EL ENDEUDAMIENTO PARAGUAYO Y LA
EXPERIENCIA ARGENTINA
La idea de una Justicia que defiende a las
Empresas y a los Bancos frente al Estado. La mayoría de los integrantes del Gabinete tanto en Paraguay como en la Argentina actual son Ejecutivos de
Grandes Empresas y Bancos. No han sido formados en la gestión del Estado
como expresión de los intereses del conjunto. Entienden más los intereses
de las Empresas y los Bancos, que muchas veces son limitados por normativas Estatales.
Por eso entienden más los argumentos de los “buitres” que los del Estado
argentino. Para ellos el fallo de Griesa
representa como un símbolo, un freno a los “desmanes” de un Aparato Estatal que perjudica a
los privados. Argentina estaba obligada
por el fallo injusto de un Juez Municipal Norteamericano que favoreció a los “fondos
buitre” a contrapelo de la tradición y la práctica internacional en situaciones
similares y en contra de las normativas
sobre procesos de quiebra que rigen en todos los países, incluyendo a los
Estados Unidos. Presentar como alivio o alegría el pago, hacerlo con una
urgencia inusitada sin amagar siquiera una negociación para mejorar las
condiciones, forma parte de una concepción ideológica que los acerca más a
los intereses de los fondos de inversión más usureros que litigan contra
Argentina que a los intereses del Estado argentino. Para ellos es alivio y
alegría porque implica también reabrir el negocio de la deuda que desde 2001
estaba muy limitado y que enriquece al mundo de los Bancos con el que están
relacionados. Es el mundo del cual ellos decían que Argentina estaba
aislada, como si se tratara de todo el mundo o del único posible. Para el
argentino común se trata de un recorrido que ya hizo, se abre un horizonte
difícil. Si mira hacia atrás en su propia experiencia, tiene más motivos para
alarmarse que para alegrarse. De un lado la
crisis del 2001, el default y el infierno desatado por una deuda
descontrolada. Del otro lado este alivio, e incluso alegría del Gobierno Macrista, virtual o parcialmente
verdadera porque, al pagarles a los “fondos buitre” Argentina podrá tomar
deuda nuevamente. Un país fundido por la deuda y un país que se alegra porque
vuelve a endeudarse. Parecieran dos países diferentes, pero es el mismo.
Es el mismo país el que sufrió y el que ahora se alegra porque va
a volver a sufrir. Es absurdo. No tiene sentido desde la experiencia real. Hay
un sentido que debería asentarse y consolidarse en esa experiencia durísima.
Pero hay otro sentido que lo contrapone y que tiene la fuerza insólita para
desdibujar de la memoria colectiva esa experiencia tan dura. A veces el resultado
de esa confrontación de sentidos es la unanimidad por uno de ellos, como sucede
en las guerras. A veces simplemente es el desbalance: uno de ellos logra más
aceptación que el otro y se convierte en dominante. El otro pasa al territorio
de lo resistencial hasta desaparecer o recuperarse.
El endeudamiento como está planteado por el Gobierno Macrista, que en pocos días está tomando deuda por 20 mil
millones de dólares para pagar deuda y que espera colocar otros 50 mil millones
en los meses que vienen, puede ser la ruina para el país. Implicará el derrumbe
de la pequeña y mediana Industria que ya tiene problemas graves; la pérdida de
millones de puestos de trabajo, que ya en pocos meses suman más de cien mil,
y la caída de los salarios, que ya sobrellevan una inflación del 40 por ciento
y una devaluación del 60 por ciento además del “tarifazo” (aumento de 300% de
agua, luz, electricidad, transporte). Lo mismo puede ocurrir en Paraguay a raíz del “bicicleteo” de las
nuevas deudas con bonos soberanos.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario