una explosión popular como el
“Caracazo” del 27 de Febrero de 1989 contra Carlos Andrés Pérez , que le abrió
las puertas del Poder al “Chavismo”, o la de Bolivia contra Gonzalo Sánchez de
Losada que entronizó a Evo Morales, el “Frente
Guazú” –si está bien organizado y se alía con el Liberalismo Social Progresista de Centro-Izquierda encabezado por Luis Alberto Wagner y aún con amplios
sectores descontentos del Partido Colorado
que la actual actitud de Cartes, de persistir, podría provocar, y recompone sus
relaciones con “Avanza País”– puede
tener su gran oportunidad toda vez que tenga en cuenta la directiva que Lenin envió al Comité Central
Bolchevique en vísperas de la insurrección de Octubre: “No juguéis nunca al
levantamiento, pero una vez comenzado, sabed sin lugar a dudas que tenéis que
llegar hasta las últimas consecuencias”.-
N O T A S
(1) V. I. Lenin: “Obras Completas”; p. 96; Tomo XVI; Edit. Cartago; Bs.Aires,
1960.-
(2) Machismo: Ideas filosóficas del físico y matemático
austríaco Ernst Mach sobre “la experiencia crítica” que presuponía una
psicología basada en el fenomenalismo físico, o sea, en “la economía del
pensamiento” (teoría de que el pensamiento y la ciencia se fundamentan en la
conservación del esfuerzo y en la satisfacción de las necesidades), y en la
idea de que la experiencia y la verdad se basan en la conciencia y en la
sensación. Lenin puso sobre el tapete la cuestión de la existencia de la verdad
objetiva independiente de la humanidad; el camino hacia la verdad objetiva,
absoluta, estaba en la teoría marxista, en tanto que todos los demás caminos no
llevaban sino a una serie de “sofismas y mentiras”. Lenin: op. cit. p. 100 a 117.-
(3) Z. Brzezinski: “The Soviet Bloc: Unity
and Conflict”; p. 489; Harvard University Press; Cambridge, MA, 1967.-
(4) Margot Light: “The Theory of International
Relations”; p. 318; St. Martin’s Press; New York, 1988.-
(5) “Itinerario Documental de Simón Bolívar”; p. 85;
Ediciones de la Presidencia;
Rca. de Venezuela; Caracas,
1970.-
(6)Vicente
Lecuna: “Simón Bolívar. Obras Completas. Compilación”; Vol. I; p. 244; Editorial Lex, La Habana, 1950.-
(7) Francisco Cuevas Cancino: “Bolívar.
El Ideal Panamericano del Libertador”; pp. 208 y 214, Fondo de Cultura Económica; México D.F., 1951.-
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